El novio de Pan

Esta será una historia especial centrada entre los capítulos ocho y nueve de mi historia "Nuevo Integrante", esta continua del capítulo ocho, cada uno tendrá un número decimal debido a que están entre esos dos e incluyo hechos que solo suceden ahí y afectan a la otra historia. ¿Y por qué en una nueva? Porque en estos ya no influyen tanto la presencia de Bardock ni la de Goku, serán otros personajes y porque son largas las ideas pero solo durarán dos semanas desde lo que se quedó el capítulo 8.

Capítulo 8.1: ¿Chico criminal?

Como debe de ser, Son Pan, la hija de Gohan y Videl toda una guerrera, también tiene sus actitudes como todas las demás chicas, salir de cita en cita con varios chicos solo que ninguna dura todo el tiempo que debe ser o simplemente se cancela, y todo porque a ninguno de esos chicos no aceptan tener una novia más fuerte que ellos y/o que no es tan femenina. Es cierto, Son Pan ha sido una chica con mucha fuerza todo por su poca sangre saiyajin, en varias ocasiones tiene que detener criminales que se cruzan en su camino, lo que trae la cancelación de una de sus citas. En otras ocasiones resulta ser una chica con un modo de chico, vestir con un pañuelo en la cabeza y tennis deportivos y no poder hablar de buenas cosas para ellos, hacen que al poco tiempo terminen su relación.

Era una linda mañana, ayer ellas y sus tres amigas, Bra, Marrón y Yuka se habían juntado para hacer entrenamientos entre ellas menos Yuka, ya que ella no peleaba ni le gustaban esas cosas, todo para el torneo en donde participarían todos los guerreros z planeado por Bardock. Ahora tenía el día despejado para una sola cosa en mente, su cita, había salido con un chico guapo y alto hace dos días, ambos acordaron verse el sábado, hoy, para otra cita. Ayer fue Viernes, tenía tareas que hacer pero le daba igual hacerlas o no, lo único que tenía en mente era salir de nuevo con ese chico que al parecer sería con el que se casaría, ninguno le acordaba otra cita para otro día, todas sus demás citas duraban solo un día, por eso estaba feliz de salir otra vez con el mismo chico.

Pan se encontraba en su habitación vistiéndose para su cita, se puso unos vaqueros azules largos y algo ajustados, su típica blusa roja corta, unos tennis blancos y su pañuelo naranja atado en la cabeza. Se puso algo de perfume y preparaba su mochila azul para su nuevo encuentro, en eso sonó su celular que estaba en la cama, no le tomó importancia hasta que el mensaje de voz empezó a emitirse.

Pan, soy yo. Mira no voy a poder salir hoy, tengo que ayudar en el trabajo de papá, fue de último momento, disculpa ya después saldremos. Nos vemos. – Dijo la voz del chico.

Lo único que faltaba, que la cortaran a última hora, todo parecía bien, pero se arruinó inesperadamente, aunque no tanto, solo canceló porque no parecía la chica que buscaba, no pensaba herirla demasiado, por eso le dijo eso por un mensaje de voz. Pan dio un golpe en la pared haciendo un daño grave, se molestaba que ningún chico saliera con ella mucho tiempo, le estaba llegando la idea que nunca se casaría y moriría sola y virgen. Decidió salir de todas formas, ya tenía pensado que hacer, ir con Bra para pedirle ayuda acerca de sus citas, lo cual no le parecía bien, pero tal vez funcionaría. Salió de su habitación con la ropa con la que planeaba irse para su cita.

Mamá voy a salir, adiós.

Pan, por favor regresa pronto, siempre sales y llegas muy tarde a casa.

Si, mamá, te prometo regresar pronto, solo voy con Bra. – Dijo Pan

Espera ¿No ibas a salir con ese chico del que no dejabas de hablarme? – preguntó extrañada la esposa de Gohan.

No, me acaba de cancelar, por eso iré a ver a Bra.

Ay hija, cuanto lo siento, siempre te pasa eso, debe de ser horrible para ti pasar por esas situaciones. – Intentaba consolar a su hija por lo que le pasó. – Bueno, solo regresa pronto, ten cuidado por favor.

