¡Hola!
Sí, sí, sé que uno debe terminar las historias antes de empezar con otras, pero este proyecto me parece irresistible en todas las maneras posibles. ¿Han visto la película de la propuesta? Bueno, hice una "ligera adaptación" donde la idea inicial es similar, pero las modificaciones fueron demasiadas. Espero que los personajes no parezcan muy OOC, pero si lo parecen...pues se aguantan, por eso faltan muchos capítulos, bueno no tantos, es mi proyecto de vacaciones, por eso no debe durar mucho. Además si tiene errores ortográficos también se aguantan porque son las 2 am y tengo el insomnio suficiente para publicar éste documento pero no la paciencia para revisarlo. (Confío en Word 2007 jajaja) Como siempre la diferencia de edad se reduce a unos...tres años quizás a lo mucho. Y Hope tomó esteroides de Paals que lo hacen ridículamente alto.
Disclaimer: Nada me pertenece, pero cuando gobierne el mundo será todo mío.
Este capítulo lo escribí mientras escuchaba la canción de "No words" de The Script, aunque no le encuentro relación alguna con la trama en realidad xD
Negocios y familia.
El restaurante ubicado en la plaza comercial era lúgubre, carente de una iluminación decente, el olor a tabaco se impregnaba en la ropa aún sin haber fumado, un grupo de comensales platicaban entusiasmados al lado opuesto, la escandalosa risa de una mujer era audible aún a pesar del ruido de la música.
Delineó el contorno de la taza de café con la yema de los dedos, el vapor emanando del insumo distrajo sus pensamientos, deseaba estar afuera, o cuando menos, que el tiempo avanzara con mayor rapidez para poder retirarse sin parecer grosera. La plática sería más interesante si estuviese repleta de silencio, no de relatos sobre relaciones fallidas. El hombre con el que estaba, un contador, alto, delgado, con rasgos de ascendencia europea acababa de ordenar su tercer trago, podía aseverar con certeza su baja tolerancia al alcohol en la forma que arrastraba la lengua al pronunciar las palabras; ya era demasiado que hubieran pasado los últimos veinte minutos hablando de una ex novia que él tuvo durante la secundaria como para sumarle su creciente estado de ebriedad.
Si había algo que Lightning Farron odiaba más en este mundo que a su cuñado, era sin duda la insistencia de su hermana menor en conseguirle una pareja, Serah Farron era una indudable soñadora de las historias románticas, a Lightning no le desagradaría el aspecto cursi de la joven, si esto no le afectara directamente desde hace unos meses. Su hermana menor estaba empecinada en sacar a Lightning de su cómoda y tranquila vida en soltería, de acuerdo a sus palabras, no quería ver a su hermana viviendo en una casa rodeada de gatos. Lightning era alérgica a los gatos, era cierto que hace mucho no tenía una pareja sentimental, pero actualmente se sentía a gusto en ese estado.
Todo comenzó hace varias semanas cuando uno de sus camaradas en la Guardia anunció su compromiso con la secretaria de una empresa localizada dos calles más adelante del cuartel: Las felicitaciones no se hicieron esperar, cuando el hombre les hablaba de la forma en que conoció a su futura esposa, Serah llegó buscando a Lightning por una información sobre papeles de Snow y escuchó la historia junto con el grupo. Parecía no haberle dado mucha importancia al asunto hasta que una semana después, la invitó para que cenaran juntas, donde comenzó a bombardear a la teniente con insinuaciones sobre cuándo sería su turno de comprometerse con alguien, con una habilidad adquirida a través del tiempo, la joven logró evadir la conversación con astucia.
Tres días después, inesperadamente Serah la contactó suplicándole que saliera con un conocido suyo que parecía muy interesado en la primogénita Farron –Sólo será una cita, por favor Lightning, prométeme que irás, ¿Si? –Una cita. Sólo una. Con un hombre desconocido. Ésta era la séptima cita en la que se veía envuelta gracias a su hermana. Al igual que las anteriores, había sido un fraude total, dejando a la soldado más que feliz con su soledad. Un hombre la hizo pagar la cuenta, el siguiente se puso a gritarle al mesero por el mal servicio, y en ésta ocasión, no había sido muy distinto, Giovanni Carlyle, la cita de ésta semana, como las llamaba en tono de burla, había decidido hablar durante toda la cena y embriagarse.
