Disclaimer: HP no me pertenece.
Tras la sonrisa de un dragón
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..." ahora es único en el mundo."
Sin saber cómo, la suave voz llegó a los oídos de Teddy y corrió sin dudarlo a ella, seguro que la había escuchado antes. Cuando la encontró por fin, provenía de un hombre de cabello rubios, que observaba un libro, pensativo, luciendo como si no pudiera decidirse si escoger ese libro u otro.
Curioso, se acercó a él y se paró a su lado. El rubio, un poco sorprendido por su cercanía, lo miró fijamente y fue en ese instante, ese pequeño instante, que Teddy supo que él realmente le conocía. Que en definitiva aquellos eran los ojos que soñaba en ocasiones, acompañado de una sonrisa cálida y palabras que lo hacían sentir protegido.
-Hola, pequeño-saludó un poco inseguro el otro.
Teddy sonrió contento y se acercó a él. No sabía que era, pero su olor le gustaba. Era tan familiar como el de la abuela.
-Hola, soy Teddy-respondió.
La sonrisa del slytherin titubeó.
-¿Dijiste Teddy?-preguntó, recordando aquel pequeño bebé que cargó en sus brazos hacía mucho tiempo.
-Si, soy Teddy y tengo...mmm...-se detuvo un poco antes de contar los dedos de la mano-cuatro-exclamó triunfante.
-Cuatro...-repitió el otro lentamente y luego sonrió enternecido y le acarició los cabellos.-Eso es genial, mi nombre es Draco-contestó.
-¿Qué haces?
-Bueno, estoy viendo este libro.
-¿De qué es?
-Es de un niño pequeño, que visita muchos planetas. Al parecer conoce a un rey. Creo que es muggle.
-¿Muggle? no lo he visto antes. Debe ser aburrido si Harry no me lo ha contado. Ya sé, preguntemos a Harry ¡Harry! ¡Harry!
El rubio se sobresaltó, cayendo en cuenta que un niño tan pequeño no debía estar solo, y que sus gritos podrían malinterpretarse y lo harían ver como si se lo estuviera llevando por la fuerza. Retrocedió ligeramente al ver que la gente se arremolinaba a su alrededor y se sobresaltó aún más cuando recordó que solo había conocido a un Harry en su vida. Y ese era...
-¡Teddy! Por Merlín, Teddy-exclamó un chico llegando hacia él-No puedes alejarte así.
Luego, lo tomó entre sus manos y miró al hombre que acompañaba al niño con una mirada de antipatía, que se volvió sorpresa al descubrir quien era.
-¿Malfoy?
-Potter-respondió.
-Pero que...
-¡Harry!¡Harry!-lo llamó Teddy, con la poca paciencia propia de los niños pequeños. -¿Ese libro es bonito? Dwaco quiere saber si debe comprarlo.
-¿Dwaco?-exclamó sorprendido.
-¡Harry!¡Harry! ¡El libro!
-¿Qué?
-Que si Dwaco debería comprar el libro. Te llamé solo para eso
Avergonzado por el libro en sus manos, de la sección infantil, Draco lo soltó y se apresuró a irse.
-En realidad, -dijo- creo que pasaré otro día. Adiós, Teddy.
-¿Eh, ya te vas?-hizo un puchero el menor.
-Si, recordé que tengo que estar en otro lugar.
-Pero...
-Adiós Teddy, Potter.
Viendo al rubio esfumarse y a Teddy hacer una mueca llorosa, Harry meció a Teddy en sus brazos y le dio un beso en la cabeza.
-Oh Teddy, no te preocupes. Seguro lo vuelves a ver.
-¿Cuándo?-lloró el otro. -Es mío, lo quiero llevar a casa.
-Él no es una cosa Teddy. No puede ser tuyo.
-¡¿Cuándo?!
Sabiendo que la última vez que Harry vio a Draco fue dos años atrás, cuando finalizó la guerra, pensó un poco su respuesta y luego miró a su ahijado, quien lo miraba impaciente.
-No lo sé. Pero dicen que cuando un dragón aparece frente a ti es de buena suerte, y él es tu familia, ¿no? Estoy seguro que lo volveremos a ver.
Tomando la mano de un insatisfecho niño, Harry se apareció en la casa de Tonks y luego pensó en visitar Malfoy Manor. Si Teddy quería a Malfoy cerca, Harry haría todo lo posible por dárselo.
