11/02/2008: Hola a todos de nuevo!! aquí estamos con un nuevo fic. Había pensado en hacer un One Shoot por San Valentín, pero al final decidí que era mejor hacerlo por capítulos. Espero que os guste.
Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling y W.B.
MI REGALO DE SAN VALENTÍN
By: Rachel
CAPÍTULO 1: MI VIDA
El pasado fue, el presente es
Depende de mi
No hay futuro si estoy quieto
Solo miedo a despertar
Ya no culpo más a nadie mi vida es mia
Erreway: Mi vida (Señales)
Me fui de Inglaterra con 18 años, nada más acabar mis estudios en Hogwarts. Mi idea era pasar unos años fuera estudiando diseño de moda, que era lo que de verdad me gustaba. Pero los planes no habían salido del todo como esperaba. Llegué a Milán, la capital italiana de la moda, y empecé a trabajar para uno de los mejores diseñadores de moda, Fabrizio Montesori. Tras dos años decidí irme a París donde comencé a trabajar para Nathalie André. Nathalie era una jefa exigente, dura que jamás estaba contenta con nada, aunque a ti te pareciera que estaba perfecto, ella simpre lo hacía mejor. Nathalie y yo nos enfrascamos en una relación de amor-odio bastante extraña. Llevaba más de un año en París cuando Nathalie me pidió que le ayudase a organizar el cumpleaños de su hijo.
- Nathalie, yo no conozco a Marc de nada.
- Lo harás bien, lo se.
Aquello fue lo más parecido a un cumplido que había recibido en un año. Y con energías renovadas me puse manos a la obra con la fiesta sorpresa de Marc André. Yo nunca había visto a Marc. Sabía que era sanador en una clínica en París, pero jamás había visto siquiera una fotografía de él. Marc tenía dos hermanas, Pauline y Lorraine. Por eso decidí pedir ayuda a Pauline. Pauline André era modelo así que era a la única de las hijas de Nathalie que conocía. Físicamente era perfecta, rubia, con el pelo largo y rizado en las puntas, ojos azules y un cuerpo absolutamente perfecto. Pauline y Nathalie no se llevaba excesivamente bien, Nathalie jamás perdonaría a su hija por dedicarse a la moda. Durante dos semanas solamente me dediqué a prepararle una gran fiesta a Marc. Y cuando por fin llegó el día yo pensaba quedarme esa noche en casa a descansar el estrés al que había estado sometida por parte de mi jefa. Pero esa tarde me dijo que estaba invitada a la fiesta. Afortunadamente tenía un par de vestidos buenos y bonitos que había comprado de Italia y que me servían para un acontecimiento así. Así que ataviada con un vestido negro, zapatos de tacón, el pelo recogido en un moño y perfectamente maquillada me aparecí en la casa donde vivía mi jefa. Vi a Marc por primera vez de espaldas, era alto, de hombros anchos y pelo negro que se rizaba a la altura de la nuca. Marc iba vestido de traje. Se giró y me sentí como si me hubiesen petrificado. Tenía el pelo corto y algo desordenado. Tenía los ojos oscuros, llevaba barba de varios días y una sonrisa franca y dulce. Cuando su mirada se clavó en mi sentí mi corazón latir desesperado.
- ¿Nos conocemos?- me preguntó.
- Creo que no. Soy Ginebra Weasley, colaboradora de tu madre.
- Oh, sí, la que ha organizado la fiesta. Mamá me avisó de que vendrías y que fuese caballero contigo.
Reí. Me extrañaba pensar en Nathalie en su faceta de madre. Más bien la veía en su faceta de perro sabueso.
- Así que como caballero, la voy a invitar a bailar, señorita Weasley.
Cuando me vi de pie en medio de la pista, bailando en brazos de Marc me sentí tan abrumada, tan sorprendida de las reacciones que provocaba en mi, tan feliz… Y la magia de ese momento duró toda la noche porque no se separó de mi ni un momento. Incluso después de la fiesta me llevó a mi casa en coche. A la mañana siguiente pensé que quizás había sido cosa de una noche bonita. Pero ahora se que Marc no es de esos chicos. Esa misma mañana me envió al estudio un ramo de rosas rojas con una tarjeta de agradecimiento por una velada increíble. También me invitaba a comer en el restaurante de en frente.
