Star Wars pertenece a Lucasfilms que a su vez es propiedad de Disney. Este fanfic se escribe sin ánimos de lucro con el único propoito de fangrilear una ship
Hola! Bueno, la verdad han pasado miles de años desde que me animo a escribir algo continuo y esperando por fin poder terminar un fanfic o llegar lo suficientemente lejos para hacerlo. Al contrario de otros lo hago de mi para mi, así que la influencia de terceros no es algo que me vaya a quitar las ganas de escribir.
La idea está formada en la parte de inicio, nudo y desenlace, la cuestion es ver como llego a los puntos acordados xD.
Disculparan los errores que pueda haber, escribí esto en no se... ¿6 horas? durante dos días y pues pudo más el hype que cualquier otra cosa. Tambien errores que puedan haber por desconocimiento en ciertos puntos, que espero que se aclaren cuando salga la versión novelizada de The Last Jedi.
Si van a dar criticas por favor sean buenos conmigo, no me den demasiado palo :| en serio denme con cariño.
Y nada más, disculpen lo apurado de nuevo, la idea sería actualizar cada semana, pero eso dependerá de muchas cosas (las ganas, inspiracion, el trabajo) pero si dejan reviews será mucho mejor :P
Capitulo uno: Reporte de Daños
- Solo….. – el susurro en las tinieblas se hacía mucho más profundo, repitiendo constantemente su nombre, como si se tratara de una serpiente que siseaba por su cuerpo y susurraba en su oido, el tono de aquella voz era lúgubre y resonaba por todo el lugar, casi podría jurar que hasta el piso temblaba con la repetición de su apellido. Aquella voz y su llamado se repetía noche tras noche, imposibilitando su capacidad de descanso siendo así el motivo de su estado de insomnio casi permanente durante algunas semanas y durante el día era como un molesto pitido en sus oídos cuando no había nadie más a su alrededor o simplemente cuando intentaba encontrar la paz por medio de la meditación, el desequilibrio en su ser era evidente y ni siquiera las indicaciones de su maestro lograban cura alguna contra aquello que se orquestaba en su interior.
- Solo…. – sentía que enloquecía a cada momento, luchando incansablemente con la tenebrosa voz que lo estaba arrastrando hacia lo más profundo de la tierra, sintiendo así como brazos oscuros se apoderaban de su cuerpo, tapaban sus ojos, oídos y boca, y con una abrupta fuerza lo jalaban hacia el fondo de la tierra, un fondo donde la luz temía entrar porque la oscuridad era tan fuerte que la extinguía de forma inmediata, así como lo hacía su vida misma, la chispa de luz que protegía su corazón y que en menos de nada sucumbiría a las sombras.
- Solo…. – el miedo se apoderaba de todos los nervios de su cuerpo, deseaba gritar pero no podía, e incluso si pudiera hacerlo sabía que no podría ser escuchado. Sus intenciones de pelear y sobrevivir finalmente habían cedido, su propio coraje había sido derrotado hace tiempo atrás gracias a la duda, sobre sí mismo, sobre su poder y sobre la confianza de su propia sangre. ¿Cómo le era posible luchar cuando las bases sólidas en las que supuestamente fue criado se derrumbaban como un castillo de arena? La oscuridad se alzaba dichosa sobre él, lo abrazaba y extendía sus garras a través de su piel, penetraba sus huesos y músculos, reclamaba sus órganos y finalmente devoraba su alma. Este era tan sólo el principio de su condena y su tragedia, una que salía de su joven e inexperta comprensión y cuyas culpas en el más lógico de los casos se decantarían en lo que más amaba y alguna vez confió, conociendo así el dolor de la pérdida, de la soledad y la decepción.
- Muchacho…. – aquella voz que le atormentaba por tanto tiempo finalmente se hizo tangible, manifestándose en una figura oscura y con el rostro desfigurado. Los ojos de aquel ser ardían de gusto y expectación a la vez que una triunfante sonrisa se dibujaba en aquellos labios de carne corroída. Extendió su mano hacia un joven, de cabellos negros, complexión delgada, ropas manchadas y sucias, donde el color rojo de la sangre era la principal protagonista, que observaba con la mirada vacía un lejano incendio a unos kilómetros de distancia. Era tal su estado de shock que aún no reparaba la presencia de aquel extraño individuo, ante aquella respuesta el hombre no pudo evitar sonreír, para terminar riéndose a punta de sonoras carcajadas que inundaron el lugar. Y a pesar del ruido que le rodeaba, el joven aturdido no fue capaz de reparar la presencia del hombre solo un par de horas después.
