VENENO
Disclaimer: Todo el universo de los Juegos del Hambre es propiedad de Suzanne Collins.
Este fic corresponde a "Pidiendo teselas" del Foro "El diente de león".
Para: karou everdeen
Petición: ¿Por qué Snow llegó a ser como es?
….el mundo es redondo, el mudo rueda;
si mañana, rodando, este veneno
envenena a su vez, ¿por qué acusarme?
¿puedo dar más de lo que a mí me dieron?
LXXIX(55) G.A. Bécquer
CAPITULO 1: Cuando el veneno empieza a correr
El muchacho estaba asustado. Había visto la muerte demasiadas veces ya en su corta vida como para saber que no quería perder a otro ser querido nunca más
Llevaba al pie de su cama cuatro días, ni ruegos, ni ordenes había podido quitarlo de ese lugar.
Repentinamente la mujer se movió y él tomó una de sus finas manos, apretándosela suavemente, con cariño
-Tranquila, mamá….estoy aquí
Victoria Storm sonrió reconociendo al muchacho
-Hijo...-levantó la mano débilmente para acariciar el aniñado rostro
-Shhh no hables... no te esfuerces…- Susurró el chico, temiendo que el esfuerzo fuese demasiado para ella
-…lo...mandaste…llamar?….
-Sí, madre….el tío Fulvio fue por él…
-Debe venir…no puede…no puede…ignorarnos, no…ahora…no ahora…
- ¡NO LO NECESITAMOS! -El rostro del muchacho se volvió rojo de furia
-No seas...duro...con él...nos dio…todo…lo que nos…podía…dar…
-siempre lo defiendes... –susurró molesto, mordiéndose los labios para no soltar lo que realmente pensaba-….ese hombre no vale nada
-es….tu padre, hijo
-…y le debo respeto…lo sé…-Suspiró el muchacho
De pronto la puerta de la habitación del sanatorio se abrió y una enfermera asomó la cabeza
-Es bueno verla despierta. Tiene una visita esperando, señora Storm
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Lucius Snow recorrió el pasillo en silencio, ignorando las miradas curiosas a su paso.
-Señor…yo…- Empezó a decir la enfermeracuando el hombre se apareció por la puerta
-No diga nada
El reconocido miembro del Consejo Mayor de Panem, se acercó al lecho de la mujer y guardó silencio.
No necesitaba preguntar nada, el doctor a cargo ya le había informado todo
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-Lu…cius….al…fin…-Victoria en un nuevo período de lucidez, extendió las manos temblorosas hacia él
-Es mejor que no te esfuerces, Victoria…-dijo Snow, alejándose ligeramente para mirar por la ventana.
El cielo estaba cubierto de oscuras nubes, presagiando tormenta
-Victoria... ¿por qué me has llamado?… ¿Qué es lo que quieres de mí?- preguntó con acento calmado
El muchacho cerró los ojos y apretó los labios en mudo gesto de furia. Su madre lo retuvo, tomándolo débilmente de la mano y acercándolo a ella
-¿es…necesario…que…lo...preguntes, Lucius?- replicó débilmente, acariciando la cabeza de su hijo
Snow entrecerró los ojos y las arrugas de su frente se marcaron más aún
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Sus músculos se sienten hechos de piedra, su respiración se vuelve irregular… ¡lo odia tanto!
Lo único que desearía en este momento, es poder enfrentarlo y decirle lo mucho que lo detesta…pero ahora, teniéndolo en frente, no puede hacer nada….debe contenerse…debe hacerlo, por ella…por su madre
-…la pobre lo ha esperado por tanto tiempo.
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-todos…estos…años…nunca…te…he…pedido nada…nada… -las palabras de la mujer eran casi un susurro
Snow apretó los puños, por primera vez en su vida no sabía qué hacer.
-no lo abandones...- Consiguió musitar, mientras la mano que sujetaba al muchacho comenzaba a soltarse
-Madre…madre…- Coriolanus sujetó la mano con fuerza
-Te…quiero, hijo…
-¡No me digas que me quieres!,¡es lo mismo que decir adiós! ¡NO QUIERO QUE ME DIGAS ADIÓS! -Sollozó Coriolanus
Snow se alejó, no podía soportar la escena
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Médicos y enfermeras se abrieron paso, e intentaron echar a todos de la habitación.
-¡NO, NO ME VOY ELLA ME NECESITA! – gritaba Coriolanus con todas sus fuerzas, apartando a todo aquel que quisiera alejarlo de su madre
Oportunamente Fulvio, apareció de la nada y abrazó al chico alejándolo del lugar para dejar trabajar a los médicos. Aunque sabía que a esas alturas todo era inútil
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Todo había terminado…
En su interior, todo era convulsión y dolor. Las lágrimas, que luchaban por salir, le quemaban los ojos
-ya me ocupé de la cuenta -musitó Lucius Snow, sin que uno solo de los rasgos de su rostro mostrara algún tipo de emoción-…si necesitaran algo…
-Señor Snow…yo pensé que…-Fulvio tragó en seco, no sabía cómo pedir lo que Victoria no había alcanzado a obtener del orgulloso funcionario-…usted sabe…el niño…
-¡NO!
