Capítulo 1: Incesto, Lujuria y algo Más.
Advertencias: Posible OoC en los personajes.
Lenguaje obsceno.
Parejas:Mikasa Ackerman/ Levi Ackerman.
Géneros: Dolor |Romance | Consuelo.
Clasificación:M
Disclaimer: Todos sus personajes a Hajime Isayama.
N/A: Al final del capítulo.
.
.
.
.
Summary: No había forma de que un hermano normal me quisiera como solo Levi podía quererme.
.
.
.
.
La lluvia azotaba con fuerza las ventanas de mi habitación, una luz serpenteo a lo largo del cielo abarrotado de nubarrones negros impidiendo a la luna y estrellas dejar salir su luminosidad 1...2...3... Contaba en mi mente mientras él rugido de un trueno me hacía sobresaltarme con temor. Abrace mis piernas con fuerza escondiendo mi cabeza entre el hueco que me proporcionaba, una vez más él cielo rugió con fuerza al dejar salir su furia. Una mano acaricio las hebras azabaches de mi cabello y con velocidad dirigí la mirada a aquel que me consolaba con delicadeza, otro rayo ilumino él cielo y con eso también él rostro de mi querido hermano.
Otro rayo apareció seguido del sonido ensordecedor, tape mis oídos con fuerza y cerré los ojos como si con eso me protegiera. Después de eso vislumbre mi habitación desolada "Un recuerdo" pensé.
Cuando niña, siempre tuve miedo a las tormentas eléctricas, incluso a mis dieciocho años les seguía teniendo pavor, patético pero cierto. Suspiro deseando que pronto aquello acabé mientras me acurrucó entre él espacio que me hacia la pared y él colchón de mi cama junto a las frazadas. Mentiría si dijera que no estaba asustada porque en verdad lo estaba, me regañe a mí misma por seguir manteniendo un miedo que debió desaparecer hace mucho pero era inevitable para mí.
Salí de mi cama en busca en algo que poder hacer para distraer a mis pensamientos paranoicos y comencé a caminar hacia la puerta, no obstante, no alcance siquiera él pomo cuando la puerta se abrió dejando ver a la persona menos esperada para mí.
Levi
Mis ojos no tardaron en reconocerlo después de una vida con él, o por lo menos una parte de ella. Lo observe con determinismo y arrugue él ceño un tanto confundida, él por su parte torció la boca en lo que pude distinguir como una mueca burlona.
—¿Qué haces aquí?— Pregunte sin tapujos aun examinándolo de pies a cabeza, tenía puesto un pantalón de algodón azul marino y una camisa color gris oscura con un estampado que supuse yo de algunas de sus bandas favoritas, estaba descalzo al igual que yo sobre la fría madera del suelo. Él volvió a sonreír socarrón.
—La tormenta esta algo fuerte ¿no? Supuse que estarías en tu cama llorando como una mocosa...— Reprimí las ganas de querer darle un golpe en la cara, le enfrente con la mirada y él maldito aun sostenía esa sonrisa en su rostro.
—Te agradezco que te preocupes por mí, pero como has visto estoy perfectamente bien así que si no te importa...— hice él ademán de cerrar la puerta pero uno de sus pies me lo impidió, con fuerza hizo la puerta a un lado entrando sin mi consentimiento por lo cual resople irritada.
—No deberías ser tan fría con tu hermano mayor, Mikasa — sus ojos me recorrieron el cuerpo y un escalofrío se alojó a lo largo de mi espalda cuando noté el brillo inusual en aquella mirada oliva.
—Vete a la-
Un rayo ilumino por completo la habitación y él rugido ensordecedor proveniente del cielo no se hizo de esperar, volví a cerrar los ojos con fuerza y mis manos se colocaron en mis oídos no queriendo ver aquel espectáculo (no tan agradable según yo) de la naturaleza.
Mi espalda choco con la fría pared seguido de unos brazos que me tomaron por sorpresa, mi mente tardo en procesar lo ocurrido.
—Aun eres un cría...— oí comentar a Levi mientras me apretaba a su lecho con fuerza.
Siempre fue él a si, aun con esa indiferencia que se cargaba con todo el mundo, él se permitía ser más humano conmigo o por lo menos yo era la que tenía esa idea sobre él. Incluso cuando no tenemos él mismo trato que cuando niños...Él era una persona en la cual podía confiar, nunca me hacía de lado y aunque no lo admitiera yo también lo quería.
