Good to be alive - Meghan Trainor

Ángel de Morfeo

Descendí las escaleras que comunicaban con el patio exterior del centro dando pequeños brincos. En el momento en el que mi pie izquierdo se posó en el húmedo y frío suelo de ladrillo del paseo, una corriente eléctrica me atenazó los músculos y me cortó la respiración.

Reconocía esa sensación. Me había acompañado en mis sueños, cada noche, junto a su rostro estoico y angelical. Incluso en la bruma difusa de la magia de Morfeo había podido apreciar su belleza, digna rival del David de Miguel Ángel; y su fuerza guerrera, tan letal como la más poderosa arma de fuego. Lo que más recordaba era su paciente y tímida sonrisa, apaciguando tierna y suavemente sus rasgos duros.

Esa tensión se había vuelto tan familiar para mí que había dejado atrás su impresión desagradable para convertirse en la voz de mi instinto. Busqué a mi alrededor, esperando encontrar la razón de mi reacción. No necesité pasear mi vista por el frondoso patio dos veces. Ahí estaba, más brillante que en el más lúcido de mis sueños, con su piel ligeramente bronceada, los rebeldes rizos dorados bañando su esculpida cara y los penetrantes ojos azul cielo; también más sereno e impasible que en ninguno de ellos. No había rastro de la dulce sonrisa de mis recuerdos soñolientos.

Dejé que mi corazón, repentinamente alborotado, liderara la marcha y guiara mis pasos. Fui directa hacia él. Aprecié el traje blanco impoluto y su mirada analítica, custodiando el patio. Un enfermero. Asumí esa reflexión cuando estuve a dos pasos de él.

Se percató de mi presencia, clavando su perspicaz mirada en mí. Era helada y apática, muy diferente a la cálida y paciente a la que estaba acostumbrada.

Alargué la mano, decidida a acercarme a él, a averiguar si el sujeto que causaba mi reticencia a levantarme de la cama era el mismo que el témpano de hielo que tenía ante mi. Su piel era caliente y suave al tacto. Su mirada relampagueó, sorprendida, dejando que el hielo glacial de sus iris se derritiera, mostrando un atractivo azul mar, tan vibrante como el que bañaba las costas del Caribe. Solo duró una fracción de segundo, pero había sido más que suficiente para descubrir la verdad. Era él, definitivamente era él.

Los latidos de mi corazón aumentaron su ritmo enloquecedoramente. Estaba segura que su baile alocado podía ser visto perfectamente desde fuera por el retumbar de mi pecho.

Afiancé el agarre de su muñeca, mientras una feliz sonrisa inundaba mis labios, pletórica de alegría.

Al fin lo había encontrado y no me iba a rendir hasta conseguir derretir esa pared de hielo.


¡Hola a todos!

Espero que os haya gustado este primer relato corto centrado en Alice y Jasper. Probablemente haré otro centrado en esta pareja en breve, aunque no sé si será un extra de "Ángel de Morfeo" o algo totalmente diferente.

Utilicé el tema "Good to be alive" de Meghan Trainor como banda sonora para este fic. El enlace está en mi perfil.

Con esto y un bizcocho, ¡nos vemos en el siguiente capítulo!

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