Si alguien le preguntara a Hux que tal había sido su día, contestaría sin dudarlo "Una reverenda mierda", de todos los escenarios posibles justamente tenía que experimentar uno de los peores, ni siquiera enfrentar la muerte se acercaba al hecho de tener ahora como supremo líder al joven caprichoso de Kylo Ren. Era más que obvia la rivalidad que los dos altos mandos mantenían mutuamente, pero por lo menos la presencia de Snoke permitía que la situación se mantuviera en tablas, dependiendo tan sólo de los aciertos y fracasos individuales la guía hacia quien iban dirigidos los halagos o las venenosas palabras del primero en la cadena de mando. La situación de la primera Orden era patética, con su líder muerto y una parte importante de la flota destruida – incluyendo el hecho de que The Supremacy se encontraba prácticamente inservible – el punto final se reducía a tener al aprendiz de Snoke como líder, quien sabe cuándo le daría un ataque de ira, tomando alguna nave para destruir la flota completa por sí mismo. La migraña se hacía más fuerte, de modo tal que Hux consideraba crecientemente la idea de tomar el poder en sus manos, el problema era que el hombre que se encontraba frente a él, en medio de la destruida sala del trono, observando con expresión ausente el asiento de Snoke, eran tan poderoso que sus aspiraciones requerían un plan bien orquestado y no algo improvisado y estúpido que sólo aseguraría una ejecución inmediata.
- Supremo Lider… - Por primera vez en mucho tiempo, la voz de Hux no resaltaba por la prepotencia usual que dictaba su forma de comunicarse. Inclusive con Snoke, el pelirrojo lograba impregnar sus palabras con un toque de autosuficiencia, justa medida a su enorme ego y confianza en los resultados obtenidos a los largo de los años. Pero ahora, mordiendo su lengua con fuerza y con el aun doloroso recuerdo de la lección que horas antes le había dado Ren, entendía perfectamente cuál era su posición en estos momentos. Aunque su orgullo se sintiera por el piso, y a causa de ello deseara descargarse con el primer imbécil que pasara frente a él, no lo haría, definitivamente él no era un impulsivo de mierda – tal y como catalogaba – a Kylo Ren. Aclaró su garganta para intentar sacar al moreno de sus pensamientos, pero nuevamente fracasó al intento de llamar su atención. Esto sería más difícil de lo esperado, Ren era como una bomba a punto de estallar, un error de cálculos y estaría muerto, pero debía hacer algo, por el bien de la primera orden tenían que empezar a moverse en pro de recuperar lo que aún se podía rescatar de todo ese desastre.
- Supremo Lider Kylo Ren. – habló con más fuerza que antes, afortunadamente para el, finalmente el aludido se dignaba a observarlo, enarcando una ceja y tornando su expresión más severa respecto a cómo se encontraba antes. Después de revisar aquella mina que servía de antigua base rebelde a donde los pocos sobrevivientes de la resistencia escaparon, Kylo Ren terminó por subir a una nave y regresar de inmediato a la nave insignia de la primera orden. Permaneciendo encerrado por un par de horas en la sala del trono de la nave, hasta que finalmente Hux se armó de valor para buscar las órdenes del ahora nuevo líder.
- Informe de daños. – afortunadamente para Hux, el tono de voz de Ren fue lo suficientemente neutral para determinar que el volátil carácter de su superior se encontraba estable.
- La Supremacy ha perdido toda su mitad derecha se estima que un gran porcentaje de la tripulación y soldados que se encontraban allí están muertos. Sin embargo, hemos avanzado en las labores de rescate encontrando sobrevivientes. – La mirada de Hux no se había despegado de Kylo Ren quien escuchaba aquel reporte sin mostrar expresión alguna. – Phasma es uno de ellos, por lo menos sobrevivirá. – añadió sin mayor interés. – También perdimos una parte significativa de Destroyers que se encontraban escoltando aquella parte de la nave. De igual manera estamos en las labores de búsqueda y rescate, evaluando que naves pueden repararse o son pérdida total. – La nariz de Hux se arrugó en señal de disgusto – respecto a lo que ocurrió en la Starkiller, nuestros números son menores, pero no son insignificantes. –
El silencio inundó la sala por un par de largos y agónicos minutos para Hux, una parte de su ser sentía que podían ser los últimos de su existencia, pero, cuando Kylo Ren pasó a su lado sintió un enorme alivio, a pesar de no perder su estado de alerta. Su respiración se detuvo cuando Kylo Ren se quedó en el área que delimitaba la entrada a la sala principal.
