Recuperando la Fe

Capítulo 1

Un luto no superado

Milk, a pesar del tiempo transcurrido, lo cierto es que parece que fue ayer la última vez que nos vimos. Aún recuerdo tu sonrisa aquella mañana, y cómo nos dijimos "Hasta la tarde" como cada día. No puedo creer que ya pasó un año y medio desde que partiste de este mundo, Gohan y yo te extrañamos, nos haces falta.

Mis noches sin ti no son las mismas, necesito tu sonrisa al despertar cada día, la comida que preparabas, y todos los detalles que tenías con nosotros. Nuestro hijo también te extraña Milk, y aunque ha sido duro para ambos, no dejo que Gohan decaiga e intento que estudie como tú lo hubieras querido, hago lo mejor que puedo aunque he de confesar que no es nada sencillo… te extrañamos, Milk.

Hoy, aquí frente a tu tumba, ¡Qué difícil es ver esta lápida con tu foto grabada! 'Milk Ox Satán, amada hija, esposa y madre, hasta que volvamos a encontrarnos', ¡Duele tanto leer tu epitafio! Pero no importa, aquí estoy como lo prometí, no puedo venir diario como quisiera, pero aquí estoy por lo menos dos veces al mes para traerte flores… aquellas que te prometí la última vez que nos vimos.

En aquel cementerio ante la tumba de su fallecida esposa, Gokú le brindaba una última mirada melancólica hacia donde yacían los restos de su mujer, antes de retirarse de aquel triste lugar y poder dirigirse a su trabajo.

En Nueva York, cerca de Wall Street; se erguía un gran edificio en cuya puerta de entrada, la cual era giratoria, había una enorme letra "C" de color dorado. Luego de haber entrado al estacionamiento subterráneo del Edificio Cold, Gokú bajó de su auto con una expresión melancólica en su rostro. Se dirigió hacia el elevador, accionando el botón para que éste bajara y así poder él subir hacia su oficina.

Flashback

Dieciocho meses atrás, Gokú se encontraba en una reunión de trabajo con los directivos, gerentes y jefes de 'Cold Security Systems', empresa de alarmas para la cual trabajaba desde hacía un par de años atrás en el departamento de Instalaciones.

En ese instante, el Director de Operaciones estaba al frente de la mesa en forma de herradura donde los otros jefes y directivos se encontraban sentados, escuchando su exposición con atención –...Y es así como en el último mes, el número de atención a las activaciones ha aumentado en cuanto a efectividad en los operadores-

En el lugar principal, un hombre alto, delgado y calvo de tez blanca y ojos azul grisáceos jugueteaba al juntar las yemas de sus dedos –¡Impresionante, Vegeta! Verdaderamente impresionante- dijo con voz fría. Ese hombre era el director general de la empresa.

-Pero, Freezer- interrumpió un hombre de cabello rubio-platino amarrado en una elegante cola de caballo que estaba sentado a la derecha del director.

-¿Sucede algo, Zarbon?- cuestionó a su asistente.

Zarbon sonrió maliciosamente –según Vegeta, la efectividad de atención en señales de alarma ha mejorado sin embargo- de una carpeta, sacó unos documentos que entregó al director –el Centro de Atención a Clientes está reportando un aumento de dos puntos porcentuales en las quejas al área de monitoreo que…- volteó para encarar al expositor que lo observaba con una mirada asesina –de hecho, es parte de las áreas que están a tu cargo, ¿Cierto, Vegeta?-

Vegeta rechinaba sus dientes, y casi rompía el apuntador que sostenía en su mano derecha, producto del coraje que el asistente de dirección le provocaba. Estaba por responder, pero en ese momento, las puertas de la sala de juntas se abrieron, dejando pasar a una chica rubia de ojos azules cuyo rostro lucía bastante consternado –¡Perdón que interrumpa!- sus ojos buscaron a cierto ejecutivo, sentado en el medio del 'brazo' derecho de la mesa en forma de herradura –Señor Son, lo…-

-¡Lázuli!- reprimió el director de la empresa –¿No ves que estamos en una junta muy importante? ¡Mañana presentaremos los resultados al Señor Cold!-

Extrañado por el semblante de la recepcionista de la empresa, y presintiendo que algo no iba bien, Gokú se levantó de su asiento –Por favor, disculpen- comenzó a avanzar hacia la salida.

