(Err...¡Hola! /..Bueno, voy a empezar una historia o fanfic sobre el manga y anime: One piece'' *0* Y...Es la primera vez que hago un fanfic en una página específicamente para esto, y no sé como va eso de los reviws o como demonios se escriba(?) Yo tan solo espero que guste :) Y lo siento si algo hago mal. Pues eso... ¡Os agradecería que lo leyerais! ^_^ .)
*Capítulo One(?)*
Caminaba por la playa de la Isla donde vivía, mientras miraba la recta línea azul que descansaba al horizonte del océano. Estaba a piques de amanecer, así que todavía la isla y el inmenso azul se veían dormitando bajo la tenue oscuridad que quedaba de esa noche. Aún así, se podía apreciar como, poco a poco, el sol hacía justicia emergiendo por donde tocaba; provocando hermosos destellos sobre la superfiie del mar y alargando mi sombra y las de las palmeras de la costa.
Solía madrugar para ver como el amanecer volvía mi querida isla un paisaje bucólico y tan lleno de magía... Como si mi preciado hogar escondiera echizos y aventuras a sus adentros...
Suspiré al pensar que eso no era más que una ilusión...Porque en realidad...
Fruncí el ceño y me dispuse a gritarle al gran azul.
- ¡¿Por qué es todo TAN ABURRIDO?
¡Si es que era un horror de vida! Sin aventuras, sin riquezas, sin complejidades ni piratas guapos y geniales!
Si es que yo quería ser pirata. ¡Desde pequeña!
Pero ya estaba aburrida de esta vida monótona y sin aire. Y dirigiendo mi mano en un puño al inmenso mar de Grand Line; poco antes de amanecer, hice la pomesa de que yo, Reiko Suzuki...
¡Iba a ser la mejor de las mujeres pirata!
- ¿CÓMO?...¡¿CÓMOO?- preguntó Kasuō, abriendo mucho los ojos.
- ¡No me grites, Kasuō! - le respondí, dedícandole una mirada asesina.- Por cierto, ¿Qué tal con Tayui? ¿Ya os vais a casar?- Le pregunté con chiribitas en mis ojos de un verde marihuana.
-¡Reiko! Que somos hermanastros!...Agh! Pero no me cambies de tema, maldita!-dijo, mirándome con una mirada más asesina que la mía. Me lo tome como un concurso y volví a mirarle peor. Pero no pude avitar reirme.
-Ya. Pero..¿Qué quieres que te diga? Me resultáis una pareja encantadora...
-Eres una incestuosa de mierda, Reiko.-Comentó, con un tic en el ojo al cual yo respondí con una carcajada.
Era ya mediodía y hacía un sol increíble. No había ni una sola nube en el cielo y una suave brisa recorría la isla. Miré al cielo, con mi típica expresión ausente y demasiado soñadora.
-Quiero ser pirata. Quiero navegar y luchar contra los demás piratas...
-Calla. ¿Tú, luchar? Morirías enseguida.-Un escalofrío recorrió su cuerpo tan solo con pensar en eso.- Y yo no quiero que mi amiga se muera por un capricho como es ser pi...
- ¡¿Un capricho? -Le repliqué gritándo. ¿Mi sueño, un capricho? Realmente me había enfadado con ese comentario. Me levanté del suelo y salí fuera de la sombra del árbol donde estábamos, colocandome de espalda al acantilado. Miré a los ojos a mi amigo de la infancia.
-¡No es un capricho, idiota! ¡Llevo 18 años soñando con ser pirata! Tonto!
Kasuō me miró con una poker face impresionante.
-¿Llevas soñando ser pirata desde antes de cumplir un año de vida?- Preguntó, aguantando la risa.
Al pensar en mi error, me sonrojé notablemente y le dí la espalda dando un paso en direccíon opuesta; mientras le chillaba que era tan imbecil que rozaba lo paranormal.
Mi corazón y, seguramente el de Kasuō también, dio un vuelco cuando me percaté que no había apoyado mi pie en tierra firme. Si no que estaba suspendido en el aire cara al vacío. Donde abajo las olas arremetían con su furia contra la roca.
Esos segundos pasaron tormentosamente lentos. En los que ambos nos quedamos paralizados y sin respiración.
- ...Ay, mierda. -Farfullé asumiendo que estas serían mis últimas palabras.
-¡REIKO! - Exclamó el joven albino mientras se levantaba costosamente.
