Habían pasado algunos años es cierto, pero no habían cambiado nada, eran los mismo de siempre, tal como aquel primer día en que se cruzaron, ese día en que él tomó prestado su bicicleta de ella. Eran los últimos días de Abril en Pueblo Paleta, Ash seguía siendo tan testarudo, distraído y emprendedor como cuando niño, siempre al lado de fiel, leal y amigo Pikachu; ya tenía veintiséis años y empezaba a gozar de unas merecidas vacaciones junto a todos sus Pokemon, luego de proclamarse campeón de la Liga Asiática, que fue muy dura no hace falta decirlo, que demandó un largo viaje de parte del entrenador y su Pokemon eléctrico para recolectar las medallas que lo calificaran para ser parte de dicho torneo, en el camino logró atrapar a otras nuevas criaturas que formaron parte de la amplia colección de amigos que ya tenía el joven de Pueblo Paleta y eso sin mencionar que los nuevos amigos que fue conociendo en el sendero que lo llevó al campeonato de la Liga Asiática.
Ahora bien, la pregunta candente era qué haría el hombre conocido y respetado en gran parte del mundo como Ash Ketchum del Pueblo Paleta con su vida, por sus participaciones magistrales en la Liga Pokemon, La Liga Naranja, La Liga Jhotto, Liga Sinnoh entre otros, dando un lucimiento de sus grandes habilidades y talentos en el entrenamiento Pokemon y eso sin mencionar su gran amistad con la variedad de especímenes que tenía bajo su mando. La prensa internacional nunca supo darle una pareja al entrenador, se lo vinculó con May, Down y Misty, quienes cada en su momento, fue compañera de viaje y aventura del flamante maestro Pokemon, pero ninguna de ellas había sido declarada concretamente como el amor de Ash, hasta ya llegaban a preguntarse ¿Acaso el corazón del entrenador pokemon no tenía dueño? Pero la realidad era algo más simple que todo eso.
Cómo están, aquí me presentó muy humildemente con un fic que trata de un clásico como Pokemon. Quién no lo vio; quién no jugó a adivinar con quién se quedaría Ash para muchos incluyéndome la pareja que este muchacho forma con la pelirroja Misty es la ideal, es lo más cercano a la concreción en realidad y ha estado corriendo un video de la supuesta hija de este par pero por averiguaciones propias pude concluir que ese video tiene en realidad otro significado, por lo cual no fue decepción sino desilusión. He allí el cómo me inspiré para compartir con ustedes este fic que va a tratar de una de las parejas más favoritas de todo el anime Ash y Misty. Espero lo disfruten.
Observación: El anime Pokemon, sus personajes y situaciones son propiedad original de otra persona, disculpen pero no sé quién si me ayudan a saberlo se los agradecería. Lo que sí declaro como mío es la presenta historia. Muchas Gracias.
Eran los nueve de la mañana del domingo, la noche anterior había sido una muy animada, por el hecho que Pueblo Paleta estuvo de fiesta, es que fue el acto de recibimiento que recibió el flamante campeón Pokemon; la celebración duró hasta la madrugada y por lo que aparentaba el pueblo entero estaría desierto y en silencio por ese día; un punto importante era que, absolutamente nadie tenía conocimiento ni se imaginaba que cierta pareja se concreto, por lo menos fugazmente en la fiesta, calculando fríamente como una situación común, podría decirse que todo fue producto de un accidente, aunque la tentación y el calor de esa noche, también tendrían que ser sospechosos a culpabilidad.
FLASH BACK.
