¡Hola a todo el mundo!
Después de muchos quebraderos de cabeza e intentos infructuosos he decidido publicar esta historia. Se que hay muchas historias mejores que la mia pero la escrito con muchísima ilusión y esfuerzo, y estaré eternamente agradecida por vuestro apoyo.
Llevo adelantados unos cinco capítulos y espero publicar regularmente, cada dos semanas mas o menos porque ahora estoy de exámenes y ando un poco liada.
El primer capítulo es un pelín corto porque es algo parecido a una introducción.
Bueno no os entretengo más solo espero que la disfruteis mucho.
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Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling, yo solo los utilizo para divertirme un poco.
Demasiado frío.
Eso fue lo primero que a Hermione se le pasó por la cabeza cuando salió del número doce de Grinmauld Place aquella mañana de finales de septiembre. Se reprendió a sí misma por no haber cogido una bufanda y guantes y haberse contentado solo con su abrigo. Aunque también era cierto que había salido tan repentinamente que no había tenido tiempo de valorar el frío que haría fuera.
Había discutido con Ron, otra vez. Por todos era bien sabido que Hermione y Ron discutían a menudo, a veces por tonterías, a veces por los celos fraternales de Ron. Y esta vez había sido por lo segundo. Victor Krum le había escrito a la muchacha interesándose por su estado, ya que Hermione había dejado de escribirle tan frecuentemente como hacían antes y eso lo tenía preocupado. Como no podía ser de otra forma, Ron estalló y le recriminó a Hermione que cómo podía seguir manteniendo contacto con Vicky, que podía ser un espía de Voldemort para sacarles información sobre Harry….Hermione había dejado pasar más de una discusión debido a que llevaban demasiado tiempo encerrados en la casa, pero esto fue la gota que colmó el vaso.
Y es que, el trío dorado llevaba todo el verano viviendo en Grinmauld Place, la casa que perteneció al padrino de Harry y la cual le había dejado en herencia. Los dos primeros meses, los miembros de la familia Weasley se acomodaron allí para hacer de la vieja mansión un lugar habitable pero después de un tiempo todos volvieron a la madriguera dejando a Harry, Ron y Hermione solos, salvo las veces que la Orden celebraba reuniones en el lugar, ya que era empleado como cuartel general de la misma.
Hermione se subió los cuellos de su abrigo y protegió sus manos del viento helado en sus bolsillos. Hacía demasiado frío para la época en la que estaban. Eso no era más que otra prueba de que la batalla final estaba cerca y que Voldemort estaba preparándose para ello.
Un escalofrío recorrió la espina dorsal de la chica. Hermione estaba muy preocupada por los tiempos que corrían, su corazón latía desbocado cada vez que los miembro de la orden aparecían en la casa cuando no era para una reunión, ya que eso solo significada que eran portadores de malas noticias. Demasiado a menudo, llegaban noticias de masacres de muggles o incluso de magos y no podía sentir como su corazón se encogía poco a poco presa de la angustia.
Hermione paseó al menos durante una hora por el pequeño pueblo hasta que decidió que no podía estar tanto tiempo fuera pasando ese frío. Volvió con pasos lentos a la casa y entró en ella, el ambiente cálido la rodeó y poco a poco el frío fue despareciendo. Se desprendió del abrigo y bajó a las cocinas para ver si se encontraban allí algunos de sus amigos y efectivamente, allí se encontraban Harry y Ron jugando una partida de ajedrez mágico. El pelirrojo le dedicó una mirada fulminante a la recién llegada y Harry la miró con el ceño fruncido ligeramente.
-Es peligroso que salgas sola de la casa- la reprendió- nos empezabas a preocupar.
- Lo sé y lo siento- se disculpó-pero necesitaba tomar el aire, no volverá a suceder.
- No te preocupes, no pasa nada- le aseguró Harry y le dedicó una pequeña sonrisa que rápidamente desapareció cuando vio que Ron le daba jaque mate con su reina.
