El inicio de todo.
La luz se hacia presente traspasando los bellos ventanales e iluminando la hermosa silueta de una preciosa joven de apenas 20 años, esta estaba recostada sobre su cama aun un poco somnolienta, se encontraba cubierta solamente por un delicado camisón de seda blanca que hacia perfecto juego con su piel pálida y suave como la más fina porcelana, sus ojos tan exquisitos como el más delicioso chocolate, unos labios incitadores a ser besados de un precioso carmín y su cabellera un poco corta llegaba hasta sus hombros era de color negro azabache envidia de toda mujer pues sus reflejos azulados naturales brillaban intensamente ante el contacto con los rayos del sol.
Poco a poco se fue levantando de su cama, se dirigió lentamente hacia el cuarto de baño donde se ducho rápidamente, al salir coloco sobre su piel una de sus esencias favoritas su aroma delicioso era de flores de cerezo y jazmín, luego se vistió con un sencillo vestido de tonos rosas pálidos y una sandalias color beige, sobre su cabello una sencilla diadema y unos aretes a juego con un delicado collar y así Kagome Higurashi estaba lista para iniciar un nuevo en realidad este era su primer día de trabajo en la empresa Taisho Corp. propiedad de uno de los inversionistas o como preferían llamarles colaboradores de la facultad.
Bajo las escaleras hasta llegar a la pequeña sala de su humilde pero acogedor hogar, ahí la estaba esperando su madre, en el momento que la vio le dio una dulce sonrisa la cual fue correspondida ya que de solo ver a su madre esa mujer de figura delgada y muy delicada era tan fuerte y valiente a la vez, en realidad admiraba a su madre pues la crio a ella y a su pequeño hermano Souta sola pues luego del fallecimiento de su padre cuando aun eran muy pequeños ella se hizo cargo solamente con la ayuda del abuelo.
La saludo y dio un tierno beso en la mejía de su madre.
Kagome: Buen día mamá, se me hace tarde debo irme.
Sonomi: Esta bien hija, que Kami te acompañe en esta nueva etapa de tu vida pero primero toma tu desayuno no creerás que solo por tener trabajo ya no desayunaras en esta casa.
Entre risitas y empujones la llevo hasta la cocina en donde tenia un desayuno listo para su pequeña niña que en realidad ya era toda una mujer de escasos veinte años pero su madures y belleza eran innegable, adoraba a su hija y trataría de apoyarla y cuidarla todo el tiempo que esta se lo permitiera.
Cuando termino de desayunar se despidió de su madre y abuelo pues Souta ya debía estar en el colegio y ella debía salir corriendo pues faltaba poco para que en la empresa iniciaran su jornada laboral.
Bajo rápidamente las escaleras del templo más parecía que las saltaba de dos en dos en realidad necesitaba acelerar el paso o no llegaría a tiempo justamente cuando termino de bajar se aproximaba el autobús, le hizo parada y subió rápidamente, gracias a Kami llegaría con el tiempo justo para iniciar de manera adecuada su vida laboral, se sentía orgullosa de su logro y más de que entre tantos ella hubiese sido la elegida.
Durante el trayecto de su casa a la oficina comenzó a recordar como conoció al señor Taisho, durante una de las ferias que realizo la facultad debió presentar un proyecto innovador relacionado con su carrera, pues ella como administradora decidió crear un sistema en donde se podía llevar un control detallado y minucioso del área productiva de cualquier entidad corporativa para ella esto era algo muy sencillo pero al parecer no lo era para los demás pues despertó el interés de muchos y entre estos se encontraba él, su actual jefe y ahora amigo Seshoumaru Taisho.
Sintió como el autobús se estaba deteniendo fue cuando salió de su ensoñación y se dio cuenta que debía bajarse en esta parada, se acerco rápidamente a la salida y bajo lentamente fue caminando en dirección a las oficinas en este momento se sentía tan nerviosa ante lo incierto e inesperado, sus piernas le pesaban pero ella era fuerte e inteligente por lo tanto no debía temer a nada y enfrentaría todo lo que viniera con estos pensamientos tomo una postura firme y se dirigió hacia su futuro.
Al llegar lo vio ahí de pie en el umbral de la entrada, estaba el Seshoumaru Taisho su ahora jefe de trabajo, ese día el se veía tan deslumbrante parecía un ángel caído del cielo con su cabellera platinada y corta, su traje color caqui y esas zapatilla negras tan elegante y altivo como siempre no podía creer como ese hombre fue capaz de crear todo un imperio por el mismo pues era cierto que sus padres eran adinerados pero él supo como con su esfuerzo crear lo suyo sin depender de sus padres, en realidad ello lo admiraba y en cuanto él le propuso este trabajo ella lo acepto sin miramientos.
Poco a poco se fue acercando a el y en ese momento sin que nadie se percatara todo sucedió, el le dio un beso en la mejía y al instante una corriente eléctrica los recorrió a ambos, lanzando a sus mentes una fuerte alerta de advertencia, pues la química entre ambos era impresionante solo con ese sencillo toque Seshoumaru sintió a su corazón latir como tiempos de antaño cuando era solamente un jovencito en busca de aventuras y ella se sintió acorralada no sabia que hacer ni como reaccionar logrando solamente teñir sus mejías de un precioso tono rosa, sacando a flote una sonrisa de parte de su acompañante pues este no esperaba tal reacción de parte de ella.
Eran amigos desde hace unos meses pues esto era inevitable trabajarían juntos en búsqueda de los mismos propósitos aunque en realidad era imposible alejarse de Kagome ella era tan dulce y a la vez tan decidida e inteligente que no podía hacerlo, sus cuerpos estallaban como impulsados por corrientes eléctricas cada vez que estaban juntos sencillamente esto era química y siendo él un hombre de treinta años con esposa e hijo no podía darse el lujo de acercarse de otra manera pues entonces surgió esta linda amistad además bien sabia que ella estaba comprometida y que amaba mucho a un joven creía que se llamaba Inuyasha Hanyou o eso le pareció escuchar una tarde mientras acordaban algunas cosas para el trabajo y ella debió contestar una llamada telefónica.
Volvió a la realidad saliendo de esos vagos recuerdos cuando escucho la dulce voz de ella.
Kagome solo logro decir un tímido buen día señor, en realidad se había puesto nerviosa es que Seshoumaru siempre la intimidaba no sabia el porque pero sentía que actuaba como tonta cuando estaba cerca de él.
Por su parte Seshoumaru solo le dijo un simple buenos días Kagome; no sabia el porque de tan sencilla referencia le había molestado y exaltado tanto si era la realidad parecía que su cuerpo y mente le mandaba a reaccionar de este modo aun cuando no era lo correcto y así a través de una cortina de indiferencia fueron avanzando hacia los elevadores de la empresa, ella para iniciar su vida laboral y el para inducirla a sus nuevas labores.
Al llegar al área directiva, él en persona decidió presentarla a los que serian a partir de ese momento serian sus compañeros de trabajo, quienes formarían parte de su vida de ahora en adelante.
