(Bueno los nombres corresponden a la versión española de Ronin Warriors que
a España se traducio por Los Cinco Samuráis.)
Héctor=Ryo
Tomy=Touma
César=Seiji
Jorge=Shin
Tristan=Shu
Emma=Nasuti
Atenea, el pasado de los samuráis
1 Prologo
Una tarde de Junio.
El tiempo parecía llevarle la razón, al igual que ella lloraba llovía. Parecía como si el cielo compartiera su dolor, su tristeza, era como si el cielo la entendiera.
Ella estaba llorando otra vez, desde hace dos semanas ella y su madre lo único que hacían era discutir. Ella estaba harta, su madre lo único que hacia era decirle lo inútil que era. Ella sentía que su madre no la quería. A veces ella sentía que no era de esta familia, que pertenecía a otra parte, ella deseaba que ojala fuese así, así podría marcharse y empezar de nuevo, como se decía en las películas, pero no seria así, aunque ella no perdía la esperanza.
"Ojala tuviese poderes, así podría marcharme o al menos podría volar."
Volar, ella quería volar, le gustaría poder ve las estrellas de cerca, escuchar el silencio de la noche. Ojala.
Una luz verde pálida brillo en la oscuridad de su cuarto, ella se levanto de su cama y vio como la cruz en forma de ¨ T ¨ brillaba ligeramente. Ella no entendía nada.
´ Que esta pasando??` pensó para si misma.
Esa cruz se la habían regalado las monjas de la iglesia que estaba enfrente de su casa. Se la regalaron a los 12 años, de eso hacia ya 3 años. Desde el primer momento le gusto y no se la había quitado para nada. Sin saber como esa cruz era especial para ella, le gustaba, se sentía bien.
Ella se puso de pie y agarro su cruz, en ese momento la cruz emitió una luz verde que cubrió toda la habitación. Unos segundos después, Mercedes, había desaparecido. En la habitación solo había oscuridad y silencio, un silencio que solo era interrumpido por el ruido de la lluvia que aun parecía estar llorando.
Héctor=Ryo
Tomy=Touma
César=Seiji
Jorge=Shin
Tristan=Shu
Emma=Nasuti
Atenea, el pasado de los samuráis
1 Prologo
Una tarde de Junio.
El tiempo parecía llevarle la razón, al igual que ella lloraba llovía. Parecía como si el cielo compartiera su dolor, su tristeza, era como si el cielo la entendiera.
Ella estaba llorando otra vez, desde hace dos semanas ella y su madre lo único que hacían era discutir. Ella estaba harta, su madre lo único que hacia era decirle lo inútil que era. Ella sentía que su madre no la quería. A veces ella sentía que no era de esta familia, que pertenecía a otra parte, ella deseaba que ojala fuese así, así podría marcharse y empezar de nuevo, como se decía en las películas, pero no seria así, aunque ella no perdía la esperanza.
"Ojala tuviese poderes, así podría marcharme o al menos podría volar."
Volar, ella quería volar, le gustaría poder ve las estrellas de cerca, escuchar el silencio de la noche. Ojala.
Una luz verde pálida brillo en la oscuridad de su cuarto, ella se levanto de su cama y vio como la cruz en forma de ¨ T ¨ brillaba ligeramente. Ella no entendía nada.
´ Que esta pasando??` pensó para si misma.
Esa cruz se la habían regalado las monjas de la iglesia que estaba enfrente de su casa. Se la regalaron a los 12 años, de eso hacia ya 3 años. Desde el primer momento le gusto y no se la había quitado para nada. Sin saber como esa cruz era especial para ella, le gustaba, se sentía bien.
Ella se puso de pie y agarro su cruz, en ese momento la cruz emitió una luz verde que cubrió toda la habitación. Unos segundos después, Mercedes, había desaparecido. En la habitación solo había oscuridad y silencio, un silencio que solo era interrumpido por el ruido de la lluvia que aun parecía estar llorando.