How to train your dragon pertenece a Dramworks y a Cressida Cowell.

Este fic es el resultado de leer el libro de "Escucharás mi corazón"

Se lo dedico a mis amigas Diana y a KattnissSakura, porque ese libro de cuál obtuve inspiración lo compré cuando fuimos a pasear, esto es lo que resulta por permitir que entrara a la librería…

Es un mini fic que había por allí en mi lista de inspiraciones.

Ojalá les guste!

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-Te doy mi Corazón-

Por Amai do

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El sonido de la máquina retumbaba en su cabeza. Era un ruido que carecía de tono y con cierto ritmo asincrónico que emitía cierto estrés y a la vez esperanza.

La habitación estaba casi a su máximo de cupo. El doctor había sido bastante claro que la paciente necesitaría descanso mientras los efectos de la anestesia pasaban y sin duda no podía permitir que la recién operada sufriera de estrés, incluso las enfermeras de guardia habían ido a callar el escándalo que los chicos hacían, específicamente por los gemelos Ruffnut y Tuffnut.

Stormfly y Heather eran las más angustiadas por su amiga, no habían salido del hospital, salvo para ir a asearse a su departamento y comer algo en el camino, regresando a la brevedad posible para relevar a la tía de Astrid que no había descansado nada desde que la rubia ingresó al hospital.

-¿Y si le hacemos cosquillas para que despierte? –preguntó Tuffnut, acercándose amenazadoramente hacia la paciente.

-¡Ni lo sueñes! –gritaron todos, aunque moderando su voz por miedo a que la enfermera de una ceja y con verruga en la nariz de bruja volviera a llamarles la atención.

-El doctor dijo que despertará en cualquier momento.

-Sí, pero ya pasaron tres horas desde que dijo eso. –recordó Snotlout, apoyando al hermano gemelo de su novia.

-Pues habrá que esperar, y recuerden… no debemos decirle nada de… de lo que pasó, puede alterarla. –recordó Heather, provocándole un nudo en la garganta.

-En cuanto despierte preguntará por Hiccup, ¿qué le diremos? –preguntó Ruffnut, angustiada.

Todos suspiraron, recordando lo que había pasado.

-Supongo que debemos decirle la verdad. –opinó Tuffnut, como si fuera obvio.

-¡No! –repelaron fuerte.

-Astrid no lo soportaría. –replicó Storm con la voz quebrada. –Cuando el doctor diga que ella está fuera de peligro y no le afecta nada, yo misma le diré lo de Hiccup.

-¿Cómo crees que se lo tomé? –preguntó Heather en esta ocasión, susurrando por miedo a que la mejor amiga de ambas escuchara.

-Mal, es lógico. –argumentó Toothless, quien entraba al cuarto con ojos llorosos y el brazo enyesado.

-Toothless, creímos que seguías en observación. –comentó Fishlegs, el regordete amigo, aspirante a veterinario.

Storm rápidamente se puso de pie y fue a ayudarlo.

-Te dijeron que no debías moverte, el accidente que tu e Hiccup tuvieron en la motocicleta fue muy feo. –reganó su novia.

-Sí, tanto que mi hermano… -no pudo completar la frase por miedo a que Astrid escuchara, además que la máquina a la que la rubia estaba conectada empezó a emitir sonidos con mayor precisión.

Todos se pusieron alerta, debían ser cuidadosos y tratar las cosas con calma, aunque todos sabían cómo iba a terminar.

-Va a despertar, va a despertar, va a despertar, ¿qué hacemos? –preguntó Snotlout, comenzando a hiperventilarse.

-Empieza a despertar, será mejor que salgas, Tooth, si te ve así, As empezará a preguntar por Hiccup y la verdad es que no tengo fuerzas para decirle, no hasta que ella esté recuperada. –aconsejó Heather, murmurando.

Toothless asintió, se acercó a su amiga y le besó la frente.