El hombre farfullaba una y otra vez haciendo pausas para recordar lo que estaba diciendo. Entretanto Lightning hacía cuentas mentales, tratando de estimar el tiempo que tendría que permanecer antes de salir huyendo de aquí. Tenía hambre y se negó a ordenar algo de comer que pudiera alargar su ya tediosa estadía – ¿No opinas lo mismo?-
La pregunta la tomó desprevenida, si tan sólo hubiera escuchado lo que el hombre había estado diciendo los últimos treinta minutos, probablemente podría responderle. Ahora mismo no tenía idea de qué estaba hablando. Fijó su mirada en ella y repitió la pregunta. Lightning bebió un sorbo del amargo café tratando de recordar si había escuchado algo que le diera una pista de la respuesta a esa pregunta. Su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su chaleco, deteniendo sus pensamientos y sobresaltando al hombre.
Respondió a la llamada sin pensarlo dos veces. Quien quiera que estuviera llamando acababa de sacarla de un momento muy incómodo. -¡Hola Light! Hey, ¿Estás en tu casa?
-¿Hope? No, aún no llego ¿Por qué?
-Sí, soy yo, Hope. Es que hace mucho tiempo que no sé de ti -Era cierto que hacía bastante tiempo desde la última llamada, y era un poco inesperado que lo estuviese haciendo ahora. –Y necesito pedirte un favor, sé que es mucho pedir, pero quisiera hablar contigo personalmente, es algo arriesgado, pero de verdad necesito que me ayudes.
La última frase había encendido un foco rojo en su subconsciente, la preocupación sobre el bienestar del hombre al otro lado de la línea era visible en su tono de voz -¿Estás bien? ¿Pasó algo?
-Sí, sí, estoy bien, no te alarmes, es sólo un favor que tengo que pedirte, ¿Nos podemos ver en tu casa? ¿A las nueve?
-Claro, allá te veo. –Algo no pintaba bien en todo esto. Se levantó de la mesa, guardando su celular. –Debo irme. Hasta luego.
Sin mayor explicación salió del establecimiento, pagó el estacionamiento de la plaza comercial y condujo rumbo a su casa dejando a un confundido ebrio detrás. Si un policía viera la forma en que maneja esa camioneta, seguramente le revocarían la licencia. Afortunadamente no cruza con ninguno en su trayecto. Sus pensamientos divergen entre el bienestar de Hope y la forma en que le va a explicar a Serah que no necesita una pareja ahora. Se pregunta una y otra vez la forma en que se deshará de tan fastidioso problema, sin respuesta alguna, lo único que puede pensar es si tuviese una pareja, su hermana menor posiblemente la dejaría en paz de una buena vez.
Estaciona el auto y esboza una pequeña sonrisa para saludar a la vecina que está regando sus plantas en el patio contiguo, cruza la puerta y arroja su sable sobre el sillón, busca a tientas el control de la televisión para sentarse a ver el noticiero. No han pasado siquiera diez minutos cuando escucha el timbre de la puerta.
-Te ves algo cansada Light –Le saluda con una sonrisa, mientras entra en la casa, su aspecto es casual y relajado, por dentro es un manojo de desesperación, pero esa es una historia distinta.
-Supongo que sí, acabo de regresar de una cita –Comenta sarcásticamente acomodándose de nuevo en el sillón –Siéntate, estás en tu casa –El hombre toma asiento visiblemente nervioso.
-¿Una… cita?
-Sí, Serah cree que necesito una pareja y es el tercer fraude de este bimestre. –Hope sonríe y masculla un "Perfecto"
-Rayos, ¿Porqué?
-No tengo idea, es un fastidio tener que lidiar con esto, uno de ellos me hizo pagar la cuenta de la comida, el de hace rato se embriago platicándome sobre su ex pareja de la secundaria, me salvaste de pasar veinte minutos más en ese infierno. Serah no está contenta –Hope ríe por lo bajo, esto es conveniente, muy conveniente. La personalidad de Lightning Farron acaba de ayudarlo aún sin estar consciente de ello.
-¿En serio?
-Ya no sé cómo deshacerme de ella. Creo que no piensa detenerse con esto… Al grano Hope, me divago. ¿Qué ocurre? –Apaga el televisor y la casa queda en un silencio aterrador. Aclara su garganta y la mira fijamente.
