Me he animado y he escrito mi primer fic.
DISCLAIMER:Todo es de J.K Rowling ( salvo esta historia y un personaje) Si por mí fuera, Hermione y Ron jamás de los jamases hubiesen acabado casados y probablemente Neville Longbottom sería el que hubiese matado a Bellatrix Lestrange.
Algunos detalles importantes:
En mi historia, Amycus y Alecto Carrow consiguen escapar después de la batalla de Hogwarts y siguen rondando por ahí. En cuanto a los Malfoy, en el juicio se decide que Lucius debe ir a Azkaban, de por vida, mientras que Draco y Narcissa quedan libres de cargos.
Os dejo con la lectura :D
Una fría cadena tiraba de la mano de Hermione en lo más profundo de la oscuridad. Intentar soltarse era inútil pues cuanto más forcejeaba, más la arrastraba al fondo del abismo. Eso le provocaba una frustración insoportable, desesperación, presión, agobio… sin embargo no sentía miedo en absoluto.
Justo entonces, despertaba.
Hermione corría con el equipaje lo más rápido que le permitían las piernas entre la gente de la estación. Era tarde, muy tarde. Llevaba cerca de un mes teniendo ese sueño recurrente... ¿Tendría algún significado? Pensaría en ello más tarde...ahora, si no se daba prisa perdería el expreso de Hogwarts. Llegó al andén nueve y tres cuartos y fue cuando se tropezó con sus amigos.
— ¡Harry! ¡Ron! ¡Ginny! — exclamó casi sin aliento — pensé que no llegaría a tiempo…menos mal…
Hermione miró a Ron un segundo y volvió a sentir esa sensación incómoda que experimentaba desde hacía semanas.
Llevaban siendo buenos amigos tanto tiempo, que aún le resultaba extraño que estuvieran juntos. Al principio no se sentía mal por ello pero desde que había finalizado la batalla de Hogwarts y Voldemort había muerto, emprendió un viaje a Australia para buscar a sus padres, devolverles los recuerdos y traerles de vuelta a Londres. Durante ese tiempo había pensado mucho en ello y se había dado cuenta de que a lo mejor no estaba preparada para estar con Ron. O simplemente el cariño que le tenía era puramente eso, y no amor.
Cuando Ron estuvo saliendo con la tonta de Lavender en sexto curso, Hermione siempre estaba de mal humor, siempre sentía celos de Brown, pero a lo mejor esos celos eran simplemente miedo a que si Ron tenía novia, ya no le prestaría tanta atención.
Esas últimas semanas intentó evitarle en todo lo posible y no escribirle demasiado para ver si así le echaba en falta o le necesitaba y de paso, averiguar de una vez por todas, cuáles eran sus sentimientos hacía el pelirrojo.
En ese instante, notó como Ron cogía su mano.
El primer impulso que tuvo fue de retirarla, pero Hermione notaba que Ron estaba preocupado, y que era consciente de que algo pasaba. Ella no quería preocuparle más. Cuando estuvieran a solas sin Harry, ya le expresaría como se sentía. Él debía saberlo… pero por el momento, decidió no retirar su mano.
— Vaya, vaya… Granger— dijo una voz por detrás de la Gryffindor.
Se giró y vio a su peor pesadilla frente a ella…. Malfoy.
Allí estaba parado de pie con la cara llena de arrogancia como de costumbre.
—Veo que al final te has decidido a salir con la comadreja. Ya era hora…
— ¡Sí Malfoy…y también ya era hora de que el Ministerio metiese a tu padre en Azkaban!— contestó Hermione sonriendo cínicamente mientras sujetaba a Ron que estaba sacando la varita por el comentario que había dicho anteriormente el Slytherin.
Hermione no quería empezar mal el curso por culpa del narcisista de turno.
Malfoy apretó los puños fuertemente y frunció el ceño. Sin embargo, después de varios segundos que parecieron una inmensidad, retiró la mirada a la castaña y siguió hacia delante como si nada hubiese pasado.
—Creo que no ha cambiado nada— suspiró Harry— aunque parece…diferente. No sé exactamente por qué.
— Yo sí que no sé como McGonagall le permite volver a Hogwarts después de todo lo que ha pasado— bufó Hermione— supongo que si no ha matado a nadie, el Ministerio no puede hacer nada.
—Desde luego que no— contestó Harry con preocupación— en el juicio decidieron que tanto él como su madre saldrían impunes, pero al final llegaron a la conclusión de que Lucius sí debía ir a Azkaban.