Si mamá, no te preocupes. – Pan salió de su casa cerrando la puerta y se puso a volar en dirección a la capital del oeste en busca de su amiga de cabello azul.

Llegó a la capital, decidió dejar de volar y empezar a caminar para no llamar tanto la atención, mientras caminaba decidió llamar a Bra para avisarle que iría a verla y justo cuando lo iba a hacer vio tironeo cerca de la oficina del alcalde, unos tipos en camionetas disparaban en contra los policías debido a que robaron el banco y ahora tenía que deshacerse de la policía que los seguía, pero para su suerte les quitaron el dinero y arrestaron a varios, en eso, Pan vio tres chicos encapuchados que entraban en el edificio del alcalde, los siguió para ver lo que iban a hacer.

Una chica como yo no debería hacer este tipo de cosas… ¡Ay! ¡No!. – Recordó que había cámaras por el edificio, pensó que estaría en problemas y para su sorpresa todas las cámaras estaban desactivadas a la fuerza, por lo tanto no tenía ya de que preocuparse. Quería saber lo que harían esos chicos y entró en un cuarto en donde la puerta había sido rota por la fuerza, su sorpresa fue ver a un chico con el mismo tono de piel morena que ella, cabello negro corto, con un polo blanco, pantalón y zapatos negros y con una mirada seria, algo le decía que la había visto antes, de Vegeta, algo más es que traía una bolsa de dinero en su mano derecha.

¿Qué crees que estás haciendo? – Le reclamó Pan.

- No respondió el joven, solo la miraba.

No te quedes sin decir nada, respóndeme. – Volvió a hablar la hija de Gohan, ninguna respuesta tenía. – Ni creas que podrás escapar, te daré tu merecido. – Cuando se disponía a atacarlo, el chico metió su mano en la bolsa de su pantalón para sacar algo, nada menos que un revolver, solo que lo semi-sacó, pues lo volvió a meter en su bolsa. En eso tomó una silla y la aventó por un vidrio de una ventana, rompiéndola, Pan se distrajo porque pensó que se la iba a arrojar, tan rápido como pudo, el chico se aventó por la ventana con la bolsa del dinero. Para nada podía creer lo que vio la nieta de Goku, un chico se avienta por una ventana de un sexto piso hacia el exterior, Pan fue a ver lo que pasó, seguramente se mató, todo lo contrario el chico corrió lo más rápido que pudo lejos del lugar, Pan saltó y lo siguió pero lo perdió de vista, pero no perdió su presencia, sintió su Ki, estaba bajo pero iba a una rápida velocidad, Pan fue lo más rápido que pudo para encontrarlo y lo logró, solo que ya no iba solo, o al parecer ya no estaba, era una motocicleta y un carro chevi con una persona, pero no lograba ver al chico que vio pero aún sentía su presencia.

Pasó un tiempo y Pan terminó llegando a un bosque y al cruzarlo se topó con un pueblo "vacío", supuso que ahí había llegado su objetivo. Empezó a vagar por el lugar veía casas y calles desoladas casi como un pueblo fantasma pero muy pequeño.

¡Detente! – Dijo una voz. Pan miró alrededor pero no vio a nadie.

¿Quién eres? Sal de una vez – Contestó Pan.

Cállate. – Dijo un muchacho alto que apuntaba a Pan por detrás con una M4. – No digas ni hagas nada. – El tipo se acercó a ella sin dejarla de apuntar, en ese momento varios chicos se asomaron por las ventanas de unas casas apuntando con pistolas a Pan, uno de ellos traía una escopeta y uno de lejos la tenía en mira con un francotirador. - ¿Qué quieres de aquí? – Preguntó el muchacho, era alto, esbeltico, cabello castaño largo, piel clara con cicatrices, un polo blanco, short café, tenis y una bandana roja en la cabeza.

Quiero que devuelvan el dinero que robaron. – Dijo la hija de Gohan. Muchos se pusieron extrañados y a la vez no la dejaban de apuntar con sus armas.

¿Dinero robado? – Dijo el muchacho.

