Hermione trató de erguirse pero el inmenso dolor sobre su pecho la obligó desistir de su idea principal, sus labios secos temblaron ante los recuerdos del pasado. La aparición forzada le causó mareos, llevo la mano al cuello donde un hilo de sangre seca corría, las lágrimas se acumularon en sus párpados. Se percató que estaba acostada sobre una cama de hojas secas con una ¿Capa como almohadilla?
La leona intentó separar los párpados para observar la razón de la ventisca fría golpeando sus desnudas manos, trató de erguirse con un esfuerzo enorme de contener los espasmos de su cuerpo, segundos antes Bellatrix Lestrange la tenía sujetada por el cuello con una varita apuntando a su carótida. Ronald aparece enfrentándose a los Malfoy y saltando a rescatarla antes de que el candelabro cayera encima suyo.
—¡Ron! —Gritó exaltada nuevamente tratando de ponerse de pie, la figura de ese chico sosteniendola con fuerza fue su último recuerdo. —¿Ronald?
Lo llamó entonces se descubrió debajo de un frondoso árbol a mitad de un bosque. Una figura sentada le daba la espalda pero tenía la cabeza agachada cuando se fue levantando descubrió que los cabellos no eran anaranjados sino rubios, casi plateados. La chica se trató de poner de pie pero su cuerpo sudaba y temblaba por las heridas en su pecho, descubrió que la capa debajo de su cabeza era color negra con finos hilos. Aquella prenda nunca pertenecería a un Weasley.
—Parece que sigues viva. —Una grave y fría voz se hizo presente, el joven logró ponerse de pie para girarse y enfrentar a la chica.— Mi varita ha quedado inutilizada. ¿Crees que te puedes defender de mí usando eso?
El rubio ladeó la cabeza y dejó escapar un suspiro pesado para dibujar una burlona sonrisa. Granger sostenía débilmente una roca, ella tampoco llevaba su varita. Ahora ambos estaban atorados en ese maldito sitio rodeado de árboles. Malfoy trato de dar un paso pero entonces la herida en su rodilla derecha se hizo presente. Una de las vidrios del candelabro se había clavado causándole un doloroso daño.
—Hay que darnos prisa ya que no va tardar en llover.— Comunicó tratando de soportar el dolor, deseo abandonar a la chica en ese sitio pero era peligroso para ella.
—¿Por qué debería de confiar en ti? —Le cuestionó bajando el tono de su voz llevando las manos a su estómago, se sentía cansada y sin fuerzas para pelear.
Malfoy mordió su labio inferior, el dolor era agonizante en la herida temía que se le pudiera infectar, sabía que había algunas cabañas muggles abandonadas a su alrededor.
—Estamos en el parque nacional de Dartmoor, no logré visualizar el maldito Shell cottage donde vive una de las estúpidas comadrejas pobretonas.—Escupió furioso ya que no estaba acostumbrado soportar el dolor físico.— Me ha costado casi una maldita pierna rescatarte de mi tía como para dejar que al primer intento te atrapen.
Hermione apretó fuertemente sus labios, sus piernas se sentían como gelatina ¿Por qué Draco la rescató? ¿Por qué antes de la caída del candelabro vio el rostro de Ronald corriendo hacia ella? Le dolía el pecho, la herida quemaba como hierro incandescente, su mano también estaba lastimada, su cuerpo magullado por los maltratos. Nuevamente sus piernas flaquearon y su vista se nublo pero unos brazos detuvieron su caída.
—Hay que darnos prisa antes de que alguien se de cuenta que estamos aquí. —El chico murmuró molesto, esperaba que la chica al despertar pudiera andar por su propio pie pero fue tiempo perdido. — ¿Crees poder caminar?
Hermione negó con la cabeza lentamente deseaba alejar el cuerpo del hombre pero sin él caería estrepitosamente. El chico de cabellos paso la capa negra por encima de los débiles hombros de la aturdida leona, quien trataba de unir fuerzas para no ser tan débil.
Los dos personajes trataron de caminar pero las piernas de la castaña no respondian e impidiendoles andar. Draco se detuvo y le ayudó a sentarse sobre una roca, se puso en cuclillas frente a ella para invitarla a subir a su espalda. Hermione dudosa del ofrecimiento acomodó la capa y se amolda a esa varonil figura, el olor a sudor mezclado con una cara colonia golpeó sus fosas nasales, aunque deseara escapar su débil cuerpo no se lo permitiría.
Los dos personajes cruzaron un arroyo y deambularon por varias veredas de viejos caminos. Se encontraban en la zona boscosa a mitad del parque nacional, un inmenso páramo los rodeaba así que buscar un refugio en ese sitio era lo más inteligente, hasta que la "come libros" se recuperará. Una mueca de satisfacción y orgullo se dibujó en el proponente rostro de Draco, quien aceleró el paso para dirigirse a la pequeña cabaña de madera abandonada.
—Siempre odie la terquedad muggle pero por primera vez sirven para algo.
Malfoy lanzó descuidadamente a la leona sobre un vieja mecedora que estaba en el pórtico de la entrada. Hermione levantó la vista, grandes gotas de lluvias comenzarona caer, observó al chico enrollarse la muñeca derecha con su saco y rompió el vidrio para abrir la puerta, ingreso al interior sin un gramo de vergüenza.
—Parece que por fin se rindieron las pequeñas cucarachas.— Masculló engreidamente mirando el polvo acumulado a su alrededor.—Será suficiente para protegernos de la lluvia y no morir de frío.
—Explicame que está pasando. —La castaña logró ponerse de pie y se sostuvo del marco de la puerta mirando fijamente a su "secuestrador".—¿Qué sitio es este?