Draco entró en el tren y fue entonces, cuando Harry se percató de que no iba con los secuaces que siempre le seguían a todas partes. Crabbe había muerto en la sala de los Menesteres anteriormente, y Goyle… parecía que por una vez iba a su aire y no hacía caso a sus órdenes. En cuanto a Zabini y Pansy… ni rastro de ellos.
Cuando Harry entró en el tren, buscando algún compartimento que estuviese libre, sus sospechas fueron cada vez mayores. Zabini, Pansy y Goyle estaban en un vagón mientras que Draco no iba con ellos, sino con otro alumno. Un tal Malcolm Baddock, menor que Harry y los demás. Junto a ellos se encontraba otra alumna de Slytherin. La hermana menor de Daphne Greengrass, Astoria.
Parecía que desde que Voldemort había muerto y Lucius Malfoy estaba en Azkaban, Draco había perdido todo el respeto que le tenían antes sus amigos más cercanos. La mayoría de los alumnos, seguían teniéndole miedo, pues al fin y al cabo él era un mortífago y tendría por siempre la cicatriz de la marca tenebrosa en su brazo, pero había dos grupos bien diferenciados. Los que aún temían y respetaban a Draco y los que ya no querían saber nada de él.
Harry, Ron, Hermione y Ginny encontraron al fin un compartimento libre y a los dos minutos de haberse sentado, el tren se puso en marcha. Durante todo el viaje Hermione estuvo hablando de los hechizos y encantamientos que había estado mirando y estudiando esos últimos días y cada vez que Ron intentaba acercarse a ella demasiado, la castaña sacaba la varita para conjurar algo y así evitarle o directamente intentaba cambiar de tema.
— Oye Ginny…— dijo Harry— voy a ver donde están Neville y los demás.
¿Vienes?
— No, mejor me quedo aquí— contestó la pelirroja mientras hacía una pausa para bostezar— voy a intentar dormir un poco… si es que estos dos me dejan.
Harry salió del vagón y fue andando por el pasillo del tren buscando a sus otros amigos. No tardó mucho en encontrarlos, ya que solamente había dos compartimentos entre ellos.
— ¡Hola Seamus! — saludó Harry mientras éste dejaba un paquete de Grageas Bertie Bott sobre el asiento y a continuación se levantaba para darle un abrazo.
— ¿Qué tal Harry? ¿Cómo ha ido el verano? — preguntó Neville con aire sonriente dándole una palmadita en el hombro.
— Genial— respondió Harry— lo he pasado con Ron y el resto de los Weasley en la Madriguera. Desde que me fui de Privet drive para buscar los Horrocruxes no he vuelto a ver a mis tíos ni a mi primo— suspiró aliviado.
En ese instante, vio que Luna estaba agachada buscando algo por el vagón con preocupación.
— ¿Qué ocurre Luna? — preguntó Harry extrañado.
— Mi varita ha desaparecido. Habrán han sido los Nargles—contestó mientras proseguía con su búsqueda.
— ¿No te la habrá quitado nadie? — dijo Neville que estaba junto a ella mirando a todas partes en el suelo por si la encontraba.
— Lo dudo— respondió Luna— la llevaba encima. Estoy segura de que han sido ellos.
Harry intentó ayudarles a buscarla por todos los rincones del compartimento pero no había forma de encontrarla.
— Bueno…tarde o temprano seguro que aparecerá— suspiró Luna— por cierto, veo que arreglaste tu varita Harry.
— Sí…— respondió mirando su varita que en ese momento sobresalía por uno de los bolsillos de sus pantalones—la varita de Sauco me sirvió para repararla y a Malfoy le devolví la suya en el juicio.
Durante el resto de la conversación los magos estuvieron contando que es lo que habían hecho durante esos últimos meses. Más tarde, Harry decidió volver a su compartimento y cuando salió de allí e iba andando por el pasillo entre vagón y vagón, se paró en seco al oír que una voz le llamaba.
— Potter— dijo en voz baja.
Harry no se había girado aun pero sabía perfectamente de quien se trataba.
— ¿Qué quieres Malfoy? — preguntó con desgana suponiendo que éste le iba a hablar con desprecio como solía hacer normalmente.
— Con respecto a lo de la sala de los Menesteres…— respondió haciendo una muy larga pausa como si le costase la vida continuar la frase.
— ¿Si? — dijo Harry enarcando una ceja.
— Gracias—contestó rápidamente mientras se daba la vuelta para volver a su compartimento.
