-AMIGOS CON BENEFICIOS-

¡Saludos! Como se habrán dado cuenta ya… no puedo sacar Invasor Zim de mi sistema, corre por mis venas, como pañales radioactivos gigantes, ¡los pañales me controlan!

Jajaja esta vez traigo un mitad ZAKR mitad ZADR porque me pareció interesante mezclar la idea, no hay muchos fics ZAKR y Keef me parece tan jodidamente desesperante y encantador que esto fue inevitable, no se trata de un trio si eso piensan (a menos de que ustedes lo pidan en un review después de leerlo), aun así cada uno tendrá su momento a lo largo de estos dos capítulos.


ADVERTENCIAS: Vocabulario no adecuado y contenido sexual.

CAPÍTULO 1. ¿Celoso?

Lo odiaba, lo aborrecía, lo detestaba, pero a la vez lo admiraba y le gustaba tanto que el decir todo esto junto hasta sonaba ridículo. De por sí él se sentía ridículo al admitir que Zim era el causante de la mayor parte de sus sueños húmedos, aún mantenía la esperanza de que aquello fuera pasajero, una treta cruel por parte de la cuestión hormonal… ¡Pero no! Aquella sensación de atracción hacia su enemigo crecía y crecía sin darle tregua alguna.

-¡Hola amigo!- Saludó entusiasta un pelirrojo al entrar al salón. Zim tan sólo hizo un saludo militar con su mano y siguió cómodamente sentado equilibrando una pluma sobre sus labios. El chico se quedó parado frente al pupitre del extraterrestre con una gran sonrisa, esperando más atención de Zim lo cual no sucedió.

-Keef- Susurró Dib por lo bajo. Aquél niñato le parecía insoportable, ahí cerca de Zim con su cara de imbécil, mirándolo con sus grandes ojos verdes. No tenía sentido por más que le diera vueltas al asunto, hasta donde él sabía, Zim consideraba a aquel niño sumamente desagradable, si hasta lo había amenazado con sacarle los órganos si se le volvía a acercar.

De hecho ellos habían elaborado un plan hace tiempo para deshacerse de Keef, fingiendo ser amigos y dándose un gran abrazo… abrazo que no podía recordar sin estremecerse y no de desagrado precisamente (Episodio 30- Return Of Keef).Y ahora le permitía estar cerca de él sin amenazarle de alguna manera, así nada más…

-¡Ya cállense y vayan a sus lugares!- Gritó la Srita. Bitters que apareció repentinamente desde la oscuridad de un rincón del salón asustando a varios alumnos de muerte. Los chicos comenzaron a tomar asiento.

-¡Keef dije a sus lugares!- Gritó con furia al joven que seguía de pie frente al chico de piel verde.

-Perdón señorita Bitters- Se disculpó amablemente y aún con su típica sonrisa se fue a tomar asiento

-Ya era hora- Dijo Dib satisfecho al ver que el chico desaparecía de su campo visual.

A la hora del almuerzo todos ocupaban las mesas de siempre, Dib había aprendido a mantener las conversaciones paranormales para sí mismo por lo que ahora sus compañeros no dudaban en sentarse a la mesa con él y su hermana para entablar alguna conversación.

Escuchaba sin prestar real atención a los dos chicos que habían tomado asiento con ellos ese día, hablaban de una nueva serie de televisión y otras cosas que en realidad a Dib no le interesaban en lo más mínimo, Gaz se limitaba a ignorarlos, como siempre su concentración se limitaba de momento a su GS2.

Entre los dos chicos sentados frente a él, podía ver a Zim en la mesa de enfrente, yacía solo, fingiendo comer el asqueroso menú del día, pero su soledad no duró mucho. Pudo ver a Keef acercarse a él con su charola de comida.

-Hola amiguito ¿Puedo sentarme contigo hoy?- Escuchó que el chico preguntaba. Zim lo miró de arriba abajo y finalmente se hizo a un lado permitiéndole sentarse junto a él. Veía a Keef hablar y hablar pero no alcanzaba a descifrar lo que decía, Zim aparentemente le escuchaba mientras se dedicaba a vaciar en pequeños lapsos el contenido de su charola en la del pelirrojo para que él se comiera todo.

Debía admitirlo, Keef le desagradaba en tantas formas, pero no por ser tan positivo, enérgico, empalagoso y fastidioso… lo que en realidad no soportaba era verlo tan cerca de Zim y que éste se lo permitiera ¿Qué estaba pasando ahí?, desde hace dos semanas los venía viendo juntos y era algo que simplemente no tragaba. Podría ser que el Invasor de pronto encontrara la compañía del pelirrojo gratificante, que en realidad fueran amigos… ¡No! ¡Imposible! Debía ser otra cosa, quizá Keef ahora fuera parte de algún experimento de Zim, sabía que el Irken consideraba interesante la experimentación con humanos.

