Lentamente miraba al pequeño Chris, casi como queriendo analizar y entender porque llevaba puesto, lo que parecía, un rollo de papel higienico y una bolsita dudosa en forma de calabaza. Acaso su hermano finalmente enloquecio o termino en banca rota por alguna zorra (tranquilízate D, no es culpa suya ser tan guapo) que se vio obligado a verter a su hermanito de esa forma? Aprovecho cuando Chris fue a buscar algo junto a Te-chan antes de salir para preguntar al detective.
_Etto…señor detective….puedo preguntar…-trato de buscar las palabras mas adecuadas para no ofender al explosivo hombre- porque chris esta vestido como crisálida?
Ante (según Leon) la mas estúpida pregunta del mundo, el rubio la miro con fastidio, preguntándose en que mundo vivía D para no saber lo que pasaba.
_Crisalida? Es en serio? No ves que es una momia?!
Aun asi, la duda en la mirada bicolor no desaparecia.
_Las momias se cubren de papel higienico…?-ladeo la cabeza confundido, no sabia mucho del tema pero estaba seguro que no era asi.
El policía, solo golpeo su frente con su mano abierta, contando hasta 10 para no perder la paciencia, pero es que ese chico chino con vestido a veces, no sabia si de verdad era ignorante o solo fingia para molestarlo.
_No pero…Ese no es el punto! Es hallowen! Por el amor de dio! Hallowen! Ya sabes! Disfrasarse de algo e ir a pedir dulces! "dulce o truco"! a los niños le gusta y….
Pero el dueño de la tienda de mascotas ya no lo escuchaba, solo había una cosa en su mente: dulces, dulces y mas dulces…!
_-_-_- Mascotas/Mascotas :_-_-_
_Ya estamos listos señor detective!-canturreo llevándose al pequeño niño y adelantándose de león para evitar cualquier regaño o queja, cosa que Chris no haría obviamente, solo dejándose llevar.
No esta por demás decir que el auto-proclamado mejor detective, pego el grito al cielo al ver al dichoso Conde D salir acompañando a hermanito con unas falsas orejitas de gato y cola como disfraz, en busca de los dulces.
_QUE RAYOS!D! ya estas viejo para esto!-los persiguió ignorando a los animales de la tiendo que intentaban moderlo para que dejara a su amo divertirse unpoco, pero es que no solo el ridículo que pasarían era lo que le importaba, sino la mirada lujuriosa que cada tanto le lanzaban al joven chino algún trausente y lo hacían a el hervir la sangre por alguna razón.
Cuando lo atrapara lo haría pagar por hacerlo sentir asi.