A pesar de todas las cosas malas que Malfoy había hecho durante esos años, y todas las veces que lo había insultado a él y a sus amigos, Harry le salvó la vida del fuego aquel día en la sala de los Menesteres y en eso Draco debía estar agradecido, aunque le costara muchísimo admitirlo.
— Pero Potter…no creas que por haberte dicho esto me caes bien o vayamos a ser amiguitos— añadió arrastrando las palabras.
— Lo sé— respondió Harry y continuó andando por el pasillo sonriendo disimuladamente.
Era la primera vez que Malfoy le daba las gracias, a su manera… claro... pero lo había hecho con sinceridad.
Harry se sentó al lado de Ginny, que en ese momento dormía como un tronco y comenzó a acariciarle la mejilla suavemente. Ron discutía con Hermione algo sobre los ingredientes de una poción así que no estaba prestando mucha atención a lo que Harry le hacía en ese momento a su hermana.
Pasaron por el pasillo algunas alumnas de primer curso, se pararon al lado del cristal y mirando a Harry comenzaron a sonreír y a sonrojarse.
Desde que Harry había acabado con el señor tenebroso, su fama había adquirido gran importancia, saliéndole de esa forma numerosas admiradoras por todas partes.
Miró una vez más a Ginny y suspiró esbozando una sonrisa mientras recostaba la cabeza sobre el asiento.
Estaba oscureciendo cuando el tren se paró repentinamente. Harry miró por la ventana del vagón y vio una imagen que le resultaba muy familiar. Una imagen que añoraba y que no veía desde hacía mucho tiempo. Estaba en Hogwarts.
Pero no el Hogwarts tenebroso controlado por mortífagos como el año anterior, sino el verdadero Hogwarts. Donde nada malo podía ocurrir.
Una vez hubieron bajado del tren, Harry cogió su equipaje y se dirigió hacia la entrada del castillo junto con todos los demás.
Allí se subieron en las carrozas tiradas por Thestrals.
Cuando dejaron todas sus pertenencias en la torre de Gryffindor, fueron en dirección al Gran Comedor para presenciar la nueva ceremonia del Sombrero Seleccionador.
Las casas estaban allí reunidas: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.
— Este año— comenzó a hablar McGonagall desde el atril del búho— comienza una nueva era. Todos sabéis que recientemente, el mago más oscuro de todos los tiempos ha sido derrotado, como también sabéis que la persona que acabó con él está ahora mismo aquí entre nosotros, por ese motivo, en primer lugar, me gustaría que Harry Potter recibiera un gran aplauso por parte de la escuela.
No terminó de decir la frase cuando todo Gryffindor estaba levantado aplaudiendo y gritando de emoción. Hufflepuff y Ravenclaw también se alegraban por el acontecimiento. En cuanto a Slytherin… aplaudieron sin entusiasmo alguno.
Harry miró en dirección a la mesa de las serpientes y vio como Malfoy bostezaba como si estuviese aburrido por lo que la directora estaba diciendo en ese momento.
McGonagall alzó la copa para continuar hablando y el jaleo se calmó.
— En segundo lugar, los alumnos que el año pasado estaban en séptimo vuelven a estar entre nosotros, por no haber podido realizar los EXTASIS a final de curso.
De eso no se alegraban tanto los alumnos de la generación de Harry, aunque la directora tenía razón. Si querían dedicarse a cualquier profesión como aurores o cualquier otra cosa, el último curso era crucial, y si además de no haberlo concluido, no habían hecho los exámenes finales, todo lo que McGonagall decía, tenía sentido.
— En tercer lugar, aunque sea la nueva directora, seguiré dando Transformaciones. El profesor Slughorn continuará dando pociones. En cuanto a Defensa Contra las Artes Oscuras tenemos a un nuevo profesor , Ringuil Pirmens — anunció señalando a un joven de cabello rubio con gafas que se sentaba junto a la profesora Sprout.
Parecía un tipo agradable y tímido. Muy joven para ser profesor de Defensa. Era de esas personas que aparentaba menos edad de la que en realidad tenía.
Se levantó, saludó con una sonrisa de oreja a oreja y todos aplaudieron.
—Y por último, se procederá a la Ceremonia del Sombrero Seleccionador— concluyó Mcgonagall sentándose junto a los profesores para dar lugar a la entrada de los alumnos de primer curso.
Hagrid iba en cabeza. Él iba a nombrar a los alumnos. Antes lo solía hacer Mcgonagall pero le cedió el cargo.
— Oye Hermione— le susurró Harry en el oído procurando no hacer mucho ruido, ya que el sombrero Seleccionador estaba adjudicando a los alumnos en las distintas casas.
