Advertencia: No tiene relación con los juegos de Rin :)
Quiero agradecer a mi bella beta por el apoyo en la redacción y compresión del fic ;)
Los juegos de Sesshōmaru.
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Salió sigiloso al balcón del segundo piso, en busca de un poco de silencio, el salón se volvía estridente con las conversaciones acaloradas y la risa de las alegres mujeres, si bien era un momento de índole social; para él era voluntario-obligatorio, sentía que la cabeza le iba a explotar. Odiaba el ruido.
Al saberse solo, cerró los ojos e intento percibir el suave susurro de la inexistente brisa…
— ¡Oye Sesshōmaru! —y con ese llamado dejo caer el peso de su cuerpo en la fría baranda. —…tengo que hablar contigo…
Mantuvo su postura esperando que Inuyasha fuera breve, ella pronto podría aparecer y se acabaría su paz.
—Rin piensa que eres gay —Dijo sin rodeos Inuyasha seriamente a su hermano, esperando con precaución su reacción.
¿Qué Rin qué? Pensó el mayor, más no verbalizó.
— ¡¿No dirás nada?! —La espalda de Sesshōmaru desesperaba a Inuyasha, — ¿acaso no te importa?
—Silencio, Inuyasha... — y el menor calló de inmediato, sabía lo mucho que molestaban los gritos a su hermano.
Los segundos avanzaron con lentitud, Inuyasha resopló por la nariz para atraer la atención de Sesshōmaru, al no conseguirla, prefirió acercarse para ver su rostro. Su hermano podía ser impredecible.
— Tienes algo que revelar, ¿Sesshōmaru? —pregunto con burla el menor, ganándose una advertencia de reojo.
El menor sonrió mirando hacia la Luna, ahora tenía su atención.
—Eso explica muchas cosas... — respondió con ligereza Sesshōmaru girando para quedar semi sentado en la baranda del balcón.
—No creo que explique mucho…—Y cuando la mano del mayor se apoyo en el hombro del menor con seguridad, un escalofrío lo recorrió.
—Espera y veras...—dijo Sesshōmaru al retirar su mano y seguir caminando de vuelta al salón.
Inuyasha se quedo solo y pensativo unos momentos más, no recordaba alguna vez anterior que su hermano tuviera un gesto con él, menos contacto físico, el menor se confundió. O Sesshōmaru estaba divertido con las creencias de su amiga o era verdad la teoría de la chica y ese toque en su hombro era una señal, sintió otro escalofríos que prefirió asociar al frío de la noche. Sesshōmaru gay… ¿podía ser?
Mientras Sesshōmaru bajaba las escaleras de vuelta al salón, escuchó las fuertes risas que se expandían por todo el primer piso, no era un grupo grande de invitados pero los suficientes para hacer un escándalo, estaba la inestable pareja, Miroku y Sango, que terminaban y volvían casi todos los días, la salvaje pareja que hacían Koga y Ayame, dónde solo ella creía tener una relación, Koga estaba más interesado en Kagome; la mejor amiga de Inuyasha, que en su relación con la colorina. Y por último, siendo el motivo de su participación, estaba ella, Rin, la dueña de la risa que en ese momento retumbaba en las paredes, escuchar lo mucho que ella se divertía, lo hizo pensar en las ocurrencias que surcaban la cabeza de la pequeña castaña. Siempre había sido poseedora de una gran imaginación, ¿pero creer que él era gay? debía averiguar que la había hecho creer semejante aberración. Al terminar las escaleras estaba decidido a preguntarle directamente, ¡si! Quería una respuesta de inmediato. Sin embargo antes de girar la manilla de la puerta para entrar al salón, una idea descabellada e impropia de su personalidad cruzo por su cabeza… la gran respuesta no cambiaría en un par de días, ¿por qué no aprovechar el momento?
Al abrir la puerta la tierna y aguda voz que esperaba se pronunció.
— ¡Sesshōmaru-sama!—Del grupo de personas que compartía esa noche, una cabeza chocolate se alzo por sobre las otras y de un brinco se escabullo hasta llegar a él — ¡¿Dónde estabas?! —mencionó al tomar su mano y guiarlo al sillón que compartían —estas frio— se giro hacia él para observarlo con preocupación.
—Necesitaba aire— respondió sin soltar las manos que intentaban transmitirle calor.
Una sonrisa dulce le indicó que ella entendía su incomodidad, juntos tomaron asiento cerca del grupo de conversación.
Para ella, su amigo había regresado, para él, al juego había comenzado.
—y luego Inuyasha y yo salimos corriendo… jajajaja las abejas no perdonan cuando las molestan jajajaja y las risas corearon toda la historia que Miroku les contó.
—m…—Un quejido de Sesshōmaru atrajo de inmediato la atención de Rin.
— ¿Estás bien? —Preguntó preocupada, él jamás se quejaba.
—Tengo un poco de frío.
Y ella no dudo. Al ser ancho el sillón que compartían, se colocó en la espalda de su amigo y cubrió con su cuerpo.