-Bueno terminamos, iremos a jugar football, si quieres puedes unirte a nosotros cuando termines tu almuerzo-Lo invitó por primera vez uno de sus compañeros mientras se levantaban.

-Gracias, lo pensaré- Respondió con una sonrisa amable y los vio marcharse.

-Sus pláticas son estúpidas…prefiero oírte hablar a ti de fantasmas y vampiros- Dijo Gaz con fastidio mientras veía de reojo a su hermano sacar un audífono de su chaqueta y sujetarlo a su oreja.

-¿Y ahora escucharás conversaciones ajenas?... que detalle.

Dib sólo atinó a sonreír, a ella no podía ocultarle nada, lo conocía muy bien. En efecto, lo que había colocado en su oreja no era para escuchar música, se trataba de un amplificador de audio y aunque podía escuchar cualquier conversación que se llevaba a cabo entre sus compañeros en ese momento, había una en especial que le interesaba.

-Es asombroso Zim, me alegra ser de ayuda, me divertí mucho antier, fue tan divertido, tú eres increíble, me gustaría repetirlo, claro si tú quieres porque a mí no me molesta y tú sabes que…

-Si te callas lo consideraré… dime ¿Te callarás?- Cuestionó ya algo fastidiado de su voz.

-Mmm- Fue la respuesta del pelirrojo mientras asentía enérgicamente moviendo su cabeza de arriba abajo.

-Bien entonces vendrás a mi base después de la escuela… humano desesperante…

-¡Sííííííííí!- Gritó alegre pero cayó al instante cuando Zim metió una cucharada bien cargada de comida a su boca.

-Ahora me voy, me complacerás más tarde… no quiero saber de ti hasta la salida ¿me entiendes?- Zim ya se había puesto de píe y lo sujetaba por el mentón viéndolo directamente a los ojos. Keef asintió como un bonito niño regañado y vio al Irken alejarse.

-¡Lo sabía!- Gritó victorioso llamando la atención de más de uno, pero pronto lo ignoraron.

-¿Qué sabías Dib?- Preguntó Gaz sin despegar la vista de su videojuego.

-Keef está siendo víctima de terribles experimentos que Zim realiza con él, estoy seguro, irán a la salida a su base.

-Ashhh- Suspiró Gaz meneando su cabeza en desaprobación.-Dib… no es la primera vez que va a su base, los hemos visto irse juntos estas últimas semanas, si así fuera Keef ya hubiera desaparecido misteriosamente o mostrado algún cambio… pero míralo, sigue siendo el mismo tonto de siempre… al igual que tú- Respondió cerrando su videojuego para verlo directamente.

-Eso es lo que Zim quiere que creamos Gaz- Reprochó sin querer aceptar las duras verdades que ella exponía.

-Admítelo, estás celoso de Keef por ser amigo de Zim…

-¡No inventes! Eso es ridículo- Trató de defenderse aunque aquello no tuviera nada de ridículo y fuera cierto. Celos, no había mejor forma de describirlo.

-Sí… tan ridículo como que estás enamorado de Zim- Atacó Gaz enseguida divirtiéndose con las expresiones que hacía su hermano, como si se tratara de un animal acorralado.

-¿Qué? De dónde sacas eso…

-Tus gemidos por las noches a veces no me dejan dormir… Oh Zim, así, hazlo así- Arremedó ella con burla mientras su hermano se ponía aún más pálido y comenzaba a ahogarse con el jugo que estaba bebiendo.

-Y-Yo… yo…- La lengua se le había enredado, era una suerte que no se ahogara con la misma.

-¡No!... no digas nada, con tu reacción me basta- Dicho esto volvió a su videojuego. Dib miraba a un costado completamente ruborizado. Al menos le alegraba que su hermana no hubiera insistido con el tema.

-¡Oh vaya! Me gané otra gelatina- Escuchó la voz alegre del pelirrojo que sostenía la tapa de la gelatina que estaba a punto de comer. Lo miró con desagrado por unos segundos y decidió investigar directamente.

-Hola Keef ¿Puedo sentarme?- Saludó fingiendo una gran sonrisa.

-Claro amigo ¡Adelante!

Tomó asiento algo incómodo ante Keef que no dejaba de mirarlo sonrientemente, pero no debía de perder de vista su objetivo, estaba ahí para obtener respuestas y no lo lograría si no formulaba sus preguntas.

