¿Que es ser un ladrillo en una vieja choza en el bosque apunto de venirse abajo?
Debe transcurrir el tiempo de una manera distinta, como si no pasara sobre ti, solo a tu alrededor. Sabes que se acabara tarde o temprano tu existencia como parte de un todo y que cada segundo que pase es un paso más cerca hacia el fin.
A tu alrededor, ese tal bosque que siempre miras es el mismo paisaje que vez todos los días, ese que dependiendo de que es lo que pienses sera idílico o aburrido. Consiste en una inmensidad de los arboles y arbustos que por su espesura casi no puedes ver a través de ellos. Tienes por vecinos un jabalí viejo y un naufrago lejos de casa. Le das la espalda al mar y por eso no puedes verlo pero sabes que esta allí.
El jabalí lleva allí contigo generaciones, lo conoces de toda la vida y el a ti seguro ni de reojo te vio, un animal sin seguro de vida que tarde o temprano tendrá que morir de viejo, su vida no sirve de nada más que para una cosa, una única cosa que no se si sera realizada. Mientras que aquel pobre hombre llegado del mar muere de hambre.
Ese hombre solía ser un empresario famoso en su ámbito, vivía para trabajar, tenia cinco hijos cuyos nombres no recordaba y una esposa a la que no besaba más de una vez cada dos meses, siempre en cenas de negocios. Casi parecía casado con el trabajo y como amante una mujer a la que ya casi no tocaba. Sus días eran para sus papeles, sus cuentas, sus negocios y de sus no ches para los alcoholes caros.
Este hombre parece tener problemas sentimentales, un psicópata. Solo causa desgracias a cada momento en una vida sin sentido y una persona sin razones por que vivir. En un viaje de negocios de los que tanto frecuentaba salio mal y en el mar acabo. Paso todo un dia flotando a la deriva con solo la fuerza que le quedaba y otro igual pero con la fuerza de un trozo de madera que floto junto a el.
Fue entonces cuando el hombre toco tierra y lo primero que vio al despertar era pura arena, no sabia que hacer, ni había que comer pues según el quien no trabajo en lo natural ni un dia de su vida no había nada comestible a kilómetros y con agua no contaba.
El hombre se refugio en los brazos de aquella vieja cabaña de la que formas parte, daba pena y a cada dia que pasaba más flaco se volvía.
Una madrugada el hombre despertó temprano y con los primeros rayos del sol vio al viejo jabalí comiendo pasto a las orillas del espeso bosque. Una cruzada inevitable, una batalla sin sentido y la cadena alimenticia siguiendo su curso.
Pero esta historia no se trata sobre un jabalí en el bosque ni sobre un hombre naufrago apunto de morir de hambre. Se trata sobre un viejo ladrillo de una choza apunto de derrumbarse.
Esto no me ha hecho entender mucho más tus sentimientos... Jake... tal vez sigo siendo demasiado joven.
