Disclaimer: Personajes de S. Meyer. Historia sacada de mi cabeza.

NA: Como nunca, haré mi nota de autor al principio. Comenzaré diciendo que hace unos días leí una historia muy parecida a esta, así que si la autora de esa historia llega a leer esto, que me disculpe.
Les cuento que hace muchos años era parte de este fandom y escribí algunos ffs de Rosalie&Emmett. La mayoría de esos está acá en fanfiction, pero otros nunca fueron terminados, y ya que me gustaba publicar una vez que tenían fin, nunca fueron publicados. Algo me dio hace unos días que releí todos mis fanfics Rosemmett y me dieron ganas de terminar los empezados. Escogí este porque era el primero en mi lista, así que corregí algunas cosas y empecé a escribir más capítulos (Piensen que los primeros caps. fueron escritos cuando tenía como 14 años, así que tendrán un estilo diferente a los que vienen luego). ¡Así que aquí va! No sé cuantos fans van quedando del Rosemmett (o de Twilight en general), pero de todas formas lo quise subir.


Capítulo 1
Compra Mensual

Rosalie's POV

Me despertó la bulla de los vecinos. Como cada día ellos amanecían peleando. Y es que viviendo en un edificio nada queda en la privacidad de cuatro paredes. Miré el reloj, daban las nueve de la mañana. ¿Quién un día Domingo despertaba a esa hora? Pues en el pasado yo no acostumbraba. Conste, que ahora no lo hago por voluntad propia.
Me levanté aún somnolienta y me fui directo a la ducha esperando a que el chorro de agua en mi cabeza me despertara. Tomé mi desayuno, y como cada fin de semana, dediqué mi mañana a hacer el aseo de mi hogar. Cuando terminé de limpiar, ya eran las dos de la tarde y tenía un hambre de osos. Pero mi refrigerador estaba vacío. Para mi desgracia, era principio de mes y tocaba hacer la compra mensual. Agarré una manzana, la piqué rápidamente y la metí a un pote para comerla en el trayecto al supermercado.

Una vez que llegué, estacioné mi lindo BMW Z4. No es que quiera lucirme, pero amo ese auto con mi vida. Fui recorriendo el local con paciencia, partiendo por el pasillo de los lácteos, luego por el de la fruta, y así, poco a poco, fui llenando mi carrito.

Después de un rato ya llevaba todo, menos mi azucarado cereal. Llegué al pasillo correspondiente y agarré una caja del que siempre compraba. Cuando me di la vuelta para salir de esa sección, vi como una niña saltaba tratando de alcanzar una caja de cereal específica. Como no había nadie cerca de ella, decidí ayudarla.

-Tenlo- le dije pasándole la caja.

-Gracias- respondió con su tono infantil. Era una niña preciosa. Tenía el pelo color castaño con rulos grandes y unos enormes ojos verdes. Llevaba puesto un lindo vestido azul que le llegaba hasta las rodillas y combinaba con unas mini converse negras. Se veía genial. Vi como salía del pasillo y buscaba a alguien. Corrió hacia un lado y luego hacia el otro. Yo seguía atentamente sus movimientos cuando de repente paró en seco y se largó a llorar. Me acerqué a ella sin mucha prisa para asustarla y me agaché para quedar a su altura

-Hey, pequeña, ¿Qué pasó?- pregunté a la vez que le arreglaba un mechón suelto.

-No encuentro a mi papi- dijo refregándose un ojo con una mano. En la otra aún sostenía el cereal.

-¿Dónde estaba la última vez que lo viste?-

-Aquí-

-¿Quieres que te ayude a buscarlo?-

-Bueno- respondió apaciguando su llanto

-Ven ¿Quieres subirte al carrito?- le pregunté indicando la parte de adelante, dónde se sientan los niños pequeños

-¡Sí!- la tomé en brazos para luego sentarla

-¿Cómo te llamas?-

-Lucy-

-Qué lindo nombre-

-Mentira, es feo- dijo con un pucherito de lo más tierno

-¿Quién dijo?- pregunté echando a andar el carrito

-Mis compañeros de jardín-

-Pues lo dicen de envidiosos-

-También dicen que es anticuado-

-Para nada… mi nombre sí que es anticuado-

-¿Si?- preguntó curiosa

-¿Has escuchado nombre más anticuado que Rosalie?-

-¿Te llamas Rosalie?- casi gritó mientras abría los ojos- pero que nombre más de abuelita- reí

-Sí. Pero eso me dicen Rose. Nadie sabe mi nombre real, es un secreto- le susurré

-Entonces te diré Rose-

-Ok Lucy- ella frunció el ceño al escuchar su nombre- ¿Cuántos años tienes?-

-Cuatro- dijo mostrándome solo tres dedos de su pequeña mano

-¿Cuatro o tres?- pregunté mostrándole el error de cuentas que había cometido. Luego de darse cuenta, rió fuertemente con esa risa angelical que poseen los niños y agregó otro dedo.

