Siete Pecados Capitales

N/A: Pues, tengo el honor de subir el primer fic en español de Odin Sphere. Aunque no me hago muchas ilusiones, estoy convencida de que esto es terrible (y quiero decir todos los capítulos), pero he tenido esto entre mis borradores por casi cuatro años, así que decidí que era hora de acabar con mi miseria y subirlo de una vez por todas.

En asuntos más relevantes, esto se centra en los NPC del juego, así que, ¡disfruten!


Avaricia | Melvin

Avaricia. f. Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas.

El problema, como siempre, fue que no era suficiente.

Nunca era suficiente.

Elfaria no era lo suficientemente buena para el reino, y menos aún lo sería la mocosa malcriada de su hija; de no haber estado tan ciego, se hubiera dado cuenta de que él tampoco lo era, pero en algún momento su temor por el bienestar del reino se había convertido en ambición, misma que lo había llevado a pensar que sólo él podía ser lo bastante bueno. En algún momento, su preocupación por quién se sentaba en el trono lo había llevado a desear dicha posición.

Llegó a tomar lo único bueno de su vida, el único rayo de bondad al que se había asido, y lo desmoronó con sus propias manos con tal de forjar una herramienta que fuera útil para sus planes. Su ambición.

Un niño humano convertido en un arma; podían no haber tenido lazos de sangre, pero Oswald era su hijo.

Y no había nadie a quien pudiera culpar más que a si mismo; estaba escrito en su nombre, esa marca que lo había señalado desde su nacimiento como una plaga que arrasaría con todo lo que le importaba: Nidhogg, el gusano que roía continuamente las raíces del árbol del mundo…

Todo estaba escrito: su ambición y también su fracaso; lo supo en el momento en que elevó los ojos al cielo y devolvió ese nombre, esa maldición. Como todas las hadas, se desvanecería con la brisa y no quedaría nada de él; no quedaría nadie que cuidara de Oswald, incluso aquella posibilidad le había arrebatado en su loca carrera por el poder. Era justo que Oswald lo odiara, que fuera libre, de una manera en que nunca podría serlo si se aferrara a la esperanza de haber sido algo más que una herramienta para Melvin. Su hijo debía huir, antes de que todas las huestes de la nueva e inexperta reina le dieran caza por su culpa; y no lo haría, no se permitía hacerlo si el más leve asomo de amor filial, o lealtad, o afecto lo llevara a buscar venganza. Oswald no era de los que dejan una tarea incompleta, al menos puede estar orgulloso de haberle enseñado eso.

Si fuera libre de elegir, por supuesto, escogería el afecto de su hijo por sobre todo lo demás; sin embargo, a pesar de todas las cosas terribles que había hecho y del ser retorcido en el que se había transformado gradualmente, aún había una parte de él que había logrado permanecer incorrupta, una parte, por diminuta que fuera, que seguía brillando con la luz que podía reconocer en la hija de su hermana. Y fue aquella parte la que le recordó que ni siquiera él era tan egoísta como para aferrarse a Oswald después de todo el daño que le había causado.

Por lo tanto, uso los últimos vestigios de su fuerza, los últimos momentos que le quedaban en aquel mundo, para mentirle a su hijo; un último triunfo, en medio de sus fracasos, y sintió que su corazón se aligeraba al ver los rescoldos de afecto en sus ojos apagarse hasta no dejar nada; nada que no se mereciera, pos supuesto, puesto que no era él quien merecía ser libre de todos los males que había causado.

Aunque ahora, sin duda alguna, lo era.