-Eh, Lightning yo… -La calma que está tratando de mantener se le escapa de las manos lentamente, el largo discurso que tenía preparado se convierten en palabras atrapadas en su subconsciente sin salida. Sus respiraciones comienzan a ser lentas y profundas, en un vano intento por disminuir la creciente aceleración de su ritmo cardíaco. El sonido del celular de Lightning quebranta la callada atmósfera. El día de hoy ha sonado más veces que en la semana entera.
-Es Serah –Dice respondiendo a la llamada. –Hola… no, igual que las anteriores. No Serah, ya te dije que no, gracias, pero me rehúso a salir a una cita arreglada otra vez. Hablamos luego, estoy ocupada. De acuerdo, adiós. –Lightning hace una breve pausa mientras extiende su mano para poner el celular sobre la mesa. – Continúa
Cuando la teniente fija su mirada en él, Hope está jugando con sus dedos y un sudor frío que recorre todo su cuerpo le hace percatarse que todo el intento de tener una conversación decente con la joven y convencerla que esto no es una locura termina saliendo terriblemente mal.
-¿Lightning, te casarías conmigo?
Lightning Farron jura sentir que su corazón se detiene, frunce el seño inmediatamente y parpadea un par de veces. El café de hace un rato debía estar severamente adulterado, no hay otra forma para que alucinaciones de ésta índole comiencen de la nada. -¿Qué dijiste? –Su intención no es que su voz tenga un tono tan nervioso, pero no puede evitarlo, ésta es la primera propuesta de matrimonio que ha recibido en sus veintiséis años de vida.
Éste no era el plan original. El plan original incluía una plática extensa de las razones por las cuales esto es tan repentino, detallando con cautela cada punto y finalmente convenciendo a Lightning. Pero algo dentro de él perdió el control como solía hacerlo durante el viaje l'cie. Hope ahora es un ingeniero exitoso que sabe hablar bien en público, con un vocabulario extenso y utilizando las palabras adecuadas en cada ocasión. Eso es, claro, hasta que vio a Lightning. Tan pronto entró por la puerta y la miró a los ojos, los nervios lo dominaron, un detestable cosquilleo en su estómago le decía que ésta fue una idea muy mala, tuvo miedo al rechazo y a perder la amistad de Lightning. Tal vez, y sólo tal vez aún había una oportunidad de salvarse. Se arrodilló frente a la joven que aún lo miraba idiotizada. –Lightning cásate conmigo, por favor.
-¿Qué? –La soldado no puede decir otra cosa, el hombre está arrodillado a una distancia mínima, mientras ella trata de descifrar lo que está pasando aquí. –Pensé que venías a pedirme un favor.
-Es un favor ¿No? Maldición, ¿Porqué no puedo decirlo? Pensé que sería sencillo, ¿Sabes? Ensayé esto por horas frente al espejo…es una petición de un amigo, de otra forma, me dejarán en la calle -Bajo otras circunstancias, Hope realmente esperaba que la primera propuesta de matrimonio que él le hiciera a alguien fuera algo romántico, tierno y planeado con calma. No sonando como un completo loco desesperado frente a la joven.
-E-explícate.
XXXX
Sus amigos en la universidad pensaban que Hope Estheim tendría una vida muy sencilla después de graduarse en la facultad de ingeniería, su padre poseía una de las industrias más grandes en todo Paals, frecuentemente creían que lo harían socio inmediatamente saliera de la facultad. Secretamente Hope también añoraba tener un trabajo genial al graduarse. Cuando comenzó a laborar para la empresa de su padre, Bartholomeo Estheim le notificó una antigua tradición familiar que él no tenía contemplada. En lo absoluto.
-Cuando comencé a trabajar para tu abuelo, no me hicieron socio inmediatamente, tuve que trabajar seis años como un empleado regular para ascender de puesto hasta que me hicieron socio. –Hope asintió, aún entusiasta como siempre –Tu abuelo no me heredó la compañía hasta que me vio en una relación estable con tu madre, Nora. Esto ha pasado desde que se fundó la compañía mucho antes de la caída del Nido.
Hope dio un paso hacia atrás -¿Cómo?
-Así como lo oyes Hope, primero, vas a tener que trabajar como empleado regular hasta ascender de puesto. Y para cuando yo me retire y te herede la compañía, debes tener una relación estable con una persona que te haga feliz.
-¿Y para qué necesito una esposa?