Música, alegría, risas, comida, bailes, charlas, amigos, parientes y más, era por lo menos una parte de lo que se podía divisar en el patio trasero de la residencia y laboratorio del profesor Oak, que ofreció su morada para la celebración del reciente campeonato del entrenador local, el mismo que recibió de parte del gobernador y compueblanos un merecido homenaje en el centro del pueblo, pero ahora todo lo citado al principio era parte del festejo privado durante esa misma noche. La Sra. Ketchum, el dueño de casa, Gary, Richy, May, Down, Brock, Iris, Seylan, Xavi y Andru (estos últimos, hicieron compañía a Ash en los últimos tiempos) las hermanas enfermeras Joy, las oficiales Jenny, Misty, debo agregar que a escondidas Mewtho, solo Pikachu lo sabía, por supuesto estaban Charizard, Squartle, Bulbasaur, Heracross, Kingler y los demás Pokemon y por supuesto el agasajado disfrutaban de aquella velada, todo era tan divertido pero no podía faltar entre cierta pelirroja y el entrenador. Ambos se habían excusado pues ya empezaban a sentir las primeras influencias del sueño, este último, se disculpó con todos sus invitados pero solicitó que continuaran con el festejo sin él.
_Ay, eres un inmaduro Ash… - Decía la Lider del Gimnasio Celeste, mientras que ambos debían compartir el mismo sendero, pues esta por invitación de la Sra. Ketchum, se quedaría a dormir en la casa de ellos, por ende Ash y Misty a medida que caminaban, no tardaron en hallar un tema de discusión, es más bien un punto de ebullición entre ellos.
_Como si tú fueras tan madura… - Respondió el muchacho, que solo se limitó a colocar las manos en los bolsillos y reservarle la mirada a su receptora…
_Más que tú… por supuesto que sí – Continuó la muchacha, que inflaba los cachetes de la rabia.
_Luego no te preguntes por qué no tienes un esposo… eres una amargada… - Soltó el Maestro Pokémon, más víctima de la rabia que dueño de su templanza.
_Hah, eso dices… Por lo menos yo sí puedo decir que tendré un esposo algún día… - Contestó la pelirroja, que con la misma edad que su acompañante por ese mismo sendero, se embelleció más, ahora ya contaba con una cabellera con largor un poco más de sus hombros.
_... Qué me quieres decir… - Dijo Ash, que ahora no es que comprendiera un cuerpo tan atlético, pero si bien cuidado y con mucha resistencia, por producto de los numerosos entrenamientos con sus pokemon.
_Qué nadie querría ser tu esposa, con tu inmadurez y con tu terquedad… tonto – Respondió con rabia la muchacha, con los puños apuntando hacia el centro de la tierra.
_ ¿Ah sí?... Y dices que tendrás un esposo algún día… con tu amargura e intromisiones en asuntos que no te incumben, juzgando a los demás porque no piensan ni se manejan como tú… - Dijo el entrenador de Pikachu, que ya se encontraba dormido en la mochila que cargaba, pero si los tonos seguían subiendo, era muy probable que volviera a despertar; pronto ya se encontraban en el interior del domicilio Ketchum, discutiendo siempre ya sin recordar cómo fue que terminaron en esa discusión.
_Ay, admite Ash Ketchum que… si te pido que seas mi esposo aceptarías sin dudarlo ni pensarlo – Dijo Misty, no sabría decirles si sabiendo o escuchándose, quizás se arrepentiría de lo dicho, dependía de lo que respondiera Ash, pero este estaba muy lejos de poner pausa y mucho menos fin al asunto.
_Oh por favor Misty… Solo di que mueres por ser mi esposa… - Dijo Ash, que luego se sorprendió con sus propias palabras… Qué era lo que pasaba por las mentes de este par, que con sus comentarios no supieran más que guardar silencio, mientras que se observaban detenidamente y con semblantes pasmados, quizás esperando escuchar qué decía el otro, para poder proseguir con la discusión, que a esas alturas, ya era una reverenda estupidez… ¿qué… acaso les divertía discutir y pelearse todo el tiempo?.
