Primero algunas recomendaciones antes de que leas este fic. Si bien sigue la linea general de la serie (más o menos hablando) es semi AU

Los personajes pueden estar algo fuera de carácter, en cuanto terminen de leer entenderan.

Quedan advertidos, asi que no me vengan a decir 'Misty no haria eso, u Ash no actuaría así'

Otra vez quedan advertidos.


Synergy

Para AngelLarc

- Prólogo-

- Señorita, señorita ¡señorita! ¿Me escucha?...

La voz la llamaba desde lejos, desde lo profundo de un pozo o algo parecido. Insistía una y otra vez en ese llamado. Ella intentaba resistirse. Se sentía segura en esa oscuridad salvadora que la rodeaba, en esa calma absoluta que envolvía su cuerpo. Sin embargo seguían hablándole, obligando finalmente a que despertara. Abrió los ojos con supremo esfuerzo. Pestañeó reiteradas veces pues la luz le hacía daño. Veía pequeños puntitos iluminados que parecían seguir una trayectoria y entonces todo se le tornaba borroso. El cuerpo le pesaba y a la vez no lo sentía. Era como si estuviera flotando dentro de una muy agradable atmosfera. La cabeza le daba vueltas y tenía una intensa necesidad de cerrar los parpados y continuar en el bello mundo de Morfeo. Algo dentro suyo parecía tironearla de vuelta al país de los sueños y a su oscuridad auxiliadora.

- Señorita, ¿señorita me oye?

¡Malditos sean quienes estaban hablándole! ¿Es que no entendían que quería dormir? De pronto notó que se movía, y no era por voluntad propia. ¿Acaso la estaban transportando? Oía voces desesperadas sobre su cabeza, y luego algunas palmadas en las mejillas al notar que volvía a cerrar los ojos. Pero era como cuando uno tiene mucho sueño y los párpados se cierran sin poder evitarlo. Así estaba ella. Seguían hablándole, pero las palabras sonaban a lo lejos, como si estas rebotaran contra su oído.

- ¡Vamos pequeña, no te rindas!

Ella gruño ¡Déjenme en paz! Quiso gritar, pero no estaba segura de poder articular algo medianamente coherente. La familiar sensación de vacío se apoderó una vez más de sus sentidos. Permaneció inmóvil oyendo el preciado silencio que la rodeaba dentro de su mundo de sombras. Tranquilidad. Tranquilidad al fin.

- ¡Oxígeno! ¡Denle oxigeno que la perdemos!

Malditos médicos…

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

La muchacha despertó mucho después. Abrió los ojos con gran dificultad encontrándose en una habitación blanca y estéril. La misma en la últimamente acababa, tuvo que reconocer.

Movió la cabeza y eso le valió un esfuerzo del que luego se arrepintió. Llamaradas de dolor y de debilidad la recorrieron de arriba abajo, dejándola tan exhausta como si hubiera hecho un recital de diez horas…

Levantó su mano pálida y delgada, evitando mirar su dedo anular que estaba desnudo. Las venas delgadas se distinguían bajo la delgada capa de piel translucida. Suspiró. Al parecer su última oportunidad de escape había salido mal y alguien la había encontrado inconsciente en el suelo.

- Estas despierta.

Se volvió a la voz intrusa. ¡Que ironía! Estaba despierta, cuando lo único que deseaba era volver a dormir.

- Por poco te perdemos Misty…

Quiso encogerse de hombros pero la acción la dejó agotada en la mitad. Cielos ¿Por qué se sentía tan débil? Normalmente la resaca era acompañada con desgano y malhumor. Nunca debilidad o cansancio.

- ¿Qué intentabas hacer?

Ella busco algún rastro de voz en el fondo de su garganta. No estaba segura de poder hablar.

- Quería dormir… - dijo con suavidad, casi arrastrando las palabras.

El medico frunció el ceño -Tomaste muchas pastillas para dormir.

- Tenía insomnio, no podía conciliar el sueño- se defendió, aunque en realidad nadie la había acusado de nada.

- E ingeriste una considerable cantidad de pastillas ¿Por qué?

- Ya le dije.

El medico se acercó hasta ella mirándola fijamente -¿Y porque las mezclaste con éxtasis?

