Una de sus manos recorrió la cara de Tony y su boca besó la frente de su esposo, de pronto unos brazos rodearon su cuello llevándolo hacia abajo a la boca del filántropo. Se besaron deleitándose con el sabor del otro hasta que la falta de aire consiguió que ambos amantes separaran sus bocas.

Steve sonrió después que separaron y abrazo a Tony como si su vida dependiera de aquello. Hace más de unos meses que se había ido a una misión dejando a su esposo solo, con la esperanza de que aquello duraría solo unas cuantas semanas pero todo había sido tan difícil. Incluso pasaron meses antes de que se pudiera librar e ir a su casa con el amor de su vida.

- Pensé que te había perdido - Su esposo ocultó su cara entre el cuello de Steve mientras que las lágrimas salían sin ningún remedio.

- Lo siento bebé, no había ninguna manera que pudiera haberme comunicado contigo -Steve besó el cuello del moreno al sentir su tristeza y desconcierto.

- Ya estoy aquí,tranquilo -Sobaba la espalda de su esposo con delicadeza-

-Te odio por dejarme.

- Lo sé, mi amor - Steve besó de nuevo a su esposo dejándolo sin palabras hasta que sus lágrimas ya no bajaron más por sus mejillas-

- Te necesito como cada respiración, no puedo vivir sin ti Steve. Si te pasara algo no sé qué sería de mi - Dijo Tony mirándolo con sus ojos color miel con amor.

- Te amo con todo mi corazón.

- Yo también te amo. Te prometo que no te dejaré solo nunca más y cuidare de ti - Dijo mientras le acariciaba-

Sus manos recorrieron a su esposo con suavidad mientras aprendía cada rincón de esa hermosa piel que lo envolvía en llamas y lo cautivaba cada vez que tocaba. Hicieron el amor lentamente mientras que sus cuerpos revivieron el fuego de la primera vez.