NOTA: Hola a todos :D! Bueno, este es el primer fic que publico aquí en Fanfiction, así que estoy un poco nerviosa en relación a lo que pensarán sobre él. Espero que les guste a todos, y si no,bueno, al menos lo intenté TTwTT. Esta es una historia que cree hace varios años, pero que quedó ahí, guardada en mi cuaderno, pero ahora, gracias a sirCJ (que escribe hermoso uwu) la he sacado de ahí, y modificado para subirla :) Realmente espero que sea de su agrado,así que…sin más complicaciones los dejo leyendo el prólogo


Un viento con aroma del pasado.

-¡Última llamada! ¡Todos los pasajeros con destino final a Bristol,aborden el tren ahora! ¡Última llamada!

Londres,08:35 A.M.

Era una fría mañana de 1955,en que la capital británica se alzaba con su usual majestuosidad,con sus edificaciones clásicas y elegantes,mezcladas a la perfección con edificios modernos y calles amplias e impecables, en las que el aroma a té parecía poder palparse con las manos,junto con el orgullo de la población inglesa.

Las nubes espesas y obscuras cubrían el cielo casi completamente,sin dejar que el sol se asomara con sus cálidos y confortables rayos,con el fin de animar al pueblo inglés. El cielo estaba teñido de un tenue color celeste grisáceo,mientras que lentamente lloraba delicados copos de nieve,que caían a la superficie,cubriéndolo todo con su inmaculado color blanco.

Al escuchar el último llamado para subir al ferrocarril,las personas comenzaron a circular más rápido por la estación,apresurándose en subir a los andenes,cuidando sus bolsos y a los pequeños niños que traían consigo.

Entre la multitud,un hombre de apariencia joven y seria se abría camino. No tenía más de treinta años,su figura era alta y delgada,y su andar elegante. Llevaba sólo una valija,bastante grande,antigua y desteñida,pero muy original gracias a los recortes que en ella tenía pegada.

El joven avanzó hasta la boletería,mientras que cerraba el paraguas cubierto por el blanco de la nieve,y luego se acomodó el largo y fino impermeable color miel.

Al llegar frente a una de las jóvenes que atendían en la boletería,retiró el cigarrillo de sus labios,para después soltar una bocanada de humo que nubló tenuemente su rostro.

-Buenos días.

La rubia alzó la mirada al escuchar su voz, notando a través del humo que ya desaparecía,unos fríos y serios ojos grises,que sin embargo,poseían una mirada gentil y muy profunda.

Carraspeó,sonrojándose.-Buenos días, señor- .Se apresuró en coger el dinero que el joven le extendía por debajo de la rejilla,y le entregó su boleto-Que disfrute su viaje.

-Muchas gracias. - El hombre tomó su valija y paraguas,y rápidamente se dirigió al anden más cercano. Ya una vez dentro del tren, después de haber apagado el cigarrillo, se sentó en el asiento más solitario de todos, sólo acompañado por un anciano de mirada ida y perdida.

Dejó el paraguas junto a sus pies, y la valija sobre sus piernas...

Esa valija. Era uno de los tesoros más preciados que poseía.

Se cerraron las puertas del tren, acabando con las posibilidades de volver atrás, y en cosa de minutos, el tren comenzó a andar, avanzando a través de la nieve ,hacia un futuro incierto.

El humo comenzó a surgir, y las cenizas se mezclaban con la nieve, como bien y mal. La nube oscura perseguía el tren, como si intentase llevar con ella todo el pasado del joven, atormentándole, sin alcanzarle, esfumándose entre la niebla.

Ya era hora de empezar de nuevo, intentar dejar en el olvido los malos momentos, incluso los buenos. Londres lo había acogido con todo su esplendor, pero ahora la ciudad le parecía ser el testimonio más grande que tenía de su dolor.

Sus manos acariciaron con nostalgia la superficie de la valija, pasando por los recortes de revistas y algunas fotografías,y se sonrió sin poder evitarlo.

Al parecer no era tan fuerte...los recuerdos lo asechaban, y él solamente lograba quedar tendido a sus pies.

-"¡Walter!"

