Disclaimer: Este fabuloso manga pertenece a la genial Ayano Yamane. Pero Hiroki Uchiyama es personaje creado por mí.
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Un rayo de sol pegó directamente en el rostro de Takaba haciendo que éste se despertara al instante. Se levantó pesadamente y miró los alrededores, no veía rastro de sus cámaras ni tampoco de sus fotografías enmarcadas, sino que se topó con grandes ventanales, una elegante sala de estar y una enorme cama KING.
Oh, ahora recordaba, Asami había pasado ayer por él y ahora se encontraba en su condominio, todo por supuesto sin previo consentimiento. Cayó de nuevo sobre la cama tratando de detener las imágenes frescas de la noche anterior, cuando el dueño de sus pensamientos apareció tras la puerta del baño totalmente vestido y arreglado
-Cuando te duches y vistas, puedes pedirle a mi chofer que te lleve de vuelta a tu departamento, yo tengo cosas que hacer – Le dijo el yakuza fríamente tomando sus cosas y desapareciendo tras la puerta sin siquiera despedirse.
Takaba no se inmutó, después de todo hacía ya más de dos años que le conocía, así que tomándose su tiempo entró al baño y se arregló para volver a casa. Jamás, aunque Asami siempre se lo ofreciera, se había ido con el chofer personal de éste, porque le parecía que era como depender de él; tampoco caminaba, pues generalmente después de una noche con Asami con suerte podía mantenerse en pie; así que siempre tomaba un taxi para regresar.
Una vez en su casa se cambió de ropa, tomó dos de sus cámaras favoritas y salió nuevamente en dirección a su trabajo. Últimamente su trabajo iba muy bien, y por lo mismo ya no tenía el tiempo libre de antes. Extrañaba su peligroso 'hobby' de perseguir maleantes durante la noche pero no se quejaba, Asami era la cuota de peligro suficiente en su vida.
El trabajo de hoy era para una revista de modas internacional; el estudio estaba repleto de hermosas modelos, pero eso no llamó la atención de Takaba como lo hizo quien estaba tomando las fotos en esos instantes, Hiroki Uchiyama.
Akihito entró en pánico; era como un sueño hecho realidad, admiraba su trabajo y siempre había deseado ser como él; jamás habría soñado al despertar esta mañana que estaría trabajando con uno de los más grandes fotógrafos de Japón. En cuanto hubo calmado sus nervios iniciales se aproximó al fotógrafo junto con el equipo de fotografía necesario para la sesión.
-Eh... ah! Mi nombre es Takaba Akihito, es un placer poder trabajar con usted! – Takaba casi gritó mientras se inclinaba a su nuevo sempai
-Vaya, me alegro que hayan personas tan entusiastas como tú aquí, espero tengamos una buena sesión hoy – respondió Uchiyama con una amplia sonrisa, lo que hizo sonrojar furiosamente al joven fotógrafo
Mientras las horas pasaban y la sesión continuaba, Akihito se acostumbró a la presencia de su mentor y trataba de aprender de él todo lo que fuese posible. Ambos parecían sentirse muy a gusto con la presencia del otro, por lo que sin darse cuenta ya era tarde y la sesión fotográfica había terminado.
-Takaba – Llamó Uchiyama mientras guardaban el equipo recién utilizado; el joven se volteó a verlo mientras terminaba de guardar sus preciadas cámaras – A sido un verdadero placer conocerte, espero poder trabajar nuevamente contigo en el futuro – El fotógrafo tenía su mano derecha extendida mientras le sonreía abiertamente
Akihito se apresuró a estrechar su mano y devolverle la despedida, realmente había sido una experiencia inolvidable y además se lo había pasado muy bien, nunca se habría imaginado que el mayor era tan agradable y fácil de llevar.
Mientras Takaba guardaba el equipo restante, Uchiyama caminaba hacia la salida, pero antes de cruzar la puerta se detuvo y se quedó ahí unos segundos
-Takaba! – Volvió a llamarlo girándose
-Sí? – respondió Akihito
-Si es posible... querrías acompañarme a tomar algo?
El joven se quedó perplejo por unos instantes; Uchiyama lo estaba invitando a salir?
Akihito realmente deseaba ir, pero la sólo idea de Asami lo frenaba... y si iba a buscarlo nuevamente a su departamento y no lo encontraba? Seguro que se enojaría y después tendría que pagar con su cuerpo el mal rato que le hizo pasar al yakuza
Takaba de pronto quedó congelado, es que siempre tendría que vivir tratando de cumplir los deseos y expectativas de Asami? Que pasaría con su vida personal si el yakuza se aburría de él? Toda su vida giraba en torno a lo que hacía Asami, siempre estaba expectante y temeroso a la vez de cada visita, y sufría por sus sentimientos no correspondidos... era una mera mascota y seguiría siéndolo si no se decidía a ponerle fin.