-¡Gokú! ¡No hemos terminado la junta!- reclamó Zarbon.

Sin darle importancia a aquel reclamo, Gokú se dirigió velozmente hacia la rubia que aguardaba por él en la puerta –¿Qué sucede, Lázuli?-

La chica comenzó a tartamudear –Gokú… tu esposa…-

Cierta joven de cabello azul, quien era la jefa del departamento de Sistemas se levantó con temor al escuchar aquellas palabras. Bulma se llevaba muy bien con Gokú y Milk, desde que él entró a trabajar en Cold Security Systems, se hicieron muy buenos amigos.

Por su parte, Gokú tomó de los hombros a la rubia –¿Pasó algo con Milk? Lázuli ¡Habla!-

La joven no pronunció palabra alguna, sólo señaló a un hombre vestido de negro que aguardaba por Gokú a dos metros de donde ellos se encontraban. Se trataba de un agente de la policía, que había ido a informarle sobre la muerte de su esposa en un accidente automovilístico.

Fin del Flashback

"Milk" imágenes de su difunta esposa iban y venían en la cabeza de Gokú mientras aguardaba por bajar en el piso 4 de aquel edificio. Finalmente las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver un letrero dorado que decía "Cold Security Systems" con un fondo gris en la pared. Dirigió sus pasos hacia su izquierda, atravesando las puertas de cristal, y topándose con aquella mujer rubia que hacía dieciocho meses había interrumpido aquella junta para que él pudiera recibir aquella triste noticia –¡Buenos días, Lázuli!- saludó con una sonrisa, intentando olvidar aquella tristeza de un luto no superado.

La joven de cabello rubio y ojos azules le brindó una cálida sonrisa –¡Buenos días Gokú!- se levantó de su silla secretarial y tomó un par de post-it que había sobre su escritorio de cristal –El Señor Freezer preguntó por ti, dice que te encarga mucho que quede perfecta la instalación de la alarma del nuevo departamento del Sr. Cooler, y Vegeta te estaba buscando hace rato- le entregó los papeles.

Gokú tomó los recados –¡Gracias! Veré con los técnicos cómo va la instalación de Cooler, y al rato buscaré a Vegeta a ver qué quiere- después de otra sonrisa amable que ambos intercambiaron, Gokú dirigió sus pasos a través del corredor que había a la izquierda de la recepción.

-¡Gokú! ¡Buenos días!- de una oficina salió cierta joven de cabello azul, al percatarse de la llegada de su amigo.

-¡Buenos días Bulma!- respondió él, intentando ocultar su estado de ánimo.

Ella estrechó los ojos –Fuiste al cementerio ¿Cierto?- por respuesta, sólo obtuvo una mirada melancólica –Gokú, no me puedo imaginar lo que sientes por la muerte de Milk pero, ¡No me gusta verte así! Necesitas volver a salir, ¡Volver a vivir!-

-Disculpa Bulma, pero, no tengo cabeza para pensar en eso…- interrumpió de la manera más cortés posible –...tengo… tengo mucho trabajo, y además está Gohan-

Bulma hizo una mueca, pero tan sólo se encogió de hombros resignada, sabía que por la delicada situación, tampoco podía forzarlo a nada –tú sabes lo que haces, Gokú, pero por favor, piénsalo… a mí también me duele mucho la muerte de Milk, pero tú tienes que vivir y ser feliz de nuevo, por ti y por tu hijo-

Una melancólica sonrisa fue la respuesta de él –Gracias Bulma… pero, mejor te veo después, tengo que hablar con los técnicos sobre la instalación de Cooler-

Ella se cruzó de brazos, e hizo otra mueca al ver la obvia evasión por parte de su amigo –como digas, pero si necesitas algo ya sabes que cuentas conmigo-

-Gracias, nos vemos después- Gokú siguió su camino hasta llegar a su oficina, tomando asiento en su escritorio y dedicándose a atender las situaciones cotidianas de su puesto, sin poder en todo el día sacarse de la cabeza a su fallecida esposa.

Ya eran las 5 de la tarde, faltaba 1 hora para que el personal de Cold Security Systems se retirara de sus labores –¡Kakaroto!- se escuchó desde la entrada al área de instalaciones.