Hizo chillar los dientes, entrecerrando los ojos al tiempo en que acariciaba sus sienes con los dedos de una de sus manos.

Las imágenes comenzaron en su mente. Sus recuerdos eran como una película que se repetía cada cierto tiempo, sin lograr frenarla.

-"¿Qué crees que haces?"-.Había preguntado él en ese entonces -"¡Podrías haber preguntado!".

-"¡Era una sorpresa!"-.Aquella risa traviesa resonó en su mente, desde lo más profundo de sus recuerdos...Cómo extrañaba esa risa -"Tu valija se veía tan aburrida, monótona...Tú no eres así, así que...¡Quise personalizarla! Tómalo como un regalo...y como un recuerdo de mí."

-Señor...

¿Por qué esos recuerdos tenían que surgir ahora? Quiso arrancar las fotografías y recortes de la valija con sus propias manos, hacerlas trizas y arrojarlas al suelo, pisotearlas hasta saber que ya nada quedaba...Pero, ¿De qué le serviría? Además...aunque quisiera, no tenía el valor.

-"Estoy aburrida ¡Hagamos algo divertido, oye, Walter!"

-Algo divertido...-Musitó Walter, mientras que ahora cubría su rostro con su mano -¿Quién me dirá eso ahora?

-¿Señor?

-"Siempre te ves rudo y rebelde, como un chico genial e impenetrable...Pero en el fondo eres muy humano."

-Suficiente...-Volvió a murmurar el joven de complejos recuerdos.-Ya basta...-Su voz comenzaba a temblar.

-"¡Por favor, aléjate de mí!...¡Sálvate de esta maldición!"

-¡Señor, su boleto!

Walter finalmente alzó la cabeza, despertando de su trance, para observar al hombre al frente suyo ,que le extendía la mano, pidiendo su boleto de viaje.

-Su boleto,señor-Repitió el hombre, observando,extrañado,al afligido joven de nariz enrojecida ,no tenía claro si eso era por pena o el frío,y de largo cabello negro hasta los hombros,atado en una coleta.

-Claro,el boleto…-Buscó el trocito de papel en su bolsillo,entregándoselo al encargado, quién lo partió y le entregó una parte de vuelta ,agradeciéndole, antes de retirarse.

El joven de cabellera oscura tomó aire profundamente, sintiendo que un fresco viento mecía sus cabellos de un lado para otro.

-La ventana, joven.-Habló el anciano, sentado unos asientos más allá.-Está abierta.

-Eh?- Walter miró las ventanas,y efectivamente,junto a él había una ventana ligeramente abierta,que dejaba entrar aquella fría y fresca brisa de invierno.- Oh,disculpe ¿Le molesta?-. Se dispuso a cerrarla.

-No. No se preocupe. Sólo pensé que no se había percatado.

-Ah...Pues...Gracias por su aviso. Walter dejó la valija a un lado, acercándose más a la ventana,con tal de poder sentir el frío en su rostro.

El anciano lo observó detenidamente, como si pudiese ver a través de su apariencia fuerte a aquel niño lleno de recuerdos y lamentos.

-Es difícil lograr huir del pasado a través de un tren,joven...Lo digo por experiencia propia.- El hombre de avanzada edad hizo una pausa,mirando largamente el piso.- Somos el reflejo de nuestras acciones en el pasado...La sombra de ellas.Y lo que hacemos ahora marca nuestro futuro.

-...Lo sé. El viento chocaba contra el rostro del muchacho,como si intentase acariciarle con nuevos aires y oportunidades, deleitándolo con paisajes nuevos y distintos a los de la ciudad...Pero poseía el mismo aroma de sus recuerdos y pasado.- Lo sé...


Bueno, ojalá les haya gustado,gracias por haberse dado el tiempo de leer mis locuras.Sé que es cortito, pero es sólo la introducción de la historia :9 Por si no se entendió muy bien,las citas entre comillas y ladeadas eran parte de los recuerdos de Walter, voces que hacían eco en su mente.

Ya con eso aclarado me puedo despedir en paz :3 Agradecimientos especiales a sirCJ, con quién he compartido varias ideas y que me animó para publicar esto.

Hasta la próxima!