Eyyyyyyyyyyyyy konichiwa a todos!!!! Bueno no pude evitar escribir un corto fic Ichiruki aparte de mi otro fanfic, y eso que me prometí que nunca tendría más de dos fanfics en proceso a la vez, o al menos, tendría cuidad ¡y lo he tenido!! tranquilos que este fic es cortito, de tres capis, supongo que lo que pasa es que cuando piensas mucho en varias escenas y no te las quitas de la cabeza no puedes evitar que las ganas y los ánimos te entren y una se ponga a escribir.
Bueno espero que os guste.
Bajo las gotas de verano.
Ichigo se sentó en la silla nada más recibir el sobre de las manos de su pequeña hermana.
Lo miró fijamente como si quisiera verlo a través de él puesto que se negaba a abrirlo. Ya que el sabía perfectamente lo que ponía. Una cosa que no tenía muchas ganas hacer, pero que acababa haciendo debido a la insistencia de sus amigos o a la de su familia.
Faltaban pocas semanas para que él y los demás volvieran a las clases en la universidad y era verano todavía. Fue difícil pero todos lo consiguieron, en primavera todos consiguieron el título y se dispusieron a acabar los exámenes de entrada.
Llevaban ya como 5 meses de clases y ese mes de verano era su gran descanso, fueron meses muy difíciles y de gran esfuerzo, sobretodo más si no exceptuamos al trabajo que daban los hollows en el pueblo.
El pelinaranja por fin a regañadientes abrió el sobre, en él había una pequeña nota con una letra muy elegante que ya conocía bastante y un folleto con un gran mapa.
Ishida y él habían entrado en la misma universidad, los dos por los mismos estudios: Medicina, pero cada uno por razones diferentes. El caso es que fue el mismo Ishida quien al acabar con los trabajos y exámenes pendientes que les quedaban, le comentó de salir a su playa privada con los demás, con el motivo de descansar y de verse todos de nuevo.
-"Playa privada". –dijo Ichigo burlonamente arrugando el margen del papel con la mano que lo sujetaba. –"Mi estirada familia tiene una enoooooooooorme playa privada la cual quiero restregar por las narices a todos vosotros puesto que no tengo nada mejor que hacer ahora que no puedo restregarte a ti Kurosaki las bueniiiiiiiiiisimas notas más altas y con más décimas que las tuyas."
Arrugó la nota con la hora y el lugar de encuentro con su puño y lo tiró a la otra punta de la habitación.
Se levantó de su silla masajeándose el cuello. No, no es que estuviera enfadado con Ishida (que era el pan de cada día), estaba así con la mayoría. Él fue el primero en asentir ante la idea de "la playa privada y súper guay", también quería reunirse con todos para algo que no fuera estudiar y en su casa era imposible descansar y relajarse.
Justo después de pensar eso oyó un golpe y seguidamente un grito de Karin en el piso de abajo.
"¡¡Que quites eso te digo!!"
"¡¡Pero si es muy bonito, está quedando genial!!!"
"¡¡Que lo quites¡¿Y si alguien más entra y lo ve?!"
De nuevo después de esa frase e la morena de media melena se oyeron otra hilera de golpes hasta que todo volvió a estar en calma.
El chico suspiró mientras abría la puerta dispuesto a bajar y haber que pasaba ahora.
No. No estaba enfadado con Ishida, tampoco estaba enfadado con nadie. El problema era otro y del cual ahora prefería no pensar si quería quitarse el mal humor.
"Haber ¿qué es lo que..."nada más entrar en la cocina se encontró con..."¡¡¡PERO PAPÁ QUITA ESO!!!!"
"¿¡Tú también hijo mío¿Es que nadie en esta casa se alegra de la vuelta de nuestra quinta integrante??!!!" dijo indignado mientras untaba la brocha con pintura azul oscuro.
