Disclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenecen. Solo los utilizo sin un valor pecuniario para un mero desahogo mental. Por tanto, la historia y los hechos que se cuenten a continuación y me pertenecen en su TOTALIDAD.

Notas del autor: Se me ocurrió y no pude evitarlo, simplemente tenía que escribirlo. Así que pese a que no vamos muchos capítulos adelante en Désespérémet Vôtre decidí hacer un Spin-off tiempo en el futuro, nada muy largo solo tendrá 6 capítulos. Para los que siguen la otra historia, encontraran algunos sucesos que van más adelante así que ahí tienen un mini spoiler. Ahora entrando en materia, decidí que quería una historia erótica y valiéndome de un viejo acontecimiento y una frase, he decidido hacer el What If de esa situación. Y bueno mi primer ItaSaku, espero les guste.

Por cierto: Aoi Hinamori si estás leyendo esto te informo que estas en el Rated M y no estás invitada a leerme: 1- Porque no tienes edad para leerlo. 2- Porque soy tú hermana mayor y no tienes mi permiso. Así que ¡Largo!

Advertencias: Contenido para adultos.

See U in NY.

Capítulo I

Empire State of Mind.

Nara_Suri.

26 de mayo de 2013,

− "Nos vemos en Nueva York…"

Habían pasado casi seis meses desde la última vez que le vi, fue en esa cena en Kyoto antes de la fiesta de despedida cuando después de besarme en ese ascensor a lo largo de los nueve pisos me susurró aquello al oído de manera dulce haciéndome subir los colores y dejándome algo más que los labios encendidos. Apagué el reproductor dado que la señal de que podíamos usarlos se ha apagado y la de cinturones se ha encendido, estábamos por aterrizar.

Suigetsu iba adormitado aun por la modorra del viaje, quien diría que casi dos años después de viajar juntos Kyoto para el Nacional de Oratoria, estaríamos cumpliendo el sueño de ganar en Nueva York en el Mundial de Oratoria. Porque a eso íbamos, aun que yo también tuviese planes adicionales. Planes en los que mi amigo cooperaria librándome del ojo vigilante del pesado de nuestro ineficiente entrenador, quien me odia Dios vaya a saber por qué.

Llegamos a los dormitorios de la universidad después de casi dos horas de viajar en aquella pequeña van que nos había facilitado la sede anfitriona, las luces de la capital del mundo me resultaban fascinantes pese a vivir yo en el luminoso Tokio, ya casi que anochecía y me moría de hambre pero más que eso sentía el deseo de volver a verle. Pero tan pendenciera es la suerte y tan insulso el destino que me lo he cruzado en la puerta de la sede enfundado en ropa casual mirándome penetrantemente tras el vidrio de las gafas, vestida yo con unos vaqueros ceñidos, un hoodie blanco con el logo de la universidad tan gigantesco que podrían caber dos yo en el y unas zapatillas converse color rojo; sobra decir que en las 14 horas de viaje solo había dormido un par de horas y que tenía el moño mas desaliñado sobre la faz de la tierra.

Suigetsu me dio un codazo al instante y en su cara se dibujo una sonrisa de oreja a oreja, yo le mire con reprobación e intente retomar la compostura antes que Kakashi Hatake nuestro Coach se diese cuenta que algo andaba mal. Así que delante de su mirada me he sacado el hoodie y me lo amarré a la cadera dejando a la vista la musculosa color marfil ceñida al cuerpo, me solté el cabello liso hasta la mitad de la espalda cortado en capaz y tomé mis maletas pasando olímpicamente de él, pero como siempre el mundo no puede ser perfecto y mi táctica de conquista fue frustrada por el imbécil de Hatake.

-. Haruno.- me llamó el muy cabrón. -. ¿A dónde vas? Voy a presentarte a alguien.- el corazón me latió fuerte y me giré con mi par de maletas.

-. Dime…-trate de ser cordial y amable, no quería empezar otra pelea con Hatake.

-. Mira te presentó a un viejo amigo su nombre es Itachi Uchiha.- me dijo en ingles.

-. Al Dr. Uchiha ya tenía el placer de conocerlo.- dije con una sonrisa falsa en japonés. -. Un placer volver a verle- dije.

-. Hola Sakura, un placer volver a verte a ti también. La conocí en el Intercontinental.- él muy puto empezó a tutearme y me habló en japonés. -. Se te ve muy bien. Estás bastante guapa.- dijo cortés sin que su comentario sonase a una clara insinuación. Sin embargo, pude notar en mirada de Hatake que ello no le gustó.

-. Este es mi otro pupilo.- ¡Ja! ¿Pupilo? Si ese pelmazo de Kakashi apenas le acaban de entregar el cartón de abogado. -. Suigetsu Hōzuki- dijo presentándolo.

-. Itachi Uchiha, un placer.-dijo cortésmente, estrechándole la mano a mi compañero. -. Soy el Coach de los chicos del London College.- se presentó.

Al final Hatake se ha quedado hablando con él y yo me he adelantado. Sui kun se puesto a mi lado alejándose de esos dos y me ha quitado una de mis maletas, a lo que yo le he sonreído. Él me miraba cagado de risa, al final hemos llegado al dormitorio en el que gracias a Dios no dormiría el pesado de Kakashi.

-. ¡Tenias que haber visto tu cara!- me gritó el peliblanco. -. Casi que golpeas a Kakashi.-

-. Y ganas no me faltaron…- abrí una de mis maletas sacando algunas cosas que necesitaba.