Pronto, no sabría decirles con exactitud si qué habitación, si el de Ash o el de invitados que pertenecería por esa noche a Misty, pero lo que puedo asegurar, es que la puerta en cuestión provocó un gran estruendo cuando estrelló el lado interior de su hoja por la pared, producto de una patada que el muchacho propinó con su pie izquierdo, sin mirar, con los brazos ocupados cargando a la pelirroja que se hallaba atada a él, liando sus piernas desnudas por la cintura de Ash, ella rodeó el cuello del entrenador con sus brazos, mientras que descontrolados besos iban y venían y el destino de tan alborotada entrada era el lecho que esas cuatro paredes comprendían, las palabras sobraban y la razón ni siquiera tenía derecho a voto en ese momento, lo que importaba en ese instante, era el momento valga la redundancia; luego ya no importaba nada, el tiempo, la hora, el olvidado sueño que obligó a citada pareja a abandonar el festejo, ni siquiera los pokemon, ni siquiera existía pensamiento ni duda, no hace falta describir la finalidad de tal situación. La luna era el único testigo, sus rayos rebeldemente presenciaban la escena, mientras que se introducía desde la ventana con las persianas abiertas, cuyas cortinas bailaban al ritmo del viento norte que acariciaba los techos del Pueblo Paleta y aquel segundo piso que sería recuerdo de la forma más ortodoxa o común tal vez, de terminar una acalorada discusión.
FIN FLASH BACK
Ash despertó, percatándose que se hallaba boca para abajo con su cabeza escondida bajo la almohada y completamente desnudo, la verdad que se sonrojó al notarse en esa condición, era digno de una borrachera lo sucedido la noche anterior; pero esa era la cuestión, que fue lo que lo llevó a terminar en ese estado, al costado de ella, en la misma cama, junto a esa pelirroja que estaba acostada junto a él también desnuda, tapada por las sábanas es verdad pero su naturaleza masculina no podía evitar recordarse que pudo explorar ese hermoso valle entre sus senos, bellos horizontes y montes de su piel blanca hace algunas pocas horas solamente; no podía evitar sentirse apenado, nunca se imaginó el hecho que alguna vez la tendría a Misty como su mujer, completamente para él, sonreía incrédulo pues tenía que admitirlo, le gustaba mucho la idea. Luego de contemplarla por unos instantes, optó por levantarse sutilmente para no molestar el sueño de su amada, no sería mala idea el detalle de llevarle el desayuno a la cama.
A medida que avanzaba por el pasillo, recordaba que seguramente su madre estaba también profundamente dormida, por lo cual debía agregar más atención a sus movimientos para no producir ningún ruido que significara el despertar de ninguna de las dos mujeres que se encontraban en la casa; al final del pasillo ubicó su mochila con Pikachu también profundamente dormido en su anterior, el entrenador Pokemon ya no recordaba el porqué empezaron a discutir anoche, ya tan solo podía rememorar el placentero desenlace. El maestro Pokemon fue a la cocina y empezó a prepara un capuchino, pan tostado con dulce de guayaba y mantequilla; no podía dejar de preguntarse que harían el resto del día siendo que era domingo y el pueblo entero estaba recuperándose del desvelo de anoche, por lo que prácticamente este sería completamente de ellos, pero ya lo decidirían cuando ella despertara.
Por otro lado, Misty finalmente despertó recordando el maravilloso acontecimiento de anoche, pensaba mientras soltaba un largo suspiro con una sonrisa dibujada en su rostro… Cómo es que el amor es tan complejo… En cuántas ocasiones peleó y se discutió con el muchacho pero nunca se habían animado a hablar de lo que verdaderamente sentían… Es más los dos eran unos tontos, de su parte siempre lo recordaba, se preguntaba por dónde andará, si conoció a alguna otra chica, que otros logros iba recolectando en los viajes que emprendía sin su compañía, primero con la castaña Maysabía que no podía exigirle al muchacho que la llamara pero siempre que se enteraba de él o lo veía se llenaba de alegría y nunca supo darle una explicación razonable, pero ahora todo estaba bien definido… Pero qué pasaría a partir de ahora. Misty se volteó queriendo encontrar el cuerpo dormido de quien la amó anoche, pero grande fue su sorpresa al ver solamente un espacio vacío, una leve preocupación viajó por la mente de la líder del Gimnasio Celeste.
