Un mes había pasado desde el día en el que habían zarpado desde Hedarth, Les había costado casi el mes entero encontrar un lugar adecuado para el nuevo asentamiento. Por lo menos habían visitado, muchas islas, pero ninguna de las anteriores eran adecuadas. Algunas eran demasiado pequeñas, otras eran solo montañas, y en ellas no podrían cultivar nada, en una de ellas, la encontraron completamente deshabitada, ni siquiera había algún animal en ella, y algunas otras las desecharan por falta de agua dulce con fácil acceso, es cierto que usando la magia, podían convertir el agua salada del mar, en agua potable, pero hacerlo siempre que necesitases agua, no era muy productivo. Al final encontraron un conjunto de islas, las cuales podrían utilizar.
La isla central y mas grande, no era más grande que la isla de Vroengard, pero si tenía varias diferencias. La primera, era que desde lejos, la isla parecía únicamente una cordillera de montañas, montañas las cuales ocupaban gran parte de la isla rodeándola. En toda la isla solo había un punto donde se podría desembarcar, y desde ese punto siguiendo un estrecho camino entre montañas, llegarías al centro de la isla. En medio de las montañas, se encontraba un valle, lleno de arboles, y también había una explanada perfecta para construir la ciudad. Eragon y Shapira vieron la isla desde los cielos, como habían hecho con el resto, y no tuvieron que hacer mucho esfuerzo, al expandir su mente, y encontrar que la isla estaba llena de animales y rebosante de vida. Además para mejorar las cosas, no había ninguna civilizaron que pudiese oponerse a su digamos invasión. Sabiendo esto, no necesitaron mucha ayuda para convercer al resto de los elfos, de que ese era el lugar idóneo para construir la nueva ciudad de los dragones.
Shapira aterrizo en la playa natural de la isla, cuando en barco se acercaba a la orilla, el acercamiento del barco fue sencillo pero porque tuvieron suerte de que el barco fuese élfico, y no necesitase más de un par de centímetros para navegar, ya que el fondo estaba lleno de rocas puntiagudas, y si hubiese necesitado más espacio, probablemente hubiese encallado. En cuanto se acercaron, Blödhgarm, Yalea y otro par de elfos saltaron del barco, mientras los que todavía estaban a bordo les lanzaban unas maderas con las que amarrar el bote a la orilla. En cuanto todos los elfos excepto tres, los cuales quedaron al cuidado de los eldunarís con Cuaroc. Los elfos junto a Eragon, se reunieron en un grupo en la playa, en el centro había un mapa, un mapa que habían dibujado ellos, ya que esas tierras no habían sido exploradas por nadie antes que ellos, o si lo habían hecho nadie había dejado precedente de ello. En ese mapa estaban dibujadas todas las islas que se habían encontrado a su paso, dibujándolo más o menos a escala, para adivinar cuál sería la ruta más corta para los viajes que tendrían que hacer a Alagaësia.
-Parece que habrá que navegar durante dos semanas para llegar a Alagaësia.- Dijo Bellaen, uno de los elfos que no pertenecieron a la guardia de Eragon que decidieron unirse a su viaje. Este elfo, era el elfo de mar, como le llamaba, le encantaba navegar, y en cuanto escucho que iba a haber un viaje hacia el este a tierras desconocidas por mar, se ofreció voluntario, era el que guiaba el barco, y quien más conocimientos tenia sobre el mar y la lectura de mapas.
-Crees que se podría hacer toda esa distancia volando sobre un dragón, Asesino de Sombra?- Le pregunto Blodhgarm a Eragon.
-Volando nos costaría por lo menos una semana sin parar.- Contesto Eragon.- Ni siquiera con todos los eldunarís me atrevería a hacer un viaje asi por encima del mar, y más en tierras desconocidas. Podrían hacer paradas por las islas, pero igualmente sería peligroso, y en caso de que nos ataquen, llegarían cansados y sin energía. El viaje ahí que hacerlo por barco.
-Eso sería bueno para las defensas de la isla.- Respondió otro de los elfos.- Ahora queda ver si la isla es habitable. Has dicho que hay agua, Asesino de Sombra?
-Shapira ha visto por lo menos dos lagos pequeños, que traen agua de la montaña, no creo que el agua sea problema, y he visto muchos animales para que cacen los dragones, y la tierra no es escasa para que cultivemos los alimentos para nosotros.- Respondió Eragon.
