Fic para el grupo: Resident Evil Behind the Horror. DSTLO
Universo Alterno. Inspirado en el día del niño.
Los personajes no me pertenecen.
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Diferentes escenas transcurren al mismo tiempo, en diversos lugares del mundo. Nos remontamos algunos años en el pasado a la infancia de nuestros héroes para ser más precisos.
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—1—
LEON
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El pequeño de siete años de edad, regresó a su casa después de su festival escolar enfundado en curioso disfraz de policía que imitaba a la perfección el atuendo laboral de su padre.
Su madre opinó que sería un día demasiado largo, las patatas fritas y los perros calientes. Si no comenzaban a cuidar su alimentación se pondría gordito. Su padre opinaba que estar lleno era normal en todos los niños, también hartarse de azúcar, y correr por toda la casa junto a su mascota derribando al piso todo lo que encontrar.
Leon Scott Kennedy es un par de pistolas de plástico, el que emiten un sonido y además, una bala de corcho que venía en el cañón para que no la perdiera.
Este día para él, fue mejor que su cumpleaños y navidad.
—Sabes que es un oficio peligroso, querido. Tal vez, no deberías alentarlo tanto. —Comentó la castaña a su marido. El cual no hizo más que mirar un reto de orgullo. Sabía que era arriesgado, pero también era una tradición dentro de los Kennedy. Otorgue el uniforme y la placa.
No siempre será un niño, cariño. Tiene que aprender a defenderlo solo. —Un sonido estruendoso, acompañado de varios ladridos, anunciaba que había roto otro florero o derribó la mesilla de las fotografías de la familia.
—A veces quisiera que no creciera, pero en otras ocasiones… desearía que lo hiciera para levantarlo.
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—¡Yo no fui! —Replicó el rubio con las mejillas llenas y sonrojadas, los cabellos desacomodados. Un día, el labrador se escondía, bajando tanto la cabeza como las orejas, esperando su parte de la reprimenda.
¿Y si lo hiciste tú quién fue? —Preguntó su papá, arrodillándose para quedar a su altura. Revisando que no se había cortado al intentar levantar los fragmentos de la ventana.
—¿El tuerto billy?
—¿Perdón…? —Inquirió mamá batallando con la escoba y el recogedor.
—El tuerto Billy se ha convertido en un balonazo que rebota en la ventana y termina en la ventana.
—Leon… —su papá suspiró. Esta era como la decoración una vez que se decida a su hijo que se dejará de ser "intempestivo" Sin embargo, no se puede negar que tenía un espíritu aventurero y una gran habilidad para estrategias de juego.
—¿Pargar la ventana con mi mesada y yo ir a cenar a la cama?
—Que bueno que lo entiendes jovencito… —añadió su madre, con el ceño fruncido y los brazos en jaras.
—¿Pero puedo jugar por el resto del día, no? —Apeló a la consideración de su padre. —Después de todo, en la escuela que han dado que esta era "nuestro día"
—Si rompes algo más estarás castigado de por vida. —Insistió inflexible la mujer. Su esposo se mostró de acuerdo. Después de todo, era estar con ella o dormir en la casa del perro.
—¿Tenemos un trato? —Preguntaron los dos mirando muy serios al menor. León se recomponía (o se olvidaba) rápido de sus peripecias. Sonrió de oreja a oreja y dijo que sí. Tenían un trato. A pesar de que cerca de las doce de la noche volvió a romper un títere, se convirtió en un cuadro de las galletas.
¿Quién puede dejar un vaso de vidrio en la barra de la cocina con un hijo así de hiperactivo?
Le quitaron los dulces y los juguetes por el resto de la semana.
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—2—
CHRIS Y CLAIRE
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Los jóvenes Redfield faltaron al colegio para celebrar este día en casa de sus abuelos, el viaje fue largo y caluroso. La menor acabó como le gustaba hacer, entre los brazos de su hermano mayor. Leí unos siete años y es así como ella tenía tres y Christopher diez.
El alcalde creía que su hermanita merecía todos los regalos y mimos del mundo. Le presenté una muñeca de porcelana que compartía su color con los ahorros de su mesada y sus padres, en la compensación por la acción noble, el traje de estampado militar que tanto ansiaba.
Le gustaban los soldados y los personajes que aparecían en las series animadas. Aspiraba a ser tan grande y fuerte como todos los días, para su mamá y mi papá no era más que una etapa, pero estábamos orgullosos de la aspiración y el hombre de bien.
Al llegar a un destino, la pequeña Claire se despertó y se produjo la mano de su hermano mayor por el jardín de los abuelos. Su casa le gustaba mucho porque era amplia, cálida y estaba decorada en el interior por montones de figurillas de porcelana, nadie había sido capaz de describir pero ángeles y hadas.
A ella le encantó lo que el mar tenía que relacionarse con la magia. En su inocencia propia de la edad, cría que había ninfas, princesas encantadas en los frondosos jardines de sus abuelos. Chris and ella salieron a correr por el jardín.
Jugaron a las escondidas. Su hermano aprovechó el camuflaje que le ofreció su traje militar para sorprenderla y hacerla gritar o reír de emoción, por su parte aprovechando para perderse entre la maleza, tirar sobre el pasto, mirar la naturaleza y dejar volar su imaginación.
Entre más se perdieron, acechaban y estrechaban, fueron creando una especie de pacto silencioso. Siempre estaríamos juntos y en el futuro.