Bartholomeo sonrió y respiró profundo, era justo igual que él hace varios años –No necesariamente una esposa, con una relación estable me basta. Verás, cuando uno es joven, hace muchas tonterías. Y es aún peor cuando se tiene el dinero para hacerlas. Tú te graduaste muy rápido. Lo que significa que serás el director de ésta empresa un día y no quiero que malgastes este patrimonio en la mala vida. Malas mujeres, vicios, y lujos excesivos que pueden poner en riesgo ésta empresa son cosas que no podemos permitir. Es por eso que las únicas dos condiciones para que heredes la compañía son ésas Hope, debes empezar desde abajo. Y debes tener una pareja estable que, por supuesto, me debes presentar.
-Papá, ¡Por Etro! Sabes que yo no soy así.
-Conserva la calma Hope, aún te quedan varios años para eso.
Varios años fueron muy pocos años. A su padre le tomó seis años llegar a aspirar a heredar la compañía, mientras que Hope sólo requirió de cuatro, a los diecinueve comenzó a trabajar para él, y a los veintitrés ya podría heredar la compañía de no ser por esa otra estúpida condición.
Al año siguiente, en su cumpleaños veintitrés, Bartholomeo Estheim le advirtió que estaba comenzando a pensar el retirarse.
Si había algo en lo que Hope Estheim a sus veinticuatro años de edad era terriblemente malo, era con las mujeres. Cuando sus "conocidas" escuchaban que era el hijo de un hombre adinerado, parecían mostrar interés en él. Tan pronto descubrían que Hope era "sólo un empleado" su estado civil pasaba de: A punto de tener una pareja. A un: Soltero de por vida.
Entonces Hope intentó por todos los medios encontrar a "la mujer ideal" para presentarle a su padre. No se encontraría en éstos apuros de no haber tratado de engañarlo. Sí, Hope Estheim, el brillante ex –l'cie había intentado engañar a su padre inventándose una novia falsa. Se compraba peluches en la tienda rumbo a su trabajo, inventando historias románticas de cómo pensaba entregárselos a la chica de sus sueños. Programaba llamadas con un cambiador de voz y fingía estar hablando con su pareja. Los viernes por la noche, salía a caminar al parque argumentando que tenía una cita muy importante. Era patético, pero funcionó durante un tiempo, escribió en una libreta una extensa descripción de su forma de ser, defectos, personalidad, historia y aspecto físico. La mentira era perfecta hasta que Bartholomeo comenzó a pedirle que la invitara a cenar.
Un mal día el celular se trabó en plena llamada falsa, y la secretaria de su padre lo escuchó, la voz de la "novia" se repitió como disco rayado una y otra vez sin que Hope pudiera detenerlo. Si ella no le hubiera delatado, sería mucho más sencillo pedirle a Lightning éste favor ahora.
Después de haber sido descubierto, las cosas se volvieron mucho más complicadas. Ahora Bartholomeo además de conocer a la chica personalmente, indagaría de forma cautelosa todos los aspectos de las vidas de ambos para cerciorarse que realmente estaban juntos y no era sólo otro de los cuentos de su hijo. Hace tres meses y medio Bartholomeo le dio un ultimátum. Si Hope no cumplía la segunda condición antes del retiro de su padre en menos de veinticuatro meses, vendería la compañía. Esta mañana un grupo de extraños sujetos con traje pasaron todo el día con su padre, quien les mostró las instalaciones y demás. Uno de sus compañeros le informó a Hope que esos hombres estaban interesados desde hace mucho en adquirir la compañía.
Tras mucho meditar sin resultado alguno, Hope leyó cuidadosamente la libreta donde había anotado los rasgos de personalidad de su novia inventada y aunque no todos los adjetivos coincidían, era evidente que la única personalidad que encajaría con lo que él describía en ésa libreta, era la de Lightning Farron. La lista era sencilla de descifrar, incluso Snow podría haberlo notado. Si bien era cierto que toda su vida había tenido sentimientos por la joven, no hacía esto de manera premeditada. Si así fuere, no estaría arrodillado frente a una atónita Lightning en éste instante.
-Entonces, ¿quieres que me case contigo para que tú puedas heredar la compañía de tu padre? ¿Estás loco?
-Sí, bueno…sí. Necesito que me ayudes. Te daré lo que me pidas Light, sólo necesito que finjas ser mi novia un tiempo. ¡Te daré la mitad de la compañía tan pronto la heredemos!
-Sabes que no me interesa el dinero Hope. Sería de mucha ayuda, sí, pero ¿Casarme contigo? –Esto es, por mucho, el favor más retorcido que alguien le ha pedido en su corta vida.