Si, el dinero que su amigo robó, lo vi todo, de cuando entraron al edificio y vi a uno que se llevó una gran bolsa. – Comentó Pan.

No puede ser. Lo descubrieron. Debe de ser una chica muy hábil para haberlo encontrado y seguirlo hasta aquí. – Pensaba el muchacho, poco a poco bajaba su arma y en un segundo se incorporó de nuevo. – Ese dinero ya había sido robado, uno de los hombres que trabaja lo robó de muchas personas de esa ciudad, nosotros le daremos mejor uso. – Respondió el castaño.

Si claro, gastarlo en ustedes mismo. Son unos miserables, no les permitiré que hagan eso. – Se posicionaba para pelear. - ¿Y se puede saber qué clase de "buen uso" le van a dar? – Preguntó la morena.

Pues… Mmmm… Mira… - No dejaba de decir frases incompletas. – Es más, eso no te importa a ti, lárgate. – Le ordenó, la tenía en la mira no solo él, todos los que se encontraban ahí, había siete muchachos chicos sin contarlo que también la tenía en mira. De todas formas no serían lo suficiente para detener a la nieta de un saiyajin con ocho terrícolas armados. Parecía que iba a empezar una batalla, nadie parecía dudar en no hacerlo.

¡Pigero! – Fue una voz de una chica que venía acompañado de un chico. - ¡Ven por favor, te necesitamos!

¡Tú eres… el chico que chico que vi en la ciudad! – Señaló Pan al chico que venía con la chica.

Luego arreglaremos eso. – Dejó su arma y los demás también hicieron lo mismo con las suyas, acompañaron a Pigero para lo que lo requerían, Pan también los acompaño, tenía curiosidad de lo que estaba pasando, llegaron a una de las casas abandonas en las que se refugiaban muchos jóvenes y niños. Llegaron a un cuarto en donde se encontraba un niño grave. Le dieron oxigeno con un inhalador y Pigero lo tranquilizó.

Bien, ya está mejor, llévenlo a la camioneta, en un momento voy. – Ordenó el castaño. Los demás hicieron lo que ordenó, tomaron al niño y lo subieron en una camioneta Bobcat.

¿Qué le pasa? – Preguntó Pan al asaltante, la chica y Pigero.

Está enfermó, tiene asma. En este momento lo llevaremos a un hospital para que le den de una vez el tratamiento.

Para eso requeríamos mucho dinero, por lo menos Aico lo consiguió. – Señaló la chica al otro chico, el que conoció Pan.

¿Para eso robaron el dinero? – Preguntó la morena. – Creí que lo querían para ustedes mismo, me lo podían haber dicho antes.

¿Crees que sería fácil poder creerles a todos?

Se nota que lo hicieron por una buena razón, no son tan malos como se ven.

Bien, me iré, te quedas a cargo, Aico. – Fue directo con Pan. – No nos vayas a delatar. – Pigero se fue dejando a los tres.

Un poco después los tres salieron, se convencieron de que Pan creyó que robaron por mal acto, porque ya nadie la apuntaba con un arma.

¿Qué es este lugar? – Preguntó Pan.

Un refugio. Refugio para los huérfanos. – Dijo la chica que se puso un gorro en la cabeza.

¿Qué? ¿Todos son huérfanos? ¿Por qué mejor no se van a un orfanato?

No ocupamos de eso. Gracias a Pigero y Aico ya tenemos un lugar donde vivir, solo que ocupamos varias cosas para vivir.

Por eso robaron ese dinero, se ayudan entre todos, ¿no? Preguntó Pan.

Si, así lo hacemos. Lo que tenemos lo usamos para ayudarnos.

Sus amigos fueron arrestados, no van a poder salvarlos.

A nadie arrestaron, te equivocaste. Los tres del grupo que fueron a la ciudad llegaron bien. – Dijo la chica.

¿No eran también sus amigos los tipos que estaban disparando a los policías?

No, para nada, nosotros no tenemos más que solo una de esas armas M4. Usamos esa distracción para poder entrar. Supimos que ese dinero uno de los trabajadores se lo quitó a muchas personas para su propio beneficio, por eso lo robamos, lo ocupábamos para pagar los tratamientos de varios niños que tenemos, son caros, con el dinero que conseguimos con nuestros trabajos nunca lo conseguiríamos. – Platicó la chica a Pan de muchas cosas de ese lugar.