Se tensionó -Yo no…- se detuvo. Recordó haber tomado una pequeña píldora rosa que Dalton le dio en algún momento de la tarde. Estuvo eufórica luego de eso, sintiendo que volvía a caminar sobre nubes, y hasta se sintió inspirada para componer. La vida le sonreía, y era feliz. Sin embargo los efectos se acabaron rápido, y volvió a sentirse deprimida y sola, recordando que endeble y frágil era el mundo que la rodeaba. No todo era color de rosa, y ella ya no era feliz. Entonces descubrió el frasco de pastillas para dormir en el botiquín del baño. Ella nunca las usaba, sin embargo parecían ser la solución perfecta para dejar de recordar por un largo rato -Yo no tomo drogas- dijo con firmeza sosteniéndole la vista.

- Nadie dijo que las estuvieras tomando. Pero hiciste un cocktail muy peligroso. Y creo haberte advertido la última vez los efectos de mezclar pastillas.

- Aquella vez al igual que en esta ocasión se trató de tan solo un error…

- ¿No lo hiciste adrede?

- Ya le dije que no- empezaba a cansarse ante tanto cuestionamiento.

- ¿Sabes que tuvimos que hacerte un lavaje de estómago…?

- Yo… es que las pastillas no me hacían efecto, y… pensé que si tomaba algunas más podrían…

- Fue una sobredosis- dijo seriamente -Un poco más y te perdíamos…

Misty desvió la vista de él -¿Quién… quien me trajo?

- Louanne y Nathan- el doctor se dirigió a la puerta, allí se detuvo -Necesitas hacer un tratamiento, Misty. Es por tu bien…

La furia que estaba gestándose dentro suyo se desencadenó con aquellas simples palabras…

- ¡YO NO SOY ADICTA A NINGUNA DROGA, MALDITA SEA!- gritó sin importarle donde estaba.

El medico sin embargo no se inmutó ante semejante acto de cólera. La miró levemente, con el ceño fruncido antes de salir -Por precaución permanecerás toda la semana internada aquí.

Ella ni siquiera contestó. Le dio la espalda y volvió a sumirse entre las sabanas.

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

Al mediodía sentía el estomago revuelto. Pensar en comida le daba nauseas, y el mínimo olor de la bandeja que segundos atrás había llevado una enfermera, le produjo asco. Miró a la pobre mujer que le instaba que probara bocado, y le gritó agriamente que se llevara eso de ahí, que no tenía apetito, y que no pensaba comer nada.

Luego que la enfermera desapareció, algo asustada ante sus gritos, manoteó el control remoto que habían dejado junto a la cama y encendió el televisor.

Hizo un paseo general por todos los canales hasta que se detuvo en un canal de noticias. Subió el volumen.

- La líder del popular grupo de pop/rock Synergy fue internada de urgencia ayer en la noche tras una sobredosis de pastillas para dormir…

- Malditos oportunistas…- gruñó entre dientes observando a la periodista de lentes oscuros que daba la noticia como si se tratara del informe del clima -¡Buitres, que se alimentan de desgracias ajenas!

-Misty Waterflower es también conocida como la ex líder del gimnasio pokémon de ciudad Celeste, y la menor de las hermanas sensacionales. Saltó a la fama tras su debut como vocalista principal del grupo Synergy, dejando su hogar y su estilo de vida para dedicarse al mundo de la música. Sin embargo, situaciones como la que acabamos de anunciar donde se rumorea que la cantante tiene un fuerte problema con las adicciones, han cobrado mayor vigencia desde que el grupo se ha hecho reconocido mundialmente. Parece que desde entonces los excesos han sido una constante en la vida de esta joven mujer de veintitrés años… Las últimas noticias adhieren que aún se encuentra internada en el Memorial Hospital, tras hallarse prácticamente en coma cuando sus amigos la encontraron desvanecida en el suelo de su costoso departamento…

- ¿Cómo supo eso?- arqueó las cejas al preguntar en voz alta. Obviamente nadie le respondió. Sopló un mechón de cabello rojo que caía sobre su ojo izquierdo e imaginó a Dalton con su característica sonrisa pícara diciendo en modo inocente 'Cualquier publicidad, sea buena o mala, es publicidad para la banda' -Ay Dalton, te ahorcaría con mis propias manos…- murmuró apagando el televisor.

Ya había oído demasiado, y sabía que en los demás canales se reproducirían las mismas noticias. Todo el ámbito musical estaría patas para arriba ante esa nueva reincidencia.

'¡Malditos periodistas!'