Me mantuve callada, como si cualquier ruido rompiera ese momento intimo que solo nos pertenecía a nosotros dos, no hice amago por querer separarlo de mí, contrario a eso enterré mi cabeza en la curva de su cuello y mis propias manos buscaron refugió en la calidez de su pecho.
Poco a poco aquella tormenta que hace solo un rato me tenía acurrucada contra la fría pared se fue desvaneciendo como si él mismo cielo se diera cuenta que interrumpía aquella intimidad.
Las manos de Levi acariciaron mis cabellos con ese toque sutil y suave que sólo él poseía, sus delgados dedos acariciaron mi nuca en un masaje relajante que me hizo suspirar más tranquila
Estaba anestesiada, no sabía que pasaba a mí al rededor mi mente se encontraba lejana a todo, pérdida en memorias de antaño, algunas dulces como los postres que hacia mama y agrias como la vez que me había perdido la primera vez en la escuela, también confusas y extrañas como en este momento.
Los labios de Levi sellaban los míos, los acariciaba con suavidad temiendo tal vez a que yo rompiera contacto pero no lo hice, deje que los míos propios le siguieran él juego, movíamos nuestras cabezas como buscando un posición que nos resultara cómoda.
¿Cuándo fue que sucedió esto? Era una sensación totalmente diferente, algo que me llegaba a inquietar, es posible que no pueda describir lo que sentí con ello sin embargo yo estaba correspondiendo la caricia y eso me hacía cómplice de lo que tal vez para muchos estaba mal.
Cuando finalizo aquello, él se separó de mi examinado mis expresión, al no ver ningún síntoma de molestia u oposición, tomo mi mano y me invito a lo que podría ser mi primera vez.
Tenía mis dudas por su puesto pero...¿No han escuchado ese dicho "Las acciones valen más que mil palabras?" Bueno, él me hizo entenderlo.
Incluso cuando él libido en sus ojos gritaba, jamás se mostró sucio hacia mi persona, ataco mis labios con la misma presión que antes, con hambre de devorarlos sus manos acariciaron mis brazos ansiosas.
—Estas muy tensa...— me dijo al oído e inmediatamente mando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, sentí como sus dientes apresaban mi lóbulo metiéndoselo a la boca y disfrutándolo como si fuera un caramelo. Sus dedos llegaron a mi cuello y lo acariciaron con tanto esmero, abandono mi lóbulo para hacer un camino de besos a lo largo de mi rostro deteniéndose en mi boca la cual disfruto más a fondo. Bajo por mi mentón hasta llegar a mi cuello él cual beso con más lujuria, de vez en cuando sentí sus dientes rozar mi piel, lo hacía a propósito él sabía que era mi punto más sensible.
Sus dientes se enterraron en mi carne y yo me permití lanzar un quejido que fue apagado por él sonido de un trueno. Escuche una suave risa como si con ello celebrara una pequeña victoria por haberme hecho hacer aquello. Fue bajando por mi cuello hasta llegar a su objetivo, él nacimiento de mis pechos.
Volvió a mi boca plantando un beso.
—No te lastimare...— le escuche decir, estaba nerviosa. Bajo de nuevo y succionó la piel de mi pecho, sus dedos lo acompañaron al quitar los primeros botones de mi pijama, fueron ágiles y rápidos dejando al descubierto la piel de mi abdomen la cual se dedicó a explorar con hambre, sentía de vez en cuando su lengua pasar por mi piel y sus labios que se movían con rapidez.
Llego hasta mi sostén él cual se tomó su tiempo de admirar sonriendo con socarronería, yo por mi parte me sonroje como una colegiala y cuando intente cubrirme él tomo mis muñecas separándolas.
—Eres adorable...— le escuche decir, quise reprochar pero lo que abandono mi boca fue un gemido cuando mi sostén desapareció, dos colinas aparecieron mostrándose al desnudo cada una con un botón rosado vi a mi hermano relamer sus labios con ansias y antes de que yo pudiera impedirlo ya estaba encima de mi seno derecho.
