Nota de autora: ¡Yo publicando un fic sin que pasen 100 años después del último publicado! ¡Los milagros existen!
Como sea, aquí tienen un fic que la verdad no tengo ni idea de por qué se me ocurrió, pero espero que les guste.
Palabras del Drabble: 474
Disclaimer: Las PPGZ y sus personajes no me pertenecen. El fic sí.
Tración
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Se relamió los labios sin la más mínima discreción. La estaba observando, sin poder evitar que la tentación de tomarla y llevársela muy lejos de allí, donde pudieran estar solos y él pudiese demostrarle cuánto la amaba y deseaba, le invadiese por completo.
Se frotó los ojos, intentando borrar las imágenes provocativas de él y ella juntos, pero es que era tan difícil dejar de pensar en ella. Mas estos deseos ocultos que no lo dejaban en paz no podrían ser cumplidos, puesto que el amor de su vida le pertenecía a alguien a quien sería una barbaridad traicionar: su hermano menor, Boomer.
Echó la cabeza hacia atrás, tratando de dejar de mirarla por un segundo, pero es que era tan difícil dejar de hacerlo.
Era solo que, ¡su nombre estaba escrito en ella! Hechos el uno para el otro, como si el destino hubiese querido unirlos.
La miró de reojo. Ella estaba ahí, en esa silla frente a él, quizá esperando por Boomer, o quizá, solo quizá, lo esperaba a él. Convencido con esta idea, quiso por un instante levantarse de la mesa, e ir corriendo hacia ella, mas la idea se esfumó con rapidez. Es decir, ¿qué clase de idioteces estaba pensando?
Se levantó de la mesa, finalmente, pero esta vez convenciéndose de que lo mejor sería irse a su habitación para intentar disolver esas absurdas ideas. Quizá la tranquilidad y el estar solo podrían controlar sus impulsos, los cuales, si no lograba controlar, harían algo de lo que, después de la regañada de Brick y el insoportable llanto de Boomer, se arrepintiera… o tal vez no.
Se volteó con brusquedad y, fuera de sus sentidos y su cordura, corrió hacia ella. La tomó entre sus brazos y besó repetidas veces. Ella no parecía negarse, así que siguió con su "labor". La abrió y acercó su boca a ella, mas no había pasado un minuto de haber comenzado cuando…
-¡Butch Him! ¿¡Qué estás haciendo?!
Por puro instinto, se separó de ella. Maldición, lo habían atrapado con las manos en la masa.
La mirada desaprobatoria de Brick y los ojitos llorosos de Boomer lo hicieron sentirse sumamente culpable. La había jodido. Jamás debió haber hecho semejante barbaridad.
-Y-yo…
-¿Por qué lo hiciste, Butch? Creí que eras mi hermano. Creí que no me traicionarías –sollozó, mientras Brick lo abrazaba.
-Eres un idiota –masculló Brick severamente.
-¡Pero tiene mi nombre! ¡Mírala! –intentó excusarse, mas sabía que esto no justificaba sus acciones.
-¡Pero Boomer gastó sus ahorros en comprar esa Coca Cola, Butch! ¡Y no había ninguna que dijera "Boomer"! –exclamó el pelirrojo, mientras el pequeño Boomer de ocho años corría llorando hacia su madre, la cual tan solo negaba con la cabeza.
Butch agachó la cabeza, yendo hacia su habitación. Se sentía culpable, sí, pero debía admitir que esa Coca Cola no estaba nada mal.
Fin.
Nota de autora #2: Awww. Los Rowdy's pequeñitos son tan adorables e inocentes... ¿Qué? No me digan que pensaron que era Miyako, Kaoru o por lo menos lo malpensaron (Si fue así, mi misión está cumplida).
En fin, espero que les haya gustado, pequeñas mentes pervertidas. ¡Gracias por leer!
Toylad fuera, ¡Paz!