-Entonces exploremos la isla por abajo.- Dijo uno de los elfos, rápidamente se dividieron en dos grupos, la mitad se quedaría en la playa, protegiendo el barco, y la otra mitad se aventuraría por la isla. Eragon iría en el segundo grupo y Shapira les acompañaría por los cielos. Solo se habían alejado quinientos metros de la playa, cuanto el camino empezó a estrecharse. Eragon no podía evitar pensar que este desfiladero seria un lugar privilegiado para organizar una emboscada, siempre y cuando fueras tú el que la organiza. En el desfiladero no cabrían más de veinte soldados a pie en una fila horizontal. Y el desfiladero era por lo menos un kilometro de largo.
Cuando llegaron al final del desfiladero, el centro de la isla quedo a la vista. A la derecha se encontraba un bosque no muy frondoso, y muy claro, a la izquierda en cambio había una explanada muy grande. En un punto cerca de las montañas, había algo que Eragon no había apreciado desde arriba, había una pequeña catarata, no más que un chorrito de agua, que venía de dentro de la montaña, y que formaba un pequeño lago (no más grande que una piscina olímpica), rápidamente los elfos se dirigieron hacia allí, después unos cuantos hechizos, comprobaron que el agua era potable.
-El problema del agua está solucionado no.- Dijo Eragon con una sonrisa, y añadió después de recibir el mensaje de su compañera- Shapira me dice que esta agua puede provenir probablemente de un lago que se encuentra encima de nosotros.
-Parece una buena tierra Asesino de Sombra.- Dijo Blödhgarm con una sonrisa que dejaba entrever sus colmillos.- Sera una buena tierra para los dragones.
-Dras Bjartskula.- Dijo uno de los elfos.- Seria un buen nombre, ciudad dragón.
-Me gusta.- Dijo Shapira después de un gruñido.- Me voy a cazar, tengo hambre, vuestro pan y fruto, no es alimento para una dragona.
-Shapira.- Le grito mentalmente Eragon.- Déjanos observar primero los animales, o no te acuerdas de los gusanos de Vroengard, dijiste que te los comerías y ya viste lo que le hicieron a Nasuada. Déjanos investigar primero.
-Esta bien pequeñajo, pero daros prisa tengo hambre.- Acto seguido se apoyo en uno de los riscos que había entre las montañas.
-Shapira dice que le gusta el nombre, también dice que nos demos prisa en investigar a los animales del bosque que tiene hambre.- Les comento Eragon a los elfos mientras se dirigían al bosque. Después de un par de horas de búsqueda y estudio, no tararon en ver que conocían a todos los animales de la zona, al igual que Shapira por lo que la dejaron cazar tranquila y ellos volvieron a la explanada.
-Que os parece?- Les pregunto Eragon.
-Sin duda alguna la nueva tierra de los dragones, Asesino de Sombra.- Contesto Blödhgarm.
-Los elfos construiremos nuestras casas en el borde del bosque, usando los arboles, los enanos pueden las montañas como casa, los úrgalos y los humanos podrán, construir sus casa en la explanada.- Contesto una elfa.
-Si, pero lo que preocupa, es donde pondremos los eldunarís?- Dijo Eragon.- tiene que ser un sitio muy bien resguardado, no quiero que haya problemas.
-En ese punto.- Dijo Blödhgarm señalando a un punto elevado en las montañas.- Construiremos, como hubo en Vroengard, el centro de la ciudad, allí estará la biblioteca, y la sala del consejo de los nuevos jinetes. En algún punto ese edificio, cavaremos una cueva, como la que tu nos has enseñado donde se encontraban los eldunarís, y los esconderemos mediante hechizos. Asi en medio de la montaña no molestaran a nadie que no quiera ser molestado.
-Me parece bien.- Dijo la voz profunda de Umaroth.- Os enseñaremos los hechizos que pusimos en Vroengard para que vosotros podáis hacer lo mismo.
