VICTIMAS

"La mano es más rápida que la vista"

Cuando parece estar todo en calma, alguien puede estar en el ardite de una nueva treta, sin conocer hasta donde será capaz de llegar y cuanto se llevara en su camino.

No sabemos muchas veces si es un camino sin regreso, pero se dice también que no hay camino que no haga sino andando.

Les comparto una nueva historia.

ANA MARIA

Capítulo 1

Malos recuerdos

En medio del verano, con el viento soplándole de frente podía sentir el frio andino que le hacía recordar que estaba viva, miraba hacia un punto fijo sin ver nada concreto, el suave viento helado alborotaba sus cabellos azulados cayendo estos sobre su hermoso rostro

Una voz la sacaba de su ensimismamiento en el que se hallaba, regreso a mirar y ahí estaba ese muchacho alto de oscura cabellera brindándole una sonrisa, la toma de la mano y la anima a seguir.

Pero ese día en especial su cuerpo estaba ahí más sus pensamientos estaban al otro lado del mundo, no comprendía que se sintiera como ese día que decidió dejar atrás todo, miro al joven que la acompañaba y le fingió una sonrisa él se había convertido en todo lo que tenía desde ese día; su vida había cambiado y al parecer sin opción a retorno.

Tomo la mano de su acompañante para seguir, había salido para olvidar lo que hace 3 años atrás había pasado y aunque se negaba a si misma aun dolía y esa herida no había cicatrizado, miro al joven azabache de piel canela y suave voz que la guiaba como hace algún tiempo.

Siguió la subida a coronar el dichoso volcán tan parecido al Fuji en su amado Japón, nunca pensó estar tan lejos de su familia y para ellos todo había vuelto diferente.

Seguía de subida y aunque una mano la sostenía era la de quien menos pensó, sentía el aire frio y la falta de oxígeno mientras encumbraba mas eso no fue impedimento para seguir, para no pensar, para olvidar ese episodio que marco su vida y la alejo de todo.

Faltaba poco, no quería rendirse, quería estar muy cansada para no pensar para dormir para ya no recordar esa decisión que tomo hace tiempo atrás, miraba la helada nieve y lo despejado del paisaje y como quería que así estuviera ese día su corazón.

Estaba en la cima el frio era notable, la nieve de la cumbre era magnifica, tan fría tan helada tan blanca como el recuerdo que quería sacar de su mente.

En ese silencio majestuoso ese recuerdo que parte de su vida se quedó al otro lado del mundo, aquel que se negaba a salir, ni el tiempo ni la distancia habían podido acabarlo.

Acomodo sus cabellos y faltaba el oxígeno, tomo una bocanada más para llegar ya estaba a nada de la cumbre, vio al joven dándole ánimos para seguir, pasaban los minutos ya quería encumbrar, respiraba con dificultad y el sudor y el cansancio eran insufribles, abrió los ojos y ahí estaba en medio de la nada en una de las cumbres más altas.

Miraba alrededor y se topó con el cielo azul, tan azules como unos ojos que no salían de su mente y ese recuerdo volvió a su mente, esa mirada que la cautivaba no podía negar que dejo muy lejos pero estaba presente de una manera inusitada en ella.

Miraba al joven que le hacía señas, se notaba muy contento por haber coronado con los otros montañista con los que se prepararon por meses y que los acompañaba, así que volvió en ella y sonrió también, fue donde él y de hecho empezaron a tomar fotos en medio de la inmensidad de la ruta de los volcanes y el espectáculo majestuoso de ver desde esa cumbre otros majestuosos, miraba la magnificencia del paisaje pero no bastaba para sacar aquél recuerdo incompleto.

Por el cual perdió todo sin entender

Estaba cansada del esfuerzo físico puesto ese día y lo que deseaba era dormir y ya no pensar, esa fecha era para ella aun imborrable por todo lo que implico.

Pasaron un tiempo allí con la sesión de fotos y antes del atardecer bajaron al refugio, el joven sintió rara a la peli azul, mas no quiso incomodarla en ese momento y siguieron el descenso llegaron cuando el atardecer terminaba y la noche hacia su visita.

El frio era fuerte, el chico sentado a su lado con la gente del refugio bebían chocolate caliente alrededor de una mesa improvisada.

_ Akane ¿pasa algo?, estas muy extraña desde la mañana_ miro a la joven y le pregunto bajito

_ ¡Jonathan!... ¿porque lo dices? _ la peli azul miraba seria al joven después que el la sorprendió

_ No lo sé_ bebía el chocolate y miraba a un punto perdido _ te siento extraña, quizás es impresión mía

_ Jonathan es el cansancio, mira qué meses de preparación y hemos culminado _ alzo su taza de chocolate en modo de Brindis

Los dos jóvenes terminaban su bebida, Akane sabía que no era cierto lo que le había dicho al joven pero no quería remover ese pasado que de alguna manera le dolía.

Como dispuso la gente del refugio todo el grupo tenía un lugar asignado y así durmieron en su lugar designado y al estar cansada pego la cabeza en su almohada y cayo rendida, el sueño que tenía estaba tranquilo hasta que en el más profundo sueño escucho su voz

_¡ AKANEEEEE! _ Y se despertó de golpe, parecía tan real al final se dio cuenta que fue solo un sueño.