—Soy pequeña, pero algo te puedo abrigar— dijo con una sonrisa que él pudo percibir más cerca que nunca, Rin apoyaba su cabeza en el hombro del hombre, con el fin de seguir participando de la conversación.
La quedo mirando unos segundos, ella estaba tan cerca… y tan equivocada…
— ¿Aun tienes frio? —volvió a preguntar preocupada.
—un poco—y sus alientos al estar tan cercanos, se mesclaron.
—Quizás tienes fiebre—y la menuda mano derecha se poso en la frente de Sesshōmaru mientras que la izquierda se poso en su propia frente —no, no tienes —dijo aliviada—de todas formas prometo cuidarte bien.
Y de inmediato no solo tuvo el cuerpo de la joven pegado a su espalda, también los brazos alrededor de su pecho.
Sesshōmaru estaba comenzando a molestarse, lo abrazaba y tocaba de esa manera ¿porque lo creía gay o porque ella sentía la confianza?
Rin se preocupo mas, Sesshōmaru jamás la miraba tanto.
La puerta nuevamente se abrió pero a nadie le importó.
— ¿Porque tanto silencio? —con la extraña escena entre Sesshōmaru y Rin, nadie había notado cuando volvió Inuyasha. — ¿Pasa algo? —Volvió a preguntar el joven Taisho.
—Nada Inuyasha— respondió nerviosa Kagome, minimizando el interés en la curiosa amistad y llamando a su amigo a tomar asiento.
—Por cierto Sesshōmaru —dijo Kagome recordando una duda — la directora Kikyo, te sanciono por la última pelea que tuviste en el instituto, ¿no es así?
Y todos guardaron silencio para escuchar la respuesta.
— ¡Tonta!—susurro Inuyasha a su amiga —como le preguntas algo así de forma tan directa.
—Como quieres que le pregunte…—y la discusión se volcó en ellos dos.
—Inu… yasha… —llamo Miroku preocupado —parece que se molestó… —y con gesto le indico a Sesshōmaru, quien los observaba fijamente.
La mirada de advertencia no se hizo esperar, y aunque Inuyasha guardo silencio, la víctima no se dio por aludida,
— ¡Eso es cierto!—respondió Rin por Sesshōmaru asomada sobre su hombro, también ganándose una mirada reprobatoria, que obviamente ignoró. —Ella dijo, "una pelea más y serás expulsado" —Rin se escuchaba seria y preocupada.
— ¿Expulsado? —repitió Kagome y la conversación era ahora entre las dos mujeres.
—Si, y no solo eso —prosiguió Rin con espanto, subiendo mas por la espalda de de quien se había vuelto un parasito—, si lo expulsan del instituto, su padre dijo que lo enviaría a vivir con su madre.
Era todo, Sesshōmaru odiaba que se metieran en sus asuntos.
— ¡Auch!—se quejo Rin cuando Sesshōmaru se movió y ella se fue de cabeza al suelo.
Todos quedaron atentos y mudos, ¿le reclamaría Sesshōmaru a ella?
—Jajajajajaja —rio la joven tirada en el suelo, sin embargo al ver su expresión de molestia se tapó la boca.
—Buenas noches —dijo sin más Sesshōmaru y se retiró.
El silencio se mantuvo hasta que Rin se levantó y salió tras él.
—Espera, Sesshōmaru —dijo un tanto avergonzada.
El hombre detuvo su paso, sin saber por qué.
—Lo lamento— se disculpo la joven avergonzada —…estoy preocupada por ti… —dijo jugando con sus dedos— no me gusta que te vean como…
—Como… —quería escucharlo.
—Como a una persona que no le importa nada más que él mismo… cuando no es así.
Se giro para verla, ahí estaba su sonrisa, esa dulzura y alegría que irradiaba su ser.
—Yo no creo que seas así—y lleno sus pulmones de valor y seguridad, ella conocía al hombre que tenia frente, sabía que esperar de él.
Volvió sobre sus pasos, necesitaba ver esa sonrisa de cerca, Rin para todo sonreía, incluso para mentir.
—…Lo prometiste…—dijo casi en un susurro al tenerlo tan cerca.
Sintió su nerviosismo, eso le gusto, sintió incluso como su corazón golpeaba su pecho intentado escapar, eso alentó mas su decisión… sin embargo… su mirada contenía un dejo de tristeza, esa pena que no supo justificar.
¿Porque lo creía gay?
¿Porque no quería besarlo?
¿Porque solo lo quería como amigo?
—No deberías preocuparte por mí…— habló sobre los labios carmesí, dejando un suave cosquilleo en su piel con cada palabra.
Rin parpadeo varias veces cuando Sesshōmaru dio media vuelta y se retiro.
Estaba confundida.
— ¡Sesshōmaru!— gritó confundida.
Estaba molesto, no quería mirarla… pero…
— ¿Alguna vez te he fallado?— y sin más desapareció. Tomaría distancia por lo que quedaba de fin de semana, volviendo a clases aclararía las dudas de ambos.
Que les pareció?
Besos Yuki.-