Gokú dejó de observar la pantalla de su computadora para ver a quien lo llamaba por su segundo nombre –¡Vegeta! ¡Disculpa! Me dijo Lázuli en la mañana que me buscabas- dijo esbozando una ingenua, casi boba sonrisa mientras llevaba su mano detrás de la cabeza.

Vegeta se acercó al escritorio, dejando caer sobre el mismo unos documentos –¡Escucha insecto! Esta obra la enlazaron el viernes y ¡No nos entregaron la hoja de datos del cliente!- reclamó.

Sin abandonar la postura con su mano detrás de la cabeza –Lo… ¡Lo siento! Terminamos tan tarde el viernes que olvidé llevar esa hoja a monitoreo- pestañeó al percatarse de la situación –¿Pasó algo con el cliente?-

-¡Hmp!- desvió la mirada –¡Tienes suerte de que no haya pasado nada, insecto! Sólo imagina que le hubieran robado al cliente, ¿Y cómo notificábamos algo?- reclamaba el Director de Operaciones.

-Te prometo que no vuelve a pasar-

Vegeta sólo rodó los ojos –Más te vale que así sea, o la próxima vez no haré nada por cubrirte ante Zarbon y Freezer-

Gokú sabía que su compañero de trabajo, si bien era cascarrabias, no era precisamente una mala persona –sí, Vegeta, descuida, no pasará de nuevo-

-Más te vale, Kakaroto- pronunció Vegeta antes de retirarse de aquella oficina. Continuó por el corredor, topándose con cierta chica de cabello azul que iba caminando por ahí con un teclado de computadora en la mano. Sonrió con malicia, y recargó su brazo izquierdo en la pared, estorbando el paso de la joven.

-¡Vegeta! No te he visto desde el sábado- dijo tímidamente, recordando la cita que habían tenido hacía dos días.

-¿Tienes planes saliendo de aquí?-

Bulma se encogió de hombros –de hecho sí, tengo que ir a casa de mi hermana en la noche-

Ante eso, Vegeta hizo una mueca de hastío –Pensé que quizá podríamos ir a alguna parte, pero… ya será otro día-

-Pues, podemos ir a algún lugar saliendo de aquí, no veré a Tights sino hasta después de las 9-

Él le dirigió una intensa mirada, y una media sonrisa –Nos vemos en mi auto saliendo de aquí- dijo antes de seguir su camino para ir a su oficina.

Por su parte, Bulma se metió a su oficina y colocó el teclado sobre su escritorio –¿Sucede algo?- preguntó un joven de cabello negro cuyo escritorio estaba del otro lado de la oficina de ella.

-No, Lápis… todo bien… ¿Ya quedó lista la actualización de la base de datos?-

-Sí, la versión nueva del BSN está trabajando correctamente- respondió él.

El resto de la jornada transcurrió con normalidad, y como cada día, los empleados de Cold Security Systems salieron a las 18 hrs. En el estacionamiento, a bordo de un VMW color negro se encontraba Vegeta aguardando por Bulma, quien llegó al vehículo pocos minutos después de él –tarde como siempre, mujer- dijo en tono burlón.

Ella estrechó los ojos –¡No puedes quejarte! Tendrás mi compañía así que la espera valió mucho la pena-

Luego de contener la risa ante el despliegue de vanidad por parte de su cita, el ejecutivo de cabello negro condujo su vehículo a través de las calles de Manhattan, hasta una elegante cafetería cerca de Central Park. Ambos disfrutaban del café y la compañía del otro, pero como hacía ya unas semanas que salían, esta vez tampoco profundizaban demasiado en su plática. Vegeta era bastante reservado en cuanto a temas personales, y aunque Bulma en ese aspecto era más abierta, sus conversaciones, hasta ahora, eran más sobre trivialidades, trabajo, o cosas que actualmente les ocurría en sus vidas.

Luego de que Vegeta pidiera la cuenta y pagara –Vegeta, espérame en el auto, iré a retocarme el maquillaje, te alcanzo allá-

Ouji contuvo la risa –tendré tiempo para una larga siesta entonces- se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia la salida.