-Takaba? – Uchiyama lo sacó de sus pensamientos y mientras éste lo miraba, se decidió a rehacer su vida personal
-Uchiyama san, me encantaría ir – y diciendo esto, ambos se dirigieron hacia la salida y desaparecieron tras ella
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Asami se encontraba sentado frente a su escritorio, claramente irritado. Tenía su celular en manos y se disponía a marcar por tercera vez el mismo número.
Porqué demonios Akihito no contestaba el maldito celular? No solía ser insistente y eso le molestaba, odiaba querer comunicarse con él a cualquier costo... le hacía sentirse vulnerable
Volvió a marcar nuevamente el número para esta vez encontrarse con el buzón de voz... es que ha cortado la llamada? La furia de Asami comenzó a crecer a niveles peligrosos, pero trató de calmarse; era posible que su batería haya sido la culpable o talvez apretó el botón equivocado al querer contestar... claro, eso debía ser, pues si no era así, de alguna forma lo sabría y lo mataría
Trató de relajarse sin éxito mientras miraba las luces que comenzaban a aparecer por la ciudad
-En donde estás Akihito?
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Un nuevo sonido de su celular desconcentró a Akihito de la conversación que mantenía con Uchiyama. Era la tercera vez que Asami lo llamaba y eso era grave; sin pensarlo demasiado cortó la llamada entrante y apagó el celular, sintiendo un extraño alivio al hacerlo. Lo había decidido, ya no se dejaría utilizar por el yakuza, por mucho que eso significase un peligro inminente.
-Estás bien Tabaka? – nuevamente la voz de su sempai lo devolvió al presente
-S... sí, lo siento, estaba diciendo?
-No es de mi incumbencia pero has estado preocupado por cada llamada de tu celular, alguien te está molestando?
-Ah? No, no es eso, es... es alguien con quien no quiero hablar en estos momentos. De todas maneras ya apagué el celular, así que eso no me volverá a distraer, lo siento
-No te disculpes, sólo estaba un poco preocupado – volvió a sonreírle mientras Akihito le devolvía el gesto
Las horas pasaban rápidamente mientras pasaban de un tema a otro con facilidad. El alcohol también aumentaba y desinhibía a los dos hombres que cada vez se adentraban más en temas personales.
De pronto la conversación se detuvo y ambos quedaron mirándose sin decirse una palabra; Akihito lo estudiaba, Uchiyama poseía una frescura propia de cualquier adolescente y al mismo tiempo una cultura digna de cualquier anciano; sabía que su edad era próxima a la de Asami, pero sus presencias eran completamente distintas. Realmente era un tipo atractivo y no pudo evitar sonrojarse mientras le miraba, sus facciones delineadas, su cabello castaño, sus ojos...
-Uchiyama san, sus ojos...
-Ah? Oh, te refieres al color? Mi madre era italiana y mi padre japonés, pasé toda mi infancia en Italia y cuando ella murió mi padre decidió volver a Japón
-Wow no sabía nada de eso, y eso que siempre miro cada reportaje en el que sale
Uchiyama sonrió nuevamente ante el comentario, pero sus ojos tenían otro tipo de mirada, una mirada que Akihito conocía bien. El mayor comenzó a acercarse a Takaba, dándole el tiempo suficiente para detenerlo si así lo quería, pero Akihito sólo cerró sus ojos al sentir los labios del fotógrafo sobre los suyos. Realmente debía dejar continuar esto?
Akihito trataba de razonar mientras los avances por parte de Uchiyama y el alcohol subían. Su conciencia se fue apagando a medida que la noche avanzaba.
Un nuevo rayo de sol golpeó el rostro de Takaba haciéndole despertar perezosamente. Lo primero que notó fue una inconfundible jaqueca debida a el alcohol de la noche anterior, lo segundo fue la desnudez de su cuerpo y la tercera fue el cuerpo también desnudo de Hiroki Uchiyama en su cama.
Akihito se incorporó rápidamente y trató de recordar exactamente lo que había sucedido anoche, no era una tarea fácil de realizar ya que cada vez que trataba de pensar, la cabeza le daba vueltas y un dolor punzante le detenía, pero no había que ser un genio para darse cuenta de que había pasado la noche con otro que no era Asami. Al recordarlo, un sentimiento de enorme vació le invadió y de pronto sólo tenía ganas de llorar... el sonido del timbre cambiaron sus emociones a sorpresa y tomando sus pantalones se dirigió a la puerta.
Su sorpresa fue remplazada por terror cuando vio en el umbral la peor de sus pesadillas...
-A... Asami...