Coriolanus se liberó de la manode Fulvio
- no necesitamos nada que venga de él… ¿me oyes?... ¡NADA!
- ¿Por qué no? – preguntó Snow
- no quiero las migajas de nadie. –repuso Coriolanus con voz queda
- ¡Cállate!- ordenó Fulvio con dureza
-¡Me callaré cuando ÉL se vaya de aquí!- exclamó el muchacho apretando los puños
-¿Me estás desafiando, jovencito? -Snow entrecerró los ojos, desconcertado ante las palabras del chico.
-No, por supuesto que no – intervino Fulvio-…el muchacho no sabe lo que dice, todo esto lo ha consternado
-Él no me quiere, no me ha querido nunca, ¡no me querrá jamás!.…-dice Coriolanus con convicción-…y lo bueno es que no me interesa…
Cerró los ojos y respiró con fuerza. El vacío que sentía en su interior era demasiado
-¿Crees que me aflijo, tío? ¡Bah!...-se plantó delante de Snow, desafiante-…VETE… ¡NADIE TE NECESITA!…-gritó temblando de rabia -¡TE ODIO!…
-Coriolanus… ¡CÁLMATE! –Fulvio intentó retenerlo-….lo siento…Lucius, te lo repito…es el dolor…él no sabe lo que dice…
Snow meneó la cabeza, recuperando la compostura
-No…él sabe lo que dice…-se acercó a Coriolanusy lo tomó fuertemente del brazo, marcando bien sus dedos en la joven piel, paralizándolo con su fría mirada, acercó los labios a su oído para susurrar quedamente
-… ¿me odias?... ¿eres mi enemigo? –preguntó con una incipiente sonrisa
Coriolanus bajó la cabeza, el cambio en la actitud del hombre lo confundía.
Una mueca se dibujó en el rostro de Lucius Snow, había tomado una decisión
-…entonces…si eres mi enemigo. Lo oportuno será….tenerte cerca…
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Aun no entiendo que es lo que está pasando, ni por qué me está llevando a esa casa. Me siento pésimo, siento mi estómago apretado, me duele, no he probado alimento alguno, en varios días, no puedo…siento que cada vez que trago, mi garganta se aprieta más.
¡Maldición... por qué tuvo que morir mi madre!
Duele, casi no puedo soportarlo, pero las lágrimas no saldrán.
¡No voy a mostrar debilidad!
Ya no la tengo conmigo…debo valerme solo
Él camina delante de mí con paso firme, no se detiene, ni siquiera para comprobar si lo estoy siguiendo. De pronto me pregunto por qué ha decidido hacerse cargo de mí, por qué si nunca quiso hacerlo antes
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Asustado, a pesar suyo se encontraba asustado.
Podía sentir la mirada incrédula de todos los que se encontraban a su alrededor y sin poder evitarlo tomó la mano del señor de la casa. Este ni se inmutó por la acción, al contrario de los que los flanqueaban, quienes abrieron los ojos sorprendidos
Coriolanus decidió entonces subir la cabeza.
Sabía que no sería bien recibido en ese lugar, pero prefería ignorarlos, él no estaba aquí por ellos, sino porque Lucius Snow había decidido traerlo
Ambos se detuvieron frente una mujer de largo cabello azulado y ojos pintados de dorado
-Coriolanus
-Si
-Ella es Loga
La mujer estiró su brazo para saludarlo, pero el ademán no era para nada amistoso, un velado desprecio se notaba en su mirada.
La respuesta fue inmediata, el muchacho no extendió el brazo, negándole el saludo
-Coriolanus
La fría mirada de su padre se fijó en él, y tuvo que desistir aceptando "cortésmente" el saludo
- tú te encargarás de enseñarle…–dijo dirigiéndose a Loga-….debe aprender a comportarse
-Sí, señorLucius….yo me encargaré del señorito – dijo la mujer no muy segura de lo que oía, mientras hacia una reverencia.
-Muéstrale su habitación –dijo Snow antes de retirarse, dejando al confundido muchacho solo con la mujer
-Vamos, camina –ordenó Loga con desdén
Coriolanus la siguió, arrastrando los pies
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-Esa postura,…esa ropa,…. ¡esos modales!….
En el camino, Loga lo miraba porel rabillo del ojo, evaluándolo, mientras el muchacho intentaba esconder su nerviosismo,tras una mirada orgullosa
-si el señor deseaba hacer una obra de caridad, debería haber tenido más cuidado al elegir al chico…¡Dios! ¡Y seré yo quien tendrá que instruirlo!
La mujer desconocía por qué su señor le había encomendado el cuidado y la educación de ese muchachito
- ¿Quién eres tú?