-Piénsalo, podrías retirarte joven y hacer todo lo que quisieras con ese dinero. Sólo necesitamos hacerlo parecer una relación estable, no tiene que ser una boda, hay que convencer a mi padre de que no estoy tratando de engañarlo de nuevo. Por favor Lightning, nunca he sido bueno con las mujeres y tú eres la única que puede salvarme, con quien puedo ser yo mismo –Ahora esto estaba comenzando a ponerlo más nervioso, no quiere asustar a la teniente, más sus palabras lo hacen parecer un loco desquiciado. Está tratando de pensar qué puede decirle que la convenza, es difícil pensar en algo si él no tiene nada que ella pueda necesitar, siendo tan independiente y… – ¡Serah!
-¿Qué pasa con ella? No estarás pensando en proponérselo a mi hermana…
-¡Eso es, lo tengo! Lightning, si me ayudas con éste problema, te prometo que te sacaré de tu problema.
-¿Mi problema? ¿De qué demonios hablas?
-Si tú finges ser mi pareja, yo puedo fingir ser tu pareja también.
-Eso no tiene ningún sentido Estheim. –La única conclusión lógica en la que puede pensar es que Hope está consumiendo alguna substancia ilícita con mucha frecuencia.
-Si me ayudas a que mi padre crea que estoy contigo, te ayudaré a deshacerte de Serah. Dime, ¿no estás cansada de esas citas arregladas con buenos para nada? Le haremos creer a todos que estamos juntos y así ambos podremos salir de nuestros problemas. Te juro que seré el mejor novio fingido del mundo y Serah te dejará en paz. –Esto había salido mucho mejor de lo que esperaba, mucho.
El rotundo –no- que tenía preparado para responderle a su petición de un favor, se le acababa de resbalar por completo. Hacía sólo unos minutos que Serah le acababa de decir que "le conseguiría otra cita" y Lightning se estaba quedando sin opciones. Si podía hacerle creer a su hermana que tenía una relación con alguien, estaba segura que estas citas se terminarían para siempre. Al igual que las fastidiosas discusiones sobre lo buena y conveniente que es la vida matrimonial, sobre lo mucho que le dificulta el trabajo de la joven para conseguir una pareja y como debería cambiar de puesto para tener más tiempo. Todo eso acabaría si aceptaba la propuesta de Hope –Tienes que estar bromeando
-No, no. Solamente necesito que me acompañes con mi padre, él te hará unas preguntas sobre nosotros; después me heredará la compañía y eso será todo. No hay nada más que eso. Te aseguro que no te defraudaré. Es más, yo invito la cena y te hablaré de los detalles.
XXXX
Lightning Farron jamás ha sido el tipo de persona que disfrute de engañar a la gente a su alrededor, estaba profundamente convencida que eso no era algo que a Hope le agradara mucho tampoco, sin embargo, ese joven era mucho más que inteligente. Ambos estaban metidos en un problema del cual sólo sería posible librarse si contaban con una pareja emocional, era bastante retorcido que las cosas estuvieran ocurriendo bajo éstas circunstancias, pero ya no tenía otra forma para decirle a su hermana que no quería asistir a sus "Reuniones"
-Bien, lo primero que tenemos que hacer, es aprender todo el uno sobre el otro, es la única forma de hacer esto creíble. –El café tenía un sabor mucho más dulce en éste establecimiento, las medidas de salubridad también estaban a otro nivel, sin mencionar el olor de la cena, que era bastante agradable. La conversación parecía más relajada, a pesar de que estaban preparando lo que podría ser un gran escándalo si se descubría la verdad.
-Un momento, yo no he aceptado esto todavía.
-Oh por favor Light, sabes que sí, por eso aceptaste la cena. No puedes negármelo, tú y yo somos distintos cuando estamos juntos, hacemos un buen equipo… tú siempre estás más relajada y no tratas de matarme, ya trabajamos juntos como l'cie, no seré una carga de nuevo. Sólo tenemos que parecer novios y nada pasará. Todo saldrá bien, confía en mí, como siempre ¿Vale? –Lightning miró su taza de café tratando de enlistar todas las cosas que podrían salir mal en este plan, Hope la tomó del brazo, encontrando rápidamente su mirada para proseguir sonriente - Ahora, como iba diciendo, necesito saber tus gustos, hábitos, defectos, y tú debes aprender los míos. No suena tan complicado, es como aprender a bailar, ¿Sabes bailar?