-De verdad Harry que no sé cómo no te cansas de jugar conmigo si siempre te gano- presumió Ron.
-Ya se trata de un reto personal amigo, pero creo que desistiré.
La mañana pasó y los chicos tuvieron que prepararse el almuerzo, lo cual era un inconveniente desde que Molly se había ido. Los chicos no se manejaban mal de todo, sobretodo Hermione pero nada tenía que ver con los ricos platos que preparaba ella.
Tras el almuerzo y después de haber dejado recogida la cocina, Hermione decidió dejar a los chicos solos y se dirigió a su lugar preferido de la casa, la biblioteca de los Black. Cuando se adentró en ella las lámparas de aceite se encendieron al instante al igual que la chimenea y un agradable olor a pergamino viejo inundó las fosas nasales de la chica haciendo que respirara profundamente. Se acercó a una de las múltiples estanterías y sacó un grueso tomo de ella y se lo llevó consigo a uno de los dos cómodos sillones que había frente al fuego y lo abrió por la página donde lo había dejado el día anterior.
Después de una hora y media de lectura pudo oír como alguien llamaba presurosamente a la puerta de la casa y por unos segundos su corazón dejó de latir para comenzar a hacerlo desbocadamente a la vez que se levantaba y corría escaleras abajo.
Llegó al rellano en el preciso instante en el que Harry abría la puerta y dejaba pasar a una descompuesta Tonks con un chico de pelo rubio dejado caer sobre su hombro inconsciente.
Hermione rogó a Merlín, a Circe y a Morgana para que lo que estaba viendo fuera una alucinación o un maldito sueño, pero no lo era. Tonks había traído a Draco Malfoy al cuartel de la Orden.
-Por favor Harry, ayúdame con él. ¡Esta muy malherido! exclamó una Tonks completamente con la preocupación escrita en su rostro-Ayúdame a subirlo y a ubicarlo en una habitación.
Harry aún en estado de shock por la situación se dejó caer parte del peso de Malfoy sobre él y ayudó a Tonks a subirlo al segundo piso, el lugar más cercano donde había una habitación habitable.
Hermione y Ron los seguían en silencio sin saber que decir ni que hacer, cuando lo tumbaron en la cama Hermione pudo fijarse mejor en su aspecto. Hacía mucho tiempo que no veía al Slytherin y pudo notar como su rostro había mutado de uno infantil a uno de una persona adulta con rasgos más afilados. Su pelo rubio normalmente bien peinado lucía despeinado cayéndole sobre el rostro y tenía la camisa manchada de un color rojo carmín.
-Tenemos que curarlo…..no podemos dejarlo morir-susurraba la aurora retorciéndose las manos de puro nerviosismo.
-¿Qué le ha pasado?-preguntó Harry.
-Ha desertado de las filas de Voldemort….
Ninguno de los tres chicos estaba preparado para escuchar esa declaración. ¿Malfoy traicionando a Voldemort? ¿En qué realidad paralela se encontraban para que eso ocurriera?
Tonks dejó de mirara a su primo durante unos instantes y se dirigió a Hermione con mirada suplicante.
-Por favor Hermione, seguro que tú sabes cómo curarle esas heridas, seguro que tienes por aquí un botiquín de emergencia. Por favor ayúdalo….
Hermione no pudo negarse a esa suplica, nunca había visto a su amiga tan compungida y desesperada. Asintió y desapareció de la habitación para regresas a los pocos minutos con todo lo que necesitaba.
Abrió la camisa del rubio para ver las heridas, pudiendo notar que el chico no solo estaba empapado en sangre sino también en sudor. No pudo reprimir un gritito de angustia cuando pudo ver los dos cortes profundos que recorrían el pecho del chico de un lado al otro.