-Cuatro- volvió a decir.

-Bien… ¿Cómo es tu papá? Tal vez ya lo vi y no sabía que era él-

-Es aaaalto… graaaaande… pelo neeegro y ojos verdes como los míos- respondió abriéndose exageradamente el ojo- ¿ves?-

-Jaja sí-

-Mira, está allá… Papi- gritó. Yo la bajé del carrito de inmediato, y el hombre prácticamente voló hacia nosotras cuando vio a la niña.

-Papi, ¿Por qué te fuiste?-

-Yo no me fui, tú te fuiste-

-No… yo fui a buscar mi cereal y luego te busqué y no tabas… pero ella me ayudó a encontrarte- le contó apuntándome

-Muchas gracias- me agradeció el musculoso

-De nada- le respondí yo

-Lucy se nos escapa siempre- ¿dijo "nos"? ¿Se refería a su esposa? ¿Es casado? Pero Rose, eso no te importa… ¿Qué habrá pensado él de tu panza?... bueno, ni que fuera tan grande, pero una panza es una panza- Espero que no te haya dado muchos problemas-

-Para nada… es una niña adorable-

-Papi- Lucy tiró del pantalón de su padre- ella tiene un nombre más anticuado que el mío-

-¿Ah sí? ¿Cuál?-

-No te lo puedo decir, es un secreto- susurró la última parte, al igual que yo cuando se lo dije. Él frunció el ceño

-A todo esto soy Emmett- me tendió la mano. Al parecer los nombres anticuados eran de familia

-Rose-

-Pero eso no es tan anticuado-

-Es que ese es su sobrenombre- dijo Lucy

-Más bien es un diminutivo- corregí

-¿Rose Marie?- Preguntó Emmett

-Ahí hay dos nombres, no sería diminutivo-

-Verdad…- Emmett se puso a pensar de nuevo cuando una chica de negros cabellos llegó

-Lucy, ¿dónde estabas?- le preguntó

-Buscando mi cereal-

-¿Ves Emmett? Te dije que no había sido secuestrada o algo-

-Uno en estos días espera cualquier cosa- en eso mi celular sonó

-Eh bueno… los dejo- dije. No quería seguir interrumpiendo en asuntos familiares

-Gracias otra vez- me dijo Emmett

-De nada- me di la vuelta y contesté- ¿sí?-

-Rosalie, hermanita ¿estás en el supermercado?-

-Si Jasper, ¿Por?-

-Es que iba camino a tu casa y pasé por el super y vi tu auto y pensé "Tal vez Rosalie está comprando" y para salir de dudas te llamé-

-Eres raro, ¿Te lo he dicho antes?-

-Sí, muchas veces-

-No es malo repetirlo-

-Mejor dime en que pasillo estás-

-En… en el de los condimentos-

-Ok, espérame- y colgó. Minutos más tarde mi hermano llegó.

-Te demoraste-

-Es que el taxi paró a unas calles de aquí-

-Está bien. ¿Quieres llevar algo? Yo ya cogí todo lo que necesito-

-mmm… no, nada-

-¿Ya almorzaste?- le pregunté mientras nos dirigíamos a las cajas para pagar

-Eh no. Tenía la vaga esperanza que tú me dieras de comer- dijo con carita de cordero

-Jasper, tú nunca cambias. Te informo que no tengo nada para comer. ¿Por qué crees que hago las compras?-

-A bueno, pero podemos pasar a comer pizza o algo-

-Si tú invitas está bien-

-Rosalie, tú nunca cambias-

-Oye, te recuerdo que tú siempre andabas sin dinero y la que tenía que pagar era yo-

-Era un bromita-

-Mejor cállate Jasper- dije rodando los ojos. Justo nos tocaba nuestro turno y la cajera empezó a pasar la mercadería por el laser, mientras el empaquetador echaba las cosas a las bolsas.

-Son 114 con 75- Iba a sacar la billetera de la cartera, pero Jasper me detuvo

-Yo pago- dijo él- Así después no andas hablando que yo nunca lo hago-

-Está bien, pero pagas la pizza igual- Jazz me miró feo. Una vez metidas las bolsas otra vez al carrito, nos dirigimos al estacionamiento.