- Organiza una reunión del alto mando en una hora, todo alto oficial que aún se encuentre con vida debe estar presente. – fueron las palabras de Kylo Ren antes de desaparecer camino a sus aposentos, dejando a un Hux que recién estaba procesando todo lo ocurrido. Acaso, ¿La experiencia de la muerte de su maestro era lo que Kylo Ren necesitaba para madurar como líder? Sin prestar mayor atención al caso, dado que el tiempo apremiaba el General Hux emprendió la marcha a completar aquella tarea.
Ya en la tranquilidad de sus aposentos – los cuales por fortuna no habían sufrido mayores daños después de la colisión de la nave de la resistencia – Kylo Ren o mejor dicho aquel hombre destrozado que se hacía llamar de esa manera, era víctima de una mezcla de sentimientos que bullían en su interior: confusión, ira, miedo, tristeza y el más recalcable de todos, la creciente decepción. ¿En qué momento todo nuevamente terminó en las cenizas? ¿En qué momento aquella clara visión terminó por extinguirse para entregarse a los desvaríos de la revolución, la esperanza y la paz? ¿Por qué la única persona en la que confió que podía entenderle y caminar a su lado decidió darle la espalda? ¿Cuántas veces pasaría lo mismo una y otra vez? Un fracaso tras otro, una pérdida más, grito desesperado lanzando al piso una mesa que se atravesó en su camino, única forma en la que podía descargar toda la rabia e impotencia que le embargaba.
Y más allá de todas aquellas dudas y decepciones había una cosa más que le causaba una mayor frustración: una parte de él, bien diminuta y oculta en medio de ese salvaje mar de sentimientos, evocaba a la calma y al perdón. Porque aquella parte de si encontraba en las palabras profesadas por su antiguo maestro y tío: Luke Skywalker, lo que por años estaba buscando: la redención. Gruñó como si una bestia salvaje batallara en su interior con ese pequeño fragmento de su ser. Sus dos maestros tenían una porción de razón en sus palabras dirigidas hacia él, por un lado Snoke afirmando cuan fragmentado se encontraba su espíritu ante el asesinato de su padre y Luke al afirmar que la esperanza aún vivía, porque ella lo hacía y había elegido el camino de los jedi, había elegido abandonarlo, ELEGÍA darle la espalda y considerarle poco menos que nada….
Absolutamente nada, Ben Solo era nada para la nada… no pudo evitar esbozar una mueca reflejando una amarga sonrisa.
La miserable conclusión de que tan insignificante era su propia existencia para aquellos que alguna vez juró amar era la última razón para entregarse totalmente a la locura y a la voz que lo había esperado ansiosa por tantos años, sin las limitaciones impuestas por Snoke y con las cadenas destruidas por fin podría reclamar el premio que era suyo desde décadas atrás.
Aquella insignificante fracción de Ben Solo que aún luchaba en el corazón de Kylo Ren, sentía cuan aplastante era lo que los ojos de aquel joven veían. El abandono y la soledad, su insignificancia ante padres ausentes que decidieron ignorar su familia, uno persiguiendo las aventuras que su espíritu libre no iba dejar escapar y otro respondiendo al compromiso de mantener a la galaxia unida frente a las garras de una latente amenaza. ¿Acaso alguno fue lo suficientemente responsable de pensar en el alma de aquel joven, destinado a la grandeza y hacer honra a su linaje? ¿Acaso pensaron en cuán difícil era intentar ser el Jedi que todos exigían pero el que no quería llegar a ser? Los Jedi, si todo se resumía a esa maldita palabra, el Jedi legendario que debía entrenar al heredero de su fuerza, el joven Solo que debía continuar su legado. Han pensó para Han, Leia pensó para Leia y Luke…. Para Luke y lo que los Jedi debían hacer, incluso intentar asesinar a su sobrino, porque si, Los Jedi no podían ser malos y si eran malos podían terminar como Vader y nadie quería a otro Vader, pero ni siquiera el con todos sus destructivos deseos podría convertirse en lo que fue su abuelo, porque simplemente él era Ben Solo intentando disfrazarse de Kylo Ren.
