Titulo: Pertenencias.
Fandom: -Man.
Pareja: Kanda/Allen.
Prompt: Celos.
Advertencias: Uso de palabras altisonantes, hints de Laven.
N/a: Es para el drabblethon (ya debidamente publicado)

"Es un idiota"

Aquello fue lo primero que Kanda pensó al conocerlo, lo segundo "él parece un brote de habas"

Los demás no merecen ser mencionados, por el simple hecho de ser variables del primero con el segundo, pero lo que sin duda alguna le perece inquietante al samurái es la frecuencia con la que pensaba en aquel frijol. Y eso le molestaba, acto que no duda en mostrarle cada vez que ve al subnormal.

Genial, absolutamente genial, ahora el Conejo idiota y ese estúpido Moyashi eran amigos.

Desde su mesa el joven japonés podía observas sus irritantes rostros, tan concentrados uno en el otro, que en vez de darle asco debería alegrarle, probablemente; quizás de esa manera ese pelirrojo hiperactivo estaría menos enfocado en molestarle ahora que el brote de habas parecía haberse convertido en su mejor amigo.

Pero del dicho al hecho…A Kanda eso no le hacía ni una pizca de gracia, ahora el enano anormal se la pasaba pegado a ese pervertido conejo, al parecer ya no tenía tiempo para una saludable pelea.

No, él no podía extrañar las estúpidas discusiones con el frijol, claro que no, Kanda no sentía esas tontas molestias en la boca del estomago cada vez que veía a su Moyashi cerca del otro exorcista. Jamás, Kanda Yuu nunca estaría celoso de alguien como Lavi, de ninguna manera. Además, tampoco le gustaría alguien como ese sensible niñato.

A él no le gustaba Allen Walker, Kanda no estaba celoso, no le importaba la alarmante cercanía del rostro del peliblanco y el joven Bookman.

Pero el samurái era posesivo con sus cosas, y aquel brote de habas fue suyo desde la primera vez que lo apunto con Mugen.

–Che.

Ahora Kanda tendría que ir hasta allá y dejarle claro al conejo que aquel frijol ya tenía dueño.