-Coriolanus Storm…por el momento soy su alumno y su responsabilidad, porque lo ha mandado el señor de la casa, es eso lo único que necesita saber – dijo secamente el muchacho, causando un mohín de disgusto en la mujer
Loga guio al chico a una de las habitaciones más alejada de la casa
-Bueno, puedes instalarte aquí…-le dijo mientras tiraba al interior del cuarto, la pequeña maleta que el muchacho había traído
-No debería haber hecho eso – comentó Coriolanus con parquedad
-¿QUE DICES?- gritó Loga, que no tenía la paciencia suficiente para soportar al "proyecto filantrópico" de Snow- No sé cómo lograste hacer que el señor te trajera a esta casa, chiquillo zarrapastroso, pero que te quede claro que no eres bien recibido en este lugar.
Coriolanus abrió sus ojos desmesuradamente
-La suerte no se puede almacenar, así que disfruta mientras te dure.
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Coriolanus cruzó los brazos, cerró los ojos y respiró profundamente. El vacío que sentía en su interior pronto fue reemplazado por la incertidumbre. ¿Por qué se encontraba en ese lugar? ¿Su padre finalmente lo admitía en su vida? De ser así, ¿por qué lo habían llevado al cuarto más alejado de la mansión? ¿Por cuánto tiempo estaría allí y en qué condición?
Todo eso era demasiado.
Las horas pasaron, los sirvientes iban y venían llenando de cosas el cuarto ante la vigilante mirada de Loga, nadie le dirigía la palabra, o siquiera le pedía su opinión en cuanto a la transformación que sufría la habitación. Las lágrimas amenazaron de nuevo, pero se negó a dejarlas salir.
-¿Qué clase de vida me espera? —susurró, aunque sus palabras no estaban dirigidas a nadie
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Coriolanus solo tenía unas horas en ese lugar y ya quería salir el lujoso cuarto que solo le había sido dado por los ruegos de una moribunda. Odiaba la mirada de desprecio de Loga, odiaba las miradas y cuchicheos de todos los sirvientes a su paso. Odiaba todo lo que existía bajo ese techo.
-tu persona u opinión no le importan a nadie….acostúmbrate, ¡Imbécil!….- se insultó a sí mismo
El olor del ambientador saturaba su olfato, haciéndole sentir peor. Quería llorar, pero no tenía lágrimas, ya no tenía nada que realmente le importara; no le quedaba más que permanecer sentado allí, solo, esperando
-¿Porque no te presentaste a cenar, Coriolanus?
La voz de su padre lo saco de sus pensamientos
-Yo no debería estar aquí…todos lo saben…. ¡detesto el zumbido de sus voces a mi paso!…-murmuró entrecerrando los ojos-…si estuviera en mis manos callaría sus atrevidas bocas por siempre
Snow enarcó una ceja, comprendiéndolo todo
-Camina Coriolanus –dijo fríamente
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Por un momento pensó que Snow lo llevaría a los Suburbios del Capitolio, de regreso con su tío, pero para su sorpresa lo dirigió hacia el salón principal.
Lucius Snow pidió al mayordomo que mandara a traer a todos los sirvientes en ese mismo instante. En poco tiempo el lugar estuvo casi lleno
-Los he llamado a todos, para que conozcan oficialmente a Coriolanus – con un ademán de mano le indico que diera un paso al frente-….aquí lo tienen….él es Coriolanus Snow,….mi hijo
Nadie dijo absolutamente nada pero en los rostros se podía ver la confusión, ninguno de los presentes daba crédito a lo dicho por su amo
-él es mi hijo…es un Snow, lleva mi sangre y solo por eso vale más que todos ustedes juntos….
Toda la estancia quedó en silencio Lucius Snow dio la vuelta quedando frente a Loga
-¿alguien lo duda?
-Nadie, amo- dijo ella haciendo una exagerada reverencia
Con una sonrisa satisfecha, Snow hizo un ademán para que ella se acercara, para hablarle al oído
-Es mi hijo….recuérdalo la próxima vez que intentes menospreciarlo
Su voz era casi un suave susurro, Loga sudó frío. Su amo nunca amenazaba en vano
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El muchacho, sin moverse de su sitio, miró de reojo a su padre
Los ojos se habían cerrado hasta convertirse en dos rendijas verduzcas, pero no había perdido la cuasi sonrisa que siempre le acompañaba, ladeada y arrogante que, sin necesidad de decir nada más, le hacía saber a todos a su alrededor que si no se cumplían sus deseos….estarían muertos.
-…o algo peor…
Coriolanus sonrió de lado, ya nadie lo vería despectivamente, no le tendrían aprecio, solo miedo a la reacción de su señor, pero eso no podría importarle menos.
Los engranes ya estaban moviéndose y dentro de relativamente poco, tendría aquellos dones que la sangre maldita de los Snow poseía
Notas.-
Hola!
Saludos a todos, especialmente al foro diente de león.
Escribir acerca de este personaje me gustó demasiado.
Tengo algo más escrito, pero desearía saber si les interesa que siga la historia o es suficiente
Hay que tener en cuenta que es el malo de la historia y no creo tenga muchos fans :P.
De todas formas espero sus comentarios, gracias.
