Pov España
Estaba sentado en el sofá de su casa comiendo unos ricos churros. En realidad estaba más entretenido en la comida que tenia entre mis manos que en la película que estaban dando en la televisión. Suspire. No me gustaba estar sin compañía, me hacia sentir algo de nostalgia y un poco de melancolía. No quiero pasar la noche solo con mi sombra ..pero…Últimamente estoy tan solo…Romano esta otra vez con una de sus crisis sobre la cristiandad y se ha recluido en el vaticano.
No es que no lo apoye, mi tomatino es el amor de mi vida, pero a veces me siento tan solo…tan olvidado. Me imagino el lio que debe tener dentro de esa cabecilla suya. Yo lo amo y el lo sabe, pero le cuesta aceptar esa faceta que el cree tan poco masculina. ¿porque el piensa que es degradante sentirme en su interior? Es decir, después de todos estos años..¿no se da cuenta que no es una cuestión de dominación, sino de amor?¿porque le cuesta tanto dejarse llevar y admitir que le gusta pecar y que lo haría mil veces mas si pudiera?
A veces me gustaría que se pareciera un poco mas a su hermano. No lo digo por el físico, porque los dos son dos gotas de agua. Dos hermosas gotas de agua. Una clara y pura y la otra turbia y enloquecedora. ¿porque Romano no podía aceptar mis sentimientos sin sentir culpa ni vergüenza? ¿Por qué? Le demostré durante toda su vida cuanto lo amaba. Aunque me atiborrara una y otra vez de mil insultos, yo siempre tenia mis brazos abiertos para él.
¿Por qué no podía ser como su hermano? ¿Por qué tenia que escuchar a esos religiosos que le decían que el nieto de Roma no tendría que tener esas desviaciones? ¿Por qué tenia que encerrarse? Siempre lo apoye, pero nunca comprendí. Sé que en unos meses volverá a mis brazos, asqueado del tiempo desperdiciado en aquel lugar. Sé que volverá porque por mas que lo niegue, me ama. Me necesita. Sabe que nunca nadie lo querrá tanto como yo.
Yo también lo necesito. Lo amo. Pero detesto que me deje solo. No quiero estar solo. No quiero subir a mi habitación y encontrarme con mi cama vacía. A veces solo quisiera que fuera más fácil. A veces, secretamente, yo también rezo para que una muestra de cariño surja de sus manos, en ves de usarlas para abofetearme cuando me acerco. A veces, cuando me deja meses sin saber nada de el, quisiera dejar de intentar. Y es cuando recuerdo, las pocas pero sinceras veces que demostró cuanto me quería.
No quiero seguir pensando. Estar en su casa solo hace que lo recuerde con mas nostalgia. Subo a la habitación que pertenece a Lovino. El sol, como mi alegría se perdió en la noche. Se disolvió, para luego volver a materializarse el día siguiente. La mañana próxima, como siempre, me despertare feliz y entusiasmado. No me importara insistir mil veces con mi pequeño. No me importara esperarlo hasta el fin de los días. No me importara si se parece a su hermano o a quien sea. No me importara nada, pues mi amor hacia el es incondicional.
Pero la noche..La noche es malévola y no me gusta pasarla sin compañía. No quiero estar solo. Subo las escaleras, con un poco de pesadez y descubro la puerta de mi pieza abierta, invitándome a entrar. Recostada en mi cama yace una figura esbelta y agraciada. Hermosa. Desnuda. La tentación me obliga a acercarme. La silueta me es conocida. Demasiado.
Esta recostada sobre su hombro. No puedo ver su cara pero distingo su cuerpo. Ese cuerpo italiano que me vuelve loco. Paso mi mano recorriendo la frontera de su cintura. Mis dedos, resbalan juguetones, entre la suavidad de su piel. Pero mi muchacho no se inmuta. Sigo arqueando mis dedos por su espalda, acaricio sus muslos, sus rodillas Estiro mi brazo lo mas que puedo para alcanzar sus pies. La silueta sigue inmutable. Esto es raro. Yo conozco bien a Romano. Sus dos reacciones posibles son quitarme de encima de una trompada o intentar, en vano, tomar el control del acto seductor. Nunca fue tranquilo, pues no se lo permitía su propia razón.¿ porque no me pegaba o se quejaba? ¿Por qué no se volvía la fiera sensual a la que tanto estaba acostumbrado? Preocupado, volteé la figura que estaba de espaldas mío, hacia el frente. Nos vimos cara a cara. Que estúpido soy! No era Romano el que yacía en la cama. Era Veneciano.
Me quede helado ¿que hacia él aquí? No es que me molestara su compañía pero..rayos lo había tocado, lo había acariciado, como si fuera Lovino. Intendente salir de la cama lo mas rápido posible, pues su parecido a mi amor me estaba nublando la mente .Pero sus manos agarraron con fuerza mi brazo.
-No te vayas, me siento solo-me dijo. Mi corazón me recriminaba que esto estaba mal pero su cuerpo nublaba mi mente. Se parece tanto a Lovino. A mi amor, al que extraño tocar, besar abrazar. Y yo también me siento tan solo…extraño tanto a su hermano. No quiero estar solo. En la mañana me sentiré culpable, pero en esta noche solitaria me deje llevar. Me acerque a la calidez de sus labios y lo bese. Esta mal, lo se, pero fue lindo que él solo se limitara a recibir mi afecto. Sin quejas, sin reproches, sin inútiles preocupaciones existenciales. Mañana me sentiré mal por esto pero esta noche solo quiero seguir besando esos labios…Dios, Lovino, perdónenme por esta dulce tentación. Juro que no lo volveré a hacer, pero es que yo me siento solo y a él no me molesta recibir mi cariño.