-Astrid, tienes que ser fuerte, lo que te espera no es fácil… -dijo en un hilo de voz, empezando a recordar lo que había pasado y las consecuencias de ese accidente en el que él y su hermano Hiccup habían sufrido.

Se despidió de todos, tanto él como su novia Storm, quien lo acompañó ahora que había salido de urgencias y observación.

-Sean cuidadosos. –pidió la rubia, empezando a llorar también. –Mamá, estaré con Tooth en la sala de espera, Valka y Stoick también están allá. –terminó de decir antes de que su garganta se cerrara.

La mencionada sólo asintió, siguiendo apretando la mano de su sobrina, a quien desde pequeña había considerado una hija.

Con una mirada el resto de sus amigos se comunicaron, aunque en ese momento no importaba el plan que había ideado, tarde o temprano le dirían a Astrid lo que había ocurrido con Hiccup, el accidente, el fierro clavado en el pecho del castaño y las consecuencias fatales y esperanzadoras a la vez después de eso.

Y de repente, con pereza Astrid abrió sus ojos.
Y fue consiente de la presión en su pecho y la falta de movilidad que sentía.
Un ligero tonito que se repetía a cada segundo le empezó a fastidiar hasta que fue capaz de moverse y empezar a escuchar voces lejanas.

Las sombras y manchas borrosas se fueron aclarando hasta que se logró divisar el lugar donde estaba: un cuarto de hospital.

Sonrió un poco, si estaba despierta es que habían conseguido un trasplante para ella, que la cirugía había sido un éxito y que ahora podría vivir con mucha más tranquilidad y calidad de vida.
-Por fin despiertas, Astrid, nos tenías preocupados. -dijo su tía Gylda, mientras le besaba la frente, quien se había mantenido quieta y callada ante las ocurrencias de los amigos de su sobrina y su hija Storm. -La operación resultó bien, ya estás fuera de peligro. –informó con alivio en su voz. -Iré por el doctor para que te revise.

Tras darle un beso nuevamente en la frente se colocó de pie y salió del cuarto, no sin antes darle una mirada amenazadora a todos para evitar que hablaran de más.

La rubia a duras penas asintió, entendiendo la preocupación de su tía, así que le sonrió hasta que salió de la habitación.
-¿Cómo te sientes, Astrid? -preguntó Heather, tocando su mano para compartirle ánimos.
La rubia asintió, y señalo en la mesita, indicando que quería tomar agua, pues tenía la boca seca.
El novio de la castaña, Fishlegs, le pasó a su amiga un bote que habían preparado para eso, así que una vez que bebió por fin pudo hablar y agradecer a todos por estar allí. Sin embargo, algo que le notaba curiosidad es que su novio no estaba a su lado, algo que una noche antes había prometido.
-¿Dónde está Hiccup? -preguntó después de unos momentos, antes de que el doctor entrara al cuarto.
Sus amigos se miraron entre sí.
-Será mejor que descanses, Astrid. -sugirió Ruffnut. -El cardiólogo dijo que no debemos alterarte.
-¿Por qué me alteraría?
Los muchachos se miraron nuevamente, culposos, resigandos y tristes por ocultarle algo que no tenía remedio, hasta que uno se atrevió a hablar.

-Necesitas descansar. –objetó Fishlegs.

-He estado dormida, sólo díganme qué pasó con Hiccup, ¿está en el trabajo?

Los chicos se miraron, no sabían qué hacer ni qué decir. Estaban entre la espada y la pared.

El primo de Hiccup se puso de pie y se acercó lentamente a la cama de la rubia.
-Será mejor decirte la verdad. -dijo Snotlout, sin censura alguna que ni tiempo dio al resto de detenerlo. -Astrid, Hiccup tuvo un accidente, murió anoche, él te ama y… te donó su corazón.

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Notas de la autora:

Creo que no hay comentarios, la verdad es que allí terminaba la historia, pero creo que haré dos mini capis más y probablemente un epílogo.

Gracias por leer aunque los traume con lo que escribo

Dios los bendiga

**Amai do**

Publicado: 30 de agosto de 2016