— ¿Qué pasa? — preguntó sin despegar los ojos de los alumnos que se sentaban en la sillita para ser elegidos.
— Antes en el tren cuando fui a ver a Luna y los demás… me encontré a Malfoy y me dio las gracias por lo de...ya sabes… aquel día en la sala de los Menesteres.
Hermione giró la cara hacia donde estaba Harry y lo miró incrédula.
— ¿Malfoy dando las gracias? —preguntó— ¿estás seguro de que no lo has soñado?
Harry la miró frunciendo el ceño.
— No— respondió— está en deuda conmigo. Le salvé la vida.
— Lo que significa…— dijo haciendo una pausa— que a ti te deje en paz y Ron y yo seremos el centro de su atención. Sólo me faltaba que estuviera aún más insoportable.
Justo entonces, Hermione miró hacia la mesa de Slytherin y Draco que estaba sentado al lado de Malcolm, tenía los ojos fijos en ella. Vocalizó lentamente una palabra mirando hacia la castaña con una sonrisa llena de maldad.
Aunque no lo escuchó, pudo distinguir claramente la palabra sangre-sucia en sus labios.
Hermione lo miró con desdén y siguió atenta a la ceremonia del Sombrero Seleccionador.
Una vez concluida, McGonagall pronunció un discurso de bienvenida a los nuevos alumnos y avisó de lo que estaba prohibido en la escuela, los castigos….como antaño solía hacer Dumbledore.
Seguidamente, comenzó el gran banquete donde todos se pusieron las botas.
— Ronald, parece que no hallas comido en un mes— se quejó Hermione al ver con las ganas que Ron engullía el plato.
— Egg que estág muy ricogg todogg— balbuceó el pelirrojo casi sin poder hablar.
— Deberías intentar mejorar un poco tus modales— suspiró Hermione mientras apoyaba el rostro en su mano.
— Harry, y tú podrías decirle algo— insistió.
En ese momento Harry estaba demasiado distraído pensando en todo lo que había sucedido últimamente como para escuchar a Hermione. Todavía le resultaba extraño… volver a estar allí de nuevo.
Recordó la batalla de Hogwarts y la muerte de Voldemort. Había perdido tantas personas que le querían y le apoyaban durante esos últimos años… Sirius, Remus, Fred, Nymphadora….incluso Hedwig.
— ¡Harry! — exclamó Hermione por tercera vez.
— Perdón, estaba distraído…
— No hace falta que lo jures— dijo ella frunciendo el ceño— no has probado la comida. Distraído se queda corto.
— Yo ya he terminado— interrumpió Ron poniéndose en pie y bostezando— me voy a la sala común. Estoy agotado. Y vosotros deberíais hacer lo mismo.
Draco se removía entre las sábanas sin poder pegar ojo.
Era más de media noche y no se escuchaba ningún ruido en la sala común de Slytherin, salvo los ronquidos de Goyle.
``Otro año más en esta mierda de colegio— pensó— después de tener que huir de la mansión con mi madre por si los mortífagos que aun siguen vivos vienen a buscarnos, solo me faltaba volver aquí. Nadie se imagina por lo que he tenido que pasar estos últimos meses. Viviendo entre asquerosos muggles para que no nos pudiesen encontrar…. — se rió sarcásticamente en silencio— y eso sin contar lo de mi padre…``
Un escalofrío recorrió su cuerpo. Su padre en Azkaban, de por vida, hasta que al fin los dementores le dieran el beso.
En parte se sentía liberado tras la muerte de Voldemort, pero al no serle fiel tanto él como su familia, tenía cierta inseguridad. Los otros seguidores del señor tenebroso como los Carrow, podrían ir a por él y Narcisa en cualquier momento y no estaba dispuesto a perder la única persona querida que le quedaba, ya que dudaba mucho que volviese a ver a Lucius.
Suspiró y después de imaginarse cosas que él consideraba agradables como humillaciones a la sangre-sucia y a la comadreja, al fin se quedó dormido.
Esto es todo por hoy !
Este capítulo lo he basado más en Harry que en otro personaje, pero a partir del segundo ya será más Draco-Hermione. Supongo que lo subiré este fin de semana. Todo depende de los exámenes, que tengo los cuatrimestrales la semana que viene u.u. Menuda época he elegido para hacer un fic xDDD pero bueno, estoy animada y espero que sigáis mi historia, porque se va a poner muyyy interesante...jiji
¡Espero que os animéis y dejéis vuestros reviews! :D