-Sera un honor, Ebrithil.- Respondió Eragon. Desde que habían embarcado, Eragon les pidió a los dragones que le ayudasen a entrenar, y a tener un entrenamiento digno de un jinete, y no como el que él había recibido, asi podría enseñar a los jóvenes jinetes que llegarían desde Alagaësia. Los elfos también le ayudaban en este aspecto, habían acordado hablar solo en el idioma antiguo, para que no se les oxidase, y también los elfos le ensañaban cosas de la magia que hasta ese momento desconocía. Blödhgarm rápidamente quedo como el segundo al mando, después de Eragon y Shapira, y se encontró pasando mucho tiempo con el elfo.
Una vez Shapira hubo quedado saciada después de una buena caza, y los elfos hubiesen recogido, frutas de los arboles, hicieron el camino de regreso a la playa, cuando llegaron allí, le contaron al resto lo que habían encontrado, y decidieron un plan. Al día siguiente moverían los eldunarís al centro de la isla, construirían entre todos rápidamente una casa árbol, donde guardarían los eldunarís y huevos hasta que la cueva estuviese construida. El barco zarparía mañana dirección a Alagaësia una vez construida la casa, para ver si el camino más corto era el más seguro, también aprovecharían el viaje para traer a la isla, herramientas que le harían más fácil el trabajo. Una vez decidido esto Eragon cogió el espejo que tenía en la alforjas, y llamo a Nasuada. Al principio Eragon solo vio el despacho de esta en Ilirea, pero rápidamente esta apareció a la vista.
-Hola, reina Nasuada.- Dijo Eragon con una sonrisa mientras inclinaba la cabeza.
-Eragon!- Exclamo ella, mandando la cortesía al garete.- Ya habéis encontrado lo que buscabais?
-Si, lo hemos encontrado, nos ha costado casi un mes, pero finalmente hemos encontrado una tierra idónea.
-Un mes en barco.- Dijo Nasuada.- No crees que eso es un poco lejos.
-No está a un mes en barco, hicimos varias paradas, investigamos unas cuantas islas, pero finalmente hemos decidido crear aquí la ciudad, Dras Bjartskula, cuidad del dragón.- Respondió Eragon.- Hemos calculado, que mas o menos serian dos semanas en barco, también está a una distancia suficiente para que nadie pueda llegar volando, aunque monte un dragón.
-Entonces es definitivo, no vuelves a Alagaësia.- Dijo Nasuada.
-Por el momento, quizá más adelante si el tiempo es propició volveré, ahora mismo tenemos una ciudad que construir.- Respondió Eragon.
-Como vais a hacer para transportar a los jinetes hasta allí?- Quiso saber la reina.
-Una vez el dragón haya escogido a su jinete, el portador del huevo, llevará lo antes posible a jinete y dragón, a Ellesméra, allí se le enseñara el idioma antiguo hasta que el dragón pueda volar por sí solo y sobrevivir con seguridad al viaje en barco, entonces tanto jinete y dragón zarparan hacia nosotros, y se quedaran aquí el tiempo necesario para completar su formación, una vez esta este completa, el jinete decidirá si prefiere seguir aquí, o decide volver a Alagaësia.
-Arya sabe esto?- Pregunto Nasuada. Escuchar el nombre de Arya fue como una puñalada directa al corazón, pero convirtió su cara en una máscara y no dejo que los sentimientos afloraran.
-El barco que zarpara mañana a Alagaësia llevara esta instrucciones, no creo que haya prisa, y si alguno de los dos huevos que dejamos eclosiona antes de que lleguen las instrucciones, bueno, aunque nos lo mandéis dudo que tengamos la ciudad preparada para cuando llegue. Pero si agradecería que les digas esas noticias tanto a los enanos como los úrgalos.
-Asi lo hare.- Dijo Nasuada.- Por cierto Eragon, donde está colocada esa isla?
-A dos semanas de viaje de Alagaësia mas o menos.- Contesto Eragon con una sonrisa, a lo que ella levanto una ceja.- Si nadie sabe dónde buscar la isla, nadie sabrá cómo encontrarnos, una idea de Blödhgarm, asi mantendremos bien escondidos los …- Pero antes de que pudiese acabar la frase una voz hablo en su cabeza.
-Eragon!- Escucho la voz de Glaedr.- No le digas nada sobre nosotros.
-Huevos.- Improviso rápidamente Eragon, y al ver que Nasuada había notado la parada que había hecho rápidamente compuso una sonrisa y añadió.- Shapira te saluda, y dice que te echa de menos, al igual que yo.