-A todo esto, no he saludado a mi sobrina-

-Sobrino-

-Va a ser mujer-

-Va a ser hombre-

-Rosalie, ¿Cuánto quieres apostar a que va a ser mujer?-

-Una semana a DisneyWorld- Jasper pareció pensárselo

-Está bien. Una semana tendrás que pagar entonces, porque vas a perder-

-como digas-

-¿Cuántos meses tienes ya?-

-Eso lo preguntaste la semana pasada…Cuatro-

-Ni tienes panza-

-¿Cómo que no? Mírame-

-Estas alucinando hermanita. Sigues tan flacucha como siempre- Volví a rodar los ojos. Abrí el maletero y empecé a meter las bolsas con ayuda de Jasper. Cuando terminamos, cerré la puerta y me dirigí por el costado para subirme al auto, pero alguien me llamó a mis espaldas.

-¡Rose!- me giré y allí venía corriendo Lucy hacia mí. Esa niña era un amor.

-Lucy. No deberías correr así en un estacionamiento-

-Papá me dice lo mismo-

-¿Y quién es esta pequeñita?- preguntó Jasper llegando hasta nosotras.

-Soy Lucy- se presentó ella. Jasper me miró con cara de "Y de donde salió"

-La ayudé a encontrar a sus padres en el super- le respondí

-Oh-

-¿Ese es tu auto?- preguntó la pequeña

-Sí, ¿por qué?-

-Porque ese es el mío- indicó al Jeep que estaba al lado de mi auto

-Lindo- dijimos Jasper y yo al unísono

-Bueno, en realidad es de mi papi-

-Lucy, no corras así. Y menos en un estacionamiento- dijo su padre acercándose con un carrito también- Disculpa… otra vez- se disculpó conmigo luego de inspeccionar a Jasper de pies a cabeza.

-No te preocupes- le sonreí. Luego hubo silencio. No era uno incomodo, pero tampoco del todo grato.

-Eh, Rosalie. Tengo hambre- interrumpió Jasper. Por escasos segundos quise matarlo por interrumpir. Ay, si no interrumpió nada, Rosalie.

-Así que ese es tu nombre- dijo Emmett con un tono de "interesante"

-mm sí-

-Emmett, dije que me esperaras- llegó la chica de negros cabellos por atrás.

-Lo siento Alice, es que Lucy salió corriendo y ya sabes, no la pude detener-

-Bueno, nos vamos.- dije, pero Jasper no se movía. Miraba a Alice, según como la había llamado Emmett- Jasper… ¡Jasper!-

-Qué- dijo bruscamente

-Mueve tu trasero-

-Está bien-

-Adiós Lucy- Me agaché para despedirme de ella

-Chao Rose- A Emmett y a Alice solo les sacudí la mano. Una vez que salimos del estacionamiento, empecé a molestar a Jasper

- Así que te gustó la de cabellos cortos-

-Se llama Alice-

-Bueno ya, Alice. Ni la conoces Jasper-

-Y tú… no creas que pasó desapercibida la forma en que mirabas al grandote-

-Lo miraba igual que a cualquier persona-

-Sí, claro-

-Mejor hablemos de a qué se debe tu visita-

-¿Qué no puedo visitar a mi hermana?- enarqué una ceja – Bueno ya. Te venía a proponer que si nos mudamos-

-¿Ah?-

-Es que lo estuve pensando y quiero mudarme, pero no me gusta vivir solo-

-¿No será que quieres a alguien que te haga la comida?-

-Cómo crees-

-Jasper…-

-Mis razones principales no son esas-

-Pero si las secundarias-

-En verdad está en mi lista de "Beneficios de vivir con tu hermana". Pero el punto no es ese. Rosalie, pronto tendrás una hija…-

-Hijo-

-Lo que sea. Y no quiero que estés sola. Los especialistas dicen que una embarazada no debe estar sola-

-Ya… ¿Y dónde nos mudaríamos?-

-Hay un condominio de casas a unos 40 minutos de la tuya. Son amplias y tienen un lindo jardín y patio trasero. Está estupendo para el desarrollo de mi sobrina-

-Sobrino- le corregí. Él me miró feo

-¿Y qué piensas?-

-Me gusta la idea, pero… ¿No quieres tener tu privacidad? ¿Qué va a pasar cuando quieras llevar a tu novia a casa? O sea, yo voy a molestar allí. ¿Y si te casas?-

-Rosalie, cuando yo me case mi sobrina ya va a tener hijos-

-Aunque no lo creas Jasper, el día en que te cases no está tan lejos-

-No tengo ni novia y ya le estas poniendo fecha a mi boda. Cuando eso ocurra, ahí veremos. Por ahora te tengo a ti y tú a mí-

-Entonces… ¿Cuándo nos mudamos?- dije mientras estacionaba en una pizzería cualquiera y Jasper sonrió

-Primero vamos a comer. Luego, si quieres y si tienes tiempo, vamos a ver la casa que está en venta-

-Está bien-


Read and Review!