Llorar alivia en ocasiones.
- Anna Frank
POV Edward.-
Abrí los ojos con dificultad pues pesaban demasiado, a decir verdad no podía recordar nada, me dolía demasiado la cabeza, cerré y estaba a punto de volver a abrir los ojos para poderme acostumbrar a la luz cuando sentí una respiración a mi costado, fue ahí cuando me percate de una cosa, me encontraba completamente desnudo, me tensé al sentir un cuerpo apretarse más al mío, era el cuerpo de una mujer y mi mano descansaba en el seno de está, no recordaba que hubiera pasado nada con Tanya, ni mucho menos que me hubiera quedado con ella, ¡Mamá me mataría por no avisar que no llegaría a dormir! con preocupación abrí los ojos para toparme con unos cabellos castaños frente a mí, sin poder evitarlo me moví con rapidez haciendo que la chica se quejara por el brusco movimiento.
- Cielo, en verdad deseo dormir antes de que Kennedy y Bonnie se despierten, mira que ayer no me dejaste dormir nada.- Susurró con voz adormilada.
Pero al escuchar sus palabras recordó algo pues se levantó con rapidez dejándome ver su escultural cuerpo me sentí mal por mirar el cuerpo de una mujer de esa manera, pero por la otra parte no podía apartar la mirada, la mire caminar por la habitación y tomar de un closet frente a la cama, una bata negra y colocársela lentamente para cubrir su cuerpo, para a continuación salir de la habitación, en cuanto salió de la habitación trate de recordar lo que había pasado anoche, ¿Qué día era? ¿Qué había ocurrido? ¿En dónde estaba? ¿Quién era esa hermosa mujer castaña? ¿Quién era Kennedy y Bonnie? Tenía que seguir dormido pensé, esto es un sueño y cómo tal tengo que disfrutarlo me dije sonriendo, salí abruptamente de mis pensamientos cuando la vi llegar a la habitación dos minutos después con una sonrisa juguetona bailando en su rostro.
- Sabes cielo amo a tus hermanas- Dijo sonriente, recargándose con sensualidad en el marco de la puerta.
- ¿Mis hermanas? - Fue lo único que pude decir pues no sabía que más hacer, me sorprendí de escuchar mi voz más madura. Ella sonrió en respuesta afirmándolo, Dios era bellísima, & tenía un cuerpo de Diosa, no era muy alta, debía medir un metro sesenta y cinco a lo mucho, sus ojos eran color marrón y pude ver por el escote de la bata un pequeño pero sensual lunar.
- Han venido por las niñas mientras dormíamos, Shai me dejo una nota en la habitación de las niñas que decía.
Disfruten su día, Ali insistió en abrir con la llave que nos dieron pues ustedes estarían con ganas de festejar. Con amor Ali& Shai.
Quede sumido en mis pensamientos, ¿Shai? ¿Hablaba de Sasha mi hermana?, ¿Cuáles niñas? ¿Festejar qué? Estaba a punto de preguntarle quien era ella cuando me sorprendió verla que se encontraba a tan sólo unos centímetros de distancia de mi cuerpo
- Felicidades mi amor- Ronroneó sensualmente mientras mordió mi oreja. Sin poder prevenirlo solté un jadeo de sorpresa. Ella sin previo aviso me beso de lleno en los labios, al cual correspondí con la misma pasión que ella, se acomodó mientras me besaba quedando sentada a horcadas arriba de mí, la atraje más a mí de lo que era posible, con rapidez la desnude recostándola en el colchón, lleve sus manos arriba de su cabeza, sin dejar de besarla, ella susurraba palabras de amor para mí, bese, mordí y saboree su blanquecino cuello tan sólo cubierto con un guardapelo de oro blanco, sentía como su cuerpo encajaba con el mío a la perfección, sin quererlo entrelace nuestras manos y me sorprendí al sentir que al entrelazarlos ella tenía un argolla y yo también, con rapidez mire hacia nuestras dedos sorprendiéndome de que efectivamente teníamos una argolla de matrimonio, ¿Qué demonios ésta ocurriendo? Me aleje de ella, y me senté en la orilla del colchón, la ojimarrón comenzó a llamarme pero no podía escuchar lo que me decía, sentía mi corazón latir como loco, el aire no llegaba a mis pulmones, trate de concentrarme en otra cosa para no pensar en la estúpida falta de aire.
