Bueno, yo aquí desvariando con un one-shot, ojalá les guste.

Un review! Que es gratis

Es imposible. Es imposible pero es real.

Me he levantado hace unos cuarenta minutos. He desayunado, como todos los dias, me he duchado y me he vestido, como siempre. Andaba buscando mi cazadora negra, cuando llamaron al timbre. ¿Ahora quién llamará a mi puerta?

Rápidamente llegué al salón, me acerqué a la puerta y me asomé por la mirilla. Me eché para atrás al darme cuenta de que había un ojo mirándome de cerca desde el otro lado.

Y aquí estoy, flipando como no he flipado nunca. Son ellos. Los dos. No uno, sino ambos.

Sherlock Holmes. Y El Doctor. Con todas sus mayúsculas.

Están en la puerta de mi casa y creo que a mí me va a dar un shock.

Veo como Sherlock me examina, de arriba abajo, cuando El Doctor le interrumpe.

-Te dije que no lo hicieras, Sherlock, ya sabemos mucho de ella, no le saques las intimidades- le regañó

-Oh, vamos, es transparente, no hace falta fijarse mucho. Se ve que…-

-No-le corto el otro- deja lo de deducir para otro momento.

Yo les miraba a ambos atónita. Sherlock vestía su abrigo negro con su bufanda y los guantes. El Doctor llevaba su chaqueta, sus tirantes y su pajarita.

-Ho-hola- les digo, aún sin reaccionar del todo.

-Hola! Soy El Doctor- me sacude la mano con una sonrisa de niño- y este es-

-Sherlock Holmes, hola- me dice el otro con una pequeña sonrisa.

Caigo en sus ojos. Dios mío, son..no hay palabras para describir esos ojos que no puedo parar de mirar. Pero me percato al momento y miro a su compañero.

Tiene el pelo y la sonrisa más bonitos que he visto en mi vida, en sus ojos se ve su alma, bella y pura.

-Bueno- dice El Doctor- venimos a hacerte una propuesta.

-¿Una propuesta para qué?- pregunto extrañada.

-Queremos que elijas- responde el detective

-A uno de nosotros-le sigue El Doctor

-Te proponemos esto: Debes elegir entre irte con El Doctor, y la posibilidad de convertirte en su acompañante o venir conmigo a Baker Street y poder convertirte en mi Blogger.- expone Sherlock

El júbilo y la emoción que siento por dentro no son expresables con palabras, pero creo que la sonrisa que puse lo exteriorizó todo, por que ambos sonrieron.

-También puedes quedarte, claro, no te obligamos a venir- dijo el doctor

Sonreí a ambos.

Escoger a uno. Uno de los dos. Repasé ambas opciones. En ese momento me lamenté de no poder multiplicarme y seguí pensando.

El doctor. Viajar con señor del tiempo con un máquina capaz de ir a cualquier momento y lugar en el universo. Ver cosas increíbles con un ángel que aspira a ser humano.

Sherlock, vivir en la ciudad más preciosa que probablemente habrá, con la emoción en las venas a cada minuto. Ayudando a un hombre que aspira a ser un dios, a resolver crímenes imposibles.

En ese momento me pareció cruel responder a esa pregunta. Siempre tendría la duda de ¿y si no hubiera escogido esto? Esa duda me inundaba ahora y sé que me inundaría siempre después de mi elección.

Pero, di un paso al frente y señalé al hombre con el que iba a pasar el resto de mi vida.