Los personajes no me pertenecen.
Love is War
Se quedaron callados. El ambiente se tensó.
De pronto todo parecía estar electrificado, el aire mismo arrastraba dentro de sus pulmones ondas eléctricas, que en lugar de amedrentarlos los impulsaba a atacar con todo lo que tenían…todo.
A pesar de que parecían dos animales apunto de destrozarse el uno al otro, la otra persona que los acompañaba en la mesa seguía comiendo con una calma pasmosa, fuera de lugar y de toda lógica en esa cocina.
El pequeño niño de cabellos lila, terminaba su decimo quinto plato. Hubiera comido más, pero las golosinas que su abuela le había dado en la tarde eran demasiado deliciosas como para negarse.
Sin dar las gracias o decir provecho, el niño se levantó en dirección a su cuarto. La escena que presenciaba era típica para él, y sabía de sobra que ninguno de sus progenitores le prestaría atención, no al menos esa noche.
Cuando el niño se fue, la cocina se inundo de un silencio apabullante, peligroso, exótico…sensual.
Sus miradas, una negra y otra azul, se concentraban en los ojos del contrario, y pronto ambos explotarían en más insultos, en más juegos de palabras retorcidos y engañosos.
Fue ella quien se puso en pie, y con ojos retadores exhortó al otro a atacar.
Él también se levantó, y contrario a lo que ella pudiera esperar rodeo la mesa lentamente, sin despegar su fiera mirada de ella, de sus ojos, de su cuerpo…en un instante ya estaban frente a frente, sus rostros separados por centímetros y ambos percibiendo el embriagante aroma del otro.
Abruptamente, y con una delicadeza inconcebible en ese movimiento, él la tomo del brazo, pero ella siguió con la vista fija en él, valiente y sin temor, porque no había nada que temer.
—Mujer…
Sonó como un gruñido ronco, entre peligroso y divertido. Pero ella, que sabía leerlo, supo lo que significaba.
El beso fue violento, posesivo, salvaje: Otra batalla por el control.
El amor, su amor, era una guerra, y ellos estaban dispuestos a ganarla.
