Disclaimer: Este fic participa para el reto especial de aniversario "Lo bueno viene de a Cuatro" del Foro La Noble y Ancestral Casa de los Black
El universo de Potter no me pertenece, es de nuestra reina, J.K, yo solo me divierto un rato con sus personajes.
Advertencias: Ninguna.
1
El frío estaba cuarteando mis labios, claro, yo tengo la culpa por estar lamiéndolos cada minuto, los nervios no me dejaban tranquilo y empezaba a creer que no llegaría, no tenía por qué apresurarse para llegar, a final de cuentas solo era una reunión para ver una película, a él ni siquiera le debía importar demasiado.
Solté todo el aire que estaba conteniendo, me moví para sentarme en el sillón, ni siquiera quise dejarme caer, me senté con cuidado y cerré los ojos, me quité los lentes para poder masajear el puente de mi nariz, negué un par de veces y me sentí demasiado estúpido, dementores, ¿en que estaba pensando?
—Que idiota.
Murmure, aunque dichas palabras fueron ahogadas por el sonido del timbre, mi corazón comenzó a latir con rapidez y las manos a sudarme, vamos Harry, tu puedes con esto, solo es una reunión ¿Qué podría salir mal? Nada, exacto. Así que ármate de valor, ese estúpido valor que caracteriza a los de Gryffindor, vamos, te has enfrentado a cosas mucho peores.
Con eso dicho, me dirigí a abrir la puerta, lo hice y vi su rostro, su mirada penetrante y esos ojos que tanto me encantan, inhalé para no desmayarme en cualquier momento, podía lidiar con cualquier situación, Mortifagos, ladrones de identidad, lo dicho, cualquier cosa.
—Potter, ¿piensas quitarte del paso? ¿O es que piensas quedarte ahí el resto de la noche? —Su voz pausada me hizo querer golpearlo, mis nervios se fueron en una exhalación y me hice a un lado.
—Pensé que los Malfoy tenían como costumbre llegar temprano, dicen las leyendas que es una de sus cualidades, por lo visto eso acabo con tu padre.
Me fulmino con la mirada y al pasar me empujo un poco, bufe levemente, no me apetecía ir por ese camino, había determinado que hoy cambiaría de estrategia, ninguna me había funcionado y parecía que solo lograba que se fuera molesto.
— ¿Qué película veremos? ¿Ya hiciste las palomitas? —Eligio ignorar mi comentario, casi se me escapa un suspiro de alivio.
—Me gustaría ver "La Momia", rente la clásica, no las adaptaciones, puede que te parezca muy mala, pero tengo ganas de verla.
—Potter, no tienes que darme tantas explicaciones, por mi está bien, con que me des palomitas, lo demás no me importa.
Una vez la puerta cerrada, fui directo a la cocina, las palomitas ya estaban hechas, un bol para cada uno, los mande a la sala, y yo me lleve las bebidas, él ya estaba sentado a la mitad del sillón, una ligera sonrisa apareció en mi rostro.
Me senté a un lado de él, poniendo en medio una mesita especial, coloqué las bebidas ahí y los recipientes con las palomitas, Draco no dijo nada en todo el proceso, con un pase de varita puse la película.
En el tiempo que duro la película ninguno de los dos hablo, solo se escuchaba el crujir de las palomitas, los sorbos que le dábamos al refresco. Una vez que salieron los créditos, la quite.
—Bueno, tengo que decir que algunos muggles tienen buenas ideas, solo que esa producción en particular no me gusto, he visto películas mejores, aunque entiendo que fue hecha en 1932, ¿Cierto?
—Draco… ¿Investigaste? —Pregunte curioso, era bastante obvio que lo había hecho, solo que no podía terminar de imaginármelo en Wikipedia buscando las películas.
—Potter, debes tener claro que nunca voy a algún lugar sin saber a lo que me atengo, claro que investigue, no podía venir sin conocimientos.
— ¿Investigaste todas?
—Por supuesto, bueno, al menos las principales, me parece demasiado tonto que aun así no crean que todo eso es real. —Termino su bebida y se levantó con elegancia— Bien, creo que es momento de irme, en otra ocasión, Potter.
Mi ánimo disminuyo, pero al menos se había presentado, lo acompañe a la puerta sin mediar palabra, la abrí y espere que saliera.
—Nos vemos, Draco.
—Potter, tengo una duda, ¿Por qué me sigues invitando y no haces ningún avance?
— ¿De qué hablas, Malfoy?
—No te hagas el idiota que no te queda, sabes perfectamente de que hablo, Potter, no me hagas decirlo en voz alta.
—Bien, no lo digo porque no es el momento, tu no sientes nada por mí, prefiero conservar tu amistad a no tener nada.
—¿Sabes lo estúpidamente masoquista que es eso?
—No lo es, no cuando se siente lo que no me deja dormir, buenas noches, Draco.
Incline la cabeza y espere en la puerta hasta que desapareció.
Me impresionaba el grado de amor que le profesaba Imhotep a Ankhesenamon, o tal vez solo era una fuerte obsesión, entendía que quisiera resucitarla, el amor hace que pierdas la cabeza de modos incomprensibles para los demás, pero totalmente cuerdos para ti.
Cerré la puerta y me recargue en ella, era cierto lo que le dije a Draco, él no sentía ni de cerca lo que yo, no era el momento, si lo hacía ahora solo conseguiría una respuesta negativa de él, esperar no garantizaba nada, solo que mi dragón pudiera conocerme de verdad, darme una oportunidad y no solo descartarme como hacía con todos.
Yo sé perfectamente que sus expectativas son bastante altas, no me creo la gran cosa, pero sé que podría hacerlo muy feliz si solo me dejara. Solo que el muy bastardo es demasiado hermético como para permitirme romper su coraza, me costó dos años para que él pudiera aceptar que no lo buscaba por querer ayudarlo a salir del hoyo en el que su familia estaba atorada.
Fue un camino demasiado largo y no pensaba rendirme ahora, y si al final resulta que él no quiere nada, lo aceptaría y ahora si podría seguir con mi vida, o al menos intentarlo. En algún momento durante esos años, comencé a enamorarme sin poder o querer evitarlo.
Camine hacia mi habitación y en el camino me fui desvistiendo, y al hacerlo, tome la decisión de que yo no lo buscaría, esperaría hasta que él lo hiciera, estoy seguro de que eso no querría decir que ahora sentía algo por mí, no, solo me demostraría si soy importante para él, aunque sea un poco.
Me acomode en la cama y cerré los ojos, los lentes ya habían sido puestos en la mesita de noche, eso me recordaba que, en cuestión de dos días, arreglarían mi vista y me dejarían sin ver por una semana, al menos, algo que hacía que mi decisión de no buscarlo, fuera más firme, me recuperaría y si para ese entonces él todavía no me buscaba, yo no lo haría.
En algún momento de la noche me deje llevar por Morfeo, mis sueños últimamente estaban plagados de cierto rubio pretencioso y difícil, así que no me molestaba quedarme dormido.
N.A. ¡Hola! Ja, ya se, tengo dos historias que pienso continuar (tengan fe, seguiréla de Albus), solo que no pude contenerme a participar en este reto _ Y miles de ideas llegaron a mi mente, no creo ganar, pero minimo no me quede con las ganas de participar.