Tomo la frazada que estaba encima de ella eran casi las cuatro de la mañana, se arropo más y se tapó la cara, su mente daba vueltas y esa ansiedad que había sentido hace mucho tiempo se hacía presente.

Deseaba que se la trague la tierra, más debía controlarse ni era el lugar ni la hora tampoco, vio que los otros dormían aún era de madrugada para ser más exacto eran ya las 4:05 Am tomo su celular que estaba a la mano...

Necesitaba comunicarse inmediatamente así que texteo.

_ ¡Hola!

_ Hermanita… ¿Quién diría que escribieras?

_ Nabiki. ¡Por favor! _ leyó el texto recibido

_ Akane deja de ser amargada_ reía irónicamente al otro lado del mismo

_ Dime, ¿Cómo esta nuestro padre y Kasumi?

_ ¿no me preguntaras de Ranma?

_ fui clara Nabiki, dime ¿cómo están?

_ Tranquila Akane, nuestro padre está bien, Kasumi con los preparativos de la boda y el arreglo de la casa del Dr. Tofu pues ya te imaginaras

_ Al fin ese par se casa, parecía imposible

_ Los Saotome, tía Nodoka está bien, el tío Gemma ya sabes en lo de siempre…

_ No sigas Nabiki

_ Akane, Ranma está comprometido con Ukyo, lo sabias ¿cierto?

_ Prefiero no hablar de él, es libre de escoger su camino_ aunque le dolía por muy dentro leer ese texto, contuvo las ganas de llorar que tenía, solo cerro sus ojos aún era incrédula.

_ Pero lo sabes, no comprendo porque no das la cara de una vez, todos tenemos derecho a equivocarnos, déjame decirte que con tu numero fue fácil saber dónde estás.

_ Nabiki por favor, para que quieres saber de mí, acaso mi padre no dijo que soy la deshonra de la familia que ya no era su hija y que desapareciera, solo cumplí su deseo.

_ eso quiere decir una sola cosa, no vendrás ni a la boda de Kasumi

_ Le deseo lo mejor, pero prefiero no importunar a nadie, además que solo tú sabes de mí.

_ Akane, hermanita… mi padre ya te perdono, por favor piénsalo y regresa

_ Nabiki solo quería saber de ustedes, ya amanecerá aquí y debo ocuparme, te escribiré otro día, cuídate mucho y trata de descansar.

_ Akane nunca fuiste cobarde, pero está bien, ha sido difícil creo para ti, te escribiré pronto.

Akane salió de su App y escucho el reloj despertador que tenía la guía del grupo para reiniciar las actividades de ese día para el descenso.

Así que levanto su frazada y se dispuso a comenzar el día, de a poco los demás fueron despertando entre ellos su compañero Jonathan que al verla se acercó a saludarla

_ Mi niña hermosa, ¿estás bien?

_ Gracias Jonathan, estoy bien

_ Aun con esas ojeras te lucen bien_ el joven rio un poco

_déjame en paz ha sido agotadora la jornada de ascenso, prepárate debemos desayunar para emprender el descenso.

_ está bien, me alisto, apresúrate que a las 6 será el desayuno.

_ estaré lista, no te preocupes _ fingió una sonrisa

El joven se alejó de a poco a su sitio, mientras la peli azul seguía en lo suyo, se aseo y se mudó se ropa y se dedicó al arreglo personal antes del desayuno para finalmente descender.

Ese día en particular quería sacarlo del calendario

Tomo lo que debía arreglo su ropa metió todo en su mochila sus frazadas y ya organizaban para descender.

En la salida estaba el encargado del refugio dando indicaciones, ella se puso a lado de su compañero y escucho todo, sus instructores indicaban como deberían bajar, la mayoría era extranjeros como ella así que ellos los guiaban para que no haya problema.

Deseaba dejar aquel recuerdo en ese lugar al cual pocas veces se alcanza y son pocos los privilegiados, quizás uno de los lugares más cercanos al sol y ella había llegado ahí justo ese día.

Miro maravillada ese paisaje en medio de la inmensidad de la nada, podía ver los volcanes a su alrededor pero más podía martillar ese asunto a medio resolver, aun sin comprender como sucedió.

Respiro hondo el aire helado como para sentirse viva y recogió su maleta y siguió al grupo de jóvenes que iban con ella.

El descenso fue exitoso, llegaron al fin al auto que los recogería y los llevaría de regreso a la cuidad para volver a la locura que eran sus vidas en esa gran ciudad donde el viento soplaba helado así sea verano, a pesar de todo se acostumbró a esa ciudad donde era un contraste de todo gente de todos los lados imaginables y su arquitectura parte moderna, partes antiguas y era todo un contraste.

Aquella cuidad se volvió su refugio y aunque le costó, se pudo adaptar a ella con todo lo que era vivir ahí y a ese pequeño país que le ofrecía lo que pudiera imaginar.

Aun en ese pequeño paraíso no pudo dejar de pensaren cierto joven de cabello azabache que dejo atrás para seguir con su vida y que le pudiera hacerlo también, aunque eso en el momento de tomar decisiones no peso; el tiempo fue dándole el espacio propio que tenía el en su vida.