Edit: Me trae a editar un hecho bastante estúpido. DEMASIADO, de hecho.
Suelo ir a la casa de un primo mío, y desde ahí me conecto a esta página; lo que ha sucedido es que mi cuenta quedó abierta y él, sin querer, dejó un review, olvidado de cerrar mi sesión. Les informo esto pues tan solo quería dejar constancia, porque es simplemente desagradable ver en un fic un review dejado, aparentemente, por el mismo autor.
Habría eliminado el fic de no haber sido por los reviews que me habían dejado antes de que esto pasara.
Pido disculpas si dicho review creó alguna confusión.
Gracias.

Hola.
He vuelto, esta vez con la Tabla Defectuosa propuesta por el foro Duelo Literario. Toda la tabla será en base a la pareja Ron/Hermione, cada capítulo representando un año en Hogwarts.
Espero sea de su agrado.

Disclaimer: todo aquello relacionado con Harry Potter es de propiedad de J.K. Rowling.


Rencor

Desde pequeño, Ronald Weasley nunca se consideró a si mismo una persona rencorosa.

Cuando tenía apenas tres años de edad y sus hermanos convirtieron su peluche favorito en una araña gigante, no mostró mayores resentimientos. Unas pocas pataletas, sí, pero nunca pasó a algo más grave; pronto él, Fred y George volvían a jugar juntos como si nada hubiera pasado.

Tampoco se quejó cuando, tres años más tarde del incidente de la araña, su madre se negó a comprarle una pequeña snitch de juguete pero, media hora después, le compró un vestido nuevo a Ginny. No. Nunca había dado muestras de ser una persona muy rencorosa. Celosa, quizá, pero no rencorosa… hasta ahora.

Últimamente, un nuevo factor se había incorporado su vida y cambiado todos sus esquemas. Desde que Hermione Granger abrió la puerta de su compartimiento en el expreso de Hogwarts, no puedo evitar una extraña aversión contra ella y sus alardes de conocimiento y rectitud.

Un evento tras otro, le daba cada vez más la impresión de que los espiaba, tanto a él como a Harry. Era como si supiera todo lo que hacían, y en cuanto se encontraban en algún lugar del colegio, la chica no podía dejar de lucir su expresión acusadora. Así eran las cosas, casi por rutina: ellos hacían algo inadecuado y ella los reprochaba.

Hasta ese 31 de octubre.

Pronuncia el "gar" más claro y largo —había dicho. Como si lo supiera todo. Ron, iracundo, sintió arder sus orejas.

Recuerda haber musitado que si era tan lista por qué no lo hacía ella. Por supuesto, la chica lo hizo; cuando la pluma se elevó sin problemas, seguida por los elogios del profesor Flitwick, notó un extraño cambio de ambiente en el salón. Se oyeron un par de felicitaciones, pero las sonrisas forzadas de sus compañeros —algunos ni siquiera se preocuparon en disimular— le hicieron ver que él no era la única persona con resentimientos hacia Hermione Granger.

Por eso, cuando la clase terminó, no le pareció para nada extraño que alguien despotricara contra ella; era sólo cuestión de esperar a ver quién tiraba la primera piedra. Y, con toda la inquina acumulada durante el último tiempo, dio la casualidad de que fue, nada más ni nada menos, que él mismo.

No es raro que nadie la aguante. Es una pesadilla, realmente. —Saboreó las palabras que le permitieron, al fin, descargarse. Pero luego, ahí estaba ella, cabizbaja, alejándose lo más rápido que podía. A pesar del nudo que le oprimía el pecho cada vez más, intentó convencerse de que no importaba. No importaba, porque ella se lo merecía. Siguió con su camino, ansioso por celebrar su primer Halloween en Hogwarts.

Oh, el troll. Ron se pregunta si hubieran llegado a hacerse amigos de Hermione de no haber sido por aquella bestia y la discusión —si podía llamársele así— con la chica ese mismo día.

Una semana más tarde, mientras hacen los deberes, el chico vuelve a hacer la pregunta que tanto ha formulado últimamente.

—¿Por qué?

Ella deja la pluma y responde con simpleza, como todas las otras veces.

—Porque así debía ser.

Pero hoy él no se contenta con una respuesta vaga; la duda lo carcome y necesita palabras contundentes, verídicas. Sabe que se ha ruborizado, pero aún así la mira a los ojos al momento de hablar.

—Pudiste haber dicho la verdad. ¿Por qué mentiste por nosotros? Te hemos tratado mal desde que nos conocimos —dice, compungido. La chica, con expresión desentendida, vuelve a tomar la pluma, la sumerge en el tintero y continúa con su ensayo. Sin despegar la vista del pergamino, se dirige a él.

—Ya te lo dije: así debía ser. Además, ustedes fueron a salvarme. —Hace una pequeña pausa, en la que toma una gran bocanada de aire—. Lo mínimo que podía hacer era ayudarles.

—Sí, bien… —No sabe qué decir, así que, en un intento de aliviar el ambiente, añade—: Supongo que luchar contra un troll realmente une a la gente.

Desvía la mirada, nervioso. Aún no termina sus deberes, pero en ese momento no siente ganas de hacerlo; apila sus cosas en una esquina de la mesa y se acomoda en su asiento. Preguntándose cuándo volvería Harry de su entrenamiento de Quidditch, cae en cuenta de que Hermione ha dejado de escribir.

—¿Ha pasado algo? —pregunta.

Ella lo mira tímida y, curiosamente, completamente sonrojada antes de hablar.

—No pasa nada. Es sólo que he estado pensando en algo: en realidad, creo que luchar contra un troll ayuda a que la gente note cuán unida ya está.

Dicho esto, le sostiene la mirada un segundo, para luego volver a sumergirse en su trabajo, aún con las mejillas encendidas.

Ron se siente turbado. Observa a la muchacha, que ahora escribe en la parte baja del pergamino, aunque todavía luce un semblante abochornado. Lo que más le confunde es la confesión implícita que acaba de hacerle.

Todas aquellas veces que los reprochó, que les señaló sus errores, hubo algo más que egolatría en sus palabras, y sólo ahora es capaz de darse cuenta, porque la rabia y los celos lo habían enceguecido; si hace memoria, puede recordar esas situaciones y dilucidar el tono preocupado, casi comprensivo de su voz.

Una semana después de salvar a su amiga de un troll, Ronald Weasley se siente, por primera vez, avergonzado de su rencor.


Sobre la Viñeta: es cortita y no muy buena, pero no me pude resistir a la tabla. De todas formas, espero que no haya resultado muy terrible el resultado. Como siempre, me preocupa el OoC, y cualquier crítica es aceptada.
De cualquier manera, espero mejorar en los próximos capítulos, ya que esta es sólo una viñeta de siete... y de todo lo que venga en el futuro, claro está.
Gracias por leer si lo leyeron, de verdad. Se aprecian los reviews, aunque sean críticas; esto siempre ayuda a mejorar :)
Saludos.

Martha, porque aunque sé que esta pareja no te gusta, lo de hoy fue importante. Te deseo lo mejor.