- Nunca serás Vader…. Nunca serás Luke… - observaba su reflejo por el enorme ventanal de la habitación, la oscuridad del espacio era opacada por los restos de las naves comprometidas en la batalla. - ¿Entonces quién serás? – la pregunta quedó flotando en el aire, resonando en el espacio y viajando miles de años luz y buscando la única persona en el universo mismo capaz de escucharla, pero incapaz de darle una respuesta.
¿En quién te convertiras?
¿Quién serás?
¿Ren?
Rey abrió sus ojos inmediatamente, exaltada cuando sintió aquel susurro, casi inaudible en sus sueños. ¿Sería producto de su subconsciente o aquello fue real? Suspiró profundamente a la vez que se reincorporaba en la cama improvisada que Finn le había ofrecido, no sabía si durmió por minutos u horas, pero estaba tan cansada tanto física como mentalmente que realmente no le importaba, sentía que bien podrían haber pasado décadas después de haber cerrado los ojos buscando un poco de paz en el mundo de los sueños.
Su mirada quedó perdida en la nada, a la vez que su mente traía a colación aquella pregunta ¿Cuál sería su objetivo? Ahora que se había encontrado a si misma y respondido la pregunta inicial que le había embarcado en esta aventura, el significado de su existencia y de su poder, Rey tenía el horizonte a sus pies, siendo dueña de su propio destino y forjando el camino que nadie más que ella podía recorrer. Aun así y con toda la seguridad que le otorgaba el ser dueña de sus acciones no podía evitar sentirse acongojada y levemente derrotada. Fugaz como una estrella pasó el recuerdo de Ben Solo y el hecho de recordar que su misión de traerlo de nuevo a la luz había fracasado y ensombrecía su rostro en un halo de tristeza. "Las cosas no saldrán como tú crees" fueron las palabras de Luke antes de que ella marchara en una misión suicida y estúpida creyendo que podría salvarlo. Pero… todo fue tan irreal, tan heroico, tan legendario, Ben y ella luchando hombro con hombro como una perfecta máquina, ensamblados como dos partes perfectamente coordinadas, ella lo había sentido y estaba más que segura que el también. Todo fluía de una manera tan naturalmente inexplicable que su destino estaba marcado y debían permanecer juntos para ser invencibles.
Lamentablemente aquella fantasía no era más que un sueño que ella había idealizado en su cabeza, así como había idealizado a Skywalker antes de conocerle y todas las leyendas concernientes a los Jedi y la fuerza. Nuevamente pecó por ingenua y ahora pagaba con la triste realidad de la decepción. De todas formas ¿Era el fin de todo? Las apuestas estaban en contra, pero aún podía sentirlo, muy vagamente pero estaba allí, no se rendiría tan fácilmente, ella tenía a sus amigos, a Leia y los conocimientos recibidos por parte de Luke, inclusive de Han. Si existía alguien lo suficientemente terca y incansable era ella. No se detendría ante nada por hacer que su visión se hiciera real, una donde Ben Solo la observaba orgulloso y juntos emprendían la restauración de la republica acompañados de la renovada resistencia. La respuesta yacía en ella, así como el también hacia parte de aquel acertijo, y aunque estuviera enojada también por la decisión tomada por Ben, no podía simplemente dejarse llevar por ello, muy en el fondo sabía que Ben hubiese deseado ir con ella, pero el poder de la oscuridad que le rodeaba era lo suficientemente fuerte para mantener a punto de extinción aquella luz de esperanza.
Pero si todavía existía un rastro, aunque fuese mínimo de esperanza, todo valdría la pena… Ben Solo aún no estaba perdido del todo.