Bulma iba de camino al baño, cuando regresó a la mesa donde antes estaba sentada con Vegeta ya que había dejado su chaqueta en la silla. Se percató que Vegeta había dejado olvidado su celular Smartphone, intentó visualizar a su acompañante, pero él ya estaba casi a la salida del establecimiento –mejor lo guardo, se lo daré más tarde- dijo para sí misma, para entonces introducir el teléfono en su bolso de mano.

Luego de que Bulma llegara al auto después de ir al baño, Vegeta condujo su VMW hasta llegar a un edificio de departamentos donde se detuvo –pues… gracias, por el café- dijo Bulma mientras llevaba su cabello detrás de la oreja.

El siempre duro semblante de Ouji se suavizó al mirarla, acercó su rostro al de ella, dándole un beso rápido –nos vemos mañana, mujer- dijo con voz grave y sensual.

Bulma le devolvió un beso más sensual y profundo –hasta mañana, señor Ouji- dijo con picardía, provocando una pequeña risa en su acompañante que fue prontamente correspondida por ella. Abrió la puerta del auto y salió del vehículo –Nos vemos- dijo antes de cerrar la puerta.

Como respuesta, obtuvo una media sonrisa de parte de él, antes de que arrancara el carro y se alejara de ahí. La joven se adentró en su edificio y presionó el botón para pedir el ascensor. Escuchó entonces la alarma de su celular anunciando un whatsapp entrante. Cogió el aparato y leyó el mensaje:

Nos vemos a las 9:30 en mi casa, ¿Podrías llevar unos panecillos o algo? Tights

-Perfecto- dijo para sí misma, sin embargo, recordó cierto objeto que había guardado. Abrió su bolso de modo apresurado –¡El celular de Vegeta!- exclamó desesperada. Salió del edificio, pero él ya se había marchado. Rápidamente tomó su celular y comenzó a marcar.

-Monitoreo, buenas tardes, le atiende Krilin- se escuchó del otro lado de la línea cuando contestaron.

-Krilin, soy yo, Bulma-

-¡Hola Bulma! ¿Pasa algo? Tú casi nunca llamas aquí después de salir, nosotros somos quienes te llamamos cuando se cae la base de datos- bromeó el operador.

Bulma no pudo evitar reír por la broma –Pues sí, después me están despertando a las 2 am, pero no importa, necesito pedirte un favor, ¿Puedes revisar en la base de datos y decirme la dirección de Vegeta?-

En la cabina de monitoreo de alarmas, el jefe de turno de los operadores de alarmas pestañeó en sorpresa –¿La dirección de Vegeta? Pero…- titubeó, recordando el difícil carácter del jefe de su jefe.

-¡Por favor Krilin! Es que…- intentó buscar una excusa, ya que nadie en la oficina sabía que ella salía con Ouji –Lo que pasa es que fue a mi oficina a llevarme una memoria… y me dijo que le urgía que le hiciera un respaldo hoy mismo, ¡Sí! Y pues… ya sabes… tengo que entregárselo o se pondrá como loco- fue lo único que se le ocurrió.

Krilin comenzó a buscar la información de la casa de Ouji –si, es mejor que se la lleves o mañana no se aguantará ni él mismo- después de ingresar los criterios de búsqueda en la base de datos –¿Tienes dónde anotar?-

-Espera Krilin- de su bolso, sacó un lapicero y una servilleta –dime la dirección- comenzó a anotar los datos proporcionados por su compañero de trabajo. Colgó la llamada y se paró a la orilla de la acera para detener un taxi, el cual no tardó en detenerse.

No sé si hago bien en venir hasta su casa, pero yo me volvería loca si no encontrara mi celular, y en este caso, como es el de la empresa, no quisiera que Vegeta tuviera problemas por esto. Si bien llevamos un par de meses saliendo, jamás antes había venido al departamento de Vegeta, a juzgar por la fachada, debe ser bastante elegante, ¡Este sector de la ciudad es muy cotizado!

Luego de entrar a aquella lujosa recepción con el mostrador de granito, un elegante guardia que, quizá tendrá unos 55 años muy amablemente me permitió el paso al enseñarle mi identificación de la empresa, le dije que venía a entregarle unos documentos importantes a Vegeta, y como traigo mi lap top en su maletín, supongo que me creyó. Pensándolo bien, en realidad no mentí… no mucho, si vengo a darle algo del trabajo: Su celular, ¿Por qué le mentí al guardia? Es un señor muy agradable… ¡En fin!

