Hola a tod s, estoy muy emocionada de por fin animarme a publicar este fic, desde hace tiempo que lo he estado escribiendo, pero por una cosa u otra lo dejaba para después, desde mi infancia Candy Candy ha sido una historia que me dejó marcada al igual que a muchos de ustedes y como muchos de ustedes quede bastante insatisfecha con el final, afortunadamente Mizuki decidió publicar final story donde nos hace justicia a todas quienes quedamos inconformes, para algunos Candy encontró la felicidad al lado de Albert y esta bien es la percepción de cada quien, pero para muchas como yo es más que obvio que Mizuki les hizo Justicia a Candy y Terry, porque un amor como el de ellos no podía quedar así, este fic reúne las pistas y acontecimientos importantes que nos deja Mizuki para saber que al final Candy y Terry quedan juntos, espero y no haya muchas similitudes con otros fics, he leído muchísimos y tal vez en algunas cosas puedan parecerse y esque quien no al estar leyendo un fic no ha pensado "wow yo también imagine eso" jaja pero bueno yo les juró que todo lo que a continuación viene lo saque de mi cabecita. Espero y les sea de su agrado y esperó todos sus comentarios.

La promesa.

Capítulo 1 Promesas no cumplidas.

Era invierno de 1923 en la ciudad de Nueva york, la noche era una noche fría la nieve caía sin parar y el viento helado calaba los huesos de quien caminara por las calles, en un hospital se encontraba un conocido y famoso actor esperando por las noticias de salud de la que ha sido su prometida los últimos 8 años, en los últimos 4 meses habían visitados el hospital en repetidas ocasiones pero ese día parecía que la visita se extendería por varios días; -"Sr. Graham me haría el favor de acompañarme a mi oficina " le dijo el médico al famoso actor el cual sólo acento con la cabeza y siguió al doctor.

Dígame doctor Michaels como se encuentra Susana- dijo el actor con un tono de preocupación en su voz.

Sr. Graham no le voy a mentir- dijo el doctor con un semblante bastante serio- La srita Marlowe esta muy delicada, la neumonía empeoró pero lo que más me preocupa es su corazón, esta muy débil por todos los problemas anteriores que ha venido presentando, no quiero ser pesimista, pero tengo y es mi obligación hablarle con la verdad, la srita Marlowe esta en un estado crítico, su corazón podría fallar en cualquier momento y ustedes deben de estar preparados para todo.

Que me esta queriendo decir exactamente doctor? Que Susana va a….. ella va a…..

No le estoy diciendo eso señor, pero es una posibilidad, ella esta muy delicada, medicamente haremos todo lo posible por hacer que salga de esta crisis, pero el tiempo tiene la última palabra.

Cabizbajo salió el actor hacia el cuarto de su prometida, ahí se encontraba una mujer de aproximadamente 50 años de edad, pero que aparentaba mayor edad debido a las pronunciadas arrugas en su cansado rostro las cuales eran seguramente producto de los años recientes de desvelo por la salud de su única hija.- Sra Marlowe tengo que hablar con usted, acompañarme afuera por favor- Fuera del cuarto el aclamado actor le contó todo lo que le había dicho el doctor a cerca de la delicada salud de Susana; - Que! No! No puede ser mi pobre hija condenada a muerte!-. Dijo la sra Marlowe con voz llorosa e histérica.

-Esto es culpa tuya Terruce! Desde que mi hija te salvo la vida su salud ha ido hacia abajo y ahora a sus escasos 25 años no solo perdió sus sueños, sus ilusiones por ti, ahora también perderá su vida, maldito sea el día en que te cruzaste en su camino!

- Basta señora!. Dijo Terry al punto de perder los estribos, si la sra Marlowe tenia una virtud, esa era sacar a Terry de sus casillas con el mismo reproche de siempre. – Lo que pasó hace años fue un accidente ya se lo he dicho millones de veces!

- Accidente o no mi hija quedó en ese estado por salvar tu miserable vida, todo lo ha perdido por ti, ni siquiera has tenido la decencia de casarte con ella, eso es lo que ella más ha deseado y ahora quien sabe si podrá tener tal alegría- Dijo la Sra. Marlowe limpiándose con un pañuelo las lágrimas de su rostro.

- Señora usted sabe que si yo no me he casado con Susana ha sido precisamente por su salud.

- Tonterías! Eso lo has estado agarrando de pretexto para no cumplirle a mi pobre hija.

Terry apretó los puños, sabía que ese reclamó que acababa de recibir era cierto, aunque había tratado con toda sus fuerzas amar a Susana, el recuerdo de unos ojos expresivos color verde esmeralda y una nariz respingada llena de pecas siempre acababan apareciendo.

"Candy aunque pasen mil años creo que estaré condenado a tu recuerdo… mi pequeña pecosa… han pasado muchos años desde que nos dijimos adiós….espero y seas feliz donde quiera que estés…yo…yo simplemente no puedo Candy….no puedo sin ti"

Señora si Susana esta de acuerdo en cuanto salga del hospital nos casaremos.