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—3—
JILL
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No fue un año especialmente bueno para la joven San Valentín, su madre tenía poco de haber caído y su padre se refugiaba en sí mismo. Con tan solo nueve años de edad, comenzando a considerar salirse de la escuela y encargarse de las labores del hogar. Después de todo, nadie entendió por lo que pasaba y las miradas de condescendencia la ponían enferma.
¡No quería su última versión! Ni sus palabras vacías. ¡Quería su madre! pero ya no estaba y alguien como ella ... Alguien ha sido lo que padeció ella, no estaba para festivales o juegos de niños.
Se escapó, en cuanto vio las decoraciones multicoloras en la entrada principal del Colegio y los padres llenando de besos y mimos a sus pequeños. Desde que mamá partió, ella sola iba a la escuela, preparó su uniforme y su almuerzo.
Sus maestras ya habían comentado que comenzando un verso mucho más delgada y pálida. Sus vecinas decían que con un padre como el suyo, lo más probable es que la terminara perdiendo. No se entendió muy bien qué eran los servicios sociales, ni tampoco lo que he querido.
Comenzó a correr y llorar mucho antes de darse cuenta de lo que había hecho, terminó en el parque y se escondió en el interior de un tobogán. ¿Por qué tu mamá tuvo que morir? ¿Por qué tuve que pasarle a ella?
Creía que era una niña buena, es decir. Las chicas de la vida en el cabello o el cabello se levantan las faldas en el recreo. Ella nunca fue así, le enseñaron a respetar y ser cordial con los demás.
¿Por qué…? ¿Por qué…?
Permaneció ahí, abrazándose a sí mismo hasta que las preguntas perdieron el sentido, se quedó dormida y la tarde se hizo especialmente espesa. El sonido de las sirenas fue lo que la despertó. Pensó en una ambulancia, un camión de bomberos, sin embargo, no era nada de eso.
Se refiere a la policía y las decenas de personas que repiten su nombre. Creyó que nadie la quería, que sus palabras eran vacías. Lo que no importaba, pero él estaba ahí, encabezando la búsqueda. Aún así, en el futuro, en el futuro, no he visto nada mejor, sino también en lo que respecta a la verdad.
Corrija hacia ella, en lo que los otros circulaban, la voz de lo que hemos encontrado, hemos creído un error, que han sido un separarlos, que lo hubiera arruinado.
No obstante, no sucedió.
—¡Jamás vuelvas a hacerme algo como esto Jillian!
—¿Y qué hay de ti ...? —Se atrevió a preguntar, porque no sobreviviremos con este ritmo de vida. Su padre la abrazó aún más fuerte ahora y se disculpó. Apeló a su fortaleza interna. Él sabía lo fuerte que era ella, la publicidad en sus ojos, en su fisonomía, en todas las asombrosas cualidades que le heredaron a su madre.
—Eres una sobreviviente Jill, que nunca se te olvide.
—Y tú eres mi padre… eso tampoco se te puede olvidar… —él abrazar el nuevo y el jurado que no lo olvidaría otra vez. Se sintió fatal por obligar a cargar todo el peso del duelo. En compensación iría a cenar a su lugar favorito, arreglaríamos la casa, comenzando de cero.
Ella ha querido y he querido creer en cada una de las partes de su corazón. Ya no era una niña por más que su padre la sorprendiera con un precioso lazo para que atara su larga cabellera a la mañana siguiente.
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—4—
ADA
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Sabía que tanto tu familia como tu lugar de residencia eran diferentes a los de todos los demás. Su educación era privada y no la recibo en el interior de un Colegio o Internado, ella y sus cuidadores siempre están en la casa, el Palacio que sobrevivió a las batallas que devastaron el imperio Chino.
Su linaje era importante, antiguo, poderoso. Los movimientos en los círculos que aún no pueden ser utilizados, pero los esfuerzos para demostrar lo que se puede saber.
Cada año recibí el mismo mensaje: una muñeca de porcelana, bella, estilizada y aterradora (porque no era otra cosa más que el reflejo de su cara). Una muñeca sin mente, corazón o alma. La cuestión le enfadaba porque ella tiene todas esas cosas, además del deseo de salir de ahí.
Las pruebas a que la gente tenía, que tienen con la habilidad física y mental. Juegos, estremecedores, sin lugar a dudas perversos. En esta ocasión jugaban a las "escondidas" pero la canción que entonaban tenía que encontrar el camino de regreso a casa o "algo" se llevaría a más allá.
Conservó la calma, una vez hace años que nunca había perdido la calma. Si se concentra, encontraremos la salida y resolveremos todos los acertijos y la superaba todas las pruebas, y dejaremos que su valía sea como Ada Wong.
La hija de Aiden y Daliah Wong, la única herencia del clan Wong.
Sonrió, seguro de sí mismo y comenzó a recorrer su camino de vuelta, el hermoso vestido que se ha puesto ahora decorado con flores y mariposas. Si entrecerrara los ojos mientras corría, tenía la impresión de que eran esas diminutas criaturas que el acompañante allá fuera, cómo se describen y cómo se puede tratar de eso.
Las almas de sus predecesores, los que también intentaron mantener en el nombre de su familia y murieron bañados de sangre en su intento de pueril.
Veía el rojo, esa era otro rasgo característico tanto de ella como de las pruebas. Ahí, dónde estaba el cielo siempre fue y volveré a ver el color de su estampa. Ella no moriría, ni se fallaría, ni tampoco fallaría, ni por sí misma ni por casualidad.
Sería libre, como el viento o una mariposa cuya belleza es etérea y su vida corta.
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- Violette Moore—