-Keef… ¿Tú y Zim son amigos de nuevo?- Preguntó amigable como si fuera una charla casual.

-¿De qué hablas Dib? Zim y yo siempre hemos sido amigos- Respondió aun sonriente comenzando a comer su gelatina. Dib bufó algo molesto, qué otra respuesta podría esperar de ese chico.

-Últimamente vas mucho a la base… es decir, a la casa de Zim ¿A qué juegan?- Preguntó esperando escuchar que el chico dijera algo como "Pone muchos electrodos en mi cabeza y me toma muestras de sangre" pero no fue así.

-Ehmmm sí, pues jugamos a muchas cosas jeje a Zim siempre le gusta hacer algo diferente y yo hago lo que pide jeje- Respondió tierno y divertido, como si se tratara de alguna travesura, Dib parecía desilusionado y curioso a la vez.

-Tú siempre haces lo que él pide… pero entonces ¿A qué juegan? – Cuestionó nuevamente notando la evasiva. Keef palideció un poco.

-En realidad, no creo que debería hablar de eso contigo. Es algo entre Zim y yo…ya sabes, nos vemos luego amigo- Dicho esto se puso en pie y se fue dejando a Dib aún más confundido.

Regresó a su lugar de donde no debió haberse movido en primer lugar, según Gaz. Ella lo esperaba con una clara sonrisa en el rostro.

-Es más extraño de lo que pensé, bien pudo responder "jugamos videojuegos, vemos películas y hacemos la tarea" pero no, no me quiso decir qué es lo que hacen en casa de Zim… yo sigo pensando que es parte de algún experimento Gaz, quizá Keef sea parte de su nuevo plan de conquista, los seguiré esta tarde y veré qué es lo que hacen.

-Por supuesto- Respondió ella indiferente cuando desde la consola se escuchó "Game Over".Dib salió corriendo del lugar antes de que la ira de su hermana lo alcanzara, después de todo sí le estaba prestando atención.

A la salida los vio retirarse juntos, caminaban uno al lado del otro, Keef sin poder parar de hablar como era su costumbre, Zim por su parte se veía serio y quizá fastidiado, pero tampoco hacía nada para detenerlo. Los siguió discretamente procurando no se dieran cuenta de su presencia, al llegar fueron recibidos por los robo-padres y por GIR con su disfraz de perrito y una montaña de waffles.

Esperó unos 10 minutos antes de acercarse, logró pasar por el campo de gnomos sin ser detectado, después de tantos años lidiando con ellos finalmente se los tenía bien dominados.

Se asomó por la ventana rápidamente al escuchar los gritos del robot. "Ya empezó" se dijo a sí mismo imaginando que Zim le hacía cosas horribles al pelirrojo en ese momento. GIR lloriqueaba mientras Keef sólo reía ante la situación, Zim se veía realmente molesto.

-¡Ya te dije que no GIR!… no comeré más de tus estúpidos waffles, me dan cañangas ñangas de sólo pensarlo.

-Wuaaaihhhhiaaaaah- Volvió a lloriquear el robot mientras daba vueltas en el piso.- Pero yo los preparé para usted.

-¡Que no!- Respondió camino a la sala, arrastrando a un muy triste GIR que se había pescado de su bota.- Keef ven acá.

-¡Ya voy Zim! y tranquilo GIR, yo veré que Zim se ponga de buen humor y verás que comerá tus waffles con gusto.

-"¿Keef hará que Zim se ponga de buen humor?..jajaja si como no, debo ver eso"- Pensó Dib divertido mientras veía a Zim sentarse en el sofá y a Keef hacerlo a su lado.

-GIR… ¿No quieres ir por unos tacos?- Preguntó en un intento de deshacerse del pequeño robot.

-Nop, me quiero quedar con ustedes, no molestaré lo prometo, veré el mono feo- Dijo en tono sumiso mientras se sentaba en el piso y prendía el televisor. Zim se encogió de hombros y se acomodó en el sillón, eso era un gesto de aprobación a los ojos de Keef.

-Entonces Zim ehmm tú, ¿quieres que juguemos? ¿Aunque este GIR aquí?- Preguntó nervioso, acercándose más a él y mirándolo con sus grandes y brillantes ojos verdes.

Zim lo barrió con la mirada, le gustaba lo que veía, la adolescencia le sentaba muy bien a algunos humanos y Keef era uno de ellos, era un chico molesto, sí, pero agradable a la vista.