En la ciudad de Chicago un joven de cabellos castaños, ojos color avellana y un estilo de vestir impecable esperaba en las afueras del hospital Santa Juana el cambio de turno de las enfermeras, esperaba impaciente la salida de una en particular que hacia ya algo de tiempo que no veía debido a su ajetreada agenda como economista del banco familiar, tanto el como su esposa deseaban con ansias ver por fin a tan peculiar enfermera y aprovechando que otro particular miembro de la familia estaba disponible esa noche, decidieron organizar una cena para ponerse al tanto de todo lo que les ha ocurrido en el tiempo que no se han visto.

Archie, Archie!- Gritaba una enfermera blanca como la nieve, ojos grandes y expresivos color esmeralda, una nariz pequeña y respingada cubierta de pequeñas pecas que salía corriendo a lo largo del pasillo que daba al vestíbulo del hospital.

Candy! – respondía el castaño emocionado- cuanto tiempo sin verte!

Archie como has estado, como esta Annie y el pequeño Stear ha de estar muy grande ya!

Así es Candy esta enorme pero ya lo verás y Annie esta muy bien con muchas ganas de verte, te esta esperando muy emocionada.- Le dijo el castaño mientras le abría la puerta de su coche.

Que emoción verlos por fin! Que tal su viaje?

Muy tranquilo afortunadamente, el pequeño Stear se comportó a la altura.

Me alegra escuchar eso, con lo inquieto que es ... Y dime Archie, quienes asistirán a la cena?

No te preocupes Candy sólo seremos Annie, Albert y yo, la tía abuela no esta en casa, tubo que asistir a esas reuniones que hacen para recaudar fondos y claro que a los Leagan no los invitamos.

Jajaja lo siento pero me alegró que no los hayan invitado, la verdad tuve un día muy ajetreado en el hospital y no tengo ganas de aguantar los comentarios mordaces de Eliza y Niel, por cierto Archie pensé que Albert vendría contigo.

Lo se Candy, tenía muchas ganas de venir también a buscarte, pero ya sabes que los negocios no lo dejan en paz, afortunadamente tubo un pequeño espacio para poder reunirse con nosotros .

Sabes Archie…-Dijo la enfermera con melancolía- aunque este muy feliz de que el tío abuelo Williams sea Albert, en ocasiones siento pena por el, es decir Albert siempre había sido un alma libre y verlo siempre de viaje en asuntos de negocios o encerrado todo el día en una oficina me da tristeza- Dijo Candy cabizbaja.

Lo se Candy, pero el dice que esta bien, que disfrutó de su libertad todo lo que pudo y ahora esta cumpliendo con su deber como cabeza de la familia.

La plática fue fluida y amena la rubia y el castaño reían a la par recordando momentos que iban desde su adolescencia hasta su edad adulta, sin darse cuenta pronto llegaron a la mansión de la familia Ardley donde una joven pelinegra de ojos azules y un hombre alto rubio de cabello corto y ojos celestes los esperaban, - Candy! Oh Candy tenía tantas ganas de verte!- Dijo la pelinegra corriendo a abrazar a la rubia.

Annie! Yo también hermana te he extrañado mucho! Ya no se vayan tanto tiempo quieren?

Que más quisiera yo Candy pero Archie tiene muchos negocios que atender.

Y el pequeño Stear donde esta?

Esta durmiendo una siesta, ya lo verás ahorita lo mucho que ha crecido desde la última vez que lo viste.

Al fondo del salón de te, una voz masculina se hizo notar- Y a mi pequeña, acaso no me vas a saludar?

-Albert! Que gusto verte!- corrió Candy a darle un fuerte abrazo.

- Como has estado pequeña?

- Muy bien Albert, aunque he de decir que algo triste de que mi tío abuelo favorito me tenga muy abandonada- dijo haciendo cara de puchero.

-Vamos Candy no me gusta que me llames así, soy sólo Albert.

- Esta bien Albert, tendré que obedecer a mi padre si es lo que quiere- dijo Candy provocando la risa de Annie y Archie y el puchero de Albert.

La comida transcurrió amenamente, se pusieron al corriente de todo lo que les había acontecido en todo el tiempo que no se habían visto, compartieron anécdotas y risas durante horas que el tiempo se les fue volando.

-Lo siento chicos, tengo que retirarme, mañana tendré una reunión muy importante y tengo que levantarme muy temprano- Dijo Albert levantándose de su asiento.

- Albert, nos veremos pronto?.- preguntó Candy con tristeza en su voz.

- Si pequeña , iré a visitarte antes de irme de viaje la semana entrante, te lo prometo.

- Esta bien Albert cuídate mucho y suerte en tu reunión.

- Gracias Candy, hasta luego chicos me dio gusto verlos y denle un beso al pequeño Stear de mi parte.

-Albert espera- Lo detuvo Archie- Con la plática se me paso comentarte unos asuntos financieros que me interesaría consultarte, crees que me puedas dar 20 minutos antes de irte?

- Claro que si Archie, chicas disculpemos un momento.