- Perdona, ¿Que decías?- Pregunté.
- Edward mi amor, seremos padres, vamos a tener otro hijo- Anuncio, se acercó a mí, tratando de besarme y abrazarme pero sin poderlo evitar me aleje abruptamente de ella, me levanté pese a sus suplicas y la mirada dolida, trate de encontrar mi ropa, necesitaba salir en busca de aire, busque mis ropas por todas habitación y la encontré en una esquina de esta, con mucha dificultad camine tambaleante hasta allí, tomé mis boxers y me los coloqué con dificultad.
Escuchaba a lo lejos un lloriqueo al igual que esa chica llamándome, al levantar mi mirada hacia una pared en la cual se encontraban cuatro cuadros con fotografías que me sorprendieron de sobremanera, pero la que más me sorprendió fue la de hasta arriba, en la cual nos encontrábamos esa chica castaña vestida de novia y yo con un traje besándonos y en las demás salíamos en la habitación de un hospital con tres personas más, una chica de mi edad rubia de los ojos color celestes más hermosos que he visto en mi vida, junto con dos bebes, vestidas de rosa una de cabellera castaña cobrizo y otra pelirroja. Comencé a marearme, mi vista se nublo y deje de respirar, escuche un golpe sordo y escuche un grito hasta de hundirme en una oscuridad completa.
Bella POV.-
- ¡EDWARD! - Grite aterrada al verlo caer, le levanté con rapidez, a ayudarlo.- Acomode su cabeza en mis piernas y verifique su respiración, la cual se encontraba irregular.
- ¡Ángela!, ¡Ángela llama a una ambulancia rápido por favor!- Grite.
- Mi amor, despierta, por favor cielo me hagas esto Edward, despierta cielo, no me dejes, no tú, no me abandones Ed...- Suplique aferrándome a su cuerpo.
No podía pensar con claridad, desde la mañana Edward se había portado muy extraño, sentía mis lágrimas recorrer libres por mis mejillas, me abrace a mi vientre, tranquilo mi amor, papi estará bien, todo pasará. Tú papi es fuerte. Pensé abrazándome a mi vientre.
Me sentía por completo inútil hace casi cuatro horas que los paramédicos habían llegado a casa y no me podían decir nada acerca de él, era frustrante, de qué demonios servía ser una reconocida cirujana y cardióloga sí no podía ayudar a mi marido, apreté mi guardapelo entre lágrimas, con mis manos temblorosas lo abrí y al hacerlo pude observar las hermosas fotografías que estaban en él, en la cuales nos encontrábamos Edward y yo basándonos y en la otra mis hijas, mis pequeñas, me senté en la sala de espera de nuevo, cerré los ojos por sólo un segundo antes de escuchar a Renata una de las secretaría llamarme.
- Señora Cullen.- Hablo sobresaltándome- Lamento haberla despertado pero es acerca de su marido…- La interrumpí.
- No estaba dormida- Susurre- ¿Qué pasa con mi marido? ¿Dónde y cómo se encuentra mi marido? - Pregunté exaltada.
- Ya puede pasar a verlo, se encuentra en la habitación, 4712- Sin esperar más me levanté apurada, hasta llegar al área de elevadores y subir al octavo piso, abrí con miedo la habitación señalada.
- Thomas ¿Qué haces aquí?- Pregunté al ver al doctor que se encontraba con mi marido.- Mi amor ¿Cómo te sientes?- Interrogué preocupada, bese sus labios más aliviada de verlo despierto- Me tenías tan asustada- Susurre sintiendo de nuevo las mejillas bajar libres por mis mejillas, me senté en la camilla en el espacio que me había hecho Edward a su lado.
- ¿Qué ocurre? ¿Edward, Me puedes explicar que pasa? me están preocupando- Dije temerosa.
- Necesito que te tranquilices antes, Bella - Pidió Thomas, pero al parecer miro mi mirada feroz, pues continuo- Ayer trajeron los paramédicos a Edward, sufrió un accidente, chocó contra un árbol rumbo a casa.- Hablo con ese tono de voz que siempre utilizaba para transmitirme tranquilidad.
- Me mentiste Edward, me dijiste que te golpearon el auto, no que tú habías chocado y mucho menos que habías estado aquí herido- Reclame dolida alejándome de él. Me sentía dolida, mi marido, Edward con quién ningún secreto tenia, me había mentido.- ¿Que te ocurrió? - Pregunté molesta, Edward al verme bajo su mirada- Sólo eso harás Cullen, rehuir a mí- Gruñí.