Seguro los malnacidos la despedazarían como una hogaza de pan, sin tomar conciencia de sus sentimientos o los de su familia…

Su familia… Sus hermanas ¿Qué pensarían de ella en ese momento? No quería preocuparlas, y sin embargo…

Cerró los ojos sintiendo una horrible jaqueca y ya no pudo pensar. Lentamente dejó que sus sentidos se relajaran y se durmió.

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

- ¿Por qué Misty? ¿Por qué?-

El grito la despertó. Aturdida y con jaqueca entreabrió débilmente los parpados intentando enfocar a quien estaba gritándole.

Un hombre alto y moreno se encontraba de pie al costado de su cama. Tenía los ojos enrojecidos y rastros frescos de lágrimas en las mejillas.

Lo reconoció de inmediato.

- ¿Ash…? ¿Ash que haces aquí?

- ¿Por qué sigues haciendo cosas tan estúpidas como esa? –Volvió a gritar -¡Explícame porque demonios!

Misty se encogió en la cama, incapaz de responder. A grandes pasos él se acercó hasta ella. Tenía una expresión de rabia y desesperación marcada en el semblante. El cabello, siempre prolijo y en orden, estaba revuelto hacia un lado. Nunca lo había visto así. Nunca en todos los años que lo conocía.

- ¿Por qué Misty…?

A ella solo le quedó desviar la vista. No podía verlo. No quería verlo.

- ¡Maldición, mírame!- Ash le urgió con furia tomando su rostro en las manos y volviéndolo violentamente hacia él. Misty se quejó apenas. Le dolía. De alguna forma desconocía a ese ser brusco que persistía en zamarrearla -¿Qué pretendías hacer? ¿Matarte…? ¿Por qué…? ¿¡Porque!?

Sus ojos se llenaron de lágrimas – Ash me estas lastimando…

- ¿No pensaste en ? –le gritó otra vez sacudiéndola, en tanto la voz se le iba rápidamente de control - ¿En nosotros…? ¡Somos un equipo…! ¿Recuerdas…?

- Suéltame…

- ¡No te soltaré hasta que me respondas, maldita sea…! ¿Dónde está tu anillo? ¿Qué diablos te estas haciendo, Mist…? ¿Qué nos estas haciendo…?

La puerta se abrió justo en ese momento.

- ¿Qué ocurre aquí?- una enfermera hizo su frenética aparición acercándose hasta el destrozado joven. Con suavidad puso las manos en sus hombros tensos –Por favor cálmese señor Ketchum… será mejor que espere afuera –intentó moverlo, pero él estaba clavado en el suelo.

Se rehusó mientras seguía sollozando con voz ronca, mirando a la muchacha que había desviado su atención de él.

- Por favor Ash…- se oyó decir con voz suplicante.

Pero el joven volvió a negarse.

La enfermera le palmeó el hombro con aire maternal –Es lo mejor…

- Es mi prometida…- murmuró como a modo de disculpa, y antes de darse cuenta estaba siendo escoltado hacia afuera –Es mi prometida…- reiteró como autómata.

A Misty solo le restó cubrirse el rotro con las manos, el llanto presente y escurriéndose entre sus dedos.

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

Se apoyó contra la pared bajando la cabeza. Se mordió el labio.

- ¿Se encuentra bien?- la enfermera de antes se le había acercado, en su voz se notaba el dejo de preocupación.

Ash la miró levemente arrepentido de la escena que había montado ahí dentro –Lo siento, yo… -se despeinó el cabello –Mi novia intentó suicidarse y…

- Cálmese. Lo entiendo perfectamente –le respondió con simpatía –Ahora tiene que tranquilizarse. ¿Quiere que le consiga un café?

- No, no- se restregó la cara con aire ausente -¿Puedo ver a Misty?

- Ella necesita descansar y usted también.

- Pero, será solo unos minutos…

- La verá, se lo prometo. Pero primero tiene que descansar un poco y calmarse. En este estado no le es de ayuda a ella, ni a usted.

Él asintió emitiendo un largo suspiro –Gracias, enfermera.

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

- ¿Ash?

Él levantó la cabeza de entre las manos al oír su nombre. Dos mujeres se acercaban por el largo pasillo. La primera tenía cabello verde oscuro, largo y lacio. Vestía de negro y traía lentes oscuros. La otra mujer –de mediana edad- lucía un vestido color lavanda y llevaba el cabello castaño recogido en un prolijo rodete.