- No se preocupen- dijo Annie- Candy va a acompañarme a la alcoba a ver que esta haciendo Stear y su nana.

En la recámara de Stear, la Sra. Parker una mujer de edad avanzada pero de un espíritu jovial jugaba con el pequeño Stear de casi 3 años, en efecto era un pequeño bastante inquieto, de cabello negro como su madre y ojos avellana como su padre

- Stear! Que hermoso y grande estas! Déjeme cargarlo a mi Sra. Parker por favor que hace mucho que no veo a este galante jovencito- Dijo Candy quitándole a la nana de los brazos al pequeño Stear.

- Sra. Parker ya es tarde por favor retírese a descansar, muchas gracias, yo me encargaré de Stear.

-Como usted guste señora, mucho gusto en volverla a ver señorita Candy- con estas palabras la Sra Parker se retiró a sus aposentos.

-Mira Candy!- Exclamó Annie emocionada sacando una bolsa con vestidos del closet de la recámara de Stear.- Los compre en París esta última vez que fuimos, no son bellísimos?

-Son hermosos Annie! Muy hermosos, estoy segura que parecerás una princesa con ellos y que a Archie le gustaran-Dijo Candy lanzándole una mirada picara y jugando con el pequeño Stear en brazos.

-Gracias Candy, dime cual te gusto más?

-Todos son bellísimos, pero este color rojo con encajes es el más bello de todos.

- Que bueno que te gusto ese eso quiere decir que conozco muy bien tus gustos- dijo Annie con un tono de satisfacción en su voz- porque ese es el tuyo-.

-Que?- Dijo Candy sorprendida- Annie este vestido es muy fino y caro, yo no puedo aceptarlo además donde me lo pondría?

- No lo se Candy, pero tienes que tener un vestido así en tu armario porque no sales de los uniformes de enfermera y vestidos sencillos, además no te preocupes de donde usarlo, puedes ponértelo en el baile que darán este sábado los empresarios que trabajan con Archie, va a ir un abogado que quiero presentarte, es muy guapo y exitoso además de simpático.

El semblante de Candy paso del de una niñita emocionada por su vestido nuevo al de reproche cuando Annie mencionó lo del abogado.

-Annie, en verdad te lo agradezco, pero no hay necesidad de que me presentes a cada soltero que asiste a las fiestas de los empresarios que trabajan con Archie, tu sabes que entre el hospital, el hogar de Ponny y la clínica del doctor Martín no tengo tiempo de una relación.

-No tienes tiempo o no tienes ganas Candice?- preguntó la morena frustrada por la negativa de su amiga.

- Tiempo Annie, no tengo tiempo.

-Candy… dijo la morena tomando aire y armándose de valor para lo que a continuación iba a decir- El tiempo te lo puedes dar si tu quisieras eso lo sabes bien, hermana…. Tu me has dicho en varias ocasiones lo feliz que me veo al lado del hombre que amo y de mi hijo, yo quiero esa plenitud para ti Candy, yo se bien que eso era algo que tu querías también, formar tu propia familia, pero ahora Candy… ahora eres esclava del trabajo y obligaciones que tu sola te has impuesto, el turno que tienes que cumplir en el hospital no te quita todo el día, además desde que te reincorporaste por recomendación de Albert puedes reducir fácilmente tus jornadas es uno de los privilegios que tienes por darse a conocer que eres una Ardley, la señorita Ponny te ha dicho que no es necesario que vayas al hogar tan seguido y el doctor Martin esta satisfecho con la enfermera que tu misma recomendaste y aleccionaste, entonces Candice si tal vez te tomarás un poco de tiempo y quisieras poner de tu parte para tratar de conocer a alguien, no tendrías problema….no te comprendo Candy o dime una cosa hermana….- Annie una vez más tomó aire al lanzar la siguiente pregunta, dudó en hacerlo pero sabia que no había más remedio.- Es por el Candy? Es por Terry que no te ánimas a salir con alguien, es decir… no lo has olvidado?

El silencio reino algunos segundos la habitación, Annie vio con tristeza como con sólo mencionar su nombre, el semblante de Candy sólo reflejaba una profunda tristeza.

-Disculpame Candy, no debí preguntarte eso, podrías perdonarme por favor?

- No te preocupes Annie, es sólo una pregunta no tengo nada que perdonarte, la respuesta es no Annie, no es por el, sería tonto de mi parte reusarme a salir con chicos cuando el tiene su vida hecha al lado de otra mujer en Nueva york.- Al momento que dijo estas palabras, sabía que estaba mintiendo.

Candy se adentro en sus pensamientos, " olvidarlo? Como podría olvidarlo si le deje mi alma y mi corazón en ese hospital cuando le dije adiós, Terry…. Inolvidable Terry, esperó que tu si me hayas podido olvidar y que seas feliz al lado de Susana porque esto de estar atada a un recuerdo es…..es muy doloroso y tu me prometiste ser feliz, yo…. Perdóname Terry no he podido cumplir mi promesa, sin ti simplemente no hay felicidad para mi".