"¡¡¿Tú quieres que se quede o que se largue?!!-gritó Karin al ver que su padre seguía haciendo el enorme cartel de bienvenida."¡¡Te has pintado tú con ella en un altar!!"
La más temperamental de las chicas Kurosaki señaló el pecador cartel que estaba haciendo su padre, uno que ponía "O-KAERINASAI –MY LOVE- RUKIA-CHAN", estaba hecho de tela y de fondo había pintado corazoncitos rojos y rosas, en las esquinas habían fotos de él con el pulgar arriba o haciendo el signo de la victoria o haciendo las poses más ridículas del planeta y lo más "impactante" de todo es que había también un dibujo del padre Kurosaki vestido con uno de su estrafalarios vestidos cogiendo de las manos a Rukia la cual iba vestida de novia enfrente del altar y apunto de darse un beso. Y más abajo estaba lo que parecía ser un dibujo de Ichigo con un aura negra haciendo circulitos en la arena diciendo "snif...me ha ganado"
Aquí ardería Troya, y con ese ridículo cartel.
"¡¡TIRA ESO AHORA MISMO!!" Ichigo cogió la pancarta y con toda la furia que podía tener empezó a hacerlo tiras de tela, empezando por separar el dibujo de Rukia con Ishin.
"NOOOOOOOOOOOOOO."Ishin comenzó a llorar echando cascadas de sus ojos, el cuadro de su vida y de una noche había sido devorado por las garras del mal.
"¡¡¡Karin trae una cerillas!!!"
"¡¡Ichigo que está hecho con unas de mis sábanas!!"
"¡¡Karin trae el doble de cerillas y unos purificadores!!"
"NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!" TT
"¡¡¡QUE TE CALLES!!!"
No, ni siquiera su problema se trataba de su padre y de su cartel de bienvenida. El problema era una morena de ojos azules.
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La pelea padre versus hijo mayor e hija menor había finalizado con la victoria de estos dos últimos. Había habido sangre y casi incendiaban a su propio padre, o bueno más bien casi se incendió él mismo al lanzarse valerosamente contra las llamas para tratar de recuperar su gran y amoroso trabajo.
El chico vestido tan solo con los pantalones de su pijama se acostó agotado, definitivamente en su casa no podía encontrar esa paz que buscaba. Ni siquiera cuando se fue Rukia.
Ichigo se descansó uno de sus brazos sobre sus ojos nada más al pensar en ese nombre.
Cuando se acabó el instituto todos sabían que debían de separarse para seguir sus propios caminos, aunque eso no significara no verse nunca más.
Cuando el día llegó Rukia anunció a los suyos que había decidido dejar la residencia Kurosaki, les agradeció a todos su amabilidad y su hospitalidad con ella y que habían sido como una familia para ella. Recordó como su padre y Yuzu empezaron a llorar abrazándola diciendo lo mucho que la iba a echar de menos, a Karin pasando de todo pero que en el fondo se había acostumbrado todos estos años a su compañía y también le afectaba un poco su marcha.
También recordó como en un momento sus miradas se cruzaron, solo durante unos segundos para luego él desviarla automáticamente e irse de allí.
Los años que se conocían se podían contar con los dedos de una mano, sin embargo la confianza y amistad de ellos dos era como si lo supieran todo del uno del otro, como si se conociesen de toda la vida o más.
Se dio la vuelta tapando parte de su cara con la almohada. Era un asco. Desde que se fue que hacía todo lo posible para no pensar en ella ni en nada que tuviera que ver con la shinigami, tuvo suerte porque podía volcar toda su atención en los estudios y así al menos, no pensar tanto.
Era inevitable que alguna noche o momento del día se hubiera puesto a pensar en ella, pero no pensar profundamente. Y encima ahora, estaba a punto de verla. Inoue se había encargado de hacerle llegar la invitación antes de que el pudiera decir nada...pero claro¿qué iba a decir él?. Por mucho que se negara TODO el mundo echaba de menos a la morena chillona. Todos...incluso él.
