No poseo los derechos a los Jóvenes Ttanes.
A veces, de pequeños, sufrimos experiencias que nos marcan para toda la vida. Experiencias que, de un momento a otro, cambian nuestra manera de ser, actuar y pensar. A veces son solo palabras, a veces hechos, mas no importa lo que sea, ya que nos afectan de alguna manera.
Luce pasó eso, pues cuando era joven, sufrió un ataque en medio de la noche mientras caminaba a casa de la escuela.
Primero, Luce era un chico de la noche. En sus jóvenes años adoraba salir de noche. Caminar en aquellas calles solitarias. Escaparse por las ventanas de su habitación en la madrugada y correr por la avenida principal del pequeño pueblo en el que vivía. O simplemente sentarse en una banca al fondo del parque. No importaba lo que hacía, lo que Luce quería era estar en la noche. Le gustaba aquella sensación de ser invisible, le gustaba que su sudadera se camuflara con las paredes exteriores de las pequeñas casas.
Simplemente le gustaba.
Pero eso cambió cuando, una noche, se topó con una pandilla mas o menos intimidante. Al principio, Luce lo pasó por alto, pensando que solo los pasaría y nada malo iba a suceder, pero cuando un tipo enorme lo tomó del brazó, Luce se tensó.
—Déjenme ir —dijo Luce, pero hasta él notó el miedo en su voz.
Esa noche fue la peor de su vida.
Después de ser golpeado hasta que los hombres, más grandes que él, se cansaran, entreteniéndoles de todas las formas posibles, fue dejado moribundo a la fría noche. Estaba seguro que tenía varias cotillas rotas, sin contar muñecas y piernas. Sin más que paños desgarrados que antes solían ser su sudadera, estuvo horas recostado junto a la puerta de una papelería, rogando que llegara la mañana. Y ésta llegó, trayendo consigo a una patrulla de policías, quienes no dudaron en llevarlo al hospital. Ahí estuvo lo que le parecieron siglos, pues no sólo eran sus huesos rotos, si no los órganos perforados que vinieron en consecuencia.
Desde esa noche, Luce jamás volvió a salir en la oscuridad.
Aunque su problema no acababa ahí.
Aún después de años, Luce estaba aterrado por la oscuridad de su propia habitación. Le aterraba que, por alguna ventana, pudiera entrar uno de esos hombres de su infancia y lo dañara como lo había hecho hace años. Le daba miedo dormir y despertar de nuevo en la camilla del hospital, con la vida colgando de un hilo. Por lo que empezó a dormir con la luz prendida. Jamás se quedaba solo, mucho menos de noche.
Decenas de psiquiatras trataron de ayudarle, mas no lo consiguieron, pues la fobia de Luce era demente. No dormía. En su habitación había luces por todas partes, Al hacerse un corto circuito en el pequeño departamento que rentaba, gritaba y entraba en pánico. Dormía (si lo conseguía) con un par de lámparas y un cuchillo de cocina debajo de la almohada.
Hasta que un día decidió que era suficiente.
Si aquellas personas le habían hecho daño, él le haría daño a otras personas. No podía ser el único que había sufrido de esa manera. Por lo que empezó a armar aparatos. Muchísimos aparatos que despedían luces y destellos por todas partes. Algunos quemaban de tanta luz que irradiaban.
Y así, por las malas, se convirtió en el Doctor Luz.
Y este es mi intento de ser diferente y rebelarme ante la sociedad (¿?), wuuu.
Francamente tenía ganas de hacer algo diferente. Y sí, le di una historia de porqué es malo a un villano haha. Y no se porqué se me ocurrió esto, sólo pasó haha.
Si ustedes son escritores saben lo bien que se siente un review, y si sólo leen, un review se siente súper bien haha.
Nos leemos pronto =)
