La selección terminó como cada año con 10 alumnos para cada casa, las puertas del Gran Comedor se abrieron de par en par dejando a los alumnos que festejaban asombrados.

Dumbledore se levantó llamando la atención de todos los presentes, una alumna atravesó las puertas con total elegancia, digna de ser Slytherin y valiente como una Gryffindor.

Cuando llegó a la mesa de los profesores, McGonagall trajo consigo el sombrero seleccionador, la muchacha tendría al menos 16 años de edad y era morena con mechas rubias, ojos azules como el mar y una mirada que embobaría a cualquiera.

- Antes de nada, disculpen por el desorden de última hora - Dijo Dumbledore con una sonrisa - Tengo el honor de presentarles a la señorita Alycon Weasley.

Todo el comedor miró hacía la mesa de Gryffindor, curiosamente ha 4 pelirrojos que estaban perplejos al oír el apellido.

- Bueno ahora será seleccionada para una casa - Dumbledore guardó silencio como todo el comedor, ya estaban al tanto de que los Weasley acababan siempre en Gryffindor era obvio - Adelante Minerva querida.

La profesora colocó el sombrero encima de la cabeza de la muchacha, esta no se inmuto. El antiguo sombrero exclamó excitado y a la vez algo asustado:

- ¡¡VALLA UNA WEASLEY!! - Dijo emocionado pero se interrumpió inmediatamente - mmmm... una especie de Weasley rara, si señor, muy extraña, tienes talento, eres sensual y sobre todo te gusta el liderazgo, mmm... me lo estás poniendo muy difícil... bueno visto lo visto, es hora de romper la tradición... ¡¡SLYTHERIN!!

Todo el comedor se quedó en silencio, los miembros de la mesa Slytherin o también llamados las serpientes miraron hacía la nueva alumna que iba a sentarse a su mesa, era hermosa y muy sexy.

El director aplaudió con entusiasmo ante la elección, todo el comedor estaba perplejo ante lo sucedido, mientras que en la mesa de Gryffindor cuatro Weasley's discutían severamente.

- No es posible - Decía la pequeña Weasley enojada - Mamá nos lo hubiera dicho...

- A mi no me suena de nada - Comentaba uno de los gemelos pelirrojo - Encima no es ni pelirroja...

- ¿Y si no es de su familia? - Dijo un chico con gafas y una cicatriz en la frente - ¿Y si se apellida Weasley por alguna otra razón?

- Puede que Harry tenga razón - Decía una muchacha con el pelo parecido a un arbusto y de color castaño - La ha mandado a Slytherin ¿no es extraño?

Mientras que en la mesa de Slytherin, los alumnos miraban a la nueva muchacha con miedo, como si les fuera a pegar una gripe muy fea.

- Valla... el horror a llegado a nuestra casa - Dijo un muchacho rubio y de ojos grises - ¿Por qué has caído aquí asquerosa traidora a la sangre?

- Eso no es de tu incumbencia - Dijo la muchacha desilusionada, si tan solo supiesen quien era la dejarían en paz - Métete en tus asuntos.

- Jajajajaja - Se rió el muchacho en su cara escupiéndole en la comida - Tú eres ahora el asunto.

La muchacha se levantó indignada de la mesa Slytherin, mirando con superioridad se alejó del rubio y sus secuaces.

Caminó por los pasillos del colegio hacía las mazmorras, allí encontraría paz, él le había enseñado el camino hacía ese lugar, él se lo había enseñado todo y también la había advertido acerca de lo que le harían por portar ese apellido.

Una vez dentro de la sala subió al dormitorio que compartía con dos alumnas más, Pansy Parkinson y Elizhabet Teylor.

Se desnudó completamente y se puso el pijama con una hermosa serpiente bordada en el pecho y en la cintura del pantalón. Ese había sido un regalo de ella por pertenecer a una noble familia de magos, sólo que nadie se daría cuenta.

Nadie sabría que ella era hija de Bellatrix Lestrange y Lord Voldemort.

Continuará.......................