- Al parecer no tenía nada, pero no dejó que le hicieron los estudios más claros y... Lo siento Bells- Hablo Thomas.
- ¿Qué? ¿Qué es lo que tiene? ¿Por ello se desmayó hoy?- Indague olvidando mi momentáneo enojo.
- Él tuvo un traumatismo- Podía verlo hablar de todo lo que tenía pero no podía hacerle caso, sólo podía observar a Edward- ... Él no recuerda nada, no sabemos sí es o no temporal necesitamos hacerle más análisis.-
¿No recuerda nada? ¿Esto era de esas veces que primero es un sueño y luego se convierte en pesadilla? ¿Por ello se comportaba así? Pensé con horror.
-Yo necesito aire, me permiten.-Suspire, levantándome, quería salir pero no, no podía irme no así- Nos pudieras dejar solos Thomas- Suplique, cerrando los ojos no podía mirarlo.
- Sí cariño, te veo luego hermosa- Se despidió besando mi mejilla- Respira cielo, te veré en un rato en mi oficina- Susurró en mi oído. - Adiós Edward.- Se despidió.
- Adiós- Respondió con frialdad este. Reí sin gracia pensando que se repetía la historia como un dejá vu. - ¿Que sucede?- Pregunto saliendo de su mutismo.
- Thomas es mi...- Estaba a punto de responderle cuando mi teléfono comenzó a sonar. - Ya ha despertado estoy con él en este momento, la habitación es la número 4712.- Y sin más colgué.
- Yo...- Dijo sin saber que decir.
- Tus padres vienen para acá, yo les tuve que llamar, las chicas están con las niñas.- Expliqué. Todavía no sabía de qué se acordaba y a decir verdad tenía miedo de saberlo, no creía poder con la respuesta.
- Yo...- Repitió, haciendo que mi corazón se quebrara por completo no me recordaba, y sin no me recordaba significa que tampoco recuerda a sus hijas, ni nuestro amor.
- Mi nombre es Isabella Cu...- Me calle sin saber que decir.
- Edward, Bella hijos- Grito una hermosa mujer entrando a la habitación seguida dos guapísimo hombres uno rubio y el otro pelinegro.
- ¡Papá!- Dije antes de hundirme en un abrazo con él pelinegro.
- Mi cielo tranquila.- Pidió besando mi cabello.
- Mamá, Papá, ¿Que hacen aquí?- Susurró Edward sorprendido.
- Mi vida, no sabes lo que me preocupe cuando recibí la llamada de Jasper diciéndome lo que te había ocurrido.- Dijo Esme abrazando y besando a Edward.
- ¿Cómo te encuentras hijo?- Concedió Carlisle. Mire a Edward aullar del dolor mientras se tomaba la cabeza.
-¡Edward, auxilio por favor!- Grite realmente asustada.
- Sacarla de aquí, Chuck- Pidió Thomas entrando.
Sentí como papá me arrastraba, mientras que yo suplicaba que no me alejara de su lado. Pasaron veinte minutos y sólo entraba y salían personas pero nadie nos decía nada, mi corazón latir como loco a causa del miedo. No había hablado nada es todo este tiempo pese a las suplicas de papá, quién me abrazaba susurrándome palabras de amor.
- Bella cielo vamos a que comas algo, estoy segura de que no has probado bocado desde que despertaste, y no te hace bien a ti, ni al bebé- Pidió Esme con voz nasal.
Sólo pude asentir tenía razón, le podría hacer daño a mi hijo si no comía nada y era lo que menos deseaba.
- ¿Que ocurrió Bella?- Pregunto Esme una vez solas.
- Estábamos solos en casa Alice y Shai fueron por las niñas temprano, por lo que Edward y yo estábamos en la cama, Edward comenzó a comportarse extraño, yo le dije que estaba embarazada, después de eso se tambaleo y lo trajeron aquí, cuando entre a verlo me enteré que sufrió un accidente ayer, un choque, y hoy... Me entero de que perdió la memoria, no me recuerda, ni a nada de nuestra vida juntos- Solloce aferrándome a sus brazos, buscando el consuelo de una madre, de la madre que me habían arrebatado.