El fuerte grito de Kasuō resonó por los confines del acantilado. Este hecho me hizo despertar. No solo a mí. El tiempo pareció volver a correr con normalidad o, incluso más deprisa y me precipité al vacío.
-Ooooh! ¿¡Qué ha sido eso! -preguntó el chico con sombrero de paja.
La pintoresca tripulación se encontraba en su barco, a bordes de una Isla rebosante de palmeras.
Estaban bajo lo que parecía ser un abrupto.
-Yo también lo he escuchado. Alguien a gritado.-Dijo el conocido espadachín.- Tal vez a pasado algo en la isl...¿¡Pero qué puñetas es eso!-Exclamó dirigiendo la mirada hacia el cielo, sorprendido y haciendo ademán de desenvainar. Todos dirigieron la atención hacia arriba.
-Ahh! Que es una persona! - Exclamó el musulmán(?).
- ¿¡Se abrá intentado suicidar! - Preguntó asustada la navegante del navío.
- ¡Pues vamos a preguntarle!- propuso el chico con sombrero de paja. - Estira estira estiraa...~
Pensé que mi vida pasaría ante mis ojos. Pero no fue así. Entonces, mientras caía hacia mi fin, se me ocurrió pensar que tal vez mi vida no se mostraba ante mis últimos segundos porque no había gran cosa que mostrar. No valía la pena.
Mis ojos se humedecieron y las lágrimas caían hacia arriba mientras yo caía hacia abajo...
De pronto, unas manos sujetaron mi cintura. Esto me descolocó completamente.
- Co...¿¡Cómo! -Exclamé en alta voz. Por unos segundos me había detenido completamente en medio de mi caída. Luego, a una velocizad de vértigo, volví a caer. Pero no de la misma manera...
-Luffy! Oye Luffy frena una poco que si no va a...!
Pero no sirvió de nada. Tremendo golpe... Hasta se abrió un pequeño abujero en el buque, donde nos encóntrabamos yo y un extraño chico que se había estirado para salvarme.
Con los ojos en forma de remolino nos levantamos como pudimos. El mareó se me pasó al ver a tanta gente a nuestro al rededor. Y más al ver que seguía con vida. Toqué todo mi cuerpo asegurándome que de no había perdido nada. Al ver que estaba bien, y el chico de mi salvación también, unas nuevas lágrimas aparecieron en mis ojos.
- Oye..No te preocupes. Estás a salvo. -dijo con un un tono algo desconfiado una chica pelirroja.- ¿Cómo se te ocurre tirarte? ¿Estás loca?
-Ay...Gracias gracias gracias! -Dije tirándome encima del chico llamado Luffy, abrazándole. - No me he tirado! Me he caído!
Una gotita apareció detrás de sus cabezas.
- Hay que ser torpe.- Añadió un chico con el pelo color marimo. Esto hizo que me emocionara. Me levanté de golpe y me acerqué a él.
- ¡Hala! ¡Tu pelo!...¡Es verde! -dije extendiendo con cuidado una mano para tocarlo. Pero es hombre armado con tres espadas se apartó de golpe.
-¿¡Qué haces loca! - dijo, claramente enfadado. Vaya, ni que le hubiera amenazado de muerte!
- Es..Es que tu pelo... ¡Es VERDE! Como los marimos!
Los demás presentes ahogaron una risa mientras el peliverde(?) se enfadaba por segundos.
Me encontraba forcejeando con el espadachín cuando un chico salió de dentro del barco...
-¿Se puede saber que diablos haceis? ¡Se ve un golpe desde dentro del barco en el techo! Y..E-eh?...
Dejé de forcejear para mirar a los ojos a aquel rubio que había aparecido sin previo aviso. Él también me miró a mí...
Entonces, el tiempo volvió a pararse por segunda vez ese día para mí. Una especia de bruma bloqueó mi mente y sentí como el aire era cargado.
-Jooobaaa Sanji! Ahora que te veo, me ha entrado hambre! -Dijo Luffy mirándo al sol y poniéndo la mano a modo de sombrilla. - ¿Comemos ya?
- ''¿San..ji?'' - repetí en forma de pregunta su nombre para mis adentros.
¿Quién iba a decirme que ese nombre quedaría marcado a fuego en mi vida?
(Ya está! _ perdonad si es muy largo, o muy corto, o lo que sea! / Espero que dejeis reviews o cómo se escriba! *no sé lo que son, pero creo que son buenos* espero que os haya gustado y que leais el siguiente(?) : ) Gracias ^/^ ! ).