-. Pero lo más épico fue el tío, se ve más viejo en persona.- me comentaba. -. ¿Te verdad te quieres follar a ese tipo?- estaba acostado en la cama mientras yo desempacaba. -. Es decir por mas gay que suene el tipo tiene lo suyo, con las gafas pues le da así ese toque de pringado que tanto te gusta, mide 2 Mts, pero se ve mayor para ti. Ahora que estas delgada parece tu tío y hasta tu padre si te descuidas.- me bromeo. Sí, Sui era el único hombre al que le dejaba meterse con mi peso.

-. Pues quien sabe, vinimos a competir no a coger.- dije con determinación.

-. Ahí si…- me dijo poniendo voz de bobalicón. -. Él tipo te lo dejo claro en Kyoto "Nos vemos en Nueva York" eso mi querida amiga en cristiano es un "En Nueva York te pillo, y si te veo te cepillo"- explicaba.

-. Ya…-

-. Además ¿Viste su cara cuando te quitaste el hoodie? Casi se muere. Además te estaba mirando el trasero mientras veníamos hacia acá.-

-. ¿Qué? ¡Porque demonios me quitaste el hoodie de las caderas?-

-. Porque la que no muestra no vende, y él tío te quiere pegar una recogida que ni para que te cuento. Tienes 5 días, así que no los desperdicies.- se puso de pie. -. Iré al Mac Donalds de enfrente ¿Te traigo algo?-

-. Unas papás grandes y una coca-cola.- dije en un puchero.

-. Te traeré unas pequeñas y una botella de agua, no te vas a volver a poner como una ballena.- le fulmine con la mirada. Acto seguido Sui se fue la habitación.

Después de cinco minutos me arrepentí de no irme con Sui a comer, aburrida decidí ir a fumar un cigarro de la cajetilla que había comprado aun en Tokio, en las afueras. Me sentía realmente cansada y estaba algo frustrada. Miré mi teléfono y tuve la tentación de telefonear a quien no debía, revise el Twitter donde Hinata me había dejado un mensaje de aliento para la competencia y tenía un texto de Tenten para que le avisase cuando llegara a la capital del mundo. Decidí entrar al Facebook entonces a ver si la castaña estaba conectada dado que como siempre no respondía en su puto Whatsapp.

-. ¿Por qué no estás en tu cuarto?- era él en el Facebook hablándome.

-. Pues porque no me apetece.- le contesté. Trátalo mal eso siempre funciona.

-. ¿Por qué estas tan esquiva conmigo?- me preguntó.

-. No lo estoy esquivando Uchiha san.- le dije tratándolo de nuevo de usted.

-. Quiero verte ¿Estas en la universidad aun?- me preguntó.

-. No.- mentí. -. Salí a comer.- agregué.

Suspire exhalando el humo y me estire el cuello con la mano libre. Me apoltroné sobre una columna en el pasillo con vista a un lindo bosque, cerré los ojos y me permití no pensar en nada.

-. Eres una pésima mentirosa, y eso es muy malo para un abogado.- estaba frente a mí, abrí los ojos enseguida.

Allí estaba imponente y masculino, el hombre que me sacó de mi agujero de miseria. Aquel que pudo hacer que le diese a Saito Kinomoto una lección y que volvió a avivar el deseo que dormía en mi. Ingles de padres japoneses, cabello oscuro y ojos misteriosos, las marcas debajo de ellos te hacían saber que no era un jovencito y que efectivamente era 10 años mayor que yo, si mis padres se enterasen me matarían. Sin embargo eso poco me importaba. Ese hombre me encantaba, era el sueño erótico de cualquier chica y sin duda alguna era un buen trofeo de guerra.

-. ¿Qué quiere?-

-. Me tratas como si fuera la paria y deja de llamarme de usted, sabes que puedes tutearme.- se sentó a mi lado.

-. Tengo que tratarle de usted Uchiha san, le recuerdo es usted 10 años mayor que yo.-

-. Y dime ¿Cuándo te ha importado eso?-me quitó el cigarro de la boca y le mire molesta.

-. Nunca.- le dije aun con el humo en la garganta. -. ¿Le importa a usted?- me arrodille a lado y exhale el humo en su cara.

-. Te invite a mi habitación en Kyoto ¿Crees que me importa nuestra diferencia de edad?-sonrío arrogante acercándose, su aliento caliente ya chocaba con el mío.

-. Podemos volverla incluso divertida, Uchiha san.-dije con vocecilla aniñada.

-. Me gusta como piensas entonces.-intentó besarme pero le esquive. -. Estas preciosa y me encantaría que ahora si aceptases la invitación a mi habitación.- deje que me besase el cuello y la clavícula. Se sentía tan bien.

-. Lo siento Uchiha san pero mi mami me enseño a nunca debía quedarme sola con un hombre en una habitación.-volví a usar esa vocecilla de niña dejándome hacer. -. Así que como en Kyoto tendrás que buscarte otra zorrita con quien desquitar, vuelvo a declinar.- apretuje sus cabellos mientras él me seguía besando. -. Claro que también podría usted portarse bien y ganarse los favores de una nena como yo.-le aparté de mí poniendo mi dedo índice en su boca para evitar sus besos.

-. ¿Y cómo me ganaría los favores de la nena?- me besó el dedo.

-. Portándose bien y dejándose hacer.- le sonreí coqueta.

-. Interesante propuesta ¿y que puede ofrecerme la nena a cambio?- iba a besarme pero de nuevo le rechace.

-. No coma ansias señor Uchiha.- me puse en pie y él hizo lo mismo. De puntitas me acerque a su odio a susurrarle algo. -. Las nenas buenas también sabemos portarnos mal.- dicho esto le deje en aquel pasillo y camine hasta mi habitación.

Aquí empezaban nuestros 5 días de jueguecillos.

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