_¿Ash? - Preguntó incrédulamente la muchacha que se sentó tapándose con las sábanas, buscando al entrenador que en ese segundo a la habitación con una charola con el desayuno para ambos.
_Ah, ya despertaste, … bueno… ya no tendrá el resalto que debiera pero sorpresa… - Dijo Ash con una sonrisa, mientras que observaba el mismo gesto de parte de la entrenadora acuática pokemon, con un agrego de rubor en sus mejillas.
_Gracias, que lindo todo se ve muy delicioso - Dio un cumplido Misty, acomodándose para que Ash ubicará su desayuno sobre sus muslos.
_Espero que te guste… La verdad no soy muy bueno en la cocina pero esta era una ocasión especial - Agregó el flamante maestro Pokemon; no se percato de ello ni no dijo ella, pero Misty se vio muy elogiada por ser considerada importante por quien le hizo compañía en el sueño.
_ ¿Por qué no me pediste ayuda para preparar el desayuno? - Quiso saber Misty, mientras que acercaba el pan tostado con dulce y mantequilla a su labios.
_Te veías muy tierna dormida y no quise molestarte - Respondió Ash, produciendo un sonrojo bastante pronunciado en los dos, pero había un punto bastante importante que debían tocar, es más, lo que aconteció con ellos anoche les obligaba a poner puntos en claro.
Luego de algunos minutos entre risas, comentarios, historias, anécdotas Ash y Misty terminaron de desayunar, cada uno se duchó y se vistió para que posteriormente descubrieran que la Sra. Ketchum seguía dormida, el único que se hallaba despierto era Pikachu que saludó a la pareja saltando en sus respectivos hombros para terminar acomodándose en el lado izquierdo de su entrenador y mejor amigo, notando un clímax y conexión bastante armonioso entre el maestro y la sirena pokemon. Ash, Misty y Pikachu salieron a pasear por el silencioso Pueblo Paleta, sus senderos de tierra estaban desiertos, apenas el leve fresco de la mañana, acariciando las copas de los árboles era lo que zumbaba en los oídos de quienes estaban tomados de la mano; a eso del mediodía, volvieron a la casa para prepararse un almuerzo y luego buscar un buen sitio para disfrutarlo al aire libre, acto seguido y habiendo almorzado todo, recorrieron los alrededores, el bosque, las praderas seguidos de sus jardines hasta llegar a un lago, que tenía conexión a un arroyo que de alguna manera fue donde inició todo entre ellos, supongo que todos lo recordamos. Para fortuna del trío que tenía todo el lugar solamente para ellos, encontraron un bote en la orilla y no se les ocurrió mejor idea que adentrarse al lago… Pronto vieron como algunas nubes se juntaban en el cielo, eran apenas tres, luego fueron seis, luego el maestro, la sirena y el ratón eléctrico vieron como el horizonte se oscurecía, por influencias del clima que parecía tendía a empeorar y ellos que se encontraban en el medio del agua en aquel bote.
_Demonios… Ash debemos volver - Sugirió la pelirroja, ante la aprobación del pokemon amarillo y del respectivo Maestro Pokemon.
_Si… es verdad, si permanecemos aquí podría ser peligroso, no se preocupen voy a tratar de dar vuelta el bote… - Dijo el muchacho, accediendo a la solicitud de la entrenadora acuática… muy en el fondo, la pareja se lamentaba por no haber terminado el día de la manera que lo deseaban…
A medida que Ash remaba, la orilla quedaba más cerca pero este no contó con que tenía que empezar a luchar contra la corriente que ya corría por fuerza del viento, pareciera la tormenta se apresuró en llegar y ya estaba a punto de hacerles compañía. Avanzaron los segundos, el viento soplaba más fuerte y la orilla de destino parecía estar cada vez más lejos, eso sin mencionar los truenos y relámpagos que saludaba siendo el único que alumbraba en el cielo, en medio de toda oscuridad provocado por las nubes negras que cubrieron el mismo; la pelirroja y Pikachu se abrazaban como si uno u otro tuviera firmeza, mientras que el entrenador seguía remando más allá que ya le dolían los brazos por causa del cansancio.
