¿Milagro de navidad?
Prólogo.
Hoy es el día de navidad. Sin embargo, en lugar de estar acompañado por mi familia en un sitio decorado con esmero; me hallaba solo, en una habitación pobremente iluminada y con el peor de los dolores guardado en el corazón. Junto a mí se encontraba un cuerpo inerte, sin nombre, una parte de mí persona había desaparecido del mundo esta noche y no regresaría jamás. Sin importar cuanto hubiese llorado o los gritos que saliesen de mi ronco pecho, no descubriría el color de su mirada pues sus ojos permanecerían en el eterno sueño.
Me arrodillé implorando perdón a cualquier ser divino que pudiera existir y estuviera escuchándome; igualmente a mi familia por mentirles y al que ahora admito como el amor de mi vida por fallarle de la peor manera. Los traicioné a todos por el mero hecho de ser débil de cuerpo, aún exhausto y después de una larga lucha imaginaba un final feliz. Pero el irrevocable silencio que percibía como respuesta me confirmaba que la hora de rendirse había llegado.
― ¡Por favor, te lo ruego! ¡Llévame a mí! ¡Él no tiene la culpa de mis pecados!
Me aferré al pequeño barandal y una de las enfermeras intentó, inútilmente, calmarme. Sus gentiles palmas sobaron mi espalda, sujetó mi mano con empatía y su expresión era amable. ¿Es que acaso no comprendía el dolor que atravesaba? No ¡Que iba a saber ella! Por fin pude nombrar ese sentimiento que los últimos meses fue la causa de mis desvelos y lo perdí en insignificantes segundos. Amor. Lágrimas y adiós.
Pero esto no lo sabría varios meses antes, con mayor razón, tampoco durante el inicio de año; creció y se desarrolló dentro de mí con una velocidad impresionante y fue todavía más asombrosa la sencillez con la que lo acepté. No hubo comparación entre el año que trató de enamorarme y los tormentosos meses que sufrí para descubrir que lo amaba. Aunque reconocía que no fue un suceso espontáneo pues lo sembraba y regaba con dedicación e infinita paciencia varios años antes, cuando todavía lo consideraba un amigo. Nunca dejaría de pensar en él como el idiota que se fijó en alguien tan malhumorado como yo, únicamente alguien con su locura podía soportarme.
― ¿Por qué tuvo que terminar así? ¿Es éste el final? Nunca me lo perdonará, lo sé.
Me había convertido en un mar de lamentos pero la verdadera historia tuvo lugar durante el espantosamente gélido mes de enero, donde el primer milagro ocurrió, y luego prosiguió en el caluroso mes de Julio, donde un nuevo suceso increíble tocó la puerta de nuestros corazones. Esos formarían una parte fundamental de mi existencia; porque después de la noche buena fallecería.
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Pronto tendrán noticias de éste y otros fics. Lamento mucho la espera y la falta de actualizaciones recientemente. Gracias por la paciencia y el apoyo constante. Espero que puedan acompañarme en este nuevo proyecto.
¿Cuál es la primera impresión que tienen de esta historia? Me gustaría leer sus opiniones.