Harry y Ron se encontraban estupefactos en una esquina de la habitación viendo como Hermione procedía a curar las heridas. En cambio Tonks se había puesto a ayudar a la chica colocándole toallas húmedas en la frente para bajar la fiebre que sufría el herido.
Hermione abrió un pequeño tarro que contenía una poción verde pastosa y la extendió con mucho cuidado por las heridas del pecho, una vez que se aseguró de que todas estaban bien cubiertas vendó el torso del rubio.
Tras media hora, el aspecto de Malfoy había mejorado considerablemente. Parecía que la fiebre había remitido parcialmente y dormía plácidamente.
-Será mejor que lo dejemos descansar- dijo Hermione levantándose del costado de la cama y dirigiéndose a la puerta de la habitación.
Los demás la siguieron fuera da la habitación y cerraron la puerta al salir por si Malfoy decidía escapar cuando despertara. Los tres amigos y Tonks se sentaron en la gran mesa de la cocina y un silencio incómodo se instauró entre ellos.
-Siento mucho haberlo traído Harry- se disculpó la aurora- pero fue el primer sitio que se me ocurrió.
-¿Cómo sabes que ha desertado de las filas de Voldemort y que no es un plan para descubrirnos?-le dijo Harry en un tono demasiado serio.
-Porque Voldemort ha matado a sus padres.
De nuevo el silencio se ciñó sobre ellos y esta vez durante más tiempo. Su enemigo acérrimo de hace tantos años se encontraba en el cuartel de la Orden después de un ataque de su Señor hacia él mismo y además había perdido a sus padres. Su situación hizo que Harry y Hermione sintieran compasión por el rubio pero Ron no parecía compartir el mismo sentimiento que sus dos amigos.
-Eso no significa nada, no podemos confiar en él-opinó en voz alta cruzándose de brazos.
-En parte Ron tiene razón-le concedió Harry- no podemos arriesgarnos a tenerlo aquí en el cuartel. Podía enterarse de muchas cosas….
-Puede que tengáis razón-habló Tonks- Convocaré una reunión para esta noche para ver qué hacemos con él. Pero la última decisión será tuya Harry, para eso eres el dueño de la casa.
Harry asintió, Ron frunció aun más el ceño y Hermione se limitó a observar las distintas reacciones de los allí presentes además de cuestionarse a sí misma que sería lo mejor, dejar a Malfoy en la calle a merced de los mortífagos o del ministerio, o permitirle que se quede y correr el riesgo de que resulte un espía.
Después de subir y comprobar que Malfoy seguía durmiendo, Tonks decidió irse ya que tenía que reunir a la Orden para tratar este contratiempo. Después de despedir a la chica, Harry, Ron y Hermione volvieron a la cocina.
-¿Tu qué opinas Hermione?-quiso saber Harry.
-¿Yo?-se sorprendió la aludida.
-Bueno, tú eres la más sensata de los tres. Además de que aún no has dicho nada al respecto.
- La verdad es que no se Harry-se encogió de hombros-Voldemort ha matado a sus padres, y nadie es tan frío como para permanecer inmune ante ello. Además de que es bastante obvio de que Voldemort le ha hecho esas heridas. Pero también es cierto que es posible que todo sea una estratagema, que lo que busquen sea conmovernos para poder meter un espía….
-¡Es que eso es lo más probable!-estalló Ron- ¿Desde cuándo Malfoy es tan valiente como para huir de las filas de Quién-vosotros-sabéis?
-¡Ronald han matado a sus padres!
-¿Y tu porqué lo defiendes?
-No lo defiendo-replicó de nuevo Hermione-pero creo que se merece el beneficio de la duda. ¿Tú qué opinas Harry?
-Estoy de acuerdo contigo-se quitó las gafas y se masajeó el puente de la nariz-De todas formas esperaremos a ver que se decide en la reunión de esta noche.
Se agradecen críticas, sugerencias y todo lo demás. Para ello un review!