Finalmente entro en aquel lujoso elevador de cristal, desde la parte posterior se logra ver la ciudad y he de decir que es asombroso, por la noche debe ser una vista preciosa. Finalmente se detiene el elevador en el piso 18, y lo primero que observo es un amplio corredor blanco con 2 grandes pares de lujosas puertas color caoba a cada lado del pasillo.

Después de llegar hasta la segunda puerta del lado derecho de aquel corredor, me detengo ante la puerta y tomo aire antes de tocar, ¿Le molestará verme? ¡No! No lo creo, si bien, no hemos llegado a algo tan serio como para decir que somos novios o algo, supongo que no le desagradará verme.

Antes del arribo de Bulma al domicilio, al interior de aquel lujoso departamento con sobria decoración minimalista en tonalidades de blancos, grises y negros, una joven mujer de piel blanca y ojos verdes se paseaba por el lugar, vestida únicamente con unos short de mezclilla y una playera blanca de tirantes. Su largo cabello rubio con luces estaba visiblemente húmedo, ya que recién había tomado un baño.

La joven se dirigió a la zona de la cocina, la cual estaba en una esquina al lado de la sala de estar, y como era una cocina de concepto abierto, era completamente visible. Se acercó al enorme refrigerador de acero inoxidable para sacar una jarra de agua helada. Llevó aquel recipiente hacia la encimera de granito y de uno de los gabinetes de la parte superior sacó un vaso de cristal cortado para servir su bebida.

Justo estaba tomando agua cuando escuchó el timbre, inmediatamente dejó de beber –¡Yo voy!- dijo en voz alta. Caminó hacia la entrada y verificó por la mirilla de la puerta. Al observar que su visitante era una mujer, una amplia y maligna sonrisa se dibujó en sus labios –¡Vegeta, cariño, yo abro!- exclamó en voz alta.

"Vegeta, cariño" esas palabras resonaron en la cabeza de Bulma, pero sobre todo, un hueco en su corazón y estómago comenzó a formarse "¿Es que acaso? ¿Será su novia? ¿Su mujer? ¿Acaso sale con las dos?" esos cuestionamientos, además de deseos homicidas en contra del propietario del inmueble comenzaron a agobiar la cabeza de Bulma, sin embargo, su tren de ideas fue interrumpido cuando la puerta fue abierta.

Al ver a aquella mujer, sólo pude pensar en que seguramente es su novia, ¡Es preciosa! Y no es que yo no tenga mi encanto, pero siendo honesta, ¡Ésta mujer parece modelo! Sobre todo por su figura. Quizá no es muy alta, de hecho su estatura es similar a la de Vegeta, pero su cabello rubio y las luces que tiene en él le da mucha luz a su rostro, de por si su piel es blanca; y sus ojos verdes parecen esmeraldas. ¡¿Cómo pudo engañarme?! ¿O es que acaso el muy desgraciado piensa salir conmigo y con ella al mismo tiempo? ¡Ni muerta!

–¿Busca a alguien?- preguntó la joven de ojos verdes, interrumpiendo los pensamientos de Bulma.

-Yo… eh… bueno…- comenzó a tartamudear, producto tanto del enojo y la duda respecto a la identidad de aquella rubia que le observaba con ceño fruncido. En un rápido movimiento, introdujo su mano en el cierre exterior del maletín de la lap top –soy Bulma, vengo de CSS… Vegeta… él…- sacó el Smartphone y lo extendió para dárselo a aquella joven –olvidó el celular de la empresa-

La rubia tomó el dispositivo –gracias, yo me encargaré de dárselo- dijo con voz fría, pero a la vez, diplomática. Observó mejor a la joven de cabello azul frente a ella –tú…-

-¿Si?-

-No, nada, ¡Gracias! Yo le daré el teléfono a Vegeta-

Bulma asintió con la cabeza –por nada yo… debo irme…- dijo casi con resignación "No pienso ponerme a discutir por Vegeta ahora… en cuanto lo vea, ¡Le quedará muy claro que conmigo no se juega!"