Los restantes miembros del alto mando que aún permanecían con vida estaban reunidos en la sala principal de la nave insignia de la primera orden. En general el ambiente se notaba pesado y los ánimos ligeramente caldeados. No era muy difícil concluir que un grupo importante de miembros estaba en desacuerdo con el autoproclamado liderazgo del joven aprendiz de Snoke, pero también eran un grupo de cobardes que no eran capaces de oponerse a un innato usuario de la fuerza. No por nada era el nieto del mismísimo Lord Vader y, aunque fuese más popular por sus ataques de ira y decisiones impregnadas de impulsividad, su poder lo hacía inquietantemente peligroso para sus aspiraciones de seguir con vida. Los murmullos y habladurías terminaron cuando las puertas de la sala principal de abrieron, el General Hux guiaba el caminar de Kylo Ren, muchos se habían acostumbrado a su usual apariencia con el yelmo, el cual indudablemente tenía los aires de Vader y causaba pavor en la mayoría de subordinados de rangos inferiores – y en algunos de los presentes. – La expresión de Ren a diferencia de otras ocasiones se mantenía neutra, con un ligero toque sombrío el cual hacia peligrosamente impredecible. Ren terminó por ubicarse frente al trono donde usualmente se encontraba Snoke, observó pasajeramente a todos los presentes, la tensión en el ambiente era la única soberana aparte del incómodo silencio.
El alto mando estaba compuesto por un poco más de veinte miembros, de los cuales sólo 18 se encontraban con vida, ya sea presentes en ese momento o recibiendo la transmisión donde fuera que se encontraran realizando sus labores.
- Snoke fue asesinado por una usuaria de la fuerza. – la voz de Ren era profunda, pesada y sombría, a pesar de hablar del asesinato del supremo líder no había rastro alguno de la ira o aflicción por aquel hecho. – Skywalker está muerto. – las respiraciones de algunos de los hombres allí presentes fueron sonoras. – La resistencia ha sido casi totalmente eliminada, de su crucero, solamente un puñado de sus soldados logró escapar con vida… - Kylo Ren apretó sus puños con fuerza – Como las ratas cobardes que son. –
Hasta ese momento, Ren había permanecido quieto en la parte más alta de la sala, pero empezó a caminar alrededor del grupo de hombres (y un par de mujeres) que conformaban el alto mando de la primera orden. – Puedo ver el miedo reflejado en sus ojos, y las dudas que embargan sus mentes respecto al futuro de nuestras aspiraciones y nuestra organización. – un par de hombres empezaron a sudar frio ante las severas palabras de Kylo. – La primera orden finalmente, tomará el control de la galaxia e impondrá el orden que esta realmente merece. – una maliciosa mueca apareció en el rostro del joven líder – Los remanentes de la resistencia serán eliminados de manera inmediata, sin contemplaciones, sin prisioneros. Todo aquel culpable de rebelión, hombre, mujer, niño, anciano, rico, pobre, político, soldado, cualquiera que sea su posición en nuestra nueva era… será eliminado. Sin juicos, sin tribunales, nosotros seremos el gobierno y la justicia. – Kylo Ren podía observar la expresión asustada de algunos de sus colaboradores, quienes ignoraban que aquel discurso como nuevo supremo líder no sólo iba para ellos sino para todos los miembros de la milicia, desde el soldado más raso hasta los propios altos mandos. Hux, quien había orquestado aquella jugada por orden expresa del propio Ren hacia suyas las palabras de su superior, sintiendo por primera vez que estaban de acuerdo en que se habían acabado los juegos y las esperas de la primera orden con el universo mismo.
- Además, todo usuario de la fuerza, sea Sith o bien Jedi, será eliminado por mi mano. Es el momento en que la galaxia tenga un nuevo orden, un nuevo imperio. Y en este imperio ¡No cabe el legado de los Jedi, ni el de los Sith! – los murmullos en los miembros de la orden se hicieron más evidentes. – Y tampoco, serán admitidos los traidores. Ante la mínima señal de rebelión, la orden directa…- los ojos de Kylo Ren brillaron reflejando su creciente oscuridad – Es la muerte – exclamó con tono sombrío, preciso instante es que un grupo de cinco miembros del alto mando y un par que observaban en la lejanía la transmisión cayeron al piso con sus gargantas hechas añicos.
Todos los que estaban observando la transmisión quedaron atónitos ante lo que acababa de ocurrir, segundos después de presenciar aquel espectáculo, la transmisión cesó dando lugar a un silencio sepulcral en la sala de mando.
- Hux. – llamó Kylo Ren al general que intentaba no perder la compostura a los recientes hechos.
- Ordene, supremo líder. –
- Localiza a todos los miembros de la orden de Ren. Tienen un día para reunirse conmigo en las coordenadas acordadas. –
- ¿Alguna orden en específico señor? – añadió el pelirrojo.
- Si… - respondió Kylo Ren – Buscar y destruir – sentenció.