El viento finalmente los llevó a volar, yendo a parar a las afueras del Pueblo Paleta, donde alguna vez Ash y Pikachu cruzaron rumbo al Centro Pokemon de Ciudad Verde; el campo donde aterrizaron nuestros héroes, era en medio de un pastizal, a cercanías de un sendero de tierra roja y aún estaba bajo las influencias del tan inestable clima de esa tarde de domingo, poco a poco también el lodo iría acompañando a los cuerpos inmóviles del flamante maestro pokemon, la líder del gimnasio y al ratón eléctrico, que luego de pasados unos minutos recuperaron el conocimiento pero tardarían en disponer de sus piernas que quedaron paralizadas por la rotunda caída. Lo que no sabían es que habían caído involuntariamente en una zona cubierta y rodeada de una bandada de Speadrrow que se criaban en aquel lugar y ante la vista de tres intrusos en su territorio se disponían a atacarlos obviamente sin previo aviso; de súbito el ataque dio inicio y con un estruendoso sonido tomaron vuelo con destino a los tres cuerpos que ya empezaban a sentir sus extremidades, cuando el peligroso ataque se encontraba por lo menos a diez metros Pikachu logró reincorporarse para luego sufrir de un tremendo susto al visualizar el panorama en el cual se encontraban, quién diría que todo fue tan romántico hace algunos horas y ahora se podría decir que estaban cara a cara con la muerte, pues ese tipo de Pokemon tenía la fama de ser infalibles cazadores; lo más rápido que podía Pikachu trató de levantar a su entrenador primeramente.
_Pikapi… Pikapi - Trataba de llamar la atención el pokemon sacudiendo con sus patitas la espalda de este.
_Pikachu… qué pasa… estás bien - Preguntó Ash no notando la preocupación de su primer compañero de aventura, debo aclara que tanto el cuerpo de este como el de la pelirroja se hallaban boca para abajo, por lo que en el acto el maestro no visualizaría desde el principio el motivo de la exaltación del pokemon eléctrico.
_Pikapi, Pikachu, pila, pila, pila… chau… - Dijo Pikachu, no sabría decirles que sin opción o cansado de no poder hacer entrar en razón a su dueño y amigo, pero creyó eficiente y eficaz el electrocutar a su receptor con un Impact Trueno, para que Ash de alguna forma se pusiera de pie, eran realmente efectivos los ataques eléctricos de Pikachu, incluso para obligar a reaccionar a su entrenador.
_Pikachu… por qué hiciste eso… - Dijo Ash, recuperándose de la "ayuda" que le proporcionó su compañero, pero luego volteó a la escena importante y entendió que la situación no era la más tranquila y supo que debían actuar rápido, pero su preocupación se acentuó al ver que Misty aún yacía inconsciente; los Speadrrow ya estaban a cinco metros de entrar en contacto con ellos, mientras que sus pies se introducían en el lodo en medio de aquel pastizal, con ese viento suroeste que azotaba con fuerza aquella zona, la lluvia que también mostraba participación, mientras que los truenos y relámpagos parecían partir la tierra en mil pedazos en cada aparición, aún así los Pokemon tipo aire se mostraban firmes en su destino de vuelo, parecían avispas observando vagamente la cantidad en la que se disponían a atacar. Ash no supo más que derramar lágrimas, hace cuanto tiempo cuando recién iniciaba su viaje pasó por lo mismo, protegiendo aquella oportunidad a su Pikachu, sellando ese momento una gran amistad con este, ahora no solo debía volver a protegerlo, sino también debía resguardar al amor de su vida; parecía que toda su vida se paseaban por su mente, mientras que abría ya los brazos para entregarse la bandada salvaje de Pokemon que pretendía cazarlos, aún con gotas que no eran precisamente desde el cielo que se resbalaban por sus mejillas sucias y cansadas… La vida había sido muy irónica y no se había dado cuenta, en cuántas oportunidades se había peleado, discutido, gritado, malentendido con ella, eso sin mencionar las veces que se separaron y aún así les daba una felicidad mutua el volver a verse y reencontrarse, cómo no lo interpretó antes, pero ahora ya era tarde, solo un día pudieron disfrutar de su amor juntos, ahora lo más probable es que ya no la volvería a ver..