-No realmente.
-Que bien, porque yo tampoco –Comenzó a reír ante la confusa mirada de la joven –Quiero decir, es sencillo como aprender a bailar, sólo tenemos que dejarnos llevar y aprender los pasos juntos. Lamento ponértelo tan difícil, sé que quizás es mucho para una noche, pero realmente quiero aprovechar ésta oportunidad para ayudarte también.
-Más te vale que sea creíble Estheim, que engañar a Serah no es cosa sencilla. Todavía no puedo creer que me hayas convencido.
-S-seguro –La determinación de la teniente lo hizo tambalear, ambos tenían que estar muy desesperados para que esto fuera a pasar realmente. –Necesitamos una historia Light, un relato cursi sobre cómo nos reencontramos y admitimos nuestros sentimientos mutuamente. –Hizo una pausa al sentir la mirada de la joven – ¿Qué se te ocurre?
Frunció el seño tratando de imaginar una historia romántica como aquellas que veía en las películas con su hermana cuando eran niñas, pero nada le vino a la mente, sencillamente su personalidad no era como esas mujeres que se arrojaban a los brazos de un hombre corriendo por la orilla de la playa confesando su amor a los cuatro vientos. No, esa no sería ella, y Serah lo notaría inmediatamente.
-¿Qué tal un reencuentro donde llegué a confesarme afuera del cuartel? Un ramo de rosas, chocolates y yo te estaba esperando a las afueras de la Guardia.
-Imposible, debe ser algo más natural.
-¿Cómo esas historias de amigos que se enamoran? –Lightning asintió mirando a los comensales detrás de ellos. -Suena bien, haremos eso. Una profunda y tierna amistad que se transforma en un inesperado romance…si, me parece mucho mejor. Casi suena a algo que tú harías.
-Más creíble. –Corrigió, de ninguna manera bajo circunstancias normales haría algo como eso -Te repito, Serah no es fácil de engañar. Lo he intentado por años.
-¿Qué tiempo llevamos juntos?
-Cuatro meses, podremos decir que comenzó como una relación en secreto.
-Eres brillante Light…Otra cosa más, ehm, ¿Viviremos juntos o cada quien en su casa?
-Vives solo, ¿No sería más sencillo que sólo me visitaras?
-Bueno, en una relación normal lo sería, pero recuerda que deben creer que somos una pareja estable. Y por estable me refiero casi al borde del compromiso. –Hope pudo notar cómo los nudillos de la joven asidos con fuerza a su taza se tornaban de color blanco –Quiero decir, no tiene que llegar a boda, pero debe parecer como si fuéramos en esa dirección.
-Entonces mi casa. Me rehúso a mudarme.
Hope rió por lo bajo pensando en cuan obstinada podía llegar a ser-Vale, vale. Esto no será cosa sencilla, recuerda que toda la gente a nuestro alrededor tiene que saber que estamos juntos: En mi trabajo, en la Guardia, Serah y mi padre. Será sencillo, porque ésta vez no programaré llamadas cursis que se traben, y tú me ayudarás, ¿Verdad?
-Sí, sí, como sea con tal de deshacerme de Serah.
-No te preocupes Light, seremos la mejor pareja fingida en todo el inframundo –Declaró alzando su taza de café para brindar con la joven.
Mientras chocaban, ambos estaban convencidos de que éste era sin duda el mejor plan que habían ideado, después de todo, ¿Qué podía salir mal?
-¿Y qué tal un apodo? Ya sabes, algún sobrenombre que sólo usemos entre nosotros, haría esto un poco más realista, ¿Qué tal algo como corazón, cariño, amorcito? –Preguntó divertido, la compañía sería suya como siempre había deseado, y todo gracias a su compañera.
Lightning permaneció en silencio un par de segundos. –Eres el único que me llama Light. A mí me gusta. Supongo que con eso basta.
El calor del restaurante no lo había hecho sonrojar tanto como las palabras que la joven sentada frente a él acababan de hacerlo, aclaró su garganta para proseguir con el plan. –Me agrada eso. Ahora, ¿Quieres ir a casa, futura esposa?
-Llámame así de nuevo y juro que me encargo de que tu padre no te de un centavo de la compañía que tanto quieres.
-Vale, vale, no te haré enojar más, futura esposa.