¿Qué trabajos hacen?

Ven. – Indicó la chica para que la siguiera. Los tres fueron fuera del refugio y caminaron directo a un pueblo normal que estaba a una distancia larga de donde partieron, casi llegando iban hablando acerca de lo que hacían para conseguir dinero.

Nosotros hacemos trabajos aquí, cuidando locales del pueblo o haciendo trabajos de ayudante, así conseguimos ingresos para nosotros. – Explicó la chica.

Oye, ¿Te pasa algo? – Preguntó Pan al chico. - ¿Andas molesto porque te descubrí robando el edificio?

Indicó el chico con la cabeza que no mientras le sonreía.

Él casi no habla, pero es bueno para los encargos y el trabajo. – Dijo la chica con el gorro. – Es por eso que él está a cargo cuando Pigero se va a arreglar un asunto.

Wooh. No me lo esperaba. – Dijo Pan. – Y también es muy fuerte, pudo levantarse de caer de un sexto piso y pudo escapar muy rápido.

Tú igual. – Le dijo Aico.

Oh, no eras tan callado como pensé.

No, solo dice como menos de cien palabras al día. – Dijo la chica. En ese momento, sacó un radio de comunicación en el que recibió un mensaje de emergencia. - ¿Qué? ¡No puede ser de nuevo! Vamos para allá. – Guardó el radio. – Vamos. – Los tres salieron corriendo en dirección al pueblo para lo que los llamaban.

¿A dónde vamos? – Preguntó Pan mientras los seguía.

Unos pandilleros están intentando robar de nuevo uno de los lugares en donde trabajamos, siempre pasa eso en la semana, ojala ya no vinieran, solo causan problemas.

Así fue, unos chicos intentaban asaltar una tienda pero todo terminó en un tiroteo entre ellos y los huérfanos. La chica del gorro, Pan y Aico llegaron al lugar, nadie de los suyos había sido lastimado, pero los pandilleros no dejaban de atacar y a la vez se expandían.

Quédate aquí, nosotros nos encargamos. – Indicó la chica a Pan.

Para nada Pan iba a quedarse de brazos cruzados mientras los demás hacían algo tan peligroso, cuando estaba a punto de atacar a uno de los pandilleros, Aico comenzó a atacarlos a todos de manera rápida. El chico golpeaba y daba grandes saltos para atacarlos, esquivaba muy rápido las balas que le disparaban y de un solo golpe los noqueaba, Pan quedó muy impresionada al ver que un solo chico podía con más de diez personas armadas y solo, porque los demás también veían, todo iba bien hasta que uno de los pandilleros disparó con un potente francotirador haciendo que el chico quedara en el suelo. Los chicos de su grupo se preocuparon demasiado, debido a que pensaron que lo habían matado, en eso, Pan atacó a los tipos restantes, mucho más rápido que Aico, lo cual también impresionó a los chicos, para su suerte el mismo tipo que traía el francotirador logró a darle a Pan en la cabeza, también cayó al suelo, pero no murió, obvio por su sangre saiyajin.

¡Ay, me dolió! Me las pagarás. – Pan iba a atacarlo de nuevo y antes de pararse, Aico se aventó al tipo y empezó a golpearlo en el suelo hasta sacarle mucha sangre de la cabeza y este quedó inconsiente, al final unos policías, por así decirlo, más bien los vigilantes de ese pueblo se llevaron a todos los pandilleros, dejando a los demás ahí.

Pan quedó impresionada, el chico no recibió completamente la bala solo le rozó el lado izquierdo de la cabeza, aun así su herida era grave y salía sangre y en esas condiciones pudo golpear en exceso a un tipo hasta romperle la cara.

Esta historia solo durará una semana, no serán muchos capítulos pero son para darle sentido a las cosas de la otra historia porque ya también incluiré hechos de aquí, solo serán como tres capítulos pero ya tenía en mente esta historia, decidí escribirla antes de que se me borren las ideas, nos vemos después.