¡Feliz Año nuevo! Tuve un extraño sentimiento viendo la serie otra vez. Quise hacer algo que reflejara algunas cosas que me dan rabia de la serie y bueno, me personifiqué como Ryoga, que creo que se da cuenta de muchas cosas, pero les hace vista gorda para no caer en depresión. Es algo corto, pero ojalá que sea de su agrado.

Lluvia

Corrías sin rumbo fijo, había comenzado a llover hacía unos cuantos minutos, llovía triste y a la vez, muy pesadamente sobre la ciudad de Nerima. Cuando te diste cuenta de que estabas completamente empapada, tan sólo paraste de correr y te quedaste de pie en la calle. No había nadie y el cielo era tan gris que podías sentir que no había nadie cerca de ti. Estarían todos en sus casas refugiandose de la lluvia, pero tu no. Te dejabas mojar aún más por esa canalla lluvia que no cesaba los golpes. Sin duda llovía sobre ti tanto como dentro de tu corazón. Fue cuando me viste entre mis ropas, también mojadas. Me había perdido otra vez y sólo me podías ver como P-chan. Me tomaste y me abrazabas mientras aún llovía. Podía ver como en tu cara llovía, como de tus mejillas corrían las gotas de lluvia, o eso quise pensar, ya que el sólo hecho de verte llorar, me rompía el corazón.

Ha de ser culpa de él. De él, a quien siempre esperas; a ese que siempre te hace esto, ese que te deja llorando a solas, como si para ti fuese necesario pasar por tal calvario para recien ser digna de su afecto, el cual ni se tomaba la molestia en demostrarte. Es tan injusto. Sólo puedo ver como lloras, sólo puedo ver como sufres, y no puedo hacer nada más, porque no me dejas hacer nada más que eso. Corría aún la lluvia, me sonreíste y caminaste cargandome hacia tu casa, y al llegar, no articulaste palabra con nadie y fuiste directo a tu habitación, a seguir lloviendo, porque las nubes de tus ojos seguían hinchadas y querían derramar toda esa tristeza que sentías.

No es justo que siempre termines llorando por él. Pero ustedes, son tan tontos, tan ciegos. ¿Cómo no pueden ver que se aman tanto? Si cuando el mira a otra tu te sientes tan mal; si cuando alguien te intenta mirar él se pone como un tigre salvaje, sin medir sus palabras, sin saber que te hace daño, sin saber lo que hacía.

Seguía lloviendo en tu cara, y la lluvia de afuera seguía tan ruidosa como siempre. Era como si tus sentimientos controlaran a la naturaleza. Ranma era un tonto por obviarte, por ignorarte, por celarte tanto, hasta de él mismo. No era capaz si quiera de admitir lo que sentía por ti. Sé de sobra que le carcomían sus sentimientos hacia ti, y cómo no darse cuenta, si lo tenía escrito en la cara. Su semblante, la expresión de su cara al protegerte de todos aquellos patanes que te pretendían, era de una tormenta. No se controlaba, y sólo pensaba en destruír todo lo que estuviese a su paso, pero su amor por ti era lo que más le hacía brillar en los combates. Si era capaz de hacer eso y más, ¿por qué no fue capaz de admitir que le gustas?

Te habías quedado dormida hace mucho, y yo te veía. Me acerqué a tu cara, aliviado de que dejaras de hacer llover sobre tus mejillas. Acerqué un poco mi trompa y acaricié tu cara. Noté como sonreías estando dormida... Si tan sólo mis sentimientos llegaran a ti. Si pudiera hacer que me correspondieras, que me notaras, de que estoy aquí contigo. Incluso, aunque fuese como un amigo, estaría cerca de ti, para ti y por ti... Por favor Akane, no llores más por él. Por favor, Akane. No llores más por alguien que ya no está.