Ahora se dio de cabezazos contra dicha almohada. Intentaba no recocerlo pero no podía. Tendría a Kuchiki Rukia cara a cara mañana. Su cabeza estaba llena de preguntas, y por muchos cabezazos que se diera contra la almohada no encontraría las respuestas. ¿Qué cara debía de poner al verla¿Qué cara pondría ella¿Qué decir¿Cómo comportarse?
¿Cómo comportarse sin tener ganas de gritarle y abrazarle?
Cansado ya de sus arranques infantiles, se levantó de la cama, se fue al baño y se echó agua en la cara. Esa noche hacía mucho calor, como en la mayoría, aunque siempre caía alguna lluvia, como el 17 de Julio. Se volvió a tirar agua para apartar otro odioso pensamiento, para luego volver a su habitación.
¿Para qué intentarlo? Esa era otra noche en la que dormiría poco, y no era por un hollow, ni por un examen, ni para pegar a su padre por sus sueños con Peter Pan. Era otra noche pensando en otra noche. Una en donde estuvo con Rukia, o en donde estuvo apunto de estarlo.
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Dobló la esquina no sin antes coger mucho aire y luego expulsarlo lentamente. Renji le había recomendado varias veces hacer eso más otros ejercicios de relajación, muy efectivos según él y el resto de los shinigamis que tenían que aguantar toda la tensión que Kuchiki Byakuya provocaba.
Volvió a comprobar la hora por quinta vez desde que estaba ahí. Volvió a coger aire. Ya era la hora acordada para entrar. Bueno acordad por ella misma, hubiera sido mejor ir primero a casa de Inoue después de todo si se había enterado de que todos habían acabado ya sus clases era gracias a ella, eso y la invitación.
Si, puede que hubiera sido lo más normal haber ido a su casa, pero entonces seguro que luego al ver a Ichigo sería peor. Además de que ya había hecho demasiadas respiraciones como para desaprovecharlas ahora.
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"¡¡¡Oh mierda me he dormido!!!"
Ichigo se levantó de un sobresalto al comprobar la hora del reloj.
Hacía una semana que había amenazado a su padre para que este no le diera los buenos días como cada mañana, al menos hasta que volviera a las clases, pero ese día se lamentaba un poco de ello puesto que dentro de pocas horas tenían que partir todos a la playa y había que preparar un montón de cosas.
Bajó a tropezones por la escalera, debía de desayunar cualquier cosa rápida y llamar a su compañero, a lo mejor Yuzu le había preparado algo pero con lo ocupada que estaba y lo muy puntual que era lo dudaba un poco.
Entró en la cocina como alma que lleva el diablo en dirección a la nevera, la abrió y cogió una botella de zumo de naranja y empezó a bebérsela a toda prisa.
"Te vas a atragantar si no respiras un poco"
"No tengo tiempo para nada" volvió a dar otro sorbo "Ni siquiera he sacado la maleta, ni llamado a Ishida, ni pelearme con mi padre para que no me deje en ridículo, ni..."Ichigo parpadeó un par de veces. Esa voz la conocía pero no era de ninguna de sus hermanas. Aún con la botella en su boca se giró lentamente para encontrarse con una Rukia de espaldas que al parecer estaba preparando el desayuno.
Dicha chica le miró por encima del hombro regalándole una dulce sonrisa.
"Ohayoo"
Ichigo dejó la botella bruscamente en la mesa y apoyándose en esta comenzó a toser sin parar. Al final se había atragantado.
"Te lo dije" Rukia dejó de cortar las verduras para acercarse a él y darle palmaditas en la espalda.
Cuando al cabo de unos segundos la garganta del pelinaranja volvía a estar mejor, Ichigo se sentó para tranquilizarse, aunque era más bien para no mirar a Rukia todavía, ya que no sabía ni que decir ni como hablar.
