–El regalo de Konami–

[Pequeño One-shot] Jin Yuichi celebra su vigésimo cumpleaños, y gracias a su amabilidad todos en Border deciden celebrarlo. Yuma, Osamu y Chika planean entregarle el mejor regalo, ya que gracias al castaño ellos son lo que son, Agentes de Clase-A. Pero Kirie Konami sin duda es la que mejor regalo tiene. [Jinami=JinxKonami]

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Todos los miembros de Border, incluso los altos cargos, habían acudido a la fiesta de cumpleaños de Jin. Tamakoma había planeado hacer una fiesta sorpresa, pero Reiji les había abierto los ojos al recordarles que el castaño podía ver futuro gracias a su "Side effect". Pero de igual forma, todos se lo estaban pasando bien.

Ahora mismo cierta chica de pelo rubio fresa estaba hecha un manojo de nervios. Chika, Osamu y Yuma le habían regalado una despensa llena de galleta de arroz, y Jin estuvo muy contento. Ahora dudaba si debía o no darle su regalo. Deshizo aquél último pensamiento, claro que se lo daría, ella nunca había sido una cobarde, y necesitaba mostrarle sus sentimientos hacia él.

–Konami–Tras la chica apareció Kyosuke, su compañero de equipo. Konami volteo para verlo.

–¿Que ocurre, Kurasama-san?–Preguntó un tanto confundida.

–No sé si te importa, pero he visto a Jin-san besar a Kitora-Chan

Algo hizo "Clack" en el pecho de Konami. La chica miró con perplejidad a su compañero. No podía creer lo que estaba escuchando.

–J-jin-san... B-besó a K-kitora...–Konami estuvo a punto de desmayarse.

–Mentí.–Soltó con sequedad el moreno. Konami estuvo callada durante unos segundos, cuando ordenó un poco su mente, apretó la mandíbula con fuerza y cerró su puño.

–¡Maldito!–Kyosuke recibió un puñetazo de lleno, jamás imaginó ver a Konami propinarle tal golpe.–¡Cómo me puedes mentir con una cosa tan seria!

–Menudo golpe, Konami-san–Aquella voz, aquel olor a galletas de arroz. Sus piernas flaquearon, y a punto estuvo de perder el equilibrio.

–J-jin-san–Enseguida volteó. Imploró a los dioses que en su rostro no hubiera un sonrojo. Pero si que lo tenía.

–Estás muy Linda–Aquelló logró desestabilizar a la chica, cuyo sonrojo aumentó. Se había prometido a si misma no dejarse llevar por el nerviosismo, y estaba consiguiendo todo lo contrario. Cerró los ojos, y suspiró. Aquello logró mantener la compostura, rebuscó en su blusa una pequeña caja y se la extendió al castaño.

–Tu regalo.–Jin lo cogió, y lo abrió. Una nota y un colgante aguardaban dentro de la cajita. El corazón de Konami se aceleró cuando el chico desdobló la nota. En ese trozo de papel había escrito todo lo que sentía por el castaño, y ahora era el momento de saber sí será correspondida o no.

El castaño término de leer la nota, y se acercó a una muy nerviosa Konami.

–Etto... Konami, yo estoy enamorado de Nasu-san–Los ojos de Konamo se abrieron cómo platos. Oir eso no sólo le había roto el corazón, también la había dejado sin aliento. Cayó al suelo, inconsciente.–¡Konami, era broma! ¿Konami? ¿Konami-san?

–Creo que mientes mejor que yo, Jin-san–Dijo kyosuke al lado de jin.

–Mi Side effect me había asegurado en un 80% que Konami me abrazaría y lloraría. Pero al parecer el otro 20% ganó.

Fin