-Gracias- dijo nuevamente la joven de cabello rubio antes de volver a entrar al departamento. Se sentó cómodamente en uno de los sofá de cuero negro, y cuando por la escalera se escucharon unos pasos, volteó para visualizar al dueño de aquel inmueble.

-¿Quién era, Vili?- preguntó Vegeta, quien vestía casual con unos jeans y una camisa negra.

La joven levantó el Smartphone –una chica de tu oficina, olvidaste tu celular, ¿Desde cuándo tan olvidadizo, hermanito?-

Vegeta se acercó a su hermana con una fría expresión facial que fácilmente podría ser confundida con enfado, arrebatándole el celular de la mano –Mi trabajo no es de tu incumbencia- dijo con voz indiferente. Se quedó pensativo recordar dónde había dejado el dispositivo –¿Quién vino?-

-Una chica… te soy sincera, no recuerdo su nombre, era bonita…- sin darle importancia a la ruda expresión facial de su hermano, una sonrisa malévola apareció en su rostro –ahora que lo pienso, sí, era bonita, ¿estás saliendo con ella?- preguntó con picardía.

Sonrojado, Vegeta cruzó los brazos sobre su pecho y desvió la mirada –si salgo con alguien o no, no es algo que te importe, además, ni siquiera sé quién demonios vino, y en mi oficina hay muchas mujeres y varias de ellas coinciden con tu descripción TAN específica- dijo con ironía.

Ante eso, Vilandra comenzó a reír –Vegeta, ¡No seas tan cascarrabias!- se quedó pensativa un momento –algo en ella se me hace conocida pero…-

-¿Pero qué?-

Sacudió la cabeza –no… ¡Nada! No me hagas caso- se levantó del sofá, y caminó hacia una elegante mesita de cristal al otro lado del sofá más grande donde había un aparato telefónico inalámbrico color negro –Tengo hambre, ¿Quieres que haga sushi?-

Vegeta contuvo una risa al escuchar aquella pregunta –¿Tú? ¿Cocinar algo? ¡No lo hagas! mejor pide el sushi a domicilio o vamos a cenar fuera, ¡No quiero morir envenenado por probar tu comida!- dijo con sarcasmo.

-¡Cállate! Y para que sepas, ¡Nadie hace corn flakes mejor que yo!-

En esta ocasión, el mayor de los hermanos Ouji no pudo contener la carcajada –Vilandra, ¡Sólo pide el maldito sushi! O una pizza o lo que sea, haz algo útil ya que te estás quedando en mi casa- dijo en modo burlón.

A pesar de las rudas palabras de su hermano, Vilandra comenzó a reír –pues no iba a quedarme con Odette, entre Zorn y los niños, tiene demasiadas ocupaciones como para llegar a arruinar su familia y hogar perfectos; y con eso de que Tarble está en Europa… por otro lado, así te puedo hacer compañía y cuidar que te portes bien, hermanito- guiñó el ojo.

-¡Hmp! Lo que sea, ¿Vas a pedir el maldito sushi o no?- preguntó de mala manera.

Vilandra sólo sonrió y comenzó a marcar el teléfono –mejor una pizza- dijo con picardía mientras aguardaba por respuesta al otro lado de la línea.

Por su parte, luego de salir de la oficina, Gokú tomó su auto y condujo hasta Queens, estacionándose frente a una casa cuya fachada era blanca con ventanas marrón. Bajó de su vehículo y cruzó la calle para entonces, subir la escalinata de aquel domicilio, y tocó la puerta.

-¡Ya voy!- se escuchó que respondían desde adentro de la casa. No pasó mucho tiempo para que la entrada se abriera, dejando ver a una mujer que estaba en sus 50's, sin embargo, no aparentaba más de 40 años. Era delgada, no muy alta, de piel blanca, ojos oscuros y cabello negro a la altura del cuello –¡Gokú! ¡Hijo! Te esperaba más tarde-

Ante eso, Gokú pestañeó sorprendido –¿Por qué dices eso? Sabes que siempre vengo por Gohan en cuanto salgo de la oficina-

Gine se apartó de la puerta para permitir la entrada a su hijo menor –¡Ya lo sé! Pero, digo, podrías haber salido con alguna linda chica- dijo pícaramente.

