~PROLOGO~
Los Nasods, una antigua y poderosa raza tipo robotica que alguna vez vivió co-armónicamente con la raza humana, sin embargo, la gran guerra inició cuando los humanos, en su egoísmo, utilizaron a los Nasod para su conveniencia...
"La misma historia, por centesima vez" dijo un chico mientras cerraba un antiguo libro para después proceder a lanzarlo sin ánimos. Se sentó en el polvoroso suelo mientras agachaba su mirada.
Add, un chico delgado, de estatura promedio-alta, unas pupilas hipnóticas color violeta, una de ellas con un raro símbolo y una marca extraña que recorría desde su ojo izquierdo hasta la parte baja de su mejilla que reflejaba la estrecha linea entre cordura y locura... ropas viejas y sucias, así como un rostro de tez tan blanca que hacia parecer esas manchas de polvo siluetas artísticas... Y sus cabellos, del tono de la plata, con un ligero tinte oscuro de color morado.
"Cuanto tiempo mas vas a aguantar antes de volverte loco en este infierno, o ¿Es qué acaso ya lo Estoy?" dijo para si mismo, mientras volteaba al techo y miraba a su alrededor.
8 años, 8 largos años habían pasado ya desde aquel incidente y, aunque había suficientes raciones para un par de meses mas, imposible era poder llamar a eso "vida".
"He leído cada libro, cada renglón, cada silueta dibujada en ellos. Diez, veinte, treinta veces cada uno, y sigo sin comprenderlo" dijo mientras frotaba su cabeza.
"Los Nasods, una raza tan intrigante, pero, robots a fin de cuentas, ¿no?. No comprendo como un robot podría sentirse usado por las personas, ellos no tienen sentimientos después de todo."
Comprensible o no, era lo único que mantenía su mente ocupada, pensar en los Nasods, cuestionar su existencia, era como un pasatiempo para el.
"Nasods, sentimientos, es como intentar unir dos polos negativos de un imán" dijo mientras sacaba del bolsillo una barra de chocolate. "Simplemente las polaridades chocan y es imposible..." mientras daba una mordida a su golosina, sus ojos se abrieron como luna llena, algo había cruzado su mente...
"¡... Lo tengo!" grito mientras apresuradamente corría hacia una de las muchas estanterías repletas de libros. "'¿Donde estas? ¡¿Donde donde donde?!" Lanzaba uno por uno los libros, sabía que lo que tanto había anhelado estaba cerca.
"¡Te encontré!" Allí estaba, el libro que buscaba, Anatomía Nasod, se apresuró en hojearlo hasta dar con el punto.
"¡De entre tantas cosas que conforman a un Nasod, algo deben de tener con propiedades magnéticas!" dijo mientras le a detenidamente.
Los Núcleos Nasod, son capaces de absorber y descargar energía, principalmente eléctrica, pudiendo ser esta tanto iones positivos como iones negativos.
¡Jaque! Corrió a una especie de cementerio, un lugar bastante lúgubre, lleno de chatarra y robots sin vida. Tal cual sepulturero profanando una tumba, empezó a buscar entre los cuerpos mecanizados todo lo que creía necesario, ¡no había tiempo que perder!.
Comenzó su trabajo, atornillando esto, desatornillando aquello, golpes para mantener todo en su lugar, descargas eléctricas y lo mas importante... Núcleos Nasod. Lo había logrado, después de tanto tiempo ante el yacía su invento, peque o como la palma de la mano, delgado y largo. Programó en el todas las funciones necesarias, incluyendo comando por voz, para su facilitación de uso.
"Vamos... todo o nada..." dijo mientras tragaba saliva. "!Dynamo... encendido!"
Sus ojos se llenaron de esperanza, su creación brillo con diversas luces de colores mientras empezaba a flotar por los aires y daba vueltas en su eje.
"...Hahaha...hahahaha...HAHAHAHAHAHAHAHA, lo he logrado!" reía maniaticamente "Aun es inservible por si solo, el magnetismo lo hará girar indefinidamente, pero... si logro crear más de ellos, podre revertir las ondas magnéticas y ¡funcionará!"
Le tomó varios días, así como muchas más programaciones a base de prueba y error, pero al final, lo logró . Había creado no solo 6 relucientes Dynamos, sino también una especie de armadura blanca con tonalidades negras y moradas a base de pedacería Nasod con la cual podía manejaros a su antojo.
"HAHAHAHA, es mi triunfo! Después de todo este tiempo puedo... ¡Largarme de AQUÍ!" Dijo frenéticamente mientras miraba esos rayos de sol que apenas llegaban a la profunda grieta.
"Dynamos, modo vuelo!" Al instante sus creaciones se alinearon entre sus zapatos en conjuntos de tres para lentamente elevarlo y, sin retrasar lo eminente, a gran velocidad salió disparado hacia la superficie.
"¡Soy un genio, he creado el mayor invento nunca antes visto, y lo primero que haré al llegar a la superficie ser investigar más sobre los Nasod! eso, y darme un buen baño hahahahahaha!"
Y así fue como Add logró escapar de su tormenta... pero eso era solo el comienzo, lo intrigante estaba a punto de comenzar.
