Disclaimer:Nada de esto me pertenece, todo es de Meyer, si me perteneciera, Alice y jasper serian la pareja principal.

Tenía que hacer un Alice y jasper, si no, no sería feliz ¬¬!! Y esto ha salido!! el titulo es un asco, es que no se me ocurria nada!!


Pequeña y grácil. Son palabras que la describirían perfectamente. Pero para mí, esas palabras no le hacían justicia. Ella era mucho más que eso. Era simplemente perfecta, e incluso esa palabra no abarcaba ni la mitad de lo que era. No existía ninguna palabra para describirla correctamente.

Nunca creí que llegaría el día, en que necesitara alguien a mi lado, que ansiara tanto la compañía de alguien, en que sintiera esperanza.

Es por eso, que me encuentro más feliz que nunca, en toda mi patética existencia. Porque sus labios, suaves y dulces, pequeños y delicados, se mueven insistentes contra los míos. Siento que todo mi cuerpo se llena de júbilo, nunca, jamás había experimentado todo este mar de sensaciones, ni siquiera con todas aquellas vampiresas, con las que alguna vez viví gracias a María.

Es simplemente diferente, nunca creí en la existencia del cielo, pero, si es que existe alguno, sin duda debe parecerse a este.

La tome posesivamente por la cintura apretándola fuertemente contra mí. Quería sentir cada curva de su cuerpo contra el mío, saber que estaba ahí, y que no era una ilusión, un hermoso producto de mi imaginación.

-Jazz- Alice se separó lentamente de mí, sus labios entreabiertos, y los ojos cerrados, le daban un aspecto totalmente angelical. Su dulce aliento me golpeo, haciendo que perdiera el hilo de mis pensamientos- ¿Jazz?

-¿Uhmm?- murmuré, mientras mi boca se deslizaba en torno a su cuello, provocando que un leve gemido saliera de sus labios. Oh sí. Sin duda esto era el cielo.

-Te amo- suspiró, en ese mismo instante, sentí una agradable sensación recorrer todo mi pecho, Alice al parecer noto mis emociones, porque una hermosa risa escapo de entre sus labios. Se parecía al sonido de las campanas en invierno. Y por primera vez, me sentía feliz, exultantemente feliz.

-Yo también- dije, mientras tomaba su pequeña cara entre mis manos, para volver a besarla. Alice enrosco sus finos brazos alrededor de mi cuello, devolviéndome el beso.

Me había enamorado de un ángel, y un ángel se había enamorado de un demonio. Sonreí. Me había equivocado. El cielo palidecería en comparación con esto.


Espero que les haya gustado n.n

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