Un gatito vulnerable.

Prólogo.

Todo empezó por un regalo- porque en ese momento era el día de San Valentín y los alumnos de la clase decidieron celebrarlo realizando un intercambio de regalos- hay es dónde empezaron los problemas, cualquier persona pensaría que es un compromiso correspondiente de ese día pero para una persona que no haya tenido ningún tipo cariño significa mucho y más si es una persona del sexo opuesto que muestra la sonrisa más cálida que hayas visto en toda tu maldita vida, sí, definitivamente ese día fue la raíz del problema ya que gracias a esa sonrisa descongelo el corazón de Minerva Orland, la chica más fría e solitaria de toda la escuela, se odio a si misma por haberse enamorado de aquel idiota impulsivo, lo odió por haberla enamorado de una manera tan cliché y estúpido pero… aun así le gustó.

Al llegar a casa, Minerva lloró en silencio dentro de su cuarto y rezó para que su padre no la escuchara, y si es que la llegara a escuchar se ganaría una golpiza de parte de él. Ella sonrió con ironía, enamorada de una persona cálida y sociable mientras que ella es una persona fría y solitaria, dicen que los opuestos se atraen pero Minerva no cree en esas tonterías…o eso pensaba hasta que al día siguiente el bastardo empezó a hablarle con esa sonrisa cálida que lo caracterizaba, luego ese cariño se convirtió en algo mucho más fuerte.

"¿Por qué?"

"Porque su sonrisa fue lo más cálido que he sentido, fue tan confortable que provocó que mi maldito corazón se acelerara y mis mejillas se sonrojaran, entonces unas lágrimas quisieron escapar de mis ojos pero lo impedí"

"Lo amo y lo odio, me odio, odio este maldito corazón que se doblegó ante ese imbécil, no puedo evitarlo, estos malditos sentimientos me están torturando peor que los entrenamientos de mi padre"

"Te amo… ¿Qué has hecho conmigo?"

"Maldito… ¿No te das cuenta que te amo? ¿Tú me amas? ¿Qué piensas sobre mí? ¿Mí forma de ser?"

Se cuestionaba con esas preguntas y la asustaban porque pensaba que era un signo de debilidad, que sólo la haría más débil pero se equivocó, cuando pensaba en él le daba las fuerzas suficientes para seguir entrenando con su padre y al parecer este mismo se veía un poco sorprendido pero no decía nada, él pensaba que se hacía fuerte gracias a él.