"O...Ohayoo"acabó diciendo al final. "O-kaeri"
Rukia volvió a sonreír a pesar de que este no la miraba, así que volvió a lo suyo.
Ichigo no se lo podía creer, tenía a Rukia delante de él después de muchos meses y precisamente después de pasar una noche entera pensando en ella. Sabía que hoy se la encontraría pero se esperaba otro tipo de situación en donde él no tuviera medio zumo en la garganta y ella con un delantal blanco haciendo ¿el desayuno?
"Que...Qué estas haciendo?"
"Yuzu y Karin han salido a comprar cosas para la playa antes de irse me pidieron que te hiciera algo, que seguramente tendrías cosas que hacer y apenas tendría tiempo"
"¿Y cuando has vuelto?"
"Hace una hora más o menos."
"Aahhh"
Un incómodo silencio inundó la cocina, solo se oía los ruidos del cuchillo cortando los ingredientes. Giró la cabeza a todos lados concluyendo que seguramente su padre estaría ordenando todo el trabajo que tendría que hacer antes de irse de vacaciones.
Apoyándose en su mano, se quedó observando la espalda de Rukia y cada uno de sus movimientos, inconscientemente volvía a tener cada uno de los pensamientos que le habían inundado anoche y con las preguntas cómo reaccionar ahora.
Los meses desde que ella se fue se hicieron largos, sobretodo los primeros. Y ahora la tenía delante, y se comportaban como si no hubiera pasado ningún día. No soportaba eso.
"Me ha dicho que te ha ido muy bien en la universidad" dijo Rukia rompiendo el hielo.
"Si. Ha sido duro pero más o menos lo he podido llevar" contestó quitándole importancia y levantándose de su sitio.
"Me alegro entonces. A los demás también parece haberles ido bien"
Su negro pelo, su fino cuello, sus pequeños hombros, su delgada figura...por cada reexaminación de arriba a bajo, su corazón latía cada vez más fuerte. La tenía delante, en su casa, otra vez.
Ya había acabado de hacerle la verdura y lo demás, solo faltaba ponérselo en una bandeja. Justo cuando fue a cogerla notó que tenía al chico detrás suya y a poco distancia.
Una gran corriente eléctrica le recorrió todo el cuerpo. Su espalda estaba casi adherida al pecho del pelinaranja. Estaba nerviosa, él podía notarlo perfectamente y eso no le detuvo, al contrario, continuó con su acercamiento. Quería tocarla y sentirla.
Le acarició suavemente desde el hombro hasta la muñeca, su piel se había erizado por más que intentara entretenerse en colocarle las cosas en la bandeja y fingir que no pasaba nada importante.
Olió el aroma de su pelo y le apartó un poco de pelo del cuello para acariciarlo primero con sus dedos y luego con sus labios, para luego subir a su oreja.
La chica estaba cada vez más estremecida, se dio la vuelta con la bandeja en las manos casi golpeando al estómago del chico, este automáticamente lo cogió.
"Hace tiempo que no cocino, dime si está bueno o no" intentaba disimular y lo hacía muy bien, pero a los oídos de Ichigo se notaba su incomodidad. "Y si no, te aguantas"
"No importa, sé que te has molestado" dijo mirando el alimento.
Ambos se sentaron en la mesa. Rukia delante de Ichigo observándole comer para ver si este hacía alguna mueca de desagrado mientras debajo de la mesa se apretaba las manos para intentar calmar lo que había sentido no hacía ni dos minutos.
Continuará...
DIOSSS cuanta letra, ojalá empieze a aprender a escribir otro estilo más fácil y más llevadero, a pesar de eso espero que este ichiruki haya gustado. En serio no pude evitar sacarlo (una voz ichirukista me lo estaba gritando XDDDD)
Ohayoo: Buenos días.
O-kaeri: bienvenida.
Nos estamos leyendo!!!!! si os gusta claro!