Se metió el pezón a la boca y lo chupo con fuerza medida, mi boca abandonó varios suspiros que llevaban su nombre escritos en ellos, su mano tampoco se quedaba atrás pues amasaba mi seno izquierdo y de vez en cuando pellizcaba mi pezón.
—Tus pequeñas son tan deliciosas...— le oí decir mientras dejaba a un lado mis pechos para besar mi boca, sus dedos encontraron él borde de mi pantalón y poco a poco lo fueron bajando por mis piernas, un leve cosquilleo se acento en mi vientre al ver tal escena más me mantuve callada tan solo observando.
La prenda desapareció en algún lugar del piso junto con las demás, sus labios volvieron atacar mi boca en un roce desesperado por su parte, yo le seguía él paso con la misma intensidad que él. Mis manos buscaron su camisa la cual quite sin tapujos, me permití recorrer cada parte de su pecho y abdomen sintiendo a si lo bien formado que estaba.
Le escuche gruñir un par de veces diciendo con aquello que lo estaba haciendo bien, mis manos se dieron el gusto de amasar los músculos de su espalda con toda la palma trazando caminos imaginarios a lo largo de su piel de vez en cuando dejaba que mis uñas se enterraran cuando sus caricias se hacían bruscas.
La habitación se fue inundando de innumerables gruñidos, gemidos y suspiros por parte de ambos, la tormenta había desaparecido pero aún quedaba aquella sensación de desesperación que se asentaba en mi vientre cada vez que Levi se abría paso dentro de mí, su boca no abandonaba mi cuello y dejaba múltiples marcas que quedarían como recordatorio de un pecado que nunca debió ser.
A pesar de que mi hermano nunca fue alguien de romanticismos, él sonido de mi nombre al salir de sus labios me hacía ver que aquello no era solo un momento de necesidad, cada beso quemaba mi boca como una clase de veneno que poco a poco se expande por mi cuerpo a tal punto de ser yo quien lo llame con ansias y desesperación.
Aun cuando él sabía que todo aquello estaba mal, aun cuando sabía que yo era su hermana menor, que aquello no era normal que estaba cometiendo una aberración contra todo lo natural, jamás en su mirada pudo haber tanta intensidad como en este momento.
Sus estocadas eran fuertes comparado a como lo hacía al principio, podía sentirlo nervioso y hasta cierto punto indeciso pero aquello dejo de existir cuando su ojos penetraron los míos arrojando aun lado toda aquella maraña de dudas e inseguridades que solo hasta el día de hoy me di cuenta de su presencia.
Podía sentirlo dentro de mí, abriéndose paso de entre mi tierna carne que a cada segundo se volvía más caliente, podía sentirlo como cada vez su respiración se agitaba al igual que la mía incluso lo sentí más cuando toda su esencia se derramo dentro de mí con él último suspiro ahogado que abandono mi boca.
Mi conciencia aún no se recuperaba de tal orgasmo, el cuerpo bañado en sudor exigía con esmero un poco de descanso pero al mismo tiempo me susurraba que aún no quería terminar.
Levi respiraba errático en mi pecho, le mire enternecida y me puse a pensar que debí haber prevenido aquello que no podía ser normal que un hermano podía quererme de aquella forma como solo Levi lo hacía.
—Te quiero, Mikasa...
Su respiración se fue acompasando, sus brazos me tomaron fuerte por la cintura temiendo a que yo me escapara. Acaricie con suavidad sus hebras azabaches, mis manos tomaron su mentón dirigiendo mi boca a la suya en un beso.
No, no había forma alguna de que un hermano normal me quisiera como solo Levi podía hacerlo.
—Yo también te quiero, Levi.
Fin
.
.
.
.
Holi└|°ε°|┐
Aquípresentándomeconnuevoproyecto!Queactualizarecadamilañoscomomisotrashistorias:'v
-Letiranpiedrasypalos-Losientoporexistir! :'v...perobuehaquíesperoquedisfrutendelahistoriatantocomoyomemateescribiéndola:'D
Sivenalgunafaltadeortografíaygramáticaperdónaúnsoyunaniñaquenosabeescribirbienyquedeberíaregresaralaprimaria.
Esperóquedisfrutenlahistoriagente,selasdedicoaustedesnakamasLeviMika!HastalapróximayARRIBAELLEVIMIKA!
-Zeth