Estaba sentada en el sofá junto a papá quién me tarareaba una nana mientras peinaba mi cabello. - Te amo, pequeña... Eres tan idéntica a tú madre, tan hermosa y frágil pero a la vez tan fuerte y aferrante. Todo estará bien hija- Susurró haciéndome entrar al mundo de los sueños. Desperté al sentir unas manitas mis mejillas.
- Mami despierta- Susurró Keneddy.
- Mami ya es hora- Dijo Bonnie.
- Hola mis amores- Dije abrazándolas, y besando su cabello.
- ¿Tú quién eres?- Escuche es voz detrás de nosotras, y vi a Edward vestido de traje y cuando me trate de acercar a él, él se alejaba más.
- Aléjate, ¿Quién eres? No te me acerques, yo ya no te amo- Grito.
- ¡No vales nada! Ves, ni siquiera papá te recuerda, das pena.- Dijo Annie, mi hija mayor, antes de ir junto a Edward quien me miraba con odio y las niñas y desaparecer dejándome en la oscuridad.
- ¡No, vuelve!- Grite despertándome. Mire a mi alrededor llorando y papá sólo atino a reconfortarme.
- Estoy aquí, hija- Susurró- Ya ha despertado Edward, Esme y Carlisle entraron a verlo, sé que es duro pero necesitas ir a ver a Thomas. Vamos te acompañó- Se ofreció ayudándome a levantarme.
Toque la puerta y la abrí al escuchar un pase desde dentro, entramos y nos sentamos donde nos dijo Thomas quién observaba unos papeles.
- ¿Cómo te está tratando el embarazo, cariño? - Pregunto.
- Bien, gracias, pero no soy yo de quién he venido a hablar, dime ¿Qué le ocurre? porque se desmaya, ¿Por qué sufre esos intensos dolores de cabeza?, la falta de aire... Porque me olvido.- Esto último lo dije sólo para mí.
- Bella, el estar sufriendo un particular caso de amnesia, no sabemos a ciencia cierta el porqué, su cerebro está un poco inflamado, pero eso es lo normal en este tipo de casos.
- ¿Dime donde esta lo normal en esto? - Exigí molesta.
- No me refería a eso, sino al golpe, y como te digo no sabremos sí es o no permanente sí no le realizamos más estudios, y el dolor de cabeza es porque se está forzando a recordar, necesita reposo, se tendrá que quedar hoy en observación y mañana podrá irse a casa.
No podía dejar de pensar en lo dicho por Thomas, tenía mucho miedo, miedo a que nunca más me recordara, que encontraba a otra mujer y se enamorará de ella, tenía tanto miedo.
En todo el tiempo que estuvieron Esme, Carlisle y papá en la habitación no hable mucho, en realidad nada pues me hice la dormida, sentía que mis mejillas estaban húmedas a causa de mis lágrimas antes derramadas, me sobresalte al escuche su voz hablarme.
- Lo siento.- Susurró.
- Tú no lo debes sentir, tú ni siquiera recuerdas nada de tú vida, desde quién sabe cuándo, ¿Por qué deberías acordarte de mí?, ¿De nuestra historia juntos, de nuestra familia?, tú no fuiste quién me mintió, me mintió mi marido, mi Edward- Respiré tratando de no hablar de ello, pero no podía con esto, esto era demasiado para mí.
- Acércate por favor- Pidió palmando donde horas antes estuve sentada a su lado. Me acerque temerosa jugando con mi anillo y el doblado de mi camisa, sin poder mirarlo.
Hasta que sentí sus manos en mis hombros acercándome a su pecho. Sin poder evitarlo lo abrace, él era mi Edward, y lloré, no podía evitarlo.
- Yo te amo, me recuerdes o no, yo te amo& tal vez no lo creas posible pero tú también me amas, con la misma pasión, me amas- Susurre más para mí que para él. Una vez tranquila no me pude separar de él, y no lo haría, él era mi esposo, mi mejor amigo y el amor de mi vida y haría todo lo posible porque me recordara, porque me amará con la misma intensidad que antes lo había hecho.
Hola, chicas, volví a subir este capitulo porque me di cuenta de que mi World no servía y el capítulo se había enviado mal, así, diganme, ¿Qué les a parecido la idea? les gusta, si es así diganme, para continuarla.
Besos 4!
Posdata mi firma será... Jackye Eaton Bradshaw Cullen Potter4!