El chico dio un par de pasos en dirección a la leona ya que esta se encontraba a punto de caer, la tomó del brazo para obligarla a entrar y cerró la puerta de golpe, desvió la vista. Honestamente desde que llegaron a ese bosque estaba practicando la excusa justificable que resumiera el porque arriesgó su vida para librar a todos los presos confinados en uno de los calabozos de su mansión. La razón era estúpida y sin sentido así que decidió guardarla para sí mismo.
—En este bosque hay una pequeño barrio mágico.—Una mueca de alegría se dibujó en el labios de la castaña.—No te pongas tan feliz, son casas de campo de algunas familias, es una zona muy exclusiva para …
—¿magos de sangre pura? —Cuestionó temerosa recibiendo una afirmación.
Draco no sabía como decirle a la castaña que esas casas eran habitadas por fieles seguidores del señor tenebroso, en el primer momento que la reconocieran la llevarían de regreso a la mansión Malfoy.
—Es muy peligroso que te vean. —Agregó seriamente. —Mis padres tienen una casa por lo que hace poco hechizamos el bosque para que los muggles no se acercaran.
El rubio movió la cabeza molesto.
—Algunos son muy tercos así que construyeron cabañas que usaban para vacacionar.—Agregó buscando algún objeto que le sirviera para la herida de la pierna.—No pienso hacerte daño, mientras dormías tuve la oportunidad de lastimarte pero no lo hice.
La castaña caminó hacia un viejo sillón con polvo acumulandose sobre las sabanass que lo cubrían, sacudió la prenda para dejarse caer y razonar sobre la situación. Nuevamente sus ojos se enfocaron en Malfoy quien hacía un escandaloso ruido, es como si buscara algo entonces miró el piso, unas gotas de sangre iban dejadas por el camino que recorría. Una herida por encima de la rodilla se dejaba ver.
—Busca una pequeña caja blanca con una cruz roja, debe estar en el baño.—Indicó la castaña tratando de levantarse pero las heridas en su cuerpo la despojaron de su energía vital.
—Lo he encontrado.—Un grito de triunfo se escuchó al fondo, el rubio salió con el objeto en las manos y lo puso sobre la mesa.— ¿Ahora qué hago?
Draco chasqueo la lengua molesto por su ignorancia, eso fue otra de las razones porque no dejó a Hermione sola, sin magia el chico no sabía cómo moverse en el mundo muggle. Hasta encontrar una forma de volver a casa debía crear una alianza con su enemigo, esperaba que el estúpido elfo hubiese llevado a los otros al sitio correcto.
—Usa el algodón con el agua oxigenada para limpiar la herida.—Agregó débilmente tratando de alcanzar los objetos. —¿estás seguro que los dueños no volverán?
El rubio afirmó con la cabeza al notar que las manos de la castaña temblaban, posó sus dedos sobre las de ella para indicarle con la mirada que él lo haría. Era obvio que la chica no estuviera bien después de que su tía la estaba torturando de la manera más cruel posible. Abrió el pantalón para dejar ver la herida donde la sangre no paraba de salir, el esfuerzo al cargarla le cobraba una cara factura.
—Ha sido una herida superficial.—Hermione logró erguirse para tomar el botiquín entre sus manos y revisar su interior.— Hay que coser para que sane más rápido.
—Cuando me lancé para sujetarte me alcanzó uno de los cristales del candelabro—-Mención apretando los dientes para soportar el dolor al limpiar la herida.— ¿Esto es lo que debo usar?
EL chico sujeto una aguja e hilo que le proporcionaba la castaña, quien asintió con la cabeza. Ella deseaba ayudarle pero sus manos no dejaban de temblar, aún recordaba la voz de esa mujer insultandola, maldiciendo a su oído. Nuevamente se abrazó a ella misma recordando que llevaba la capa del rubio.
Malfoy mete el hilo en la aguja para comenzar a cerrar la herida, era una abertura de unos cinco centímetros, apretó los dientes cada vez que la punta entraba y salía de la carne. La sensación era desconcertante y mortal, pensó que se desmayaría pero soportó abogando a su orgullo.
Granger usando sus ultimas fuerzas se puso de pie para caminar hacia un extremo, pasados unos segundo volvió con un vaso de agua, las tuberías funcionaban perfectamente, busco algo entre el botiquín y leyó el slogan sobre la caja. Saco un par de pastillas y se las dejo encima de la caja.
—Son analgésicos, los muggles que vivían aqui eran muy precavidos el botiquín está muy completo.— Agregó débilmente regresando al sillón donde se acurruco en la capa que llevaba consigo.
Draco detuvo su labor para tomar las pastillas dejadas sobre la mesa, el rayo de la tarde le permitió coser la herida sin un contratiempo. La lluvia afuera se escuchaba más agresiva, al terminar su labor levantó la mirada descubriendo como nuevamente la leona se quedaba dormida acurrucada en su capa negra, era su favorita.
El rubio echó la cabeza hacia atrás y se giró a mirar como las gotas de lluvia golpeaban las ventanas, dentro de poco iba a anochecer y el frío sería terrible, por su mente no cruzaba la idea de compartir capa con la impura. Cerró los ojos cansado por el dolor extendiéndose en su cuerpo. Él tampoco sabía qué camino seguir. Su misión era dejar a Hermione en el "refugio de la bahía" de Bill Weasley y desaparecer, nunca creyò que su varita se fuera a romper o que no pudiera llegar a su destino final.
Notas de la autora: Sé que debería dejar de iniciar fanfics pero no puedo quedarme con las ganas, ustedes saben que trato de actualizar todas mis historias. Este fanfic será corto, de unos 10 cap, mas o menos. Espero les guste y no olviden decirme que les parece la idea. Saludos.
