Crecimos en la vida soñando con el amor, suspirando ante las historias de príncipes y princesas, o con un héroe caballero y atractivo. Tenemos idealizado a la persona que queremos amar, y sin notarlo, lo volvemos consumo puro. Y en ello también nos incluimos en este mercado, buscando tener todo lo que el mundo parece adorar, volviéndonos atractivos. Sin embargo, al momento de experimentarlo notamos que no es tan fácil y simplón como te lo presentaron durante toda la vida, y que te trae más que solo felicidad.
En el amor sientes y aprendes, como también en el desamor. Así que, tengo que decir, gracias a mi ex.
Estoy tan jodidamente agradecida de mi ex.