_ ¡Ash! ¡¿Qué estás haciendo?! - Se oyó de repente, Ash no volteó, esa pregunta solo lo obligó a abrir los ojos de la impresión - ¡Ven, escapemos! - Agregó la pelirroja que se había despertado y notado la situación en la que se encontraban.
_Pikapi… - Continuó Pikachu, de alguna forma dando a entender que estaba de acuerdo con la líder de gimnasio, de seguro tendrían una oportunidad escapando a la corrida de ese lugar, mientras que estiraba el jean de su entrenador que le estaba dando la espalda.
_Pikachu… Misty… corran… sálvense ustedes… - Respondió Ash, sorprendiendo a los dos que esperaban por él para escapar, también al borde de las lágrimas… - … Si corremos juntos tarde o temprano nos alcanzarán y no servirá de nada… sin embargo, si me quedo, les daré más tiempo para que logren escapar… así que háganlo… sálvense, olvídense de mi… - Dijo el entrenador que volvió a cerrar los ojos solamente esperando ser alcanzado por esos pokemon que se hallaban cada vez más cerca.
_Pikapi… - Dijo Pikachu, desobedeciendo a su entrenador y ubicándose frente a él con los bracitos abiertos y frunciendo el ceño.
_Pikachu… que set…. - Se disponía a protestar Ash, pero no pudo completar su frase pues fue interrumpido por el sorpresivo abrazo de la pelirroja que se aferró a sus caderas con fuerza - Misty… tú también… qué están haciendo… deberían escapar… - Dijo el maestro pokemon desesperado y algo acongojado.
_No te voy a dejar aquí… mi amor - Dijo Misty, primero sorprendiéndose ella por sus palabras, sin mencionar al destinatario de estas y en particular su pokemon - Tardamos un buen tiempo en expresar nuestros sentimientos y… no estoy dispuesta a perderte ahora… si mueres yo también lo hago - Agregó la pelirroja que no pudo evitar cerrar los ojos y dejar caer algunas lágrimas.
_Gracias por esto… - Dijo Ash sensibilizado por la escena - De acuerdo… saldremos de esto juntos… - Continuó, para observar con una mirada de valentía a su pokemon de espaldas, una vez acompañándolo en las buenas y en las malas, esta vez también su amor le hacía compañía, esto no podía terminar así…
_Pikachu… - Dijeron Ash y Misty al unísono, con un tono de valentía y mucha furia, la ocasión realmente los había superado pero encontraron fuerza en el lazo de amor y amistad que los unía…
_Pi… - Dijo Pikachu con valentía y decisión, contagiado por ese espíritu y con lágrimas en los ojos.
_Tres puntos… ¡Impact Trueno! - Ordenó la pareja que en cuestión de segundos fueron rodeados por la descarga que con toda su fuerza desplegó por el campó alcanzado por un sin fin de truenos y relámpagos que aparecieron como refuerzo para el ataque. Acto seguido, esa zona solo comprendió un gran fulgor amarillo que encerró a la bandada de Speadrrow, Ash, Misty y por supuesto a Pikachu; la escena era impresionante, aquel brillo que asemejaba al sol se reflejaba por las gotas que caían, los truenos, relámpagos y luego una tremenda explosión, cuyo sonido se escuchó hasta en Pueblo Paleta que se hallaba a una distancia pronunciada de aquel lugar.