Al escuchar esto el rostro de Nasuada se suavizo.- Nosotros también te echamos de menos Eragon, avisare a los otros de que te has puesto en contacto conmigo, porque no llamaras a todos, o si?
-Todavía no.- Respondió Eragon.- Muchas gracias, reina Nasuada.
-Adiós Eragon, Asesino de Sombra.- Con esto se cerró la conexión, y rápidamente ario su mente para hablar con Glaedr y el resto de los dragones.
-Eragon-Fínariel.- Empezó Umaroth para sorpresa de Eragon.- Antes de partir, hicimos nuestra último brote de magia si quieres llamarlo, no podíamos dejar, que casi toda Alagaësia conociese nuestro secreto, solo los que estáis aquí, conserváis el recuerdo de los eldunarís.
-Ni siquiera, Espina y Fírnen.- Pregunto rápidamente Shapira.
-Ellos saben que lo tienen, de la misma manera que tu lo sabías y no se dijiste a tu jinete.- Respondió Glaedr esta vez.- Pero no recuerdan nuestra existencia. Es mejor asi, no habrá nadie que intente controlarnos porque nadie sabrá que existimos.
-Y este ha de ser un secreto que solo los jinetes deben conocer, y si veis que algún jinete podría ser un nuevo Galbatorix, igual también podría quedarse al margen del secreto.- Dijo ahora Umaroth.
-Por supuesto, Ebrithil.- Contestaron tanto Eragon como Shapira.
-Bien ahora descansar, mañana necesitareis todas las fuerzas necesarias.- Dijo Glaedr antes de romper la conexión. Dicho esto Eragon se tumbo junto a Shapira en la playa, un poco alejados de los elfos, que se encontraban hablando y cantando, alrededor de un fuego. Una elfa estaba cantando, acompañada de las notas de una lira.
-Quieras que la haga callar, pequeño.- Le dijo Shapira a Eragon.
-No déjala cantar.-Antes de dormir recordó, la última vez que había visto a Arya y la decisión que tomo poco después. Luego con las notas de la música se sumergió en sus sueños de vigía.
-Flashback-
Arya acababa de marcharse le acaba de dejar completamente destrozado, de todos los finales posibles, este era el menos probable de todos, vencer a Galbatorix, acabar conquistando el corazón de Arya, y no poder disfrutarlo porque ella tiene que hacer de Reina.
Que demonios, estaba a solo un poco de dar media vuelta, y coger a Arya y obligarla a venir con él. Arya era un jinete, y él era el líder de los jinetes, tenía que entrenarla, sin ayuda Arya nunca llegaría al nivel de los antiguos jinetes.
-No hagas nada de lo que luego te arrepientas, pequeño.- Le dijo mentalmente Shapira.
-Pero porque, Shapira, porque?- Pregunto Eragon.
-Supongo que en las historias que nos cuentan, siempre dicen y fueron felices para siempre, tu como protagonista te has llevado a la chica, pero no puedes estar con ella, es un final, feliz pero que le falta algo. Y no te preocupes para nosotros el tiempo pasa rápido, y volveremos a verles, tanto a Arya como a Fírnen.
-Ángela dijo que partiríamos de Alagaësia para no volver nunca.- Le dijo Eragon un poco desesperado.
-Desde cuando creemos en las predicciones pequeño.- Dijo Shapira con un bufido.- Nosotros nos creamos nuestro propio destino.
-Pero todo lo que nos dijo a sucedido.- Dijo Eragon.
-Es que no vamos a volver a casa, nunca nos hemos dado por vencidos Eragon, ni cuando las cosas estaban peor que ahora.
-Eso es cierto, aparte en la profecía de Ángela decía que algún día partiríamos de Alagaësia para no volver, y algún día lo haremos, pero ese día no tiene que ser hoy, y quizá ese día, Arya y Fírnen nos acompañen en el barco y no se queden en la orilla.
-Es cierto. Podemos volver, y sino ella algún día se hartara de ser reina y vendrá con nosotros. Esto no es un final, es un continuara.
-Así se habla pequeño, algún día volveremos a casa, para verla llena de paz, una paz guardada por jinetes que nosotros mismos entrenamos.
-Algun día volveremos, algún día…-
-Fin Flashback-