-Para eso estás aquí después de todo… no creas que realmente eres de mi entero agrado Keef.

-Yo… me volveré de tu agrado entonces, amigo.

Dib miraba la escena sin entender muy bien lo que pasaba ¿le agradaba o no a Zim?, estaba pensando en varias teorías cuando observó lo impensable. Zim… estaba besando a Keef tan intensamente que hasta sintió estar viendo una película de adultos. GIR volteó a verlos rápidamente y con una sonrisa boba fijó sus ojos nuevamente en el televisor, de cualquier forma podía ver sus reflejos en la pantalla sin perder detalle, era como estar viendo dos programas de televisión al mismo tiempo.

-¿Ya estás de mejor humor amigo?- Preguntó el pelirrojo levemente sonrojado una vez rompieron el beso en busca de aire.

-Sí, algo… pero aún no lo suficiente como para comer waffles.

El pequeño robot enseguida volteó a ver a su amo con enfado y luego a Keef con tristeza.

-Jajaja no te preocupes GIR, comerá waffles, yo sé que lo pone de buen humor.

Dib no pudo evitar que se le callera la quijada cuando vio al chico hincarse en el suelo entre las piernas de Zim que sonreía con malicia.

-"Es broma"- Pensó entre avergonzado y molesto cuando el invasor comenzó a desabrochar sus pantalones. Eso sí era un shock demasiado fuerte, no esperaba encontrarse con algo como eso, ahora realmente estaba enfadado, enfadado y… celoso. ¿Por qué Zim había escogido a ese niño estúpido para complacerlo? ¿Qué tenía Keef que él no? Se suponía él conocía a Zim mejor que nadie, llevaba siendo su "mejor" enemigo por años (xD irónico y eso no ayuda, ya sé) aunque por lo visto eso no era cierto, el pelirrojo definitivamente lo conocía mejor que él.

Estuvo a punto de retirarse del lugar, no podía ver a otro dándole placer al Irken con el que había soñado en tantas ocasiones, pero algo no lo dejó retirarse… por años se había preguntado cómo sería la parte más privada del invasor. Sus ojos se abrieron de sorpresa cuando dejó su miembro al descubierto, su falo era extraño, sí, pero de buen tamaño a pesar de estar aún flácido. Zim dejó escapar un gemido cuando sintió la mano de Keef comenzando a bombear su miembro, desde la base hasta la delgada punta dejándolo bien erecto. No pudo evitar sonreír, pero no por el chico que comenzaba a lamer su miembro, sino por la cara que tenía Dib en ese momento.

Zim sabía que él los observaba en la cafetería, sabía que se había acercado a hablar con Keef, que los había seguido hasta la base y sabía perfectamente que los miraba desde la ventana lo más discretamente posible, llevaba aún las lentillas falsas por lo que aunque pareciera no estar prestando atención hacia la ventana, sus enormes ojos le veían por debajo de los falsos lentes de contacto y su presencia no era algo que le molestara, por el contrario era muy oportuno.

Dib no podía dejar de mirar, lo que al principio le pareció insoportable de ver ahora le parecía terriblemente excitante. El pecho de Zim subía y bajaba casi al compás de su miembro que entraba y salía de la boca de Keef. Él mismo sentía su pene palpitar entre sus piernas, debajo de su ropa, aquello era demasiado, comenzó a dirigir su mano hacia la zona pero antes de que pudiera hacerlo algo llamó su atención, Zim había volteado hacia donde él estaba.

-¡Computadora atrapa al Dib!- Ordenó en un grito firme, asustando al pelirrojo que se detuvo para mirar lo que pasaba al igual que GIR.

Antes de que pudiera salir corriendo escuchó la ventana abrirse y en unos instantes sus tobillos y muñecas ya eran sujetados por una especie de tentáculos mecánicos que terminaban en pinzas, dichos tentáculos lo arrastraron dentro de la base, la ventana volvió a cerrarse y él cayó al piso junto al sillón donde Keef lo observaba sorprendido, GIR alegre y Zim con burla.

-¡MARY!- Gritó moviendo sus bracitos en el aire con alegría.- Amo, ¿El humano cabezón también vino a lo mismo que Keef?- Preguntó con la poca inocencia que le quedaba.

-Me parece que sí GIR… ¿Por qué otra razón?... adelante Dib-mono… es tu turno…

CONTINUARÁ…


Hasta aquí de momento, si a alguien le gustó o le pareció interesante y gusta continuación, no olviden dejar sus comentarios y yo con gusto daré respuesta y actualizaré lo más pronto posible.

¡Saludos!

-Herz