La Sra. Ketchum junto al profesor Oak, Gary, Jessy, Down, Seylan, May, Richy, Brock, Xavi y Andru buscaba desesperadamente a quienes no desaparecieron desde anoche sin rastro, es decir, estaba bajo conocimiento de todos que la pelirroja y el entrenador se retiraron para descansar y dormir, pero no aparecieron durante la mañana ni la tarde, ya entraba la noche, el crepúsculo empezaba a tomar influencia en el cielo, a pesar de las negras nubes que parecían pintadas e inmóviles a pesar del viento; el estruendo de la explosión, sacudió el pecho maternal que ya mostraba preocupación por su hijo, su Pokémon su potencial novia, pues tomando beneficio de su sexto sentido de madre, sabía con seguridad que aquel corazón que latió nueve meses en su vientre se hallaba a cercanías de aquel horrible sonido. Todos los entrenadores que acompañaban a la inquieta madre invocaron a sus Pokémon, aquellos que les ayudarían a llegar con más velocidad al punto donde se supone tuvo lugar aquella colisión; algunos como Onix, Gyarados, y otros fueron los que transportaron a todos los que irían buscando a Ash y Misty, sin mencionar a Charizard, Pidggeot, Heracross y todos aquellos que pertenecían al flamante Maestro Pokémon, también mostraron su inquietud y amplia preocupación por la integridad de este; pronto así, una gran comitiva se dirigía a las afueras de Pueblo Paleta, dejando atrás por seguridad a una madre que apretaba sus puños cerrados por su pecho, haciendo perder su mirada en el horizonte, junto a un Mr. May que compartía la condición de su dueña.
Ash de nuevo yacía inmóvil acostado esta vez con boca para arriba, la tormenta en esa zona ya había cesado, la mayor parte del temporal se dirigía a Pueblo Paleta, pero el peor factor de este había golpeado y caído con fuerza sobre al entrenador, a Misty que quedó a unos diez metros del primero y Pikachu también aterrizó a una distancia cercana de la Sirena Pokémon; los Speadrrow en parte fueron electrocutados, otros salieron espantados pero todo había sido un éxito; Ash, Misty y Pikachu estarían bien, solo les afectó el golpe en la caída y el cansancio de todo el trajín que llevaban encima. La primera en despertarse fue Misty que encontró más cerca a Pikachu que luego de algunas sacudidas reaccionó y se alegró de ver a quien sería su dueña indirectamente, más tarde empezaron la búsqueda del Maestro Pokémon que tardó más tiempo en ser hallado.
Los momentos siguientes fueron bastante tranquilos, los tres caminaban sin decir nada, las palabras sobraban, pero si unas que otras se miradas se cruzaban, algunos rubores en las mejillas también se hacían lugar, sonrisas y más miradas se podían notar en los semblantes de Ash y Misty, que no podían quizás hablar por el cansancio pues en los momentos de desesperación ya se habían dicho todo lo que debían… el amor se respiraba entre ellos, por supuesto Pikachu era alguien que en cualquier otra situación estaría de sobre, pero en este caso se sentía alguien bastante especial y partícipe, estaba muy contento por los dos pero no entendía por qué no decían nada, por lo que no le quedó más remedio que atacarlos para que reaccionaran, este bajó del hombro del muchacho para ubicarse frente a la flamante pareja.
_Pika… Pika… Pika… ¡Chu….! - Dijo el Pokémon eléctrico soltando una descarga sobre sus amigos que no tuvieron tiempo para reaccionar y no sabría decirle si por impulso o por acto reflejo, la pelirroja y el muchacho se abrazaron gritando hasta caer acostados en el suelo, siempre abrazados - Pikapi, Pikachu, pika, pika… pika pikaaa - Dijo el ratón amarillo con mucha alegría como si les hubiera regalado algo de mucho valor a sus acompañantes que aún se encontraban paralizados por la descarga, ambos tenían los ojos cerrados, pero al abrirlos no pudieron evitar sobresaltarse al notar que se tenían el uno al otro muy cerca… demasiado cerca, quizás era el momento de dejar algunos puntos en claro.