Gokú se sonrojó por el comentario –¡Mamá! ¡Gohan podría escucharte! además... Milk...-

Acongojada por el evidente dolor del menor de sus dos hijos, Gine sólo pudo abrazarlo –Gokú, no te estoy diciendo que te cases ahora, aunque si creo que deberías rehacer tu vida, ya pasó 1 año y medio desde la muerte de Milk...- se separó de su hijo –El tiempo no es lo importante, pero sí lo es el que superes el dolor-

Antes de que alguno pudiera decir o hacer algo más, unos ligeros pasos pertenecientes a un pequeño de 9 años llegaron presurosos a donde madre e hijo se encontraban –¡Papá!- gritó emocionado al ver a su progenitor luego de estar todo el día separados –¡Qué bueno que ya llegaste!-

Gokú sonrió y alborotó el cabello de su hijo -¡Gohan! ¿Cómo te fue en la escuela?-

-¡Muy bien papá! La maestra nos hizo un examen sorpresa-

Gine se acercó a su nieto -Estoy segura que sacarás un diez como siempre, eres un niño muy inteligente Gohan-

El pequeño asintió con la cabeza y sonrió -¡Gracias abuelita!-

-Supongo que deben estar hambrientos, serviré la cena- Gine comenzó a avanzar para ir a la cocina.

-¿Y papá?- preguntó Gokú.

Ella sólo se encogió de hombros -Tu padre llamó para decir que llegará tarde, y no pienso dejarlos a ustedes con hambre, siéntense, les llevo la cena en un minuto-

Abuela, padre e hijo se sentaron esa noche a disfrutar de una abundante y deliciosa cena preparada por Gine. Luego de que terminaran de cenar, y de que Gohan recogiera sus cosas, Gokú se retiró de la casa de sus padres en compañía de su hijo, y condujo su auto hasta llegar a su casa.

Gohan se puso la pijama y se lavó los dientes, para entonces ir a su cama. Observó en la mesita de noche una linda foto donde él, su padre y su fallecida madre aparecían juntos -mamá...-

-¿Listo para dormir Gohan?- preguntó Gokú que en ese momento entraba a la habitación del niño.

-¡Sí papá!- dijo mientras se acomodaba bajo las cobijas.

Gokú se sentó en la orilla de la cama y alborotó los cabellos del menor -que descanses, hijo, buenas noches- apagó la luz.

-Tú también papá, hasta mañana- después de un bostezo, el pequeño de 9 años se quedó profundamente dormido.

Te extraña, no me lo dice, pero sé que te extraña, así como yo lo hago. Milk, ¿Dónde estás? Cada noche que arropo a nuestro hijo recuerdo cómo me gustaba ver que tú lo hicieras, aunque eras exigente sobre su escuela, siempre fuiste una madre amorosa para Gohan, no pude escoger una mejor madre para mi hijo y esposa que tú, te extraño Milk.

Después de dar un último vistazo a un retrato de su fallecida esposa que estaba junto a su cama, Gokú se dispuso a dormir, cayendo en un profundo sueño.

-CONTINUARÁ-

¡Sigo viva! :) Ya sé que tienen una gran duda... ¿VILANDRA RUBIA? Posterior explicaré ese cambio de imagen, sean pacientes.

Sé que no tengo perdón de Dios publicando esto cuando tengo Detrás del Rey por terminar, y Amor en Tiempos de Purga en proceso pero, necesitaba darme un refresh.

Espero les haya gustado este primer capítulo, sigo trabajando con AETP, después DDR, y regreso con la continuación de este, espero actualizar los 3 en este mismo mes, ¡Crucen los dedos!

No olviden seguirme en mi página de facebook: www (punto) facebook (punto) com / VilandraOdetteVegeta

Ahí siempre subo mis actualizaciones, además de que con el nuevo equipo de admins que me apoyan la página tiene más contenido divertido referente a Dragon Ball. Agradezco a Tya, Diosa de la Muerte y Haru por su apoyo con la página.

Ahora... ¿Qué le contará Bulma a Tights? ¿Peleará con Vegeta?

¿Superará Gokú la muerte de Milk?

¿Por qué Vilandra es rubia? XD

Esto y más se sabrá más adelante. Nos vemos!

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