Se puso de pie y con rapidez fue al encuentro de ambas.

- Duplica…- susurró abrazando a la muchacha de cabello esmeralda. Luego se giró hacia la otra dama con los ojos llenos de lágrimas -¡Mamá…!

La señora Ketchum abrió los brazos para recibir a su hijo. No supo cuanto tiempo lo meció contra su cuerpo como si fuera un niño pequeño, oyendo sus gemidos y palabras inentendibles. Sus lágrimas corrían por sus mejillas. Le despeinó el cabello con ternura.

- Ya cariño, ya…- observó a Duplica que se había apartado cortésmente de ellos. Tenía un pañuelo desechable en las manos y se secaba las mejillas –Ya hijo, todo estará bien, lo prometo…

-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-

- Louanne dijo que fue horrible…- murmuró Duplica –Cuando Nathan y ella entraron, la encontraron desvanecida en el suelo. El frasco de pastillas junto a ella, abierto. La mayoría estaban todas volcadas. Nathan cree que su plan inicial era tomarse la mitad de las pastillas…- hizo una pausa para mirar a la señora Ketchum y a Ash cuya cabeza reposaba en su regazo. Tenia los ojos cerrados pero sabia que no había perdido palabra de lo que había dicho –También encontraron dos pequeñas píldoras rosadas en la mano de Misty. Nathan cree que eso era éxtasis, y que adrede las mezcló con las pastillas para dormir… Creo que su intención era muy clara…

- Ella no tomaba pastillas para dormir, mucho menos drogas –Ash replicó mirando a su amiga con firmeza –Misty estaba sana, vivía un ritmo de vida muy agitado pero estaba bien.

- Cariño shhh… la señora Ketchum le besó la sien –Cálmate, llegaremos al fondo de esto. Nada malo le va a suceder. Nosotras nos turnaremos para cuidarla.

Duplica asintió. Observó sus dedos enlazados en la falda y aventuró tímidamente -¿Ash? ¿Misty y tú han discutido en estos días?

- No.

- ¿Seguro…? –ella insistió –Sophie ha desaparecido, parece que se la hubo tragado la tierra…

- Quizás finalmente entendió que no debe entrometerse en lo que no le importa.

La señora Ketchum se volvió a su hijo. Duplica alzó las cejas en curiosidad –Sophie estaba obsesionada contigo y quizás Mist vio algo que la obligó a tomar esas decisiones…

- Entre esa mujer y yo nunca ha habido nada.

- ¿Estas muy seguro?

- ¡Duplica basta! –Ash exclamó apretando los puños -¿A dónde quieres llegar?

- Solo quiero saber que ocurrió con mi mejor amiga… ¡Oh Ash estoy tan preocupada como tú!

El medico salió de la habitación de Misty, justo cuando una chica rubia y un joven de cabello negro se acercaban al grupo.

- ¡Nathan, Louanne!- Duplica se levantó a abrazarlos tras reconocerlos.

Ash saludó a la muchacha, y le hizo un pequeño gesto cortés al joven. De pronto se sintió muy incomodo. Sabia que el recién llegado no le quitaba la vista de encima, y que al igual que Duplica lo consideraba –en parte- culpable por lo que había pasado.

Se apoyó en el hombro de su madre y cerró los ojos intentando recordar como había empezado todo.

Su vigésimo segundo cumpleaños vaticinaba una época feliz.

Una época de felicidad y sueños por cumplir materializados en una hermosa pelirroja con voz de angel que regresaba a su vida cuando más la necesitaba…


Nota:

Primera parte de este fic que fusiona dos de mis grandes pasiones: La música y la escritura! Puede que no hayan entendido mucho en esta primera parte, pero en el capitulo1 (el que viene) veremos como fue que Mist llego a este punto, que tanto tuvo que ver Ash, y que tanto tuvieron que ver el entorno que la rodea y sus compañeros de banda.

Belen! Feliz vumple super, super atrasadisimo. Perdon por tardarme tantooo! Mi internet decidio dejarme justo en esa semana, y desde entonces todo aqui es un caos u.u De verdad, espero que te haya gustado! Cualquier duda sabes donde encontrarme.

La próxima parte estará entre lunes y martes de la semana que viene (si, ira rápido)

Gracias por leer. Dudas, comentarios? Haz click en el botón de abajo ^^