_Te… tengo al que decirte Misty… - Soltó finalmente el entrenador, que con sus pocas palabras hizo encender el brillo en los ojos de quien aún tenía abrazada.
_De… De qué se trata Ash… - Contestó Misty, teniendo una vaga idea de lo que se trataba, pero vosotros entenderán que todo corre por cuenta del caballero en ciertas circunstancias; entre ambos se hizo eco un desesperante silencio, uno que solo dejaba escuchar a la tenue brisa que ahora volvía a acariciar el horizonte terrenal, mientras que otras caprichosas nubes se permanecían en el cielo.
_No… no… no es nada… te lo diré más … tar…. - Dudo por un momento el maestro Pokémon, pero no terminó su frase para posponer el momento crucial, pues escuchó como su Pikachu se disponía a proporcionarle otra descarga si vacilaba, por lo visto su compañero de aventuras tomó conciencia que lo que iba a decirle a la pelirroja era tan importante, interrumpido y pospuesto durante mucho tiempo, ya era hora que eso terminara y más tomando en cuenta lo que ocurrió la noche anterior con ellos. Sin lugar a dudas, se lo agradecería más tarde - Qui… quiero decir es… - Era aún más difícil retomar la decisión y firmeza, luego de su fugaz duda. Todo mientras que la Líder del Gimnasio Acuático aguardaba paciente en silencio, brindándole toda su atención al muchacho. - Te amo Misty… Quieres ser mi novia… Eres muy especial para mi… Por favor dame la alegría de ser mi novia… - Soltó de súbito Ash, cerrando los ojos con fuerza, como si le eso le proporcionara más decisión; quien ahora debía soltar alguna palabra era la "dueña de la bicicleta" realmente ahora que lo pensaba, era bicicleta fue lo que inició todo y ahora estaba quizás en medio del momento más importante de su vida, pero se anticiparon a ella algunas lágrimas… - Qué pasa Misty… dije algo malo… - Se preocupó el Maestro Pokémon, viendo como algunas gotas rodaban por la mejilla de su amada.
_Cállate… - Dijo Misty, asustando a un Ash que ya pensó haber metido la pata en su declaración - … Cuánto tiempo esperé para este momento Ash… Mi amor… claro que quiero… es más lo deseo… acepto ser tu novia… - Continuó y finalizó finalmente… para luego soltar otras nuevas lágrimas y abrazar a su flamante novio, quien luego de esto aprovechó para besarla.
_Pikapi, Pipipi, Pikachu - Dijo el Pokémon que fue testigo de todo, con mucha felicidad por su entrenador, compañero y amigo, y por quién sería indirectamente su dueña ahora.
_ ¿Interrumpo? - Dijo una voz desde las espaldas de Pikachu, todos voltearon y se encontraron con Broock - Bueno, creo que puede decirse que están bien… ¿No es cierto? - Agregó con picardía, formando rubores en los semblantes de sus amigos.
_Vaya, creo que la tormenta pasó a segunda plano… - Dijo Gary asomándose, pues era la altura en que Ash y Misty no dejaban de abrazarse.
Todos volvieron a Pueblo Paleta, debo agregar que Charizard al llegar a la escena bañó con un lanza llamas no solamente a Ash sino también a Misty, obviamente no les provocó daño, era más bien como una especie de felicitación. El regreso fue muy animado entre risas, anécdotas con respecto a la flamante pareja… Todo siempre tan embarazoso para Ash y Misty… Pero lo que importaba ahora es que estaban juntos y se amaban y cualquier aventura que iniciase… lo encararían juntos.
Hasta aquí llega este fic, es decir si me lo solicitan y están de acuerdo conmigo, este tendrá muchos capítulos en adelante… Depende de la cantidad de comentarios que me dejen por favor. Espero les haya gustado, ojalá me dejen continuar con esta historia, pues tiene una que otra sorpresa. No olviden podemos encontraron aquí, en facebook y twitter. Muchas Gracias