- ¿Y esas rosas¿Tienes un admirador secreto?
- Oh, no, son de Marc. Me las envió para agradecerme la fiesta- dije notando el rubor corriendo por mis mejillas.
Pero afortunadamente Nathalie se fue antes de que pudiera notar nada diciendo "No, si cuando quiere este Marc es un encanto". Marc y yo comenzamos a vernos y a salir a escondidas de Nathalie. Marc quería decírselo pero yo tenía miedo de que me acusase de cazafortunas y me echase. Pero finalmente llegó el momento cuando había pasado un año y decidimos irnos a vivir juntos. Nathalie arqueó una ceja cuando se lo dijimos y sonrió burlonamente. Yo estaba hecha un flan.
- Así que Ginny es el asunto que te traías entre manos…- dijo Nathalie.
Ella es una mujer parca en palabras. A la semana siguiente empezamos la mudanza. Y ahí estábamos Marc y yo, recién prometidos.
- Cariño ¿Has visto mi suéter de color crema?- dije rebuscando en el armario.
- ¿El de cuello vuelto?
- Sí.
- Para lavar.
- Maldición… bueno lo lavo en casa.
Esa mañana estábamos haciendo la maleta porque nos íbamos a pasar una pequeña temporadita a Ottery St. Catchpoole, a mi casa. Quería presentarles a Marc y decirle a mamá que nos íbamos a casar y todos esos rollos. Fuimos en Vuelatrén a Londres y cuando llegamos a "La Madriguera" me sentí en casa y feliz. Hacía seis años que no veía a mi familia. Mamá estaba sola en casa. Me pasé todo el día enseñandole a Marc mis lugares favoritos y por la noche nos reunimos toda la familia y Harry.
- Estás increíblemente hermosa, Ginny- dijo Harry sonriendo sinceramente.
- Ese vestido tiene demasiado escote, Ginebra- dijo Ron.
- ¡Ya no soy la niña que manejabas a tu antojo en el colegio!... Por cierto… pensé que Herms vendría.
Todos se quedaron en silencio y me miraron como si acabase de decir una aberración. Una mirada triste traspasó los ojos de Harry y todas las miradas de la familia se centraron en él.
- Ginny, Hermione y yo… últimamente… no nos hemos estado llevando muy bien.
- ¿Qué quieres decir con eso, Harry?
- Bueno… no nos hablamos- dijo notando que los colores se le subían.
- ¿Por una estúpida riña de amigos no la habéis invitado?
- Sí, la invitamos, Gin, ella rechazó la oferta al saber que Harry vendría- dijo Ron.
- Pero… ¿Por qué?
- Llevamos seis años sin hablarnos. Más o menos desde que te fuiste- dijo Harry.
Aquello si que no podía concebirlo. Harry me había dejado, bueno, para ser estrictos, no había vuelto conmigo después de la muerte de Voldemort por ella, porque se había enamorado de ella y ahora me estaba diciendo que no se hablaban. Aquello era una locura. Esa noche me vi sentada yo sola en el porche pensando en cómo habían cambiado las cosas mientras que yo estaba fuera.
- Hola Ginny- dijo una voz varonil a mi lado. Era Ron.
- ¡Maldita sea¿Por qué has dejado que se pasen seis años sin hablar? No seguirás a caso con la tontería de que Hermione es tuya.
- Al principio pensaba que ella vendría a mis brazos corriendo. Pero no. Supongo que de verdad le quería.
- ¿Y por que no intentaste poner remedio?
- Lo intenté. Quedé un día con ellos dos. Hermione se fue en seguida, airada y no me habló durante un mes.
- Vaya, pues sí que debe ser una pelea gorda…
Pero yo ya tenía el plan perfecto reunido dentro de mi cabeza.
Se que el primer capítulo no dice mucho, así que os aconsejo que sigáis leyendo. Los primeros capítulos son un poco intruductorios para que os vayáis poniendo en situación. Acepto sujerencias, críticas... siempre que sean constructivas, que me pongáis verde si no os gusta...
Dejad reviews y contadme qué tal os parece este nuevo fic